FÚTBOL. Deporte rey. Pasión(guía) de multitudes.Millonaria industria de sudor, patadas, cabezazos, chalaquitas y chilenitas. Goles y autogoles de infarto, de alagarabía, de arqueadas esperanzas. Al final de la semana pasada,
Perú perdió 2 a 1 frente a Argentina, en un reñido encuentro. El blanquiceleste Palermo selló el triunfo argentino en el minuto 92, con un gol milagroso, en media del lluvioso estadio "Monumental" del
River Plate.
Maradona celebró eufóricamente.
Hay posibilidad de que los hermanos argentinos vayan al mundial. Eso me alegra, como peruano, ya que casi siempre Argentina junto a Brazil ponen muy en alto el nivel del fútbol sudamericano. Me alegra porque es una manera de demostrarles en cara a los europeos y norteamericanos que sudámerica será una zona tercermundista, pero que en la cancha les damos pelea o los hacemos puré (
si eres europeo o norteamericano, no la tomes a mal, sólo hablo de fútbol, eh).
Pienso ahora, en sudamérica. El historiador (Q.E.P.D.)
Jorge Basadre Grohmann, nombre de la universidad donde estudio, decía que en América tenemos dos grandes bloques terrestres:
Los Estados Unidos de Norteamérica y
Los Estados Desunidos de Sudamérica (basándose en las históricas y encarnizadas guerras entre Perú, Chile, Bolivia, Colombia, Ecuador, Argentina). Son países que viven en una vecindad donde todos bregaban por apropiarse de mayor territorialidad, es cierto. Pero en el fútbol, está claro, nos comandan Argentina y Brazil.
El último mundial al cual fue el Perú era ESPAÑA 82. Yo nací en 1988. Quisiera, como muchos peruanos que lloran a mares cuando el Perú pierde, como los niños que se ponen su camiseta blanquirroja esperanzados en la clasificación soñada, ver alguna vez al Perú jugar en un mundial. Y Gritar con las garras sobre la camiseta:
"!Gol peruano, carajo!", con mis amigos en la sala, degustando ceviche y tomando una rica Inca Kola. Me conformaría con ver ello, aunque el tiempo me envejezca y yo, para entonces, esté todo canosito y arrugadito en mi contenta vejez, contándoles historias a mis futuros nietos en algún lindo jardín de muchos girasoles y claveles y rosas (blancas, rojas, anaranjadas, amarillas, rosadas).
Por ahora, el futbolero consuelo que nos queda, un residuo ardiente, muy peruano, es lograr la clasificación peruana en algún videojuego de la PLay Station. Ver ahí que el Perú sí puede llegar a ser campeón del mundo.