Sí, sí, inevitable y perdidamente... en cuanto lo vi... ¡me enamoré!
Cada vez que pronuncio estas palabras en casa... los "cimientos" de mi matrimonio ¡tiemblan!. Y no por que vaya a hacer las maletas y me vaya a ir de casa con el primer guapo que se me ha cruzado (¡cómo sois! seguro que estabais pensando en eso... jajaja), sino porque la Visa está a punto de desintegrarse, o lo que es peor, los oídos de "Señor Marido" hasta que no lo consiga...
La primera vez que lo vi, estaba puestecito tan bonito como es, en el escaparate de una tienda de ropa luciendo collares y complementos. Como la vergüenza me pierde y soy incapaz de entrar y preguntar dónde lo han comprado, esta mañana me he puesto a buscar en Google a ver qué salía y más o menos qué precio tienen. Y os prometo que ¡sin ninguna intención!, pensaba que iban a ser carisisisisisímos, que no iba a encontrar el mismo o uno que me gustara 100% y que mucho menos lo podría comprar por mis alrededores...
Cual a sido mi sorpresa de encontrarlo cerquita de casa, a un precio razonable y ajustado totalmente a mis espectativas...
Y sin más dilación...
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