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miércoles, 30 de mayo de 2018

La mujer en la ventana. A. J. Finn


     "Su marido está a punto de llegar a casa. Esta vez la pillará. 
      No hay ni una triste cortina, ni persianas de aluminio, en el número 212, la casa adosada de color rojo oxidado que fue el hogar de los recién casados Mott hasta hace poco, hasta que se separaron. No llegué a conocer a ninguno de los dos, aunque de cuando en cuando los busco por internet: el perfil de LinkedIn de él, el Facebook de ella. Su lista de regalos de boda sigue estando en la página de Macy’s. Todavía podría comprarles una vajilla".

     Lo que tiene que todo el mundo sepa que me gusta leer, es que muchos me regalan libros. Y cuando tu entorno no es particularmente lector, suelen ser los últimos libros de moda. Así que en una suerte de contrato no escrito, yo no me acerco a ellos y espero a que me los vayan regalando. Hoy traigo uno de esos libros a mi estantería virtual. Se trata de La mujer en la ventana.

     Conocemos a Anna Fox en su casa, en un barrio residencial de Nueva York. No la podríamos conocer en otro sitio porque no sale de casa. Es una mujer agorafóbica y deprimida con afición al vino, el cine clásico y espiar a los vecinos. La acompañamos por el vecindario parapetados detrás de su cámara de fotos y conocemos a los residentes antiguos y también a los nuevos... hasta que Anna es testigo de un suceso terrible. Pero, ¿lo es de verdad?

     Llegadas estas fechas, con el día del libro y las ferias en la calle; con las piscinas desplegando tumbonas y el cloro bien medido, las editoriales se lanzan a buscar el top ventas: la nueva chica perdida, del tren o de la pareja de al lado. Y este año parece que toca La mujer en la ventana, un título con una clarísima referencia la la película de Hitchcock, La ventana indiscreta, el la que James Stewart será sustituido por Anna Fox, la protagonista.
     Si soy sincera suelen escamarme estas campañas de marketing a lo grande que llegan apabullando al lector. Investigué un poco y descubrí que A. J. Finn es en realidad Dan Mallory, veterano editor de misterio que cuenta entre sus filas con nombres de sobra conocidos. Eso hizo que el libro no esperase tanto en mis estantes, me pudo la curiosidad.

     Uno empieza La mujer en la ventana con el guiño directo al cine. Esa mujer que se pasa el día espiando a sus vecinos y que acerca sus rostros gracias al zoom de su cámara de fotos no es sorprendente, pero si que tiene cierta gracia ver a Stewart convertido en una alcohólica deprimida y agorafóbica. Dicho así puede parecer un personaje interesante, pero la fiabilidad de los narradores lleva demasiado tiempo poniéndose en entredicho como para resultar novedoso y, sin ir más lejos, La chica del tren abusaba del alcohol dejando al lector confuso y casi aburrido. La novela avanza lenta en sus comienzos ya que necesitamos conocer a quién espía la protagonista y también quienes son sus nexos con el mundo, ya sea su familia vía telefónica o las escasas visitas que recibe. Incluso conocemos a un inquilino con el que, creo, pretende el autor intrigarnos sobre si su relación llegaría a algo más. No lo consigue, la meta de la protagonista, se resume en su ventana. Convencido de que ayudará a que el lector se sienta más cómodo, la novela se nutre de las películas que ve Anna,ninguna de ellas desconocida, y ninguna elegida al azar, lo cual no es una sorpresa para nadie desde prácticamente el primer título que nos deja. Supongo que son trucos de quien sabe cómo funcionan los libros, eso de referenciar obras conocidas ya sea de cine, o recordar esquemas ya leídos que han tenido un gran éxito.

