Hola!!!
Esta semana se pasó volando y ya estamos en el umbral del finde.
El tiempo vuela y hay que aprovecharlo
¿verdad?
Pues bien, yo tomé provecho del tiempo y lo convertí en deco para mi cocina
¿De qué estoy hablando?
Nada más y nada menos del viejo reloj de mi habitación que no tuvo más arreglo y dejó de funcionar. Comenzó atrasando algunos minutos, luego ya era una hora y un día, por más pila nueva y ajustes, dejó de mover sus agujas.
¿Tirarlo? Esa palabra es poco común en mi diccionario. Aunque mi marido se queje porque guardo todoooo, en esta ocasión me dijo que valió la pena conservarlo, que la transformación final le encantó.
¿Cuál fue el proceso? Desarmarlo por completo, sacar aquellas partes que no me servirían y poner como base un nuevo cartón. Luego necesitaba dividirlo para crear los huecos que cada grano ocuparía. La idea fue hacerlo con los tubos que traen los sifones de soda plásticos.
Luego pintar, fondo y divisiones en blanco, el borde (que antes era gris) en anaranjado para que encaje con la deco y colores de mi cocina.
Finalmente seleccionar las semillas y granos. Ubicarlos de manera que contrasten y volver a armar todo.
Trabajo terminado, listo para lucir.
La creencia popular dice que tener algún objeto o adorno con granos y semillas en nuestros hogares trae prosperidad (palabras de mi mamá y de mi suegra)
De momento, yo ya armé el mio.
Con mi propuesta participo de 3 desafios buenísimos e imperdibles:
y en
Me voy de visitas!!!