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Yo no trabajo por cacahuetes
Imagino que cualquier traductor estará más que acostumbrado a recibir este tipo de propuestas, pero esta vez no he podido morderme la lengua:
El mail de arriba y la tarifa indicada en rojo son reales. Y sí, si un céntimo de euro es la centésima parte de una mierda (o menos aún), imaginaos a qué equivaldrá un céntimo de dólar...