La Vuelta quiere ser una ronda pequeña. No es ya que lo haya dicho su mandamás, el inabarcable Victor Cordero, es que se empeñan en lograrlo. Hace unos meses tuvo la ocurrencia de plantear que las grandes rondas tienen que cambiar hacia las dos semanas de competición y, mientras tanto, la carrera que el mismo ha ido despojando de los caracteres propios del ciclismo -un deporte de resistencia- va camino del abismo. Ayer se presentó la edición de 2009, un escándalo para el aficionado.
Los medios destacan que empezará en Holanda, con una CRE de ¡4,5 kms.! a un circuito de carreras. Como idea de un bakala que conoce el ciclismo porque tiene una bici en el garaje puede colar, pero repasen en que con equipos de nueve corredores sale a ¡500 metros! de relevo por corredor. Y dudo que quede bonito: la última vez que una gran competición (¿la Vuelta lo es?) tuvo un escenario similar fue con motivo del Mundial de Zolder 2002. El resultado fue una patata. Corredores empequeñecidos por unas dimensiones pensadas para máquinas, pero lo importante es que se podrá cobrar por entrar al graderío. Y ya se que se va tan lejos, otras tres etapas, incluyendo una de más de 200 kms con final en Lieja, como hizo el Giro en 2002 y el Tour en otras ocasiones. Al quinto día, descanso-traslado, repitiendo la infeliz fórmula de este año y que virtualmente convierte a la Vuelta en una carrera de dos semanas.
Se vuelve a la Península por Levante. Vinaroz, Xativa y en la séptima etapa CRI de ¡30 kms! en Valencia. Parece que esta vez no será por Almussafes, como cuando ganó Hamilton/Eufemiano en la Vuelta 2004, pero que será completamente llana se da por descontado. El primer fin de semana tendrá dos finales en alto: Aitana y Xorret del Catí, también hollados en la infame edición de 2004. En el primero ganó Piepoli y en segundo Eladio Jiménez, ahí es nada. El líder era Landis y después Heras. Parece que la Vuelta quiera hacer un exorcismo sobre lo peor de su pasado, cuando lo más probable -Basso dice que quiere venir a ganar- es que renueve votos. Después viene un final en Murcia -reclamo para que Valverde participe- y otro en Caravaca de la Cruz, otra meta de 2004, cuando el espantoso plante de la cuadra de Eufemiano para esperar a Piti.
Segundo día de descanso, por lo que quedarán por delante diez etapas, la mitad de la Vuelta. ¡Un diseño fantástico! En una decisión muy cuestionable, porque ahí está el recuerdo de las tres etapas seguidas de Jose María Jiménez en 2001, la Vuelta propone el carrusel de finales en Velefique, Sierra Nevada y la Pandera. Ninguna etapa pasa de 175 kms. Más finales en sitios tradicionales como Córdoba, Puertollano, Talavera de la Reina, Ávila y Segovia, que son muy repetitivos y cansinos. Crono el penúltimo día en Toledo, de ¡26 kms!. Final en Madrid con una etapa de ¡110 kms.! Esto no es ciclismo. 56 kms. de CRI, cuando solo en la crono del Giro se proponen 63 kms. de una tacada. Cinco finales en alto, pero ninguno es una etapa de montaña. Es la Vuelta que han querido los organizadores, veremos si el aficionado responde. Yo, si no veo ninguna etapa, consideraré bien empleado el tiempo.
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18 diciembre, 2008
10 septiembre, 2008
Y si gana Sebastien Hinault es un problema
Lo diré de entrada: tengo una concepción bajísima de la capacidad cognitiva de Victor Cordero, cabeza visible -a falta de otra cosa- de la Vuelta. Ayer fue el invitado estrella de La Revuelta. El tema era el futuro de la ronda, un tema ya tratado con anterioridad en este blog, con un rarísimo consenso. La larga charla de más de media hora confirmó mi conjetura: la Vuelta camina hacia su autoexterminio. Y los ejecutores piensan que la están salvando.
Veníamos de una etapa de montaña, la más larga de la ronda, donde ganó un clasicómano como Ballan, y donde se vió poquísimo por las condiciones metereológicas, las mismas que en el Tour o en el Giro no impiden la retransmisión. Al día siguiente, Moncoutie ganaba el otro final en alto, mientras que entre los favoritos no había apenas diferencias. Nos cuentan que el hombre que nunca cede tuvo una crisis que se tradujo en...5" perdidos. Y llegando a Sabiñañigo se regala el liderato, porque en este Vuelta ha habido cambio de líder un día sí y otro también. Ganó Van Avermaet, un joven que dará mucho que hablar, y lo hizo ante Rebellin, Flecha, Nocentini y Cunego. Esta es la Vuelta realmente existente: un gran participación y unos recorridos miserables, donde una crisis se traduce en 5", donde un rodador puede ganar una etapa reina y un francés que llevaba tres años sin ganar una etapa de montaña. Y a pesar de todo Ballan, Moncoutie y Van Avermaet son buenos corredores. Todos lo son.
Bueno, pues no es suficiente para Cordero. En la larga charla, de más de media hora, este dirigente dio buenas muestras de su concepción del ciclismo. Refiriéndose abundamente a refranes y la inteligencia de Sancho Panza, con histroinismos como hablar hasta cuatro veces de los imaginarios Cuatro Días de Shangai, también dejó sentadas sus propias capacidades. Sin embargo, hay un detalle al principio de la conversación que deja en evidencia otras cosas, mucho más preocupantes
Al principio, sin venir a cuento, se refiere a que "Sebastien Hinault puede ganar en la Vuelta, y no en el Tour". Es un desprecio a un corredor que acababa de ganar en Zaragoza en buena lid -y batiendo al vencedor del día anterior, a Freire y a Boonen, ahí es nada- y, como cada uno está dotado de lo que está, a la propia carrera que representa y en teoría defiende. Supongo que a Cordero se le habrá olvidado que en lo que llevamos de carrera ha habido etapas para Valverde, Bettini, Boonen, Bennati o Leipheimer. ¿Qué más quiere como vencedor de etapa? ¿Que hay en el mundo ciclista mejor? Y si Ballan, Moncoutie o Van Avermaet ganan en los Pirineos es por la desfachatez del recorrido, algo imputable a la organización y no a nadie más.
Pero bueno, que los hechos evidentes y empíricos no te arruinen tu argumento, cimentado en bases de fango y mentira. A Cordero le interesa vender que desde que la Vuelta está en septiembre ha decaído y que es menos competida. Que los corredores llegan cansados y no hay competición. Que por eso gana Hinault, de nombre Sebastien. Todo es mentira. Y le interesa vender que la Vuelta a abril, impulsada desde Italia -sólo hace falta ver en que se había convertido el Giro- es el bálsamo de Fierabrás que salvará todo. Tremendo. Estamos presenciando un suicidio asistido, que indudablemente se presenta como una salvación.
Todo corredor que gana merece un respeto. Y si es francés, dos veces respeto y genuflexión. El desprecio del organizador de la carrera a Hinault refleja una concepción mezquina de su negocio y, si me fuerzan, de la vida y la sociedad. El día en que gana el humilde, y lo hace en igualdad de condiciones, es un mal día para la carrera. La-men-ta-ble. No merece mayor explicación. Pero bueno, el es el salvador: el que decidió que Astana participase en la Vuelta 2006, con el Dúo Dinámico kazajo. ¡Que alguien le pase quien participó en la Vuelta 1993 y 1994, las últimas disputadas en abril! ¡La participación es importante, pero no a toda costa!Pero bueno, escuchándole ya daba por sentado que todo esta apalabrado. La Vuelta volverá a abril, y la disputarán españoles, clasicómanos derrengados y algún extranjero enrolado en algún equipo nacional, si quedan por entonces.
Si tiene la paciencia de ver la media hora de charla, fíjense en como confunde su "yo" con el de la carrera; cómo se intenta colgar medallas de pionero en algo; y como trata al entrevistador con el nombre de pila, algo normal en esa extraña cama redonda que es el mundillo ciclista, donde la mujer de un masajista puede enviar un SMS al locutor, y aquí nadie se extraña. Sin embargo, el desprecio hacia Hinault será difícil de recordar. Me quedan dudas de si hubiese ganado El Malagueta, un corredor que es ciclista porque descubrió que se le daba bien la pedaleta, hubiese hecho ese comentario. Seguramente no, porque es lo nuestro. Como la Vuelta, que tiene ser nuestra, sin intentar imitar a nadie. Ni en los controles antidopaje ni en la dureza del recorrido. Y siendo nuestra, se permite negociar su ubicación privilegiada en el calendario. ¡Cordero, pero si no mandas nada! ¡Si hasta Hinault te gana una etapa y no te gusta! ¡Eso es espíritu deportivo!.
