No se puede decir que no lo haya intentado antes. De hecho, durante el Reto Cocina Regional Italiana propuse preparar la focaccia al miele y la focaccia dolce pero no me quedaron como a mi me gustaría...ya sabéis de mi relación con las masas...Focaccia salada, como tal, no había preparado hasta ahora y tengo que decir que para ser la primera que hago no me ha quedado nada mal como lo demuestra que no hayan quedado ni las migas.
La focaccia es un tipo de pan bajo hecho con harina, agua, sal y levadura que se puede cocinar tanto en el horno como a la parrilla. La palabra deriva del latín tardío focus que se refiere a cocinar en el hogar (focolare). A menudo con la palabra focaccia nos referimos a todas sus posibles variantes; sin embargo, el término se refiere principalmente a la clásica focaccia genovese y barese. Fugassa es como se le denomina en dialecto genovés.
Para esta primera vez me he inspirado en la focaccia barese, a base de tomate fresco, porque precisamente hace un año visitamos la región de Puglia, acabando nuestras vacaciones en la ciudad de Bari. Tenía en la nevera unos tomatitos cherry que compré en el puesto de verduras que suele venir cada lunes a mi pueblito y se los puse y la rematé con un poquito de romero fresco que he plantado de un cliente de Danny que le regaló una rama hace una semana. ¡Vamos a disfrutarla!
Ingredientes: 250 g harina de fuerza; 165 g agua; 1 sobre levadura seca de panadería; AOVE; sal; 8 tomatitos cherry; romero fresco.
Preparación: Templar el agua en el microondas (15 segundos a 700 W) y disolver la levadura seca. Dejar activar mientras preparamos el resto.
En el bol de la amasadora con el accesorio gancho colocar la harina y mezclar con la sal a velocidad suave. Añadir tres cucharadas de aceite y finalmente el agua con la levadura y amasar durante 5 minutos. Se formará una masa bastante elástica y pegajosa. Separar de las paredes con una espátula, dejar en el mismo bol tapado y en el interior del horno apagado durante 1 hora.
Engrasar la superficie de trabajo con aceite y también las manos. Sacar la masa del bol y amasar con las manos para desgasar, formando una bola. Forrar la bandeja del horno con papel sulfurizado y colocar la masa en el centro, extendiendo con los dedos para formar una lámina de un dedo de alto y con forma rectangular.
Regar con más aceite y formar con los dedos agujeritos por toda la superficie. Cortar los tomates por la mitad y colocar por encima en la masa con la superficie plana hacia abajo. Espolvorear con el romero fresco y dejar reposar en el horno durante 45 minutos más.
Precalentar el horno a 200 ºC. Sazonar la focaccia con un poco de sal y hornear durante 20 minutos (calor arriba y abajo sin ventilador), debe quedar dorada. Sacar y servir templada. ¡Un éxito!
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