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Se le acaba el tiempo

28 marzo 2010

Hoy me he enterado que al padre de mi mejor amiga se le acaba el tiempo. Tiene cáncer y a pesar de las sesiones de quimioterapia se le ha extendido. Ya no hay nada que los médicos puedan hacer. Así que haciendo acopio de las pocas fuerzas que le quedan va a intentar pasar el tiempo que le quede de la mejor manera posible, rodeado de su familia, y esperando a su nieta. Sólo espero que encuentre las fuerzas suficientes para esperar a que nazca Ágata, que mi mejor amiga saque fuerzas de donde sea, sabiendo que tiene aquí a su hermana, que estará con ella cuando nazca la niña y cuando me necesite. Que puedan disfrutar de la mejor manera posible del tiempo que les queda juntos.
Y que desde aquí les mando todo mi apoyo y mi cariño.

Adiós Don Pedro

14 febrero 2010

Me acabo de enterar de que ayer te fuiste... después de más de dos años de lucha, de que el año pasado por estas fechas te vi... y parecías recuperado...

Para ti siempre fui Cristinita... da igual que hubiese pasado de la treintena. Fui Cristinita desde que empezamos a trabajar juntos en el proyecto Optima. Peleamos y discutimos, pero cuando hacía falta siempre estabas ahí para defenderme.

Tuviste una vida apasionante, viviste en las Américas, disfrutaste al máximo, aunque quizá ese máximo fuese demasiado. Y esa vida apasionante, junto con tu cariño y tu alegría, la compartiste con todos.

Doy gracias por haberte conocido. Espero que sigas disfrutando allá donde estés.

El mejor regalo del mundo

04 enero 2010

Queridos Reyes Magos,

Como este año he sido tan rebuena, he currado tanto (aunque llegase a las diez a trabajar), he mimado (lo que se ha podido) a mis amigos, no he dicho las puñeteras palabrotas de costumbre (Carlos puede verificarlo) y no he puesto a parir (apenas) a mis jefes... creo que ya es hora de que me traigáis el mejor regalo del mundo... ¿Qué cuál es? joer, adivinadlo vosotros, que para eso sois los magos.

Mi más afectuoso saludo

Una servidora

Bueno, coñas aparte. En esta época se suele ver a montones y montones de gente, aglomerándose en los centros comerciales, con el gesto desencajado buscando el regalo perfecto, el mejor regalo del mundo para sus seres queridos (y no tan queridos)... y es que hacer un buen regalo es difícil, y parece que cuando hacemos un regalo nos estamos sometiendo a examen: ¿Si me gasto tanto, será mucho o poco?, ¿y si ya lo tiene?, ¿y por qué no se me ocurre nada original y siempre acabo regalando lo mismo? y el tan temido ¿y si no le gusta? HORROR.

La verdad es que hacer un buen regalo (y yo entiendo por buen regalo un regalo que guste, no tiene porqué ser carísimo) es algo bastante difícil. A mi, afortunadamente, no se me da mal. En mi caso, por suerte, es un don (joer, alguno tenía que tener después de los batacazos que llevo con el tema de la fotografía).

Y es que reflexionando sobre una conversación que tuve con una amiga hace una semana, y juntando eso con Hermann Hesse y con una casualidad del destino, unido a las fechas en las que estamos, llevo un par de días reflexionando sobre el regalo perfecto. Y es que al final, lo que de verdad cuenta, es que sintamos que la persona que nos regala algo, por pequeño que sea, lo haya hecho pensando en nosotros. Que lo que quiera que nos regale le haya recordado a nosotros, a la relación que tengamos. Y para eso no hace falta gastarse un pastizal. A veces no hace falta gastarse ni un duro. Por eso a las mamis se les saltan las lágrimas cuando su peque le trae el primer regalo del día de la madre del colegio, y lo mismo a los papás. Por eso se nos pone la piel de gallina cuando alguien nos dedica una canción en una discoteca... o toca el piano para nosotros... el mejor regalo del mundo puede ser un café en un bar, con una charla, un paseo por un parque, una poesía o una fotografía. A lo mejor, el mejor regalo del mundo, solamente es estar.


Por eso queridos míos, os deseo que Papá Noel, San Nicolás, sus Majestades los Reyes Magos de Oriente, la Befana italiana o vuestro dios particular os conceda el mejor regalo del mundo estas Navidades.







Amistades

23 diciembre 2009

Principios en los que YO  fundamento una amistad:

- Compañía:  cuando somos amigos de alguien es que hay algo en común que nos une, o algo que nos aportamos el uno al otro... desde las risas hasta las lágrimas. Como comenté con mi mejor amigo hace muy poco: las verdaderas amistades se demuestran en los momentos más duros.

