Sabía que venderían su mano en matrimonio. Pero no podía imaginar que el príncipe de los fae sería el comprador.
Katria juró que nunca se enamoraría. Ya sabe lo que significa el «amor» gracias a la crueldad de su familia. Por ello, cuando la entregan en matrimonio al misterioso Lord Fenwood por un buen precio, lo único que desea es tener una vida mejor que la que deja atrás. Los sentimientos quedan descartados. Pero su nuevo marido hace que no enamorarse de él sea muy difícil… A medida que la atracción entre ellos crece, también aumentan las rarezas de su nueva vida: reglas extrañas, gritos en mitad de la noche y ataques de fae que Katria nunca pensó que fueran reales. Y cuando es testigo de un ritual que los humanos tienen prohibido presenciar, la arrastran a la tierra de Midscape. Sobrevivir en las tierras salvajes de los fae siendo humana es muy duro, sobre todo porque Katria se ha apropiado involuntariamente de la magia de los reyes ancestrales; una magia por la que un sanguinario rey está dispuesto a matarla con tal de mantener su trono usurpado. Trono que, en realidad, pertenece legítimamente al marido de Katria.
Un trato con el rey de los elfos me gustó mucho, y esta segunda entrega de la saga (una serie de libros independientes pero ambientados en el mismo mundo, que se pueden leer en cualquier orden y con diferentes protagonistas) me ha gustado más.
Así como la obra anterior se centra sobre todo en el romance, esta tiene un contenido mayor de acción y el foco está puesto en el desarrollo personal de Katria.
La joven ha vivido siempre a merced de su madrastra y hermanastra. Con su madre muerta y un padre casi ausente que no salía en su defensa, Katria se acostumbró al desdén y a ser objeto de burlas e insultos. Elise Kova ha reflejado muy bien su trauma, su sentimiento de no ser digna de amor, su complejo de inferioridad y el rechazo a que alguien controle su vida (y su corazón, como su madrastra hizo con su padre). Empaticé con ella desde el principio; alabo la forma en que la autora pone voz a sus miedos. Me daba mucha pena su manera de ver el mundo y a sí misma, y cómo se negaba la amabilidad y el amor. Es genial ser testigo de la evolución del personaje. Su proceso me parece creíble y realista, dando pequeños pasos, confiando en sí misma cada vez más e imponiéndose. Cuando paraba los pies a quien osara tratarla mal, pidiendo respeto hacia su persona, era una victoria. Davien, nuestro fae, me ha gustado mucho. Me encanta cómo se preocupa por Katria a la vez que le deja su espacio: ella es siempre la que decide, la que tiene la última palabra, pero él está a su lado para apoyarla en cada parte del camino.
El romance me tenía entusiasmada: soy muy fan de este tipo de tramas en las que los protas se ven obligados a casarse. Disfruto inmensamente del momento en que se van conociendo poco a poco y salen a la luz ciertos secretos. Además, los obstáculos en su relación son obvios; tienen ese leve toque de amor imposible (sumados a la negación de Katria a sucumbir a sentimientos románticos). En determinadas ocasiones su romance tomó derroteros que no esperaba. Sin embargo, creo que la autora debería haber mostrado más de las charlas nocturnas entre ambos ya que, a pesar de que se menciona que llevan semanas compartiendo esas veladas, al apenas leer ninguna de las conversaciones no tuve esa impresión y ciertos avances en su relación se me antojaron demasiado repentinos.
La narración es muy buena y el ritmo ágil. Me gusta que, aunque Elise Kova podría haber tirado por el camino trillado y fácil en determinados puntos de la trama, me sorprendiera al no hacer lo evidente. Por otro lado, los grandes misterios del argumento sí que son bastante predecibles y se ven venir (hay tantas pistas que creo que la intención de la autora era precisamente esa).
El final me ha encantado: muestra a la perfección la superación personal de Katria, cómo ha evolucionado a lo largo del libro y la forma en que ha aprendido a quererse y valorarse. El broche de oro para esta dulce historia.
Un baile con el príncipe de los Fae me ha vuelto más fan de la autora de lo que era. Una historia tierna y con un poderoso mensaje que me hace desear con ganas la siguiente obra ambientada en este mundo.
Leyna