***
Genderman gana en Alemania. La última etapa para su compañero Martin. Columbia rules!
***
La clásica de Hamburgo, trasladada a septiembre por coincidencia con los JJ.OO, se salda con la peor participación de siempre al coincidir en el calendario con la Vuelta a Alemania y la Vuelta a España. Victoria para McEwen en un podio totalmente australiano con Renshaw y Allan Davis, que siempre que debuta con un equipo lo hace a la grande: en 2007 segundo en San Remo con los colores del Discovery Channel, ahora tercero en Hamburgo con el Quick Step. ¡Cómo alcanza sus objetivos tan pronto y tan bien, recibirá una buena recompensa! ¡Qué bueno es competir con recompensas por objetivos!
***
Supongo que mucha gente se conectará hoy a este modestísimo blog esperando leer algo sobre Armstrong. El hombre se aburre. Se comentó en la prehistoria de este blog. También eso de que vuelve, una broma que gastó hace años. Ahora parece que es cierta. Hasta ha emitido un comunicado. Espero que ASO sepa resistir el desafío del zombi de 38 años. Bueno, pues esto va dirigido a todos esos visitantes ocasionales que suelan acudir a este modestísima página en estos días: aquí se trata de ciclistas en activo. Y disculpen si hoy hablo de cuatro días de competición en vez de los caprichos de un multimillonario aburrido. Quizás mañana tengan más suerte. En la farsa que es el ciclismo, y de la que el regreso de Armstrong es sólo un epítome más, me interesa casi más la reacción de los medios que la noticia en sí. En resumen: a ver como se trata el retorno de un Ben Johnson de la disciplina. Y un saludo muy especial a Filippo Simeoni.
Veníamos de una etapa de montaña, la más larga de la ronda, donde ganó un clasicómano como Ballan, y donde se vió poquísimo por las condiciones metereológicas, las mismas que en el Tour o en el Giro no impiden la retransmisión. Al día siguiente, Moncoutie ganaba el otro final en alto, mientras que entre los favoritos no había apenas diferencias. Nos cuentan que el hombre que nunca cede tuvo una crisis que se tradujo en...5" perdidos. Y llegando a Sabiñañigo se regala el liderato, porque en este Vuelta ha habido cambio de líder un día sí y otro también. Ganó Van Avermaet, un joven que dará mucho que hablar, y lo hizo ante Rebellin, Flecha, Nocentini y Cunego. Esta es la Vuelta realmente existente: un gran participación y unos recorridos miserables, donde una crisis se traduce en 5", donde un rodador puede ganar una etapa reina y un francés que llevaba tres años sin ganar una etapa de montaña. Y a pesar de todo Ballan, Moncoutie y Van Avermaet son buenos corredores. Todos lo son.
Bueno, pues no es suficiente para Cordero. En la larga charla, de más de media hora, este dirigente dio buenas muestras de su concepción del ciclismo. Refiriéndose abundamente a refranes y la inteligencia de Sancho Panza, con histroinismos como hablar hasta cuatro veces de los imaginarios Cuatro Días de Shangai, también dejó sentadas sus propias capacidades. Sin embargo, hay un detalle al principio de la conversación que deja en evidencia otras cosas, mucho más preocupantes
Al principio, sin venir a cuento, se refiere a que "Sebastien Hinault puede ganar en la Vuelta, y no en el Tour". Es un desprecio a un corredor que acababa de ganar en Zaragoza en buena lid -y batiendo al vencedor del día anterior, a Freire y a Boonen, ahí es nada- y, como cada uno está dotado de lo que está, a la propia carrera que representa y en teoría defiende. Supongo que a Cordero se le habrá olvidado que en lo que llevamos de carrera ha habido etapas para Valverde, Bettini, Boonen, Bennati o Leipheimer. ¿Qué más quiere como vencedor de etapa? ¿Que hay en el mundo ciclista mejor? Y si Ballan, Moncoutie o Van Avermaet ganan en los Pirineos es por la desfachatez del recorrido, algo imputable a la organización y no a nadie más.
Pero bueno, que los hechos evidentes y empíricos no te arruinen tu argumento, cimentado en bases de fango y mentira. A Cordero le interesa vender que desde que la Vuelta está en septiembre ha decaído y que es menos competida. Que los corredores llegan cansados y no hay competición. Que por eso gana Hinault, de nombre Sebastien. Todo es mentira. Y le interesa vender que la Vuelta a abril, impulsada desde Italia -sólo hace falta ver en que se había convertido el Giro- es el bálsamo de Fierabrás que salvará todo. Tremendo. Estamos presenciando un suicidio asistido, que indudablemente se presenta como una salvación.
Todo corredor que gana merece un respeto. Y si es francés, dos veces respeto y genuflexión. El desprecio del organizador de la carrera a Hinault refleja una concepción mezquina de su negocio y, si me fuerzan, de la vida y la sociedad. El día en que gana el humilde, y lo hace en igualdad de condiciones, es un mal día para la carrera. La-men-ta-ble. No merece mayor explicación. Pero bueno, el es el salvador: el que decidió que Astana participase en la Vuelta 2006, con el Dúo Dinámico kazajo. ¡Que alguien le pase quien participó en la Vuelta 1993 y 1994, las últimas disputadas en abril! ¡La participación es importante, pero no a toda costa!Pero bueno, escuchándole ya daba por sentado que todo esta apalabrado. La Vuelta volverá a abril, y la disputarán españoles, clasicómanos derrengados y algún extranjero enrolado en algún equipo nacional, si quedan por entonces.
Si tiene la paciencia de ver la media hora de charla, fíjense en como confunde su "yo" con el de la carrera; cómo se intenta colgar medallas de pionero en algo; y como trata al entrevistador con el nombre de pila, algo normal en esa extraña cama redonda que es el mundillo ciclista, donde la mujer de un masajista puede enviar un SMS al locutor, y aquí nadie se extraña. Sin embargo, el desprecio hacia Hinault será difícil de recordar. Me quedan dudas de si hubiese ganado El Malagueta, un corredor que es ciclista porque descubrió que se le daba bien la pedaleta, hubiese hecho ese comentario. Seguramente no, porque es lo nuestro. Como la Vuelta, que tiene ser nuestra, sin intentar imitar a nadie. Ni en los controles antidopaje ni en la dureza del recorrido. Y siendo nuestra, se permite negociar su ubicación privilegiada en el calendario. ¡Cordero, pero si no mandas nada! ¡Si hasta Hinault te gana una etapa y no te gusta! ¡Eso es espíritu deportivo!.
***
Genderman gana en Alemania. La última etapa para su compañero Martin. Columbia rules!
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La clásica de Hamburgo, trasladada a septiembre por coincidencia con los JJ.OO, se salda con la peor participación de siempre al coincidir en el calendario con la Vuelta a Alemania y la Vuelta a España. Victoria para McEwen en un podio totalmente australiano con Renshaw y Allan Davis, que siempre que debuta con un equipo lo hace a la grande: en 2007 segundo en San Remo con los colores del Discovery Channel, ahora tercero en Hamburgo con el Quick Step. ¡Cómo alcanza sus objetivos tan pronto y tan bien, recibirá una buena recompensa! ¡Qué bueno es competir con recompensas por objetivos!
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Supongo que mucha gente se conectará hoy a este modestísimo blog esperando leer algo sobre Armstrong. El hombre se aburre. Se comentó en la prehistoria de este blog. También eso de que vuelve, una broma que gastó hace años. Ahora parece que es cierta. Hasta ha emitido un comunicado. Espero que ASO sepa resistir el desafío del zombi de 38 años. Bueno, pues esto va dirigido a todos esos visitantes ocasionales que suelan acudir a este modestísima página en estos días: aquí se trata de ciclistas en activo. Y disculpen si hoy hablo de cuatro días de competición en vez de los caprichos de un multimillonario aburrido. Quizás mañana tengan más suerte. En la farsa que es el ciclismo, y de la que el regreso de Armstrong es sólo un epítome más, me interesa casi más la reacción de los medios que la noticia en sí. En resumen: a ver como se trata el retorno de un Ben Johnson de la disciplina. Y un saludo muy especial a Filippo Simeoni.
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