Lento
casi imperceptible,
lacera el ventoso cronopio
las aristas
de los cuerpos.
Lento
muy lento...
-tremendamente lento-
convierte en arena
el impetuoso océano
de
lunas trasnochadas...
como un embrujo escarpado
en fuego
Y
persistes latente
en las venas subterráneas
de estas tierras
como
pequeños fragmentos
Despojos erosionados
del deseo.