Hizo frío, y me abrigué.
Fuimos a comprar y el supermercado estaba lleno. La gente compraba jamones empaquetados en cajas como si fueran a acabarse.
Me acordé del Sr. Nilson, el mono de Pippi Langstrumpf, y de Pequeño Tío, su caballo.
Pensé que todo en esta vida está en equilibrio y que lo que se nos da por una parte, por otra se nos quita.
Me visitó, de nuevo, el insomnio.
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