Lo que hay, es lo que hay...

Vaya por delante que, como sevillista duele y mucho cualquier derrota, máxime si se produce ante el rival de la ciudad, pero como deportista debemos saber felicitar al vencedor y sobre todo cuando es superior a ti. Por que hoy, el RBB ha sido superior al equipo de Míchel, al que poco más se le puede pedir por que hacer un cesto europeo con los mimbres que hay, es utópico.Tácticamente, los de la Palmera han sabido ocupar mejor el campo y rehacerse ante el ilusionante y tempranero golazo de Negredo tras asistencia de Trochowski. Las apariciones de Pozuelo por el centro, la briega -algo ruda pero efectiva- de Iriney, la calidad en el golpeo a balón parado de Beñat y la inclusión de Sta. Cruz en el flanco -abandonando la teórica posición de referencia- han podido con el deseo de los blancos de apoderase del balón. Ha sobrado ansiedad y motivación en la tropa nervionense, pero falta mucha calidad, casta y coraje en una plantilla que parece haber sido confeccionada con desgana. O con intención de poder hacer caja y navegar por la travesía villarealense o, deportivista de no ponerse remedio a tiempo.
Si al partido le sacas el aliño de la rivalidad y le suprimes el adobo del morbo y la guasa sevillana (que es cómo debe ser entendido el fútbol-deporte-pasión), vuelve a ser uno más de los muchísimos déjà vu que a lo largo de la deprimente temporada a ofertado la cofradía blanca a sus parroquianos de Nervión. 
Y es que cómo bien ha comentado Míchel el RDP : Lo que hay, es lo que hay...

Lapidaria sentencia que refleja el endémico mal con el que se inició el campeonato. Falta gol en la plantilla, se asume la temporada con pocos efectivos arriba, se pierde calidad y consistencia en el entramado defensivo y la política de fichajes es vendida con un humo que la única señal que puede mandar es la de fracaso. La parcela física es otra de las asignaturas pendientes...
Y es que, pretender ganar los partidos con Medel y diez más, es imposible. Lo peor es que posiblemente tras la expulsión del chileno, hayamos visto su último derroche en la pradera de la Factoría Roja, en el año que se nos va lo más grande: Freddy Omar Kanouté.


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