El sábado VOX pretendió abrir su campaña electoral
en las Vascongadas con un mitin en Sestao, un pueblo de la margen izquierda de
la ría del Nervión …
Y los etarras les estaban esperando.
Porque los putos etarras nunca se marcharon, eso
de que la banda criminal se ha disuelto hace ya algún tiempo es pura falsedad;
la banda tenía, y tiene, sigue teniendo, cientos o miles de criminales dispuestos
a dar el paso de matar a sus adversarios (convertidos en enemigos) tan pronto
como alguien se lo pida …
Una banda criminal, fuera de la ley, no tiene
una estructura con una base de datos de militantes, con cuotas, con carnets numerados
con foto y fecha de renovación … no, la banda esta constituida por todos los canallas
que en un momento determinado quieran colaborar con la misma para la consecución
de sus objetivos, que van desde los chivatos que informan de posibles víctimas,
a quienes ponen los medios para el asesinatos, y que culmina con el “comando” que
le pega un tiro en la nuca.
Los que revientan los mítines de VOX (y ha
habido varios en las campañas electorales generales del año pasado), así como
otros actos públicos de ese partido, son parte importante de la cadena de
militantes de la banda criminal: de momento no ponen bombas, ni disparan a la
nuca, pero si persiguen a sus víctimas, les acosas, les agreden, y cuando
puedan les pegaran una paliza de muerte o directamente un tiro en la cabeza y
por la espalda.
En Sestao una piedra alcanzó en el ojo izquierdo
a una diputada nacional de VOX en el Congreso, Rocío De Meer (en la foto que
les ponemos hoy), y le causó una herida sangrante en la ceja.
La puta Eta ha vuelto a hacerse presente en un
pueblo de las Vascongadas, de Vizcaya, a unos pocos kms. de Bilbao.
Solo
por esto VOX se merece al menos un escaño
en el Parlamento regional de Vitoria.