A veces me dice que hablo demasiado y que concretamente..."la haga más corta". Y si, reconozco que muchas veces explico cada cosa que intento decir, dando todos los razonamientos lógicos que me llevaron a ellos. A veces me dice que hablo demasiado y si, tiene razón. Será tal vez, que de pequeña no lograba expresar lo que pensaba o sentía, por lo que desde hace muchos años atrás me volví, según él, una vueltera.
Todavía solemos compartir por lo menos la cena y la televisión suele estar presente. Claro, luego de un día de trabajo, uno quiere informarse un poco sobre la realidad en la que vive. Así es como, en más de una oportunidad surgen los debates sobre política, economía, seguridad y sobre cualquier tema que los informativos comentan reiteradas veces como un taladro en nuestras mentes.
Es entonces cuando al escucharlo hablar tengo una mezcla de sensaciones.
Su voz se altera, mientras su sentimiento de frustración y enojo inundan la charla. Enojo por sentirse sin futuro o casi sin presente, aún habiendo logrado a base de un gran esfuerzo, llegar a cumplir determinadas metas que se propuso.
Veo su rostro desencajado, como si un paredón se levantara delante de él y sintiera que nunca lo podrá pasar. Su visión de la sociedad que lo redea es, en palabras textuales, "todo una mierda". Y ahí trato de entrar en juego yo. ¿Cómo decirle o transmitirle, con pocas o muchas palabras, que lo que hoy parece imposible y terrible mañana puede cambiar,que no todas las personas son destructivas y corruptas, que la vida es muy bella para desperdiciarla teniendo dentro de uno esos sentimientos que envenenan el alma?
Todavía solemos compartir por lo menos la cena y la televisión suele estar presente. Claro, luego de un día de trabajo, uno quiere informarse un poco sobre la realidad en la que vive. Así es como, en más de una oportunidad surgen los debates sobre política, economía, seguridad y sobre cualquier tema que los informativos comentan reiteradas veces como un taladro en nuestras mentes.
Es entonces cuando al escucharlo hablar tengo una mezcla de sensaciones.
Su voz se altera, mientras su sentimiento de frustración y enojo inundan la charla. Enojo por sentirse sin futuro o casi sin presente, aún habiendo logrado a base de un gran esfuerzo, llegar a cumplir determinadas metas que se propuso.
Veo su rostro desencajado, como si un paredón se levantara delante de él y sintiera que nunca lo podrá pasar. Su visión de la sociedad que lo redea es, en palabras textuales, "todo una mierda". Y ahí trato de entrar en juego yo. ¿Cómo decirle o transmitirle, con pocas o muchas palabras, que lo que hoy parece imposible y terrible mañana puede cambiar,que no todas las personas son destructivas y corruptas, que la vida es muy bella para desperdiciarla teniendo dentro de uno esos sentimientos que envenenan el alma?
Dice el viejo dicho que el zorro sabe más por viejo que por zorro no?... Inevitablemente la experiencia no es transferible... use uno muchas...o pocas palabras.
Cómo decirle, que él tiene en sus manos la elección de vivir lo más feliz pueda o vivir sufriendo por la ira que le produce un mundo hostil, al que no logra cambiar. Ah!!!! esa aceptación de la realidad y el reconocerse uno mismo, distinto, con sus propias virtudes y defectos y sin embargo poder encontrar la claridad de la propia idiosincracia, sin ceder a la falta de valores y sin caer en los idealismos inútiles, que sólo hacen sentir más y más lejos la meta!!! Ah!!! ese justo equilibrio!! ¡¡quién hubiera podido tenerlo a los veintitantos años!!!!
A veces me pongo a hablar con él y dice que soy muy vueltera y tiene razón. Me quedó la costumbre de dar una vuelta más de rosca a cada cosa hasta lograrla.
De cualquier forma sé, que entre tantas palabras fecundadas con el sentimiento del amor, alguna germinará y florecerá a su debido tiempo.
Después de muchos años de malas experiencias aprendí, que la mejor lucha en la vida, es la lucha que uno pueda hacer desde el amarse y respetarse fundamentalmente.
Cómo decirle, que él tiene en sus manos la elección de vivir lo más feliz pueda o vivir sufriendo por la ira que le produce un mundo hostil, al que no logra cambiar. Ah!!!! esa aceptación de la realidad y el reconocerse uno mismo, distinto, con sus propias virtudes y defectos y sin embargo poder encontrar la claridad de la propia idiosincracia, sin ceder a la falta de valores y sin caer en los idealismos inútiles, que sólo hacen sentir más y más lejos la meta!!! Ah!!! ese justo equilibrio!! ¡¡quién hubiera podido tenerlo a los veintitantos años!!!!
A veces me pongo a hablar con él y dice que soy muy vueltera y tiene razón. Me quedó la costumbre de dar una vuelta más de rosca a cada cosa hasta lograrla.
De cualquier forma sé, que entre tantas palabras fecundadas con el sentimiento del amor, alguna germinará y florecerá a su debido tiempo.
Después de muchos años de malas experiencias aprendí, que la mejor lucha en la vida, es la lucha que uno pueda hacer desde el amarse y respetarse fundamentalmente.
Lo demás y "los demás", no son vos. Respira profundo, miráte muy dentro y sé vos mismo. Con esa ternura en la mirada, con el abrazo cálido, con la pasión por el arte y esas ansias torrentosas de vivir.
Para vos, para vos y para vos. Para cada uno de ustedes. Que son mis mejores maestros. ¡Cuántas palabras! ¿ no?... y bueno... si, soy vueltera. Otra persona tal vez sólo hubiera dicho "los amo y quiero de corazón que sean felices".
Para vos, para vos y para vos. Para cada uno de ustedes. Que son mis mejores maestros. ¡Cuántas palabras! ¿ no?... y bueno... si, soy vueltera. Otra persona tal vez sólo hubiera dicho "los amo y quiero de corazón que sean felices".