Shakespeare y Cervantes. Paso de estar pachucho a ser cuidador. No se me da mal, me gusta descubrir a tiempo la fiebre posando la mano en la frente del que se encuentra peor. Asalto eficazmente farmacias para proveerme de remedios y saqueo el mercado en busca de morcillo y verduras para hacerle un suculento caldo quitamales al enfermito. Me gusta cuidar bien a quien me quiere.
Mostrando entradas con la etiqueta gripe. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta gripe. Mostrar todas las entradas
miércoles, 23 de abril de 2014
Día del Libro, Alergias, Catarros y yo que sé…
Shakespeare y Cervantes. Paso de estar pachucho a ser cuidador. No se me da mal, me gusta descubrir a tiempo la fiebre posando la mano en la frente del que se encuentra peor. Asalto eficazmente farmacias para proveerme de remedios y saqueo el mercado en busca de morcillo y verduras para hacerle un suculento caldo quitamales al enfermito. Me gusta cuidar bien a quien me quiere.
Etiquetas:
alergia,
día del libro,
enfermedad,
enfermero,
gripe
jueves, 31 de marzo de 2011
Gripe, duele como el electrochoque de una pistola Táser
Tengo gripe y fiebrón. De esas que no dejan un centímetro cuadrado de piel sin dolor. De las que hacen que las articulaciones, los nervios y los músculos chirríen como si te conectaran 50.000 voltios a las bolas.
Tenía que haber ido al hospital para hacerme unas pruebas pero, cuando les llamé, me suplicaron que no apareciera por allí a contaminarles el quirófano. Joder, es triste que ni estando malito te quieran los médicos. Disculpen si me pongo en cuarentena.
Tenía que haber ido al hospital para hacerme unas pruebas pero, cuando les llamé, me suplicaron que no apareciera por allí a contaminarles el quirófano. Joder, es triste que ni estando malito te quieran los médicos. Disculpen si me pongo en cuarentena.
Etiquetas:
armas tácticas,
gripe
lunes, 25 de octubre de 2010
Claro que jode que un francotirador te apunte con mira telescópica
Ayer fue un día nefasto. Entre molestias gripales recibí constantes llamadas. Ha muerto el hermano de tu colega, tu sobrina está en una silla de ruedas, han operado a un amigo y van a intervenir a otro, nuestra madre agoniza, a tu prima le ha dado un ictus, susurraba alguien angustiado cada vez que respondí al teléfono.
Normal, me dicen. Parece que, sin llegar a viejo, estoy en ese kilómetro 0 en el que uno se detiene, observa, cavila y, con suerte, asiste únicamente como espectador a los daños colaterales de la vida en su entorno. Miento, imposible ser sólo público. A estas alturas ya he visto morir tíos, padre, hermano y primos. También a muchos desconocidos. Y el dolor me ha marcado a navajazos.
Soy un macho adulto que comienza a sentirse como esos viejos venados señalados por los monteros al cazador que selecciona la especie. Peor aún, he dejado de idolatrar becerros de oro sin haberlos sustituido por nuevos ídolos. Y, cada vez queda menos tiempo. Debe ser la gripe.
Normal, me dicen. Parece que, sin llegar a viejo, estoy en ese kilómetro 0 en el que uno se detiene, observa, cavila y, con suerte, asiste únicamente como espectador a los daños colaterales de la vida en su entorno. Miento, imposible ser sólo público. A estas alturas ya he visto morir tíos, padre, hermano y primos. También a muchos desconocidos. Y el dolor me ha marcado a navajazos.
Soy un macho adulto que comienza a sentirse como esos viejos venados señalados por los monteros al cazador que selecciona la especie. Peor aún, he dejado de idolatrar becerros de oro sin haberlos sustituido por nuevos ídolos. Y, cada vez queda menos tiempo. Debe ser la gripe.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)