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domingo, 22 de diciembre de 2013

De ruta con Abelius a: I Certame lliterariu Astúrica (Estorga/Astorga)

Mi artículo del mes de agosto para el fanzine Creatura de Illescas (Toledo):


Este mes de agosto se presenta en Astorga (León) el I Certame lliterariu Astúrica, un certamen de poesía y relato breve que pretende dignificar y difundir el Asturllionés. Para conocer un poco sobre este recital y la situación actual de la llingua contamos con Nicolás Bartolomé Pérez, presindente de la Asociación Cultural Faceira, que junto al Ayuntamiento de Astorga, promueven este certamen.

Para la gente que nos está leyendo y no lo tiene muy claro, ¿Qué es el asturllionés? 
Es una de las lenguas romances que se habla en la Península Ibérica y que recibe los nombres de asturiano, en el Principado de Asturias; leonés en Castilla y León; y mirandés, en la Tierra de Miranda, en el rincón noreste de Portugal. 

Puede haber quien opine que con la diversidad de lenguas se promueva el distanciamiento en lugar de la comunicación entre semejantes, que es el fin de estas, ¿Qué le dirías? 
La riqueza lingüística es un aspecto más de la diversidad cultural humana.  ¿Si hubiera una sola religión, una única ideología política o existiera solo una raza nuestro mundo sería mejor?, ¿estaríamos así más unidos lo seres humanos? Basta con mirar a las ideologías que desprecian la diversidad racial o a los extremistas religiosos que buscan la supremacía de su credo para comprender lo peligrosas que son esas ideas que supuestamente buscan la mejora de la Humanidad a base de reducir la diversidad humana en cualquiera de sus facetas. La comunicación y la diversidad cultural y lingüística son plenamente compatibles, de hecho el distanciamiento de los seres humanos tiene más que ver con cuestiones religiosas, económicas o políticas que con la circunstancia de que existan varias lenguas en un país o en un territorio concreto. 

¿Nos puedes decir o recomendar algún libro, escritor/a, disco o músico/a en esta lengua para acercarnos a ella? 
El escritor con más proyección externa del ámbito lingüístico asturleonés es Xuan Bello, la obra Paniceiros (Mondadori, 2004), traducida del asturiano es una auténtica maravilla. Un músico que me gusta mucho es el leonés Fran Allegre, su disco Nel briezu (2012) se basa en nanas tradicionales leonesas. 

¿Qué papel están tomando las autoridades competentes en la divulgación, estudio y dignificación de una lengua tan minoritaria? 
En Castilla y León el leonés es una lengua protegida por el