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jueves, 2 de diciembre de 2010

flogopoetas y refundaciones de Blogs



Dos caras de un tema: los protagonistas de su autopublicación poética y un certero análisis de un famoso consultor en el área de Sistemas y Tecnologías de Información....

Escriben sus textos en la red de redes y reformulan el mito del escritor romántico. Mariano Blatt, Inés Acevedo y Diego de Aduriz aseguran que el fotolog poético es, antes que una vía de expresión, un optimizador social. “Acá no tenés la presión de publicar un libro”, dice la “flogopoeta”. ¿Ha nacido un género literario?

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–¿Y cómo explican el frecuente cierre voluntario de fotologs poéticos para reencarnar en otros nuevos?
Mariano Blatt: –Mi fotolog poético Nebraska Nevando (la crónica poética de un año de relación amorosa, contada en versos sobre fotos) murió cuando empecé a escribir sólo para subir cosas. Ahora en Arrepentirse estoy escribiendo una cosa distinta, más tirado a la prosa poética, donde cambia el estilo, el registro, todo. Es como terminar un libro y empezar otro.
DA: –Cambiar es encontrar una nueva dirección, pedir más aire. Estás haciendo otra cosa con un tono que por ahí no va. Mi fotolog anterior era violeta, y no lo iba a cambiar nunca. El nuevo, El diablo me obligó, es rojo y después lo cambié a negro.
IA: –La forma es importante, le da una identidad.
–¿Por qué es tan común la autorreferencialidad del flogopoeta?
IA: –La limitación temática es fundamental. Cuando cambiás el tema, no podés seguir en el mismo flog. El público también exige. Pregunta: ¿Qué subiste hoy? Cuando subía textos demasiado serios literariamente, algo medio filosófico, me bajaban el pulgar. Me pasó cuando hice una teoría acerca de la gente que hace fotologs y blogs.
DA: –Te dicen: acá tenemos más onda. Defraudás cuando te cierran el flog. Yo pedí rescatar material en uno que me cerraron y no me devolvieron ni las fotos y los textos.
IA: –Hay gente que cree que los blogs son “lo menos”, poetas que tienen un gran prejuicio. ¿Por demasiado autorreferencial? El flog es como un cuarto con posters donde estás vos, vos, vos...
MB: –Además requiere una actualización cotidiana, y de lo único que se puede hablar todos los días es de uno mismo. Pero yo decidí salirme un poco: es un cambio en mi creación, y no sé muy bien por qué escribo lo que escribo. Me aburrí, quería dejar de escribir sobre mí.
–El anclaje de la foto, ¿limita al poema?
MB: –Te limita el tema, te quita autonomía, se asemeja a un ejercicio de taller literario.
DA: –Es como si fueras a bailar a un boliche chiquito, donde todos hablan a su manera de una cosa puntual que pasó en el fin de semana. Lo convierte en un intermezzo entre el messenger y el mail, con un tiempo muy particular. Estoy pensando en los posts (comentarios sobre cada foto/ poema) trasnochados de las cuatro de la mañana.
IA: –Hasta hay un poema de Damián Ríos, La misma luz en todas partes, que surgió en un post, dedicado a la chica de la foto. Y después lo siguió como poema.
–¿El fotolog poético marca el inicio de una carrera de escritor?
MB: –Es el inicio de la publicación de mis textos, que se hacen públicos y se difunden ahí. A casi toda la gente que me rodea la conocí gracias al flog.
DA: –Yo escribo todo el tiempo en todas partes. El flog es sólo un soporte, un formato posible entre tantos.
IA: –Cambia la relación con el trabajo: la instancia de publicar no es tan definitoria como en papel. Al mismo tiempo hace que escribas bien, pero no está la presión de publicar un libro. Si quiero mostrar un cuento, sé que en el blog lo puedo incluir.
MB: –Después hay gente que no conocés y se comporta con vos como si te conociera de toda la vida.
–¿Cómo se imaginan el futuro del fotolog poético?
IA: –Siempre un flog se va a transformar en otro. Si te aburrís, te cambiás. Pero tiende a aumentar. ¡Seguro! Un día decís: Hoy necesito tal cosa. Y sacás un blog.
DA: –Tienen una naturaleza orgánica: empieza como flog y, por ahí, deriva a formatos no electrónicos. Ahora, por ejemplo, estoy preparando una obra de teatro con los textos de mi fotolog.
MB: –Va a pasar el flog, entendido como herramienta. O vamos a pasar nosotros. Esa misma gente se va a ir desplazando, se va a abrir algo que lo reemplace, cuando llegue otra generación.

Entrevista por Julián Gorodischer


"Si alguien en algún momento pensó que el blogging era para todo el mundo y para todo momento, efectivamente se equivocó. Empezar un blog es fácil, insultantemente fácil. Continuarlo, no tanto. Popularizarlo, menos. Sigo pensando que el principal cliente de un blog es uno mismo, y que en determinadas ocasiones y circunstancias habrá más, pero para eso hay que poner mucho más que el esfuerzo de crearlo. Tener presencia a través de una red social es decididamente más sencillo. Otra cosa es que valga para lo mismo o llegue a reflejar lo mismo.Pero pensar que los blogs eran un atajo, un camino corto hacia la popularidad o una herramienta al alcance de cualquiera, no dejaba de ser una idealización de la herramienta, un “tengo un martillo, y por tanto, todo lo que se mueve es un clavo”.

Los Blogs han muerto, vivan los Blogs, por Enrique Dans - 24.10.2008