Estas dos imágenes, muy comiqueras, son algunas de las que acabo de plotear p0r encargo en formatos medianos.
Me las encargó un colega del trabajo, Daniel, junto con otras viñetas de alguno de mis comics. Con ellas decorará algunas habitaciones de su casa. Decorar la casa con mis cuadros o viñetas es una gran idea que recomiendo arduamente a todo el mundo, una sabia decisión.
Esta, en particular, del astronauta portugués, ha sido una de las viñetas que más éxito han tenido de LHDM, sobre todo una vez que la gente repara en la bandera del astronauta.
Muchos me preguntan el porqué de esta nacionalidad y la verdad es que no existe explicación, fué algo que se me ocurrió sobre la marcha, supongo que el hecho de que no me gusten mucho las banderas hace que eluda el uso de cualquiera que pueda tener significaciones o exaltaciones demasiado reconocibles o convencionalizadas para el lector más cercano de mis trabajos, y que no deseo que interfieran en la narración.
De todos modos, al final la bandera de Portugal es una bandera como cualquier otra y es inevitable que un espectador, al verla, busque en su cabeza conexiones entre esa imagen y el porqué de su presencia ahí.
Es mucho más sano, sin duda, inventarse las banderas a las que uno ha de adorar, si es que debe haber alguna.
En fín, quizá también influyó en la elección inconsciente de esta bandera que Portugal es un país que me gusta mucho visitar de vez en cuando, que tiene ciudades muy bonitas, con un aire decadente y sucio que las hace únicas... y encima tienen río y algunas hasta mar...
En Galicia tenemos la mala suerte de estar muy lejos de todo, pero eso se compensa en parte con estar cerca de Portugal, y de no tener que ir muy lejos para volver a Porto o a Lisboa.
Esta imagen de Porto, que hice basándome en unas fotos que me prestó Daniel para el encargo, ha quedado muy bonita, pero seguramente le falte lo que sí tiene la ciudad real, ese aura irreproducible en las imágenes y en las representaciones.
Y mucho menos en las banderas.