- Sinceridad: quizá lo más difícil. ¿Hay que ser siempre sinceros? Yo con esto voy con pies de plomo, la verdad.  Creo que la sinceridad puede tener el límite de hacer daño al otro, pero también está limitado en que el otro me haga daño a mí. Cuando de verdad nos abrimos a alguien, o alguien se abre a nosotros, quedamos expuestos a que el otro nos haga daño. Mostramos nuestra verdadera fragilidad (o al menos yo lo hago). La amistad es un riesgo, como cualquier otra relación. Todas tienen sus riesgos. Se puede ser sinceros, y fijar nuestros límites, pero siempre podemos ser cuidadosos con las palabras y con los actos, para minimizar el daño al otro.

- Amor: AMOR con mayúsculas. Ese amor que da todo sin pedir nada a cambio. Un dar sin esperar nada. Es algo que se aprende poco a poco... porque siempre esperamos algo de vuelta a lo que hemos dado. Es la ilusión de ver feliz al otro. De desearle lo mejor. De hacer lo posible para que los demás sean felices. Apoyar y estar ahí cuando las cosas van mal.

Por eso, cuando has dado todo, y no te esperas la puñalada trapera por la espalda, cuesta mucho tiempo desprenderse del dolor. Y por eso, el último principio es el perdón. Que espero encontrar algún día.




Intimidad

03 septiembre 2009

De un tiempo para acá muchas cosas han cambiado, y gente que había desaparecido de mi vida, o yo había desaparecido de la suya, están volviendo. Y no importa los años que hayan pasado, porque la confianza y la intimidad que había en aquel entonces aún perduran. Y a veces me parece increíble lo profunda que puede llegar a ser una relación, para que resista el tiempo y la distancia de esa forma.


Y es que a veces internet hace magia, y a uno de mis antiguos amigos lo recuperé a través del facebook. Y a partir de una tarde de abril, las cosas han vuelto a ser como hace más de diez años. Cuando la ruptura de nuestro grupo, a causa de la ruptura de su relación, lo mandó todo al garete. Yo me equivoqué en mis decisiones de aquel momento, pero se aprende de todo en esta vida.


Y poco a poco la relación se está recuperando. Y ayer estuvimos hablando de los viejos tiempos... y la intimidad que tenía con él volvió a cobrar la forma de su mano acariciando mi espalda.


En la primera tarde de abril escarbamos para intentar averiguar el porqué de nuestra separación, pero había miles de razones. Los siguientes días nos hemos puesto al día de nuestras vidas, de la mía, de la de los amigos que teníamos en común. Cada una corriendo por un derrotero distinto. Y ayer volvimos a nosotros, a aquello que nos unió en tercero de carrera. A aquello que nos separó.


Ayer le dije: "es que me parece que te despertaba un tremendo instinto de protección..." pero hoy me he dado cuenta de que era al revés: la que se sentía protegida era yo. Y también muy querida.


Ratoncito, creo que he tenido mucha suerte contigo.

Vivir despeinada... Para María

03 agosto 2009

Gracias por estos años, por ser mi amiga, y por compartir tu camino conmigo... ha sido, es y será un placer... Un beso

Todos deberíamos atender esta frase con intensidad, sin poses, disfrutando cada momento, cada experiencia, cada afecto. Sin lugar a dudas, seríamos mucho más felices.

Hoy he aprendido que hay que dejar que la vida te despeine, por eso he decidido disfrutar la vida con mayor intensidad… El mundo está loco. Definitivamente loco… Lo rico, engorda. Lo lindo sale caro. El sol que ilumina tu rostro arruga. Y lo realmente bueno de esta vida, despeina…
- Hacer el amor, despeina.
- Reírte a carcajadas, despeina.
- Viajar, volar, correr, meterte en el mar, despeina.
- Quitarte la ropa, despeina.
- Besar a la persona que amas, despeina.
- Jugar, despeina.
- Cantar hasta que te quedes sin aire, despeina.
- Bailar hasta que dudes si fue buena idea ponerte tacones altos esa noche, te deja el pelo irreconocible…


Así que como siempre cada vez que nos veamos yo voy a estar con el cabello despeinado…

Sin embargo, no tengas duda de que estaré pasando por el momento más feliz de mi vida. Es ley de vida: siempre va a estar más despeinada la mujer que elija ir en el primer carrito de la montaña rusa, que la que elija no subirse.

