Mostrando entradas con la etiqueta Leo Coyote. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Leo Coyote. Mostrar todas las entradas

viernes, 15 de noviembre de 2013

Un buen invierno para Garrapata. Leo Coyote




     "Manolo, El Gitano, tenía la mirada lastimosa y legañas en los ojos. Observaba atentamente la casa mientras una intensa lluvia le castigaba el rostro y todo su cuerpo. El agua se introducía por todos los resquicios que dejaba su ropa, que consistía en un chándal azul y un anorak de color rojo. Calzaba unas bambas blancas marca Nike, que ahora habían cogido un suave color marrón."

     Y así conocí a el gitano en esta lectura tomada para coger aire, pensando en leer un rato para despejarme antes de coger el libro que lleva muchos días ocupando mi espacio lector. Imaginad mi sorpresa cuando al cerrarlo me di cuenta de que me lo había bebido hasta finalizarlo del tirón. Hoy traigo a mi estantería virtual, Un buen invierno para Garrapata.

    Conocemos a Garrapata. Es un perro, un perro que vive muy bien en una casa de lujo, ajeno a que su dueño es un hombre poco recomendable. La novia de su dueño tampoco es precisamente un ramo de virtudes, y con ella estaba cuando robaron al perro. Los secuestradores del perro... es evidente, tampoco van a ser buena gente, ni los amigos del dueño o de la novia o de los ladrones. Al final sólo nos va a quedar la autoridad... posiblemente esos sean de fiar.

     Lo cierto es que me ha durado un suspiro esta historia que comienza con el secuestro de un perro. en ella viviremos durante 24 horas en las que cae una incesante lluvia las peripecias de este grupo de perdedores que tendrán que luchar por salir del atolladero. El peso de la acción recaerá en Nina, una mujer un tanto disoluta que mantiene una relación con un mafioso, y El Gitano, uno de los artífices del secuestro del perro. Ambos forman un dúo de supervivientes en medio de un embrollo que se va liando cada vez más en el que no faltan muertes, dinero escondido y secretos. Junto a ellos viviremos los apuros de dos personas que se esfuerzan por sobrevivir intentando buscar la forma de salir de sus propias vidas, aunque para ello tengan que meterse en "pellejos" no muy recomendables.

     Con un estilo tan rápido como fluido y con descripciones que son apenas unas pinceladas gruesas, el autor consigue engancharnos a la lectura de este libro de apenas doscientas páginas en el que entra en coloquialismos sin apabullar al lector. Todo muy medido para darnos las dosis justas de acción, intriga y, por qué no, sentido del humor. Porque sí, me he sonreído y pensado y ¿por qué no?, ¿quién dijo que un perro no puede llevar de nombre Garrapata?

     Hoy os invito a una novela negra de las que se escriben sin traspasar nuestras fronteras, de esas que no buscan islas de nombres impronunciables aunque también rueden cabezas. A mi me gusta ir descubriendo historias. Esta me ha hecho pasar un muy buen rato.

     Y vosotros, ¿sois lectores de novela negra venida del frío o ni os fijáis en ese tipo de cosas?

     Gracias