Veníamos de escalar el MidiD’Ossau por la ONO y
la Ravier al Tozal del Mallo, y
para no romper la tónica de grandes clásicas hicimos esta vía en la vertiente
noroeste del Mallo Pisón, hasta entonces totalmente desconocida para mí, abierta en 1959 el tramo superior, conocido
como la “Anglada Guillamon”, y en 1975 la entrada directa. Restaurada en el
2013 con parabolts, aún así con tramos de autoprotección. Y con algún viejo
taco de madera y viejos clavos, de la apertura aún en el recorrido. Una vía
diferente a lo que estamos habituados en Riglos.
Los primeros largos con
mucho ambiente y roca muy buena, fisuras, bombos y placas. Y los últimos largos
para salir a la cima de intuición, alegría y roca un poco dudosa. Otra buena
aventura!
Tenéis más
información de Riglos en otra entrada del Blog, cuando en otro viaje escalamos
la “Directa
Normal al Puro”, “Mosquitos” y “Chooperior”..
Los croquis más detallados
que he visto de la Directa Anglada Guillamon han sido en los blogs KORKUERIKA y
FENDAS E FERRALLA
Tenéis más información en la guía RIGLOS VERTICAL de Miguel Carasol y
Chema Agustín.
ESPOLÓN
NORTE INTEGRAL O DIRECTA ANGLADA GUILLAMON. 7a (6a oblg), 370 m.
El Espolón Norte Integral,
se puede decir que es la combinación dos vías. Un primer intento de escalada de
este Espolón norte, en el año 1959, en el que abrieron la vía Anglada
Guillamón, accediendo por las viras del Puro. Y la que se conoce como Directa
Anglada Guillamon o Espolon Norte Integral, que la abrieron 1975 Ambrosio Garcia Izquierdo (Tito), Valentín Asensio, Fernando
Orus y Alfonso del Corral. Accediendo desde la base del espolón norte de una
forma directa a la parte superior del espolón, donde se juntaron con la Anglada
Guillamon.
En el blog A0 a Vista, esta
muy bien descrita la historia de esta vía.
Son unos 370 metros de recorrido,
repartidos en 11 largos de escalada, que te sacan directamente a la cima del
Pisón. Recorre el espolón norte del Mallo Pisón, con el pie de vía en el
conocido como Circo de verano.
La roca es conglomerado, de
muy buena calidad hasta la R7, después hay que tener cuidado porque hasta con
el movimiento de la cuerda cae alguna piedra, y a la entosta del L10 es mejor
ni acercarse, da miedo. Hay que tener en cuenta que las piedras que tiremos
pueden caer sobre el camino, por lo que se pasa un poco mal, ya no por
nosotros… por los escaladores y senderistas que pasan bajo nosotros.
El tipo de escalada es el
típico de Riglos con panzas y buenos bolos, aunque los primeros largos
discurren por fisuras y diedros.
En el recorrido nos encontraremos
con muchos parabolts, que nos guían y nos dan la confianza suficiente para
escalar cómodamente, aunque también hay que autoprotegerse en los distanciados.
Todas las reuniones tienen
varios parabolts, excepto la última que se hace en un cordino lazado sobre un
árbol.
El pie de vía está en la
vertiente norte, en el circo de verano, subiendo unos metros por una senda
paralela a la pared hasta unos grandes nichos a pie de suelo. Se localiza
fácilmente por la fisura del L1.
L1
(7a-V+/A1, 35 m.)
Los primeros metros sencillos por los nichos, el primer seguro esta alto. La
fisura tiene una entrada desplomada sin pies, y los cantos de las manos no son
muy allá… como primer paso y en frio, se hace muy duro. No llevamos estribos,
así que salimos como pudimos.
El resto de la fisura es más
agradable, pero te pone. Abandonamos la fisura hacia la derecha y por grandes
bolos llegamos a un nicho. Por si no nos acordábamos, este es grado riglero y
llegas calentito a la R1.
L2
(V, 30 m.) Salimos hacia la derecha, con buen canto superamos
una primera panza, no sin apretar y en autoprotección. Continuamos por una
fisura diedro, agradable de escalar, con algún viejo clavo y algún puente roca.
Hay que cambiarse de fisura a la derecha y enseguida llegamos a la R2.
L3
(V+, 30 m.) Largo de diedro, hasta un parabolt que
nos indica el cambio a la derecha, salimos a un muro de bolos y panzas que
navegamos hasta llegar a un nicho blanco.
