La nueva poesía se escribe en la red
Sin prisa pero si pausa,jóvenes poetas se van creando su propio espacio y cada vez tienen más seguidores en las redes sociales
ARTÍCULO DE LA VANGUARDIA: 16 de Junio de 2016
http://www.lavanguardia.com/gente/20160618/402586006802/poetas-internet.html
En la época de los influencers y los youtubers no todo son vídeos o imágenes sobre videojuegos o moda en la red. Sin prisa pero si pausa,jóvenes poetas se van creando su propio espacio y cada vez tienen más seguidores en las redes sociales. Sin ir más lejos, a la poeta zaragozana Loreto Sesma se le quedaría pequeño el Camp Nou si quisiera reunir a todos sus seguidores en YouTube. Lo mismo les pasaría a sus compañeros Elvira Sastre, Sergio Carrión y Sara Bueno si juntaran a sus seguidores en las redes sociales más famosas. Internet ha permitido que se vayan creando pequeñas legiones de lectores en una época en la que se habla cada vez más de lo poco que leen nuestros jóvenes. Todos ellos coinciden en algo: internet puede ser un arma de doble filo, pero ayuda a fomentar la lectura entre las generaciones venideras. Elvira Sastre, que pertenece a una gran estirpe de maestros, afirma: “La gente ha descubierto una poesía nueva contemporánea que se entiende y es sencilla. Esto ha abierto la puerta a muchísima gente joven que es la que usa internet en su mayoría y ha potenciado la lectura”. Puede ser que el problema no sea de los profesores, sino de un sistema que no se preocupa de lo que interesa a los jóvenes lectores.
Pero vayamos a lo que nos atañe. Los mencionados cuatro poetas no llegan entre todos ni al centenario en cuanto a edad se refiere, pero ya han publicado como mínimo un libro. Además, se mueven como pez en el agua entre los puestos de las ferias de libros. Las redes sociales han tenido una importancia capital es su éxito; los editores han dejado de ser cazatalentos para permitir que las redes hagan su trabajo. Sin ellas, esta revolución no hubiera sido posible. Lo cuenta así el escritor valenciano Sergio Carrión: “Las redes sociales han sido el comienzo de una revolución poética. Hace seis o siete años esto era impensable, existían los blogs, pero no tenían tanto alcance como ahora Twitter, Facebook o YouTube”.
Esta es una oportunidad que les ha dado internet, pero también supone una gran responsabilidad por la cantidad de seguidores que día tras días suman y porque algunos de estos fans les toman como ejemplo vital. Esta circunstancia puede llegar a pesar sobre las espaldas de estos profesionales de la escritura pero inexpertos en la vida. La más joven de ellos, Loreto Sesma, describe esa responsabilidad de manera muy paradójica: “Soy un ejemplo a seguir, yo, que todavía estoy aprendiendo a lidiar con la vida, tengo 19 años y me queda todavía muchísima vida por delante. Da miedo que la gente te tome como un referente cuando ni siquiera tú sabes por dónde te da el aire”. Sus palabras desprenden una mezcla de inocencia y dulzura propias de alguien que está viviendo un sueño y no quiere despertar de él.
Uno de los aspectos más llamativos de este negocio es la cantidad de seguidores que les son fieles. Pero para estos autores lo más importante es que, después de media vida escribiendo (son jóvenes pero empezaron siendo niños), han encontrado alguien que les comprende, y se produce una sintonía entre autores y lectores que posiblemente nunca antes se había dado. Antes, si tenías suerte, podías intercambiar unas palabras con tu autor favorito en una firma de libros, pero a través de las redes están en contacto continuo con sus lectores y obtienen un feedback inmediato con el lector. Algo que para otros sería la peor de las pesadillas, ellos lo gestionan con naturalidad, exponen su vida en sus versos, pero se saben poseedores de una capacidad de transmitir sentimientos que hará que sus lectores se sientan plenamente identificados con lo que leen. “Al publicar algo te despojas de una parte de ti y la compartes con el resto, y el resto no lo relaciona directamente con mi persona, sino que se identifica con ello y lo hacen suyo, como si les hubiera pasado a ellos”. Sara Bueno comenta este sentimiento con la emoción de haber vivido recientemente su primer fin de semana de firmas en la feria del libro de Madrid.
Cada vez son más los que optan por conectarse a su canal de YouTube favorito para matar el tiempo libre en lugar de tirarse frente al televisor a ver lo primero que les echen. Los consumidores de contenidos tienen más alternativas de ocio y la poesía se ha creado su propio espacio. Más de 100.000 me gustaen Facebook, Instagram o YouTube son algunas de las cifras que manejan estos jóvenes autores, y lejos de asustarse han creado un movimiento literario propio de los grandes autores. Se saben lejos de Benedetti, Neruda o Bécquer, pero trabajan cada día con ilusión para seguir la estela de sus referentes.
En definitiva, estos poetas todavía no tienen la repercusión del Rubius o Auronplay (dos famosos youtubers españoles) pero están plantando la semilla de la lectura y la cultura en muchos adolescentes. Si los escuchan pueden llegar a pensar que sólo son cursiladas con buena música de fondo, pero si tienen la paciencia de seguir navegando entre sus voces llegará ese momento en el que se sentirán plenamente identificados con alguno de sus textos y vivirán por unos segundos esa mística que les hará creer que eso que escuchan forma parte de su vida.