Puede ser que me sienta tentado a ser una mujer impecable, peinada y planchadita por dentro y por fuera. El aviso clasificado de este mundo exige buena presencia: Péinate, ponte, sácate, cómprate, corre, adelgaza, come sano, camina derechita, ponte seria…

Y quizá debería seguir las instrucciones pero ¿cuando me van a dar la orden de ser feliz? Acaso no se dan cuenta que para lucir linda, me debo de sentir linda… ¡La persona más linda que puedo ser!

Lo único que realmente importa es que al mirarme al espejo, vea a la mujer que debo ser. Por eso mi recomendación a todas las mujeres:

Entrégate, Come rico, Besa, Abraza, Haz el amor, Baila, Enamórate, Relájate, Viaja, Salta, Acuéstate tarde, Levántate temprano, Corre, Vuela, Canta, Ponte linda, Ponte cómoda, Admira el paisaje, Disfruta,

y sobre todo, deja que la vida te despeine!!!!

Lo peor que puede pasarte es que, sonriendo frente al espejo, te tengas que volver a peinar.

SUERTE Y QUE DISFRUTES...

De vuelta de las vacaciones...

Los amigos son personas que aparecen un día, de repente, comparten parte de tu camino, y a veces, por la misma vida, porque todos cambiamos, porque las cosas cambian... esos amigos, igual que han llegado, se van... o nos vamos nosotros.

Pero la vida es caprichosa, y al destino parece que le gusta jugar a los dados, y a veces esos amigos vuelven a sentarse a nuestra mesa, a jugar con nosotros. Todos vamos y venimos.

Le estuve dando vueltas a esto durante este fin de semana, durante las horas de viaje que compartí con David, de camino a Soria, a la boda de una amiga común. Hacía más de 10 años que no nos veíamos, la vida se encargó de separarnos tras ser muy, muy amigos durante los últimos años del instituto y los primeros de carrera. La nuestra, en su momento, no fue una despedida dolorosa... ni siquiera fué una despedida... quizá sólo era un "hasta luego".

La vida se ha encargado de juntarnos de nuevo, en un viaje donde nos hemos puesto al día de todo lo que nos ha pasado durante estos últimos años... y como yo le pregunté a David:" ¿No tienes la sensación de que parece que no nos hemos separado? y como me dijo él: "la verdad es que tengo la sensación de que nos estamos poniendo al día después de volver de vacaciones"...

A veces tenemos la suerte de encontrar en nuestro camino gente que siempre que estará... aunque no esté.






Abrazos gratis

13 junio 2009


Y detrás de cada abrazo una sonrisa...
Un abrazo es la danza entre dos almas,
fundirse el uno en el otro.
Un encuentro sin barreras
en el que se caen todos los miedos,
las máscaras y las armaduras.


El juego de los espejos

08 junio 2009


El tema de este post lleva un par de meses dándome vueltas por la cabeza, y no tenía muy claro cómo hablar de esto. Y debe ser que el estar en vela me ha aclarado un poco las ideas (por cierto, un consejo, si os echáis un siestón de más de dos horas un domigo pre-lunes laborable... no os toméis después un café, por si las moscas...).

La cosa es que esta tarde he leído un post sobre este tema, en un blog que he descubierto esta misma semana. Y el post hablaba sobre la capacidad de escuchar y la empatía de las personas (casualmente, sobre la capacidad de escuchar acabo de leer otro post en el blog de Eduard Punset, pero dedicado a los taxistas).

En el post que he leído, la autora hablaba de cómo había estado hablando de un problema con un amigo, y éste, en vez de escuchar, ha comenzado a darle consejos sobre qué debería hacer en esa situación. La autora, ante esa reacción, se ha sentido presionada y ha terminado enfadándose: ella no le había pedido su consejo, sólo le había pedido que le escuchara, sólo quería su atención, y el apoyo de un amigo para desahogarse.

El saber escuchar es un don tan extraño como precioso. El ser humano, por regla general, ante la demanda de alguien de ser escuchado, reacciona creyendo que tras esa demanda de atención se encuentra una demanda de "ayúdame a buscar una solución" y creo que ante esa demanda reaccionamos y no sólo damos nuestra opinión, sino que decimos qué hacer y cómo. Acabo de recordar que en el libro "Los hombres son de Marte y las mujeres son de Venus" hablaban de esto mismo, pero diferenciado por sexo: en el libro se afirma que cuando una mujer acude con sus problemas a un hombre, éste tiene la creencia de que lo que se espera de él es una solución, cuando ella lo que busca es alguien que escuche mientras describe sus problemas en voz alta, con el único fin, quizá, de aclararse ella misma.