      Anna y su vino mezclado con antidepresivos es, evidentemente, testigo de algo que sucede. Y ahí arranca realmente este libro que juega a realidad o no una y otra vez pero que no busca sorprender al lector. De hecho, apostaría a que la mayor parte de los lectores han descubierto el final mucho antes de llegar a leerlo. Pero bueno, eso que antes se consideraba casi una hazaña se ha vuelto cada vez más fácil debido al empeño que parecen tener algunos autores en dejar creer al lector que es listo y capaz de resolver la novela descubriendo lo sucedido antes que el protagonista. Sobre todo si el protagonista es detective aficionado y no policía profesional.
 
     La mujer en la ventana (indicreta)es una novela más. De hecho, si tuviera que buscar algo destacable de este libro, no pasaría de un par de escenas o de la descripción de esa vida como mujer deprimida que se ve a lo largo de toda la novela. El resto me ha parecido manido y previsible y, aunque reconozco que es un libro que se lee rápido porque no pide esfuerzo alguno al lector salvo el de saber juntar las letras impresas, he terminado la lectura segura de olvidarla hasta que me sorprenda el anuncio del estreno de su versión cinematográfica. Y tampoco será original que suceda eso, porque ya lo viví con Perdida. Y es que, al final, si me pongo a pensar en la historia, protagonista mujer, fiabilidad, etc... no puedo despegarme la sensación de estar más ante un producto prefabricado que ante un libro escrito bajo la necesidad o la inspiración. Casi como si hubiera sido un ejercicio o experimento en el que pretendieran demostrar que existe eso que llaman la fórmula best seller. Y una es más de long seller, la verdad, me gustan los libros que tienen un poso y un recorrido.

     Hablaba al principio de las campañas de marketing que se ponen en marcha con ciertas novelas. En mi caso, si soy sincera, puede ser algo que me aleje del libro por saturación, pero está claro que para muchísima gente es un reclamo eficaz. Y vosotros, ¿sois compradores o termináis aburridos de ver el mismo libro una y otra vez?

     Gracias.

lunes, 20 de febrero de 2017

Efecto dominó. Olivier Norek


     "La psicóloga empujó el cenicero de cristal hacia delante. Aunque los estores estaban bajados tres cuartas partes, un rayo de sol cruzó la habitación e iluminó la danza del humo en suspensión.
- ¿Le apetece contarme cómo empezó todo?
El hombre aplastó el cigarrillo con un giro de muñeca y dijo:
- Es una historia que tiene varios principios.
La piscóloga, nerviosa, balanceaba el bolígrafo entre los dedos. Era evidente que el hombre que tenía en frente la intimidaba.
-  Al menos, ¿sabe por qué está aquí?
- Porque he matado a dos personas. ¿Teme que se sonvierta en un hábito?
- Solo ha matado a una. Y en legítima defensa. Respecto al segundo caso..."

     Lei los dos primeros libros protagonizados por Victor Coste y, cuando vi que salía este en castellano, ni me lo pensé. Hoy traigo a mi estantería virtual, Efecto dominó.

       Conocemos a Victor Coste (si no lo hacíamos ya) afectado por el resultado de su último caso. En ese momento le llega a las manos el secuestro de un joven a la salida de un local nocturno. Nadie ha visto nada, y se pide un rescate a los padres. Lo que no hubiera debido de darle mayorees quebraderos de cabeza, se tuerce y empiezan a caer las piezas de un dominó cuya primera pieza había colocado el autor con la historia de Nano Mosconi en la terrible cárcel de Marveil y cómo su hermana quieres sacarle de allí a toda costa.

     Vaya por delante, como considero que hay que avisar en estos casos, que uno puede ponerse directamente con este título sin conocer previamente a Victor Coste, ya que el autor nos familiariza pronto con su carácter, su vida, y la relación que mantiene con los miembros de su equipo policial. Además lo hace sin que el lector tenga la sensación de estar leyendo una suerte de resumen para ubicarse, ya que el autor sabe integrarlo perfectamente en las pequeñas historias que se despliegan junto al hilo principal. dicho esto comenzamos la novela con una terrible historia carcelaria que nos hace preguntarnos si el infierno está realmente en la tierra, y si es un penal llamado Marveil. Una vez conocemos los pormenores de la terrible estancia de Nano, un joven que llega allí por una imprudencia y que ni está preparado para esa vida ni sabe defencerse, no duda en mostrar la cara más dura del lugar. Y el lector no puede evitar dejarse caer en la historia de Nano, uno de los guardias de prisión, la hermana de Nano que conspira con el abogado para sacarlo como sea... Todos ellos se dibujan claramente. Pero, ¿y Coste? Coste aparece en un segundo hilo que nos habla de un secuestro con rescate fallido que se convierte en un verdadero infierno. Nos preguntamos el motivo del camibio, y es que, en esta novela habrá pequeños saltos como si estuviera dividida en partes más que en capítulos, trazadas con el cuidado suficiente como para que ningún lector pierda pie en la historia.

