Tiempos en que son más actuales que nunca (es lo que tiene la poesía) los versos del poeta Alberti, no sabemos hacía dónde vamos pero seguro que no es el rumbo correcto. Así que lo mejor que podemos hacer es montar nuestro caballo, sea cuatralbo o no, y galopar, galopar hasta la tierra de promisión que nos permitan soñar, perseguir, construir... un espacio sin injusticias, sin hipocresías donde no nos vendan el bienestar de unos pocos como el de todos, donde seamos solidarios y donde la bondad no sea perseguida, donde el opinar no sea condenado y donde el ser no sea un deber si no un derecho:
A GALOPAR, seas blanco o negro, alto o bajo, rico o pobre, rockero o cantautor...
Las tierras, las tierras de España,
la grande, la sola desierta llanura,
galopa, caballo cuatralbo,
jinete del pueblo, que la tierra es tuya
A galopar, a galopar
hasta enterrarnos en el mar.
A corazón suenan, resuenan
las tierras de España en las cerraduras
jinete del pueblo, caballo de España.
A galopar, a galopar
nadie, que enfrente no hay nadie
que es nada la muerte
si va en tu montura,
galopa caballo cuatralbo
jinete del pueblo que la tierra es tuya
a galopar, a galopar
hasta enterrarnos en el mar.
domingo, 22 de abril de 2018
domingo, 25 de marzo de 2018
Trilogía de la hipocresía
Bajo este título se enmascara la tercera reflexión después
de mucho tiempo de descanso en embolica que fa blog, son temas
atemporales, vicios eternos que se
manifiestan en la sociedad de diverso
modo.
En este caso viendo uno de tantos programas deportivos
advierto la creciente publicidad de casas de apuestas en los mismos. Se podría
debatir al respecto sobre la idoneidad de ejercer, o permitir, tal hábito
comercial.
Personalmente opino que ya somos mayorcitos para poder elegir
libremente sobre el producto que consumimos y si acaso debieran ser las
autoridades gubernamentales quienes regularan productos de dudosa ética. Ya se
aplica al tabaco, a la bebida… pero dónde está la línea, por qué las casas de
apuestas deportivas no y los refrescos con gas sí. Ambos atentan contra la
salud, uno por su potencial peligro adictivo y otro porque aumenta la tensión
arterial. Ya sé que es un ejemplo demagógico pero el caso es dirimir dónde
está esa línea. Y eso se me antoja muy complicado.
Pero el caso es que la demagogía que encontráis en este
planteamiento se puede aplicar a la postura de determinados opinadores respecto
a la conveniencia de publicitar los portales de apuestas.
Tiempo atrás el F.C. Barcelona se planteó la posibilidad de
lucir en sus camisetas publicidad de una casa de apuestas a cambio de un muy
buen pellizco económico. Pero, ¡ay!, la que se lio, un puñado de opinadores
oportunistas pusieron el grito en el cielo: “que eso no es ético”, “que una
entidad como el Barça debe ser ejemplo para los jóvenes y no fomentar
actividades de dudosa ética”, que si “dónde iremos a parar”… Total, que no se
llevó a cabo el contrato y la cosa quedó ahí.
Y ahora volviendo al inicio del post veo que la mayoría de
medios de comunicación (que cuentan en su plantilla laboral a esos opinadores)
la mayoría de ellos periodistas, publicitan en sus empresas casas de apuestas.
Obviamente ahora no dicen ni mu.
Y es que la pela es la pela, de hipócritas está lleno el mundo, qué poquito cuesta estar calladito…
domingo, 18 de marzo de 2018
Apología de la idiotez
Sigo en pie de guerra. No me dejan otra opción. Los medios
se recrean en la crueldad y en las bajezas humanas. Y desgraciadamente, éstas son muchas.
Cada vez estoy más convencido del principio filosófico de
que el hombre es malo por naturaleza y que sólo unas normas establecidas
limitan tal mezquindad quién sabe si más por un instinto de supervivencia de la
especie que por creencia real.
Pero vamos, ese es otro tema. Temas más escabrosos de
actualidad que me revuelven el estomago podrían plasmar esta tesis, pero me
limitaré a un ejemplo, banal, fútil, e incluso cómico para desarrollar esta
reflexión.
Como buen culé, estuve atento a la pantalla para
animar a mi equipo en el partido de Champions contra el Chelsea inglés. El
match acabó y más satisfecho que apesadumbrado di por acabada la jornada para
disfrutar del merecido descanso que me permitiera afrontar el mañana con plenas
garantías.
Al día siguiente prensa escrita, radio, televisión… las
noticias llegaban a mí y en el plano
deportivo me explayaba con la victoria de
mi equipo. Y no fue hasta bien entrada la jornada que en cierto programa de ******
gusto y prestigio periodísticos me enteré de que en el Nou Camp un sector minoritario de la afición
había insultado a Morata (de pasado merengue) y éste había reaccionado haciendo
un Hugo Sánchez, es decir acomodándose los cataplines para demostrar que los
cánticos recibidos (“no tiene *****, Morata no tiene *****) eran inciertos de todas todas.
Valiente tontería pensé. E ipso facto cambié de canal
continuando mi ronda de zapping que me había llevado a tan ***** sección deportiva.
Movido por la curiosidad indagué en la web a ver si estaba colgado
el programa en cuestión y así fue. Pensé en hacer un post al respecto y para
tal efecto debía visionar el programa en cuestión y poner en riesgo así mi
salud mental. Pero ya se sabe, quien algo quiere algo le cuesta, y no hay bien
que por mal no venga (¿era así?)…, mi intención, al margen de corroborar el
tono y rigor informativo del mismo, era averiguar cuánto tiempo se dedicó a tan
trascendental suceso. Y mi sorpresa fue relativa porque ni más ni menos dedicaron
12 minutos . Podría decirse que la pluralidad de opinión existió, pero tuve
la sensación de estar ante el contrato de un crédito, toda la sensatez estaba en letra pequeña, muy pequeña y la carnaza estaba
en mayúsculas, subrayado, negrita… Morata hizo ese gesto una sola ocasión con
dos acomodamientos de cataplines pero en
el programa contabilicé 80 tocamientos,
y es que el debate en muchos minutos usaba de fondo las imágenes del deportista
en tan primitivo gesto, vamos que al
acabar el programa hasta a mí me dolían los susodichos con tanto refrote
genital
Luego nos quejaremos de la violencia del mundo futbolístico,
pero políticas de información, mejor, entretenimiento como éstas no ayudan a mitigarla.
Que sí, que personas con dos dedos de frente no se toman esta “filosofía” de
actuación más que como un entretenimiento pero los medios de comunicación han
de ser conocedores de que no siempre el receptor es el adecuado y que en
ocasiones esta información pueda llegar, por ejemplo, a un descerebrado con una
zamarra blaugrana y que se cruce con
Morata por la calle y le agreda... Evidentemente el chiringuito no será
responsable de esta agresión pero si no hubiera dado el trato sensacionalista
al hecho, o ni tan siquiera lo hubiera mencionado quién sabe si esta hipotética agresión se
hubiera podido evitar.
Y si extrapolamos esta reflexión a temas más trascendentales…
lunes, 12 de marzo de 2018
El pasillo futbolero
Mal andamos cuando esta sociedad confunde el señorío con la humillación.
Cuando un acto que debiera ser espontáneo, sincero y amable se traduce en vejación
y burla por parte de quien lo rinde.
Y si aceptamos la premisa que el fútbol es el reflejo de la
sociedad, o cuanto menos es una parte de ella misma comprenderéis lo que quiero
plasmar en este escrito.
Tonterías mil envuelve el orbe del balompié, y reflexionando
concluiremos que no deja de ser una válvula de escape de instintos, en
ocasiones bajos, reprimidos en otros ámbitos. Vamos, que sueltan la bestia que
llevan dentro. Que si celebrar un gol contra un ex equipo es un acto de ofensa
y desagradecimiento para con éste…
Y la última, hubo un tiempo en que cuando algún equipo
ganaba un título en el siguiente match el equipo rival le rendía reconocimiento
haciéndole un pasillo. Un acto que HONRA al que lo lleva a cabo y en ningún
caso lo humilla como parece que quieren propagar no sé qué ámbitos de los
medios de comunicación que insultan al gremio
al llamarse a sí mismos periodistas. Convertir la espontaneidad en obligación y la amabilidad en
humillación dice muy pocos de quienes hacen tal lectura del pasillo. Que
cenutrios hay muchos y cada vez más lo sabemos todos, pero de ahí a
darles carnaza va un trecho. Y más por unos profesionales que debieran tener la obligación
de la veracidad y la responsabilidad de crear una conciencia social basada en
unos valores que nos hicieran ser mejores personas.
Una cosa es la coña de una viñeta gráfica, que no pretende
más que satirizar, caricarutizar la realidad. Pero otra son debates y debates
de quienes recelan de esta costumbre por la vil lectura que se hace de la
misma. Pero claro hay cosas que venden y otras que no, hay opiniones que venden diarios y otras más sensatas que no
consiguen tan inmediato y vil efecto.
Así que si yo fuera entrenador de fútbol y me preguntaran
que por qué no le hago el pasillo al equipo rival les contestaría de malos
modos y les remitiría a este post de enrevesada prosa y cuestionable comprensión.
Hasta otra
jueves, 30 de marzo de 2017
Sobre mitos: Eastwood vs Sabina
Decían que Gran Torino fue un homenaje de Clint Eastwood a su propio mito creado a lo largo de su filmografía como actor, sobre todo en sus primeros papeles y en especial en la saga de Harry. El director quiso despedirse de su personaje, con este film.
Y escuchando el último tema (por cierto, excelente canción) del gran Joaquín Sabina, no sé por qué, he pensado en el film antes referido, parece que Sabina diserta sobre su propio personaje, sobre ese mito que se ha creado a lo largo de su discografía.
No sé si estaré en lo cierto o andaré errado.
Pero ésa es mi impresión.
Y la sombra de Leiva es alargada, ¿o no?
Y escuchando el último tema (por cierto, excelente canción) del gran Joaquín Sabina, no sé por qué, he pensado en el film antes referido, parece que Sabina diserta sobre su propio personaje, sobre ese mito que se ha creado a lo largo de su discografía.
No sé si estaré en lo cierto o andaré errado.
Pero ésa es mi impresión.
Y la sombra de Leiva es alargada, ¿o no?
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