La capacidad de escuchar está tremendamente vinculada a la empatía. Y es a la empatía a la que yo llamo "el juego de los espejos". La empatía se define como la capacidad de ponerse en el lugar de otro, y entender sus sentimientos. La empatía no existiría sin la capacidad de "escuchar" (que no oír) al otro. Pero cuando escuchamos y reaccionamos dando consejos no pedidos, creo que lo hacemos desde un "yo en el otro", me explico: le digo al otro lo que creo que debe hacer, pero no desde la posición de lo que yo sé o conozco del otro, aunque esté teniendo en cuenta sus sentimientos, lo estoy haciendo desde mi propia historia, lo que yo sé, he vivido y sentido. Le estoy aconsejando en función de cómo actuaría yo si fuera él. Para mí, la empatía así entendida se queda coja.

Para mí la empatía debe ser todo un ejercicio de "yo soy el otro": qué sé de la persona que tengo en frente, cuáles son su problemas, sus debilidades, sus fortalezas, que le anima o que no, cómo ha salido de otras situaciones similares... y cuando he hecho su yo mío, entonces, y sólo si nos lo piden, es cuando deberíamos dar un consejo sobre qué hacer o cómo hacerlo. Es francamente difícil, en primer lugar porque lo que se pone a prueba es nuestro conocimiento y nuestro interés en el otro, y ahí es cuando nos damos cuenta de la profundidad de nuestras relaciones. Y en segundo lugar, porque desvincularse de nuestra propia historia para sumergirnos en la del otro puede ser una ardua tarea que implica romper todos nuestros esquemas mentales.

Me pongo delante del espejo, y primero te veo a ti, con tu alegría y tu dolor. Ves mi reflejo y yo veo el tuyo. Tu ves mi mundo tras el espejo y yo veo el tuyo. Si acerco mi mano al espejo, cuando nuestros dedos se toquen, yo seré tú y y tú también estarás dentro de mí, tus ojos verán a través de los míos, y mi corazón latirá a través del tuyo. Cuando nuestros dedos se toquen, se unirán nuestras almas, y seremos uno.





Dependencias (II)

05 junio 2009

Cita del actual Dalai Lama:

"Al principio de nuestra vida, y una vez más cuando envejecemos, nos hacen falta la ayuda y el cariño de los demás. Desgraciadamente, entre estos dos periodos de nuestra vida, durante el tiempo en el que somos fuertes y capaces de cuidar de nosotros mismos, descuidamos el valioso cultivo del cariño y de la compasión. Puesto que nuestra propia vida comienza y termina con necesidad de afecto, ¿no sería mejor que practicásemos la compasión y el amor hacia los demás mientras somos fuertes y capaces?"

Una de las máximas de un amigo mío es que nacemos y morimos solos, y que por eso debemos aprender a resolver nuestros problemas solos. Si bien esto es cierto, no es menos cierto que como dice el Dalai Lama, es en estas dos situaciones, aunque sea un trago que pasa uno solo, cuando más necesitamos a los demás.

Seguir sin ti

10 mayo 2009


Me voy a permitir la licencia de parafrasear un libro de Jorge Bucay y Silvia Salinas... otro libro más de los tantos que me han ayudado en mi camino, llegando en el momento justo, como siempre.

Y me voy a permitir dedicarles esta entrada a mi mejor amiga de la infancia, Inma, y a mi hermana virtual, Eva, cada una pasando su duelo particular... y me lo voy a dedicar a mí misma también, porque todas las despedidas, por pequeñas que sean, siempre escuecen.

Hace un par de semanas mi amigo Nacho me preguntó qué tenía de particular esta foto



para que tantas chicas en internet la tuvieran puesta en sus perfiles (yo en ese momento la tenía puesta en el messenger). Y lo que tiene esta foto es que expresa un estado de ánimo: sentimos que estamos completamente solas, queremos estar solas, y es como si nuestros pies colgaran del vacío, y a veces buscamos, sin éxito, una razón para seguir adelante.

Y es que muchas veces nos sentimos culpables por lo que ha pasado, y no hacemos más que darle vueltas a las cosas que podríamos haber hecho para que todo fuera diferente. A mí me costó mucho entenderlo, pero las cosas que ya han pasado, ni Dios puede hacer que vuelvan atrás (Nacho, concédeme este plagio, por favor).

Y no lo entenderemos ahora, pero con el paso del tiempo todo se pondrá en su sitio. Y ese agujero negro que ahora está en el pecho y que impide respirar, con el tiempo escocerá un poquito menos, y dejaremos de sentirnos en la oscuridad más absoluta...

El laberinto tiene una salida... sólo tenéis que abrir los ojos y seguir vuestra propia luz...


Peque... éste también es para tí... como muchos más...