     Capítulos cortos, abundancia de diálogos y descripciones efectistas, convierten a Efecto dominó en una novela de ágil lectura, El autor nos coloca a ambos lados de la historia, en todas las posibilidades para ser realistas, por lo que hay escenas de una violencia frontal que pueden poner los pelos de punta pese a que Norek no se recree en ellas. No hace falta tampoco, con las frases precisas, el lector tiene la escena completa delante de los ojos. Esa sensación de calma con la que comenzaba la novela, se empieza a desvanecer mientras nos preguntamos el motivo de comenzar presentándonos esa historia de penales, y Norek pronto alcanza el ritmo thriller que busca ellector de este tipo de novelas para culminar con un final más que satisfactorio.

     Efecto dominó es una novela que me ha resultado realmente entretenida. Puede que para algunos requiera un poco de paciencia, pero no se verán defraudados en absoluto.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.

martes, 14 de febrero de 2017

La hora de la araña. James Patterson


     "La finca de Charles Linderbergh, iluminada por una fuerte luz de tonos naranja, parecía un castillo en llamas en esa oscura y lóbrega región de Jersey, una zona repleta de espesos bosques de abetos y donde un muchacho, a quien la niebla húmeda le rozaba la cara, se acercaba a su primer momento de auténtica gloria: iba a cometer su primer asesinato." 

     James Patterson es un autor ya conocido por todos y, de hecho, el libro que hoy traigo a mi estantería virtual es el primero de una larga serie. Unos conocerán el título cuando vean que su protagonista es el ya famoso Axel Cross y otros por la película rodada allá en 2001 y que contaba con Morgan Freeman como protagonista. El caso es que hoy traigo a mi estantería virtual el primer libro de la serie recién reeditado, se trata de La hora de la araña.

     Alex Cross está investigando unos terribles asesinatos cuando dos niños de buenas familias desparecen y el jefe le deriva a este nuevo caso, para disgusto inicial del detective. No solo le cambia de caso, sino que además tendrá que colaborar con el FBI. Ambos son niños de 9 años, y Cross no arda en verse implicado emocionalmente pensando en sus propios hijos. No tardarán en descubrir que están ante un asesino realmente temible.

     Las novelas, incluso los thriller o sobre todo estos, acusan el paso del tiempo. Aquí lo notamos en las primeras páginas, cuando el autor nos hace esa distinción en el trato de casos entre negros, evidentemente pobres, y blancos bien situados. Hoy es un tema que tenemos más acostumbrado y no existen, o no debieran, la necesidad de estas denuncias abiertas sobre la discriminación por color. Además, no será el único momento en el que Patterson aluda al tema a lo largo de la novela. En cuanto a la historia, el autor busca entretener y lo hace recurriendo a todas las armas conocidas: capítulos cortos, abundancia de diálogos y partes descriptivas francamente visuales que ayuden al lector a avanzar sin problemas. Además afianza ese dinamismo con una sucesión encadenada de hechos y giros que no termina en el momento que suele ser cumbre en estas novelas, sino que avanza hasta la zona de juicio, pretendiendo de este modo dar una vuelta de tuerca a la tensión. Se queda, por supuesto, un poco corto en cuanto a la profundidad de los personajes y cae en ese cliché tan noventero del malvado hiperinteligente y, a ratos, casi inhumano por su capacidad de supervivencia, pero tampoco ha engañado al lector durante la novela, que no se siente en ningún momento defraudado antes situaciones semejantes. Patterson quiere escribir un bestseller y eso es justamente lo que hace, una novela cuyas páginas vuelan y que no aspira a escribir su nombre en los anaqueles literarios.
La saga, como comentaba en un primer momento, ha superado ya la veintena, pero sigue manteniendo a un público que se sienta a leer como quien ve una serie policiaca, sin importar demasiado si se saltaron u olvidaron parte de algún capítulo, porque el hilo se sigue a la perfección.

     La hora de la araña es una novela entretenida sin aspiraciones que se lee casi casi del tirón. Puede que no perdure en la memoria del lector, pero le hará pasar un par de tardes en la compañía de este detective.

     Y vosotros, ¿sois lectores de sagas?

     Gracias.

lunes, 21 de marzo de 2016

El bosque de los inocentes. Graziella Moreno


     "Una niebla espesa me envolvía como un etéreo manto gris. Llevaba puesto un vestido de seda negro que me llegaba hasta los tobillos. Bajé la mirada y me sorprendió ver que iba descalza. Las ramitas de los arbustos me rozaban los pies, que se me hundían en las hojas muertas que cubrían la tierra. Aspiré con fruición el olor a musgo y a resina. Me movía grácil, ligera, segura de mí misma por entre enormes hayas, encinas y castaños. Estaba en el bosque de mi infancia. A su abrigo, me sentía a gusto, protegida."

     La verdad es que esta vez se trató de algo tan simple como una bonita portada. Me hizo fijarme en el título y me atrajo por sus colores, con un toque casi romántico, pero no ese romántico de amor, que ya sabía que era un thriller cuando cogí el libro. Y al final, hoy traigo a mi estantería virtual, El bosque de los inocentes.

     Iris es una mujer cuya vida está sufriendo un cambio. Se ha divorciado no hace mucho, han regresado a su vida unos sueños intranquilizadores como los que tenía de niña... así que decide irse al pueblo en el que pasó su infancia durante un fin de semana. Lo que no espera al llegar es encontrarse conque el pueblo se ha movilizado buscando a un niño desaparecido, y mucho menos ser ella quien descubre el cadáver.

     El bosque de los inocentes es un thriller contado a dos bandas, en el que en todo momento tenemos la historia de Iris, y la de los asesinatos alternándose. Y sí, son asesinatos, porque en el pueblo en que se desarrolla la novela, hay alguien que parece imitar al sanguinario Gilles de Rais. Es evidente que ambas tramas convergen, mientras intentamos buscar una explicación que las relacione en los intranquilizadores sueños de Iris, a la que pronto descubrimos dotada de una sensibilidad especial. Será el juego con esta sensibilidad el que coloque a Iris en el centro de la historia y, aunque roza un poco lo fantástico, la autora ha sabido darle el realismo justo como para que el lector lo acepte como algo normal desde las primeras páginas.

     La novela se va complementando con personajes de la familia y entorno de Iris, un hombre nuevo y peculiar que llega al pueblo, policías, clientes... algunos retratados en apenas unas pinceladas, pero que otorgan una muy buena visión de conjunto de la historia. De hecho, pronto tenemos la sensación de conocer el pueblo y sus calles, pese a que no hay descripciones apenas del mismo.
     En cuanto a la trama, si bien se desvía un poco explicándonos la historia de de Rais, esta es tan interesante, que no pierde al lector y, aunque no he llegado a compartir del todo que existiera un parecido tal entre ambas, me ha gustado el resultado final de la novela.

     En conjunto tenemos un thriller ambientado en nuestro país, con una historia que no buscar ser trepidante, esa palabra tan de moda en el género, pero que es difícil de soltar porque consigue picar la curiosidad del lector. Me hubiera gustado que se extendiera un poco más en algunos puntos, pero el resultado es una novela entretenida que se lee prácticamente del tirón. Algo muy de agradecer en estos días de lluvia.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias