3/3/08

La Osa Menor


por Washingtin Cucurto, para Crítica

"Señoras y señores, ladies and gentlemen, feliz show de la vida urbana moderna, depresiva, asexuada y snobeante. ¡Bienvenidos al messenger de carne de hueso de esta megápolis morocha! Bienvenidos a este fabulosísimo mundo de la América morocha, indígena, inmigra y peruca. Welcom to harlow a la Buenos Aires del siglo 23, cuadrúpeda por bruta; paquidérmica Reina del Plata, con olor a Axe, el desodorante de los bailanteros. Bienvenidos a los cien barrios morochos de la cuenca del Plata. ¡La Boca, Boedo, Barracas, Once, San Telmo, Microcentro, Superconsti, Congreso careta, etceterísima!

¡Matecopio!, por un momento, señores, serán ustedes los visitantes de lujo y nosotros sus fieles anfitriones.

Acá me tienen, en la cartonería “no hay cuchillo sin rosas”, transpirando como un chancho, con la cumbia a ful, cortando cartón, calle Brandsen 647, barrio de La Boca, atendiendo a filantrópicos turistas europeos que vienen a ver cómo fabricamos nuestros brolis de cartón.

¡César Aira, Martín Adan, Enrique Lihn, nombres propios de lindas frases, que arrancan de bolsillos levis unos buenos manojos de euros!

Sobre un tablón, en la vereda, Baltuco y Karadagian, dos cartoneritos amigos, fabrican con témperas y cartones un hermoso metegol. ¡Horrendo metegol de cartón, que los yanquis exhibirán en sus museos!

Entra la Osa atolondrando el avispero de la carto.

–¡Cucu, mi colectivero me dejó!

Y se puso a llorar encima de un tablón lleno de poliyas del cartón. Me enojé y le dije que no sea bruta, que se va a agarrar cualquier peste si la pican las poliyas cartoneras. Son un virus del cartonerismo las malditas poliyas; como la cocaína o el paco, speed, vidrio, cuquito, charly, stuff, sol albañil, cristal meth o cualquiera de esas mierdas, tengan el nombre que tengan.

Yo soy un bestia, cómo se me ocurre decirle eso a la Osa, si a cada rato cartonea el morfi de las bolsas de basura. Un pedazo de mortadela, salamín verde, milanesas con hongos que tiran de las pizzerías.

La Osa es mi compañera en la cartonería, tiene 17 años, cartonea desde los diez. Señores, la Osa es una mujer de este país, una mujer preciosa, de gran corazón, que come lo que encuentra en la basura. “La gente tira cosas buenas, Cucu”. “Dejate de joder, Osa, te vas a intoxicar”. Pero siempre la veo con un pedazo de morfi que cartoneó en la basura. “Para mí, Cucu, los tachos de
basura son mi tesoro, ahí tengo todo, no me falta nada. Estas zapatillas me las cartonié, estaban al costado de un palo de luz, y tenían un cartel: ‘Para la Osa’ ”.

La Osa lava los colectivos truchos a cambio de viajar gratis desde Consti hasta Florencio Varela. El trucho para en la ruta cinco minutos y ella baja con una manguera y un cepillo y lo lava: “Se lo dejé un espejito”.

El nego de los truchos es así: se alquilan como los taxis, a 270 pesos la vuelta. El dueño lo espera en la Rotonda y el chofer le tiene que pagar. El chofer es amigo del barrio de la Osa, un amor imposible, dice ella, es demasiado lindo, esos rulos negros que tiene el guacho. Estaba sin trabajo y la Osa le dijo subite a un trucho, no necesitás nada, sólo saber manejar, la yuta no te para nunca porque están arreglados.

Vos tenés que preguntarle a todos adónde van, porque si no te sacan boleto de un peso y se van hasta Constitución, al bondi lo tenés que llenar; pará en la parrillas y bocineá a ver si alguno va para la Capital; afanale clientes al Halcón, al 129, al Río de La Plata, van todos para Consti, arrimáte despacito a la cola de negros y tentalos a bocinazos, vas a ver cómo se te suben todos.

Hoy le echaron el chofer a la Osa.

-Era demasiado bruto, Cucu, una vez al bondi lo llenó con 300 personas, no podés ser tan guaso. Llevaba negros hasta en el techo. Obvio que la yuta te para, y las empresas se quejan...

La Osa, mi amiga, una trabajadora de esta ciudad, una nueva generación que no pasó por el colegio, que no conoció ni a Evita, ni al Che, ni a Fidel Castro, abrió sus sudorosos brazos y me dijo:

- Cucu, me quedé sin chofer, y sin amor..."

3 comentarios:

Grupo AyA dijo...

Me acabo de dar cuenta que la mulánima es el alma-mula!!!

Anónimo dijo...

el alma mula nos deja atónitos a veces.
Serà que no siempre es tan mula...

Grupo AyA dijo...

Parece que no siempre, no señor