Siempre tenemos tendencia a hacer planes, claro, tenemos ilusiones y fantasías que nos gusta que se hagan realidad.
Yo tenía uno muy simple y era : empezar vacaciones esta semana, bueno, nada especial, con el simple hecho de cambiar de horarios, poder hacer alguna excursión o pasar un día en la playa, me conformaba.
Pero, la vida tiene ese "factor sorpresa" que a veces resulta agradable pero otras veces "fastidia". Así que, la semana pasada mi suegra tropezó y cayó por unos escalones saliendo al jardín, con tan mala fortuna que se rompió el hombro.
Con la fantástica sanidad de la que disponemos en nuestro país, en pleno recorte general, a mi suegra la tuvieron en el Hospital de S. Pau en urgencias, en un pasillo, durante dos días, la subieron a una habitación al tercero y hasta 6 días después no la han operado. Mi marido me acaba de llamar y me ha dicho que la operación ha ido bien, aunque le han tenido que implantar una placa de titanio para aguantar todo "el invento".
Ahora tendrá que estar tres semanas inmovilizada, sin poder hacer nada por ella misma, y después deberá seguir meses de rehabilitación para intentar recuperar algo de movimiento.
Lo "cómico" del asunto es que hace seis años se rompió el otro hombro...así que como le dijo la vecina de habitación en el Hospital, "ahora Usted ya no podrá volar"...pues no, no podrá volar, y a duras penas hacer otras cosas.
Mi suegra se lo toma bien, dice que es "su karma", pero el suyo arrastra al de todos los demás. Y pensar que había pasado un verano maravilloso y volvía a casa mejor que nunca...¡mi marido está que trina!
Así que voy a cumplir a raja tabla lo del refrán: No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. Porque mañana no sabemos si estaremos aquí enteros o rotos, mejor no arriesgarse.
A disfrutar se ha dicho, amigos, CARPE DÍEM, y lo demás son bobadas...
PD Yo nunca me he roto un hueso, pero ¿y vosotros? ¿qué recuerdo tenéis de esa experiencia???