Estamos tan metidos en el invierno que se me hizo raro ver el otro día las primeras fresas del año y a un precio razonable además, quizá aún no sean las más ricas pero valen para hacer un pastel que gusta mucho en casa y que con él nos da la sensación de que nos queda menos invierno que sufrir, porque este año en mi tierra no salimos de un temporal y nos metemos en otro.