L4
(6a, 30 m.) Desde el nicho en la vertical, fácil,
con tendencia a la derecha hasta llegar a la entosta. La entosta no es cómoda
de escalar y en autoprotección, pasos con alegría hasta que nos montamos encima
de ella.
L5
(6b, 30 m.) Con tendencia a la derecha por un muro
y un último paso para superar una panza y travesía aérea hasta la reunión.
L6
(6b+, 35 m.) Hay que superar la panza que tenemos
sobre nuestras cabezas, salimos hacia la derecha, paso de decisión y apretón.
Hay que acertar con el bolo bueno, hay parabolts, y hay que chapar en largo y
tener cuidado con los roces. Una vez superado el desplome te incorporas en una
vira, no muy cómoda porque o vas agachado o te tira atrás. El siguiente
parabolt aleja, en una larga travesía a la izquierda llegamos a una zona más cómoda
y tras superar pequeños resaltes llegamos a la R6.
L7
(6a, 30 m.) Muy buen largo de muro de bolo pequeño,
muy compacto. Nos deposita en las viras del puro. No debe de ser el largo
original.
Desde esta R podríamos ir
hacia la derecha hacia el puro, nosotros queríamos salir a la cima, por la
Anglada Guillamon.
A partir de aquí la roca va
perdiendo calidad progresivamente y hay que tantear antes muchos de los cantos
que cogemos.
L8
(IV+, 30 m.) Escalada sencilla pero con mucha
alegría, algún parabolt nos guía y nos alegra la vida, en dirección a la
entosta nos econtramos con una R de las de rescates (de grandes argollas)
L9
(IV+, 30 m.) Salimos hacia la derecha, la roca es
muy dudosa, con el movimiento de la cuerda cae algún bolo. Volvemos hacia la
izquierda, (hay un parabolt) hasta situarnos en la base de la entosta.
L10
(V, 30 m.) La entosta da pánico, completamente descompuesta.
La vía va por el muro de la izquierda. Roca dudosa, en algunos pasos hueca y
parabolts muy alejados y difícil de proteger. Será V, pero la cabeza funciona
como si fuera 6b.
Nos montamos en la parte
alta de la entosta en una comoda repisa.
L11
(IV, 60 m.) En la línea de lo anterior, roca dudosa
y escalada fácil, ya tumba, pero no se protege bien, hay 2 o 3 parabolts y se
tiran muchos metros sin seguros fiables. Apuramos cuerda, incluso salimos unos
metros en ensamble para montar la R11 en un arbolito que tiene una cuerda.
Desde aquí salimos andando
hasta la cima del Pisón.
Disfrutamos de esta cima,
los buitres nos observan y enseguida nos bajamos, que nos queda el viaje de
vuelta a casa.
DESCENSO
El
descenso del Mallo Pisón se inicia con un rápel hacia la collada que
separa el Pisón y el Macizo. Para ello seguiremos andando por una marcada senda
que gira con tendencia a la collada. Enseguida nos encontramos con un cable de
acero anclado a parabolts que nos baja unos metros hasta la primera reunión de
los rápeles.
1º RAPEL,
60 m. hasta la Collada.
Desde aquí hay 2 opciones:
1.
Rapelar por la norte del mallo Pisón, creo que en otros 3 rápeles.
2.
Rapelar y destrepar, por una especie de vía ferrata, por la canal
que baja hacia el pueblo, así lo hicimos nosotros.. y es un descenso bonito,
curioso y que merece la pena conocer.
Desde el final de este
primer rápel, sale un cable/pasamanos que nos lleva en horizontal a otra
cabecera de rápel:
2º RAPEL, 30 m.
Enseguida, tras un
destrepe, nos enganchamos a otro cable/pasamanos, que desciende entre árboles y
raíces, y que nos lleva a otra cabecera de rápel.
3º RAPEL, 30 m.
Aquí la senda se encaja en
una gran fisura en la roca, destrepamos entre cables, peldaños y clavijas, en
un terreno bastante vertical. Nos deposita en una zona más cómoda, también
acompañados de un pasamanos. Llegamos a la cabecera del cuarto rápel,
4º RAPEL 30 m.
5º RAPEL, 60 m. Precioso,
completamente volado que nos deposita en el suelo (se puede fraccionar)
Y siguiendo las sendas
llegamos en seguida al pueblo.
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