Por culpa de un cumpleaños que se alargó más de la cuenta ya llegaba tarde a The Jayhawks, pero mira por donde gracias a ese retraso me topé con los canadienses Plants & Animals, un trío de folk-pop, que en disco no me entusiasmaba demasiado pero que en directo tocan con tanta intensidad que otrogan a sus canciones una dimensión totalmente distinta . Sin duda uno de los mejores conciertos del festival.
Aquel día había quedado con un colega de Girona, fan de Neil Young, así que mientras le esperaba estuve viendo un rato a los Herman Dune, unos tíos que practican un pop-folk tan naïf que les hacía más apropiados para la carpa de Minimúsica que para un escenario grande. Dicen que "quien espera desespera", pero si además de esperar tienes que estar escuchando a estos pedorros la cosa se hace insoportable.
En cuanto llegó el colega salimos pitando a coger sitio, porque aquello estaba petadísimo(luego me enteré que había más de 75.000 espectadores). Como diría mi otro colega McEnroe "el sábado es el día de los dinosaurios". Por dinosaurios se refiere a toda esa gente que ya no consume música habitualmente, pero que cuando viene una vieja gloria salen de su letargo, sacan del fondo del armario el disfraz de rockero y se van a recordar viejos tiempos. Se les reconoce especialmente porque van más perdidos que los guionistas de la segunda temporada de Lost y porque les encanta hacer ostentación de que (aún) fuman porros. ¡Ahhh, pero qué chungos somos!. Bueno, a lo que iba. En principio se había anunciado que Neil Young tocaría dos horas y cuarto. Al final la cosa quedó en una hora y tres cuartos. Se echó a faltar el acompañamiento de los Crazy Horse, especialmente en los momentos más guitarreros, pero el concierto fue lo bastante intenso como para que a todo el mundo se le hiciese corto. Y es que a sus 64 tacos el abuelo sigue cantando y tocando la guitarra con una mala leche(y una maestría) que ya quisieran para sí muchos músicos jóvenes. Eso sí Neil, menos versiones de los beatles, menos numeritos de arrancar las cuerdas de la guitarra y menos bufandita del barça y más tocar, porque la excusa de que perdías el avión no cuela. No.
Despues del "concierto que todo el mundo tenía que ver" llegó el momento en el que toda esa misma gente decidimos ir a comer . Imaginaos la situación: diez puestos de comida para alimentar a toda esa avalancha humana ... Una auténtica locura. El personal de los chiringos estaba totalmente desbordado. No daban a basto. Así que nos tocó hacer una cola de más de cuarenta y cinco minutos para pillar un kebab y una birra. Y encima peleándonos con los espabilados que pretendían colarse... Divertidísmo, oiga.
Con todo el mogollón nos perdimos a los Liars y nos tuvimos que conformar los Deerhunter, que no es que me apasionen pero parecían mejor opción que los Lemonade. No sé si era por el mosqueo que llevaba o era cosa del propio grupo pero yo no conseguí verles la gracia por ningún lado. Así que nos fuimos a ver a Erza Furman&The Harpoons, un especie de bob dylan simpático que nos regaló un concierto muy entretenido. Por cierto ¿lo de programarlo en el escenario Ray-Ban Vice era un guiño a esta canción?Una vez superado el mal rollo llegó la hora de los Sonic Youth. Se notaba que muchos dinosaurios despues de ver al abuelo habían regresado a su realidad cotidiana porque se podía ver el concierto bastante cerca y sin agobios. Ya tienen algo que contar hasta la próxima visita de Springsteen.
Sin lugar a dudas el bolo mejor sonorizado de todo el festival. Sonaron a un volumen razonable(nada que ver con la locura de MBV) y con un montón de matices. Alternaron temas del nuevo disco con el repertorio de siempre y dieron el mejor concierto que yo les haya visto. Se les veía muy en forma. Así que, si el festival matiene su costumbre de traerlos año sí año no, que cuenten conmigo el 2011.Con Simian Mobile Disco me pasa lo mismo que con Aphex Twin y el resto de viejas glorias del techno, que hace ya años que perdieron el factor sorpresa y ahora me resultan de lo más previsibles. Aguanté 15 minutos y porque los aprovechamos para sentarnos en la grada y descansar las piernas, que si no ni eso.El cuerpo empezaba a decir basta, pero aguanté para ver a los Black Lips porque me habían hablado muy bien de sus directos. Los amigos salieron al escenario con más alcohol encima que un trailer de la Cruzcampo. Por lo que he oído llevaban bebiendo 48 horas sin parar. Y se les notaba. Es lo que tiene mezclar. Mezclar conceptos como grupo punky y barra libre. No salieron ardiendo porque nadie les acercó una cerilla, que si no...
Eso sí, hay que reconocer que lo dieron todo en el escenario. Hasta lanzaron una botella de bourbon al respetable(bueno a estas alturas de la noche no tan respetable). Y sorprendentemente tocaban bastante bien para ir como iban. Hasta hubo momentos que recordaron a The Clash (palabras mayores). Despues de esto ya no me quedaban fuerzas para nada más, así que como pude recogí lo poco que quedaba de mi maltrecho cuerpo y me arrastré hasta mi cama. ¡Mi cama, humm!_