Mostrando entradas con la etiqueta DeBolsillo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta DeBolsillo. Mostrar todas las entradas

jueves, 3 de agosto de 2017

Te estoy viendo. Clare Mackintosh



     "El hombre que tengo detrás está tan pegado a mí que podría humedecerme la piel del cogote con su aliento. Desplazo los pies hacia delante unos centímetros y me pego más a un abrigo gris que huele a perro mojado. Tengo la sensación de que no ha parado de llover desde principios de noviembre; una fina capa de vapor emana de los cuerpos calientes apiñados unos junto a otros. Un maletín se me clava en el muslo. Cuando el tren toma una curva con brusquedad, no me tambaleo gracias al peso de las personas agolpadas a mi alrededor y porque apoyo una mano accidentalmente sobre el abrigo gris en busca de cierto equilibrio. Ya en Tower Hill, el vagón escupe una docena de viajeros llegados a la ciudad desde las afueras y se traga otra docena, todos apresurados, ansiosos por llegar a casa para pasar el fin de semana."

     En esta época del año más que en cualquier otra proliferan este tipo de libros de intriga y fácil lectura en los que uno ya sabe lo que va a encontrarse. Hoy traigo a mi estantería virtual, Te estoy viendo.

     Conocemos a Zoe, una mujer pasados los cuarenta que realiza todos los días el mismo trayecto de su casa al trabajo en Londres. Con pareja, un exmarido y dos hijos, lleva una vida rutinaria y relativamente feliz. Hasta que un día, se tropieza por casualidad con su fotografía en el periódico, en lo que parece el anuncio de una web de contactos.

     Esta escueta sinopsis sería la mitad de una novela narrada en dos hilos y que se ve completada con la parte policial. Porque tras un asalto y la posible relación con los anuncios en la prensa, conoceremos la historia de Zoe y la de Kelly, la policía a la que se dirige y que acabará formando parte de la investigación de una serie de sucesos relacionados con Zoe y la ya mentada web. Se complementa además, con una tercera voz en cursiva que busca intranquilizar al lector al dar la palabra al más buscado de esta historia.
     La autora tiene muy claro lo que quiere conseguir con la novela y por eso no se entretiene en largas descripciones que ralenticen la historia, aunque posiblemente hubiera ganado muchos puntos de dedicarle un tiempo a dar profundidad y credibilidad a los personajes que la pueblan. Esa búsqueda del "velocidad de vértigo" y "no parar de leer" tan apreciados en las fajas de novelas estivales, ha hecho que en algunos momentos me costara comprender la forma de actuar de Zoe, Kelly o incluso la hija de la protagonista, dejando pequeños agujeros en una trama que se basa en el miedo constante a ser vigilado sin que uno se de cuenta. Añade, a modo de enseñanza, que las redes sociales y la exposición a la que nos sometemos en ellas, puede favorecer a determinado tipo de individuos, punto en el que me hubiera gustado se extendiera un poco más.
     La historia es justo lo que promete, una novela de verano, con unos cuantos giros buscando que el lector llegue a sospechar de todos, una un tirabuzón final que dejará satisfecho a quienes busquen pasar un puñado de horas entretenidas al cobijo de una sombra este verano.

     A veces parece que decir que un libro es entretenido, es dejar a medias una valoración, pero no siempre los lectores buscamos grandes novelas. En ocasiones simplemente queremos pasar el rato. Y esta autora ha decidido seguir una línea que ya comenzara en su primera novela, Te dejé ir. Supongo que no tardaremos en encontrar una tercera con un título en la misma línea.

     Y vosotros, ¿recordáis la última  novela que os duró un suspiro?

     Gracias.

lunes, 10 de abril de 2017

Después de medianoche. Stephen King


     "Bueno, fíjate bien en esto; aquí estamos todos. Lo hemos vuelto a hacer. Espero que te alegres de estar aquí al menos la mitad de lo que me alegro yo. Lo digo solo porque me acuerdo de una historia, y como contar historias es lo que hago para ganarme la vida  (y para conservar mi cordura), te transmitiré esta."

     Hace poco os mostraba El bazar de los malos sueños y afirmaba sin demasiado pudor que Stephen King no llegaba a escribir el mismo terror que le había conseguido millones de lectores. Por eso me he decidido a echar la vista atrás en su obra, y hoy traigo a mi estantería virtual, Después de medianoche.

     Después de medianoche es un recopilatorio formado por cuatro relatos, de esos que no alcanzan la suficiente extensión como para ser llamados novelas, pero sí que superan la habitual en este tipo de libros, dando lugar a historias completas y con bastante detalle. Se da además el caso de que en España se ha optado en muchas ediciones por separar estos cuentos en dos volúmenes, titulados Las dos después de medianoche y Las cuatro después de medianoche. Si me preguntáis a mi, prefiero esta edición, no ya por el precio, si no que además se ajusta a la publicación original del autor.

     Las historias que nos ofrece King, parten de puntos sencillos que, como suele ser habitual, están protagonizadas por una persona que se ve sorprendida y, en la mayor parte de los casos, aterrorizada, por las circunstancias. En Lagolieros será un piloto quien viajando como pasajero, despierte y se vea en una situación extrema, con personas desaparecidas y obligado a aterrizar, sin tener muy claro dónde... y no tener ni idea de lo que sucederá después. Mucho más efectiva, pese a que el componente fantástico se desvela en la primera página, es El perro de la Polaroid, que nos relata la historia de un joven y su cámara nueva. La particularidad de la cámara es que en todas las fotos aparece un perro, da igual lo que estés enfocando. Y además el perro parece mirar a la cámara, acercarse. Y el autor aumenta la tensión foto a foto mientras nos plantea la disyuntiva sobre loq ue haríamos nosotros, y juega con el miedo y la curiosidad. Posiblemente este sea el mejor de los cuatro relatos, pese a su aparente simplicidad.
     El policía de la biblioteca nos habla de esos guardianes de bibliotecas temidos por quienes no devolvían sus libros a tiempo, el temor a ser pillado y la capacidad infantil para magnificar este tipo de figuras autoritarias. Aunque, tal vez, no las hayan magnificado, y ahí está el protagonista del relato dirigiéndose sin saberlo a descubrir cuánto hay de cierto. Por último nos encontramos con Ventana secreta, jardín secreto un relato en el que un escritor se ve acusado por un particular de plagio, un hombre muy enfadado y blandiendo un viejo manuscrito le muestra que coincide palabra por palabra con una obra firmada por él. Y lo peor es que no se explica cuándo le pudo copiar. Lo que no sabe este hombre aún es que el relato firmado por el escritor, se publico antes de que él escribiera el suyo. ¿Qué sucede entonces cuando ninguno de los dos ha podido copiar al otro?¿O el portador del manuscrito lo sabe y tiene una importante tara mental? Es King, yo me pondría en lo peor.

     En este libro King se dirige rápido hacia el punto intranquilizador, que puede ser el objeto del terror, como es el caso del perro que aparece en la fotografía, o el ambiente previo a la resolución de la tama planteada, como en Ventana secreta, jardín secreto.Demuestra de este modo su manejo en las dos vías rápidas para ganarse a un lector que tendrá curiosidad por la resolución de la historia, máxima sabiendo que King nunca tuvo muchos problemas para matar a personajes en sus libros. Se ciñe además a las reflas más básicas que todo el mundo conoce, creando historias rápidas que bien podrían pertenecer a aquel cine de serie z que triunfó hace ya un par de décadas.
     El resultado es un libro entretenido muy válido para comenzar un acercamiento al llamado, maestro del terror.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.

jueves, 11 de agosto de 2016

Te dejé ir. Clare Mackintosh



     "El viento le fustiga la cara con los mechones de pelo húmedo y ella cierra los ojos con fuerza para protegerlos de la lluvia. Cuando el tiempo está así, todo el mundo va corriendo a todas partes, caminando deprisa por las aceras resbaladizas y con la barbilla hundida en las solapas de los abrigos. Los coches les salpican los zapatos al pasar y el ruido del tráfico no le deja oír más que unas pocas palabras de la animada charla de su hijo sobre las novedades del día, que empezó en cuanto se abrieron las puertas de la escuela."

     No hay verano sin thriller piscinero que atrape. Nos hablarán de unos mil, qué duda cabe, señalando fírmemente a un par, y luego aparecerá un tercero que desbancará a todos los anteriores. Hoy traigo a mi estantería virtual al que ha resultado ser ese tercero, se trata de Te dejé ir.

     El mundo puede cambiar en apenas un segundo para una persona, que se lo digan a Jenna. Su vida cambia tras el atropello de su hijo y seremos testigos de excepción del suceso, del cambio y de la investigación y búsqueda de lo sucedido en ese momento.

     Te dejé ir es una de esas novelas que sabemos se va a quedar en los círculos privados de la protagonista que abre la historia. Jenna y los detectives, el suceso tan terrible con el que comienza y todo lo que se teje a su alrededor. Una primera parte que tensa poco a poco el ambiente mientras el lector va conociendo, avanzando, descubriendo.... y una segunda en la que ya es imposible detener la lectura. Nada parece indicarlo mientras estamos en esa primera parte del libro, una parte que está bien y mantiene el ritmo y el interés. Pero entonces comienzan los juegos de manos y la autora consigue dejarnos con la boca abierta en uno de los espectaculares giros que contiene la novela. Volveremos atrás, miraremos buscando la trampa que no somos capaces de ver, y nos quedaremos como esos niños que acuden a un espectáculo de magia. Sólo que en este caso, la credibilidad de la autora no se tambalea.
     Y entramos así, sin reponernos en la segunda parte. Conocemos, por ejemplo, a un narrador en primera persona que nos resulta terrible. La autora entra ya de lleno en los secretos, la violencia y el maltrato. Si levantamos la vista será sólo para coger aire, asfixiados por el ritmo y sucesos que no se ven interrumpidos para dejarnos respirar. A ello se unen los giros que la autora comienza a intercalar, intensificando el interés de un lector que hace ya muchas páginas que se entregó a la lectura.

     No diré que es la novela del año, pero si que es una de las más entretenidas que me he tropezado. La comienzas y la terminas en apenas un suspiro y te preguntas cómo no has visto venir lo que iba a suceder. Cierto que ya venía con la fama de tener giros inesperados, pero da igual. A partir de ese capítulo que ronda el 21, la historia se vuelve frenética y avanzamos sin poder ni querer evitarlo.

      Comenzaba hablando de la novela del verano, esa que nos entretiene dejándonos llevar sin pensar en más. Te dejé ir es justo eso. Una historia para abrir sus páginas y que se nos olvide el tiempo. Si es lo que buscáis en un libro, adelante, no creo que nadie pueda decirme que se sienta defraudado. Ahora lo que nos queda, es esperar y anotar el nombre de su autora.... buscar otro título. Como tantas otras veces con otros tantos nombres. Y cruzar los dedos, por supuesto.

     Y vosotros, ¿cuál está siendo vuestra novela del verano hasta el momento?

     Gracias.