Ordenando todos los archivos del verano hemos visto que
tenemos pendiente exponer ligeramente cómo es la fauna que podemos encontrarnos con
un poco de paciencia en el sur de Suecia. Hemos recorrido sobre todo bosques y
visitado alguna bahía de la costa oeste. En esta primera entrada pensamos
ilustrar el tema de las playas y dejamos para la próxima semana lo que podemos
observar dentro de las masas forestales. Nuestra estancia en este país no fue
meramente faunística, pero supimos aprovechar la oportunidad para desvelar
algunos de los secretos naturales que guardaban los alrededores.
Aunque el país goza de bastante costa, la mayor parte de
ella es en forma de cortados y acantilados. En estas formaciones muchas aves
encuentran un lugar seguro para anidar. Pero después, cuando los juveniles son
capaces de desplazarse, visitan playas y puertos donde abunda la comida fácil.
Los más destacados de las jornadas que dedicamos a las acuáticas fueron los
eideres. Blancos, marrones y negros. Indiscutiblemente el eider es identificado antes que por su color, por su pico; después de localizar unos cuantos
ejemplares de plumaje negro dimos con este que ya se parece más al que todos
conocemos.
Eider (Somateria mollissima) macho en el mar del norte
Al parecer, en verano lucen el plumaje oscuro y por eso
nos costó tanto entre hembras (marrones) y oscuros dar con el auténtico. El cuál, no era más que un avanzado que ya estaba cambiando el plumaje. Por la
zona se movían unos cuantos ejemplares, todos de manera independiente, aunque muchas veces compartían posadero y cocina con los cormoranes.
Eider común (Somateria mollissima) macho con plumaje veraniego
Grupo de cormoranes grandes (Phalacrocorax carbo)
Como en cualquier ambiente marino predominaban las
gaviotas. Aprovechando cualquier desperdicio que trae la marea para
alimentarse, diferenciamos varias especies. En un principio parecen todas
iguales, pero fijándonos en tres aspectos podemos distinguir prácticamente
todas las gaviotas que se mueven con asiduidad por el continente europeo.
Gaviota patiamarilla (Larus cachinnans)
Partiendo de la más común en las playas del norte ibérico, la gaviota patiamarilla diferenciamos las demás con los tres aspectos: cabeza, dorso y patas. Como sabemos, la gaviota patiamarilla tiene la cabeza blanca, el dorso de
las alas gris claro y las patas, lógicamente amarillas. La argénta por contra,
era la más común en estas playas; igual que la anterior pero con las patas
rosas.
Gaviota argéntea (Larus argentatus)
Acertar el color de las patas, lo que en principio parece fácil, se puede hacer complicado cuando nadan, vuelan o cuando el color de las mismas es un tono muy pálido casi imperceptible. Si el día se vuelve oscuro, como ocurría allí normalmente, los colores son aún más ambiguos.
Con un tamaño mayor que las dos anteriores están el gavión
y la gaviota sombría. Tienen el plumaje del dorso negro y las patas rosas y
amarillas respectivamente.
Pareja de gavión atlántico(Larus marinus)
Gaviota sombría (Larus fuscus) izqda. y argéntea (Larus argentatus) dcha.
Como dijimos al principio de la descripción de las gaviotas, otra gran diferencia en estas aves es la cabeza. En los ejemplares que la lucen en verano de color oscura, diferenciamos tres cortes de plumaje negro-blanco: En el cogote la reidora , en
la nuca la enana , y por detrás del cuello la cabecinegra.
Gaviota reidora (Larus ridibundus)
Por lo tanto, las gaviotas europeas podemos diferenciarlas a grosso modo por el dorso oscuro (Gavión y sombría) por la cabeza negra (enana, reidora y cabecinegra) y con el dorso claro (patiamarilla y argéntea); todas con sus diferencias dentro de cada subgrupo. Además otras gaviotas que no hemos tocado aquí son la cana y la tridáctila, ambas de ojos negros y la hiperbórea y groenlandesa, las dos de plumaje en el dorso gris claro pero sin los extremos negros. Esta pequeña manera de diferenciar gaviotas nos vale en los ejemplares adultos y especialmente en verano, ya que en invierno desaparecen ligeramente los tonos negros de la cabeza en aquellas que lo tienen. Los jóvenes e inmaduros son otro quebradero de cabeza que solucionamos fácilmente fijándonos en su compañía adulta.
Gaviota reidora (Larus ridibundus) inmadura
Gaviota argéntea (Larus argentatus) inmadura
Los ostreros fueron visitantes ocasionales de la orilla. A
diferencia de otras especies, cuando se asustaban en vez de volar siguiendo el
márgen del agua, desaparecían tierra adentro. De esta manera los encontramos
visitando prados y jardines, de los que obtenían gusanos y complementaban su
alimentación.
Ostrero euroasiático (Haematopus ostralegus)
Ostrero euroasiático (Haematopus ostralegus) con la comida en el pico
Como no podía ser de otra manera, los córvidos también rondaban la zona. Eso de merodear lugares en los que aparece cualquier tipo de
desperdicio donde hincar el pico, es muy típico de estos pájaros. Almejas,
mejillones, peces e incluso cuando hay suerte focas, forman parte del manjar que
puede traer la marea tras un temporal.
Foca aparecida muerta y deteriorada en la orilla, probablemente juvenil de moteada (Phoca vitulina)
Corneja cenicienta (Corvus cornix) alimentándose de almejas en la orilla
Es curiosa la formación que tienen estas playas. Desde la orilla el sustrato arenoso se encuentra muy poco inclinado hacia el mar y en varias ocasiones la pendiente se vuelve ascendente formando los denominados ´grund´. De esta manera hay mucha superficie con poca profundidad y en las elevaciones se forman cadenas de rocas aprovechadas por estas aves para descansar, secarse e incluso otear. En ellos se asentaban grupos de cormoranes, como mostramos al principio, y muchos viajeros que solo están de paso. Con la siguiente imagen del charrán común cortando el horizonte concluimos esta entrada y animamos a todos vosotros que le habéis dedicado unos minutos a leerla, a compartir vuestra opinión. Un saludo y hasta el siguiente post ´Bosques escandinavos´.
Charrán común (Sterna hirundo) sobrevolando los mares del norte