Estos cupcakes en caliente, tienen mezclados el picante y el dulce y son adictivos por completo. El aroma de las magdalenas es de ensueño. Casi me digo: "Me gustaría poder embotellar ese olor", pero un día por casualidad encontré una vela con olor a calabaza y como no.... para casa!!!!! . Así puedo tener el olor siempre que quiera y me acuerdo, cuando la enciendo de la receta y me pongo enseguida manos a la obra.
El glaseado de queso crema la va genial y los cupcakes son tan deliciosos como yo sospechaba que sería.
La receta original de estos pastelitos incluye unas calabazas de fondant para poner encima, pero no acababa de tener el tiempo suficiente para hacerlo y puse unas nueces picadas. Pienso que la próxima vez que los haga haré las calabazas para dar mas color y voy a añadir un poco de jarabe de arce para el glaseado de queso crema para subir los sabores de otoño aún más.
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INGREDIENTES:
Por Cupcakes:
4 tazas de harina, tamizada
1 cucharadita de bicarbonato de sodio
1 cucharada de levadura + 1 cucharadita
1 cucharadita de sal
2 cucharaditas de canela en polvo
1 cucharada de jengibre molido
1 cucharadita de nuez moscada recién rallada
¼ cucharadita de clavo molido
1 taza de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente
2 ½ tazas azúcar moreno
4 huevos grandes
1 taza de suero de leche (buttermilk)
1 ½ tazas de calabaza
Para el glaseado de queso crema:
1 taza de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente
340 g de queso crema, a temperatura ambiente
4 tazas de azúcar glas, tamizada
¾ cucharadita de extracto de vainilla