El escritor leonés Luis Artigue ha transformado la historia de la pintora surrealista Remedios Varo en una novela: "La mujer de nadie".
El libro todavía no está en la estantería de nuestra BIBLIOTECA DE MUJERES ARTISTAS (a la espera de recibirlo), por lo que no lo hemos leído y no podemos juzgarlo.
Pero ésta no es la primera novela que tiene a la pintora española Remedios Varo como protagonista -ver "La cazadora de astros", de Zoe Valdés- y francamente, preferimos los estudios serios sobre la obra de la artista, como el escrito por Estrella de Diego y publicado por la Fundación Mapfre-, o incluso el escrito por Beatriz Varo, sobrina de Remedios Varo, cuando todavía casi nadie conocía a la pintora y estaban "en pañales" los líos por su herencia - que eso sí da para novelas de intriga o culebrones "a lo mejicano", ¡qué pena!-.
... El caso es que el libro se presentó en León - el 7 de marzo- y Verónica Viñas entrevistó al autor. Os transcribimos la entrevista, publicada en http://www.diariodeleon.es/
Después de leer la entrevista... ¿te interesa leer el libro...?"-¿Es su nueva novela un homenaje a las mujeres?-Sí, lo reconozco, me fascinan las mujeres desde siempre. Pero pronto me di cuenta de que no sabía nada de mujeres y empecé a leer con detenimiento lo que escribían desde Djuna Barnes, a Anaïs Nin, Margerite Duras, Renée Vivien.... Por eso escribí mi primera novela, El viajero se ha ido, como es lógico -que trata sobre el mundo de las lesbianas del París de los años 20-. Y estimulado por todo lo que aprendí sobre mí mismo, me embarqué en la investigación intelectual y vital que me llevó a escribir ahora La mujer de nadie.-¿Por qué eligió como protagonista a la pintora surrealista Remedios Varo? ¿Y por qué todos los personajes son reales?-Es a causa de la responsabilidad de la imaginación. Vivimos en un tiempo en el que los modelos de mujer y los roles sociales femeninos están cambiando definitivamente, mientras el modelo de hombre que aún se maneja mayoritariamente en nuestra sociedad está bastante anquilosado. Remedios Varo, como también mi abuela Margarita por ejemplo, forma parte de ese elenco de gente pionera que no se conformó con lo evidente e hizo de su vida una epopeya en pro de una humanidad mejor. Ser mujer hoy es lo que es y lo que será gracias a personas como Remedios Varo. La mujer de nadie narra su surrealista vida, y los personajes reales que aparecen son en su mayoría la gente que de verdad conoció, amó, ignoró... El hombre surrealista, como nos enseña la vida de Dalí, suele ser patético, pero la mujer surrealista, mucho menos conocida, es mucho más interesante; la mujer surrealista es la que todos queremos ser, la que todos llevamos dentro.-Sorprende la figura del narrador, que amén de ejercer de maestro de ceremonias, está muerto-Se trata de un homenaje estilístico al cine de Billy Wilder. Como ese maestro nos enseña en El crepúsculo de los dioses, sólo un muerto puede contar una historia desde una perspectiva radicalmente interesante: sólo un muerto puede ser de verdad narrador omnisciente, aunque ésa, ciertamente, es una idea surrealista.-¿Cómo surgió este libro?-Pues fue gracias a mi amiga Marifé Santiago Bolaños, a quien está dedicada esta novela, que me regaló un catálogo de la obra de Remedios Varo, e hizo así que me quedara fascinado por su arte. En el Museo de Arte Moderno de Barcelona tuve la oportunidad de ver una memorable exposición titulada París y los surrealistas, y me pareció que aquella exposición era una novela digna de ser escrita de otro modo. En aquella exposición casi no había obra de mujeres, salvo algunos cuadros de Leonora Carrington y de Remedios Varo. Entonces supe que debía explorar mi lado más surrealista, y debía escribir aquella novela. Así surgió este libro, y así surgió mi devoción por la mujer surrealista, imprevisible y un poco loca...-¿Le parecen más poéticos los personajes femeninos?-No. Todo es poético en sí, pero yo no busco lo poético en mis novelas sino que me esfuerzo por escribirlas con el ritmo y el pálpito y el vértigo de la narrativa, que no es en si misma ni masculina ni femenina. De todas formas la poesía está en mis novelas, claro, pues reconozco que todo lo que he aprendido sobre literatura está en la poesía. La poesía es lo que queda cuando la literatura se quita la ropa.-A la protagonista le gustan los tríos. Dice que ella misma es un trío...-Sí, Remedios se aburre en el matrimonio, detesta en las relaciones amorosas el número dos y por eso convive con su marido maduro y su joven amante en el mismo piso. Esa relación es un triángulo en la que todos luchan por ser el centro, y eso llena la convivencia de encuentros y encontronazos. Sin embargo de pronto pasará algo entre ellos tres que modificará toda certeza anterior; algo que cambiará sus vidas y, quizá, la del lector...-Pese a la ajetreada vida sexual de la protagonista, en la novela se ha evitado el sexo explícito, ¿por alguna razón especial?-Existe también una sexualidad en la que prima la pasión sobre la acción, una sexualidad repleta de sensualidad que hace del hombre y la mujer una poderosa e irradiante conjunción. El sexo es un prodigio de la percepción.-También la guerra se cuenta «sin hacer sangre»...-Sí. Ciertamente el personaje protagonista de esta novela, en nuestra Guerra Civil, colaboró de forma activa del lado de la República y en París, durante la II Guerra Mundial, trabajó codo con codo con la Resistencia pero de todos modos ella no era una activista, sino que se sentía impelida a la acción por una especie de energía compasiva que llevaba dentro.-De pasada, la protagonista se encuentra con Anaïs Nin, que le cuenta su relación incestuosa con su padre...-Realmente nunca llegaron a conocerse Anaïs Nin y Remedios Varo, pero como son de las mujeres más fascinantes que nos ha dado el siglo XX yo he querido juntarlas en esta novela. Y ambas nos enseñan que el amor es un riesgo que siempre merece la pena correrse.-¿Cuál de los amantes de Remedios Varo es el que mejor le cae: Benjamín Péret, Esteban Francés, su marido Gerardo Lizárraga, Walter Gruen, Jean Nicolle...?-Si tengo que elegir, me quedo con la inteligencia alborotada, comprometida y estimulante de Benjamín Péret, un personaje al que tengo un especial cariño porque me recuerda mucho a otro príncipe de la imaginación luminosa sin el cual esta novela no existiría, mi admirado y querido Juan Carlos Mestre.-La novela, dada la vida de la protagonista, podría haber sido absolutamente truculenta, pero el escritor parece empeñado en buscar la belleza...-Es que la vida es así, cambiante, azarosa, contradictoria... Puede parecer truculenta en apariencia pero, si nos fijamos bien, la vida está llena de belleza. Por eso esta novela es una mirada renovada sobre el mundo. Por eso recomiendo especialmente la lectura de esta novela a quien no sepa volar."
Yo, La Bibliotecaria, tendré que hacerlo, para ser justa; pero la verdad, creo que no me apetece nada.
DIEGO, Estrella de. Remedios Varo, Madrid, Fundación Mapfre.Instituto de Cultura, 2007
VARO, Beatriz. Remedios Varo: en el centro del microcosmos. México/ Madrid/ Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 1990.
VALDÉS, Zoé. La cazadora de astros, Barcelona, Plaza y Janés, 2007.