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miércoles, 13 de noviembre de 2013
La cartera del cretino. Kurt Vonnegut
"Entre tibio y Tombuctú
Un joven pintor, cuya esposa había fallecido en un accidente automovilístico dos semanas atrás, se encontraba de pie ante las puertas abiertas de su estudio en una casa silenciosa. Tenía los pies muy separado, como si se dispusiera a atacar a alguien, y el gesto de frustración de su rostro contradecía la apacible escena que tenía ante sí."
Siempre me ha gustado la palabra cuentista. Puede que ahora se haya convertido en algo casi peyorativo, pero la fascinación que nos hacían sentir los cuentos cuando éramos niños, hace que prefiera hablar de cuentistas para referirme a esos autores cuyos relatos me gustan especialmente. Quizás por eso también disfruto con las novelas cortas, cortísimas incluso. Vestigios. Hoy traigo un libro de relatos de un gran cuentista, hoy traigo a mi estantería virtual, La cartera del cretino.
Escribir la sinopsis de un libro de relatos suele pasar por enumerarlos e ir contando de forma muy resumida lo que nos encontramos en cada uno. Pues bien, me niego a hacerlo así ya que la mayor cualidad de un buen cuentista es ser capaz de montar una historia en un puñado de líneas, y si alguien no ha visualizado perfectamente con el fragmento inicial la escena que nos estaban contando, añadiendo incluso un par de matices propios... que levante la mano. Teniendo esa capacidad creo que lo adecuado es dejar que os forméis vosotros mismos la historia letra a letra.
Descubrí a Vonnegut con Matadero 5 y, a partir de ahí, he ido leyendo todos los títulos que caían en mis manos. Por eso la sorpresa y alegría fue mayúscula cuando me enteré de esta publicación. La cartera del cretino es una perfecta toma de contacto con un autor que sigue siendo desconocido para una gran parte de la población en nuestro país. Además empieza este libro hablando del tiempo, jugando con el tiempo, un clásico en él, y lo hace ya desde el título de su relato en un guiño a una de sus obras más conocidas. Encontramos personajes cercanos, personas por las que el tiempo pasa medido en días, gente buscando recuperar un pasado, obsesiones, control, giros inesperados de esos que la vida nos da a modo de lección y también ese tono casi irónico que nos aporta Vonnegut cuando menos lo esperamos. Encontramos sentimientos, errores, suficiencia, admiración por la belleza, amor, segundas oportunidades... y también viajes, teatro, recuerdos. Todo cabe y queda perfectamente estructurado y definido en cada una de las historias que Vonnegut compone para deleite del lector.
También topamos, como no, con la ciencia ficción en uno de los relatos. Esa que hubiéramos echado de menos los lectores habituales, esa que reconocemos a distancia pese a que seguimos manteniendo que es un autor inclasificable por muchos motivos.
Descubrir a Vonnegut es adentrarse en una literatura difícil de olvidar, en claroscuros y mundos imaginados que se funden con la realidad hasta formar una amalgama que nos atrapa. Es cerrar una historia buscando la siguiente. Es saber que en un diccionario anglosajón, entre las palabras tímido y Tombuctú, todas las que aparecen están relacionadas con el tiempo. Y es recomendarlo a quien quiera escuchar.
Y vosotros, ¿qué autor es al que siempre recomendáis sin poder evitarlo cuando os piden consejo para elegir libro?
Gracias
PD: Y no os he dicho nada de la preciosa edición. De hecho el borde de las páginas es del color de alguna de las fotos que he visto de un satélite en particular: Titán.
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lunes, 6 de febrero de 2012
Matadero 5. Kurt Vonnegut
"—¡Entonces no erais más que niños!
—¿Qué? —pregunté.
—Durante la guerra no erais más que unos niños, como los que ahora juegan arriba.
Asentí. Era cierto, durante la guerra no éramos más que unos necios e ingenuos bebés, recién sacados del regazo de la madre.
—Pero no lo escribirás así, claro —prosiguió. No era una pregunta; era una acusación.
—Yo... no sé —balbucí.
—Pues yo sí que lo sé —exclamó—. Pretenderás hacer creer que erais verdaderos hombres, no unos niños, y un día seréis representados en el cine por Frank Sinatra, John Wayne o cualquier otro de los encantadores y guerreros galanes de la pantalla. Y la guerra parecerá algo tan maravilloso que tendremos muchas más. Y la harán unos niños como los que están jugando arriba. Entonces comprendí. Era la guerra lo que la ponía fuera de sí. No quería que sus hijos ni los hijos de nadie murieran en la guerra. Y creía que las guerras eran promovidas y alentadas, en parte, por los libros y el cine. Así pues, levanté mi mano derecha y le hice una promesa.
—Mary —dije—, no creo que nunca llegue a terminar ese libro. Hasta este momento habré escrito por lo menos cinco mil cuartillas, y todas las he quemado. Sin embargo, si algún día lo termino, te doy mi palabra de honor de que no habrá ningún papel para Frank Sinatra o John Wayne... Y además —añadí—, lo llamaré La Cruzada de los Inocentes. Después de eso, Mary O'Hare fue amiga mía.”
En estos meses han pasado por aquí muchos libros, siempre es difícil hablar de ellos. Me dejo cosas, procuro no contar demasiado y a veces me emociono y se me escapan trazos o diserto sobre el autor para publicarlo y, al día siguiente pensar que podía haber puesto tal cosa o aquella otra. Y muchas veces he comentado que un título era difícil de explicar por algún motivo en concreto. Bien, hoy traigo uno de mis títulos favoritos y, pese a estar ya escribiendo, aún no tengo claro si voy a ser capaz de explicar todo lo que encierra este extraño título. Sea como fuere, hoy traigo a mi estantería virtual, Matadero 5 o La cruzada de los niños.
Bienvenidos a la dresdenización. El ser humano inventa palabras para todo, y con este término se designó la destrucción total y absoluta de Dresden durante la Segunda Guerra Mundial por parte de los aliados, pese a no ser objetivo militar. Corría el año 1945 y , entre supervivientes y civiles, estaba un prisionero del ejército americano llamado Kurt Vonnegut, escondido en el Matadero 5 junto a otros seis soldados. Tuvieron que pasar muchos años para que uno de ellos pudiera finalizar una historia coherente sobre lo sucedido, aunque según el propio autor, poco hay que decir de una matanza.
Si os habéis fijado hablo del autor y no del argumento. Decir el argumento de esta novela sin dar pie a confusión es complicado. Cuenta la historia de Bill Pilgrim, un hombre capaz de viajar en el tiempo, pero sólo de su propia vida. Es decir que conoce todo lo que le va a suceder incluída su muerte, y aún así se ve arrastrado por los acontecimientos sin poder cambiar nada. Sin embargo es mucho más que eso, podría decirse que así se sentía mientras esperaba en el matadero, en el centro de un sinsentido plasmado en una historia de autores famosos, extraterrestres, viajes y mucho, mucho sentido del humor. Y entre todo este supuesto caos que compone la novela, se erige una idea central que queda clara al lector, la estupidez humana y el horror de la guerra, vistos desde un ángulo irrepetible. Por eso es una de las grandes novelas norteamericanas del siglo XX.
Pilgrim es un personaje irrepetible, superviviente a un bombardeo de proporciones catastróficas que vuelve a su país para hacer fortuna con unas curiosas enseñanzas recibidas... Y así podría seguir dando cada vez un esbozo de dos líneas que llevara a pensar que estamos ante un título diferente de esta novela antibelicista. Con un formato intrincado y moderno me deslumbró hasta el punto de repetir su lectura, descubriendo nuevas aristas, nuevos matices en ese humor negro, negrísimo, que impregna la historia y también lo que ha sido la tragedia de muchos sin resultar por ello irreverente en modo alguno.
La gran novela americana del siglo XX tal vez no merezca ser descubierta por todos puesto que es un título que se otorga a varios libros al año en función de quien opine, pero este libro es, además, una pura curiosidad en si mismo, una experiencia que es imposible deje a alguien indiferente. Y menos aún a los aficionados a los cómics.
¿Qué me decís?
Gracias
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