Hazte un par de pendientes aprovechando las cápsulas de aluminio usadas de la cafetera.
A veces es complicado separar la basura, ¿quién no ha tenido dudas a la hora de tirar una bombilla, un envase tipo
blíster, unos guantes de goma y cien cosas más que no sabemos a qué contenedor van?
En estas ocasiones, es una buena idea reutilizar o reciclar el objeto que nos genera tales quebraderos de cabeza.
Para los que tenéis en casa una cafetera Nespresso y os da pereza andar llevando y trayendo las cápsulas a la tienda, os presentamos la "bisutería del cafetal".
Además de separar el aluminio de los restos orgánicos para tirarlo en el contenedor apropiado, nos permite dar un segundo uso a los posos del café: utilizándolo para evitar malos olores en el fregadero de la cocina (hay que echarlo en el sumidero y agregar agua muy caliente), como abono para las plantas y/o hortalizas o como ambientador/neutralizador de malos olores.
Material necesario:
cápsulas usadas de café
pegamento instantáneo
cuentas
fornituras (ganchos de pendientes;
bastones, anillas, imperdibles,
colgantes, bases de anillos,...)
restos de fieltro
Vaciamos las cápsulas recortando la rejilla de la base con un cuchillo.
Aplastamos las cápsulas intentando no deformarlas.
Pegamos las chapas para que no se vea el interior.
Practicamos un pequeño agujero en cada chapa para introducir las anillas.
Ya solo queda meter en los bastones unas cuentas de cerámica o cristal y unirlas a los ganchos de los pendientes.
El anillo se hace en un abrir y cerrar de ojos: únicamente hay que pegar en la base del anillo un trocito de fieltro para que el aluminio de la cápsula se adhiera bien y pegar la chapa.
Si quieres hacer un colgante tendrás que utilizar 2 cápsulas y pegar entre ambos un bastón que servirá para engarzar en él la fornitura.
Para hacer los broches pega un imperdible a la trasera de la chapa con un trozo de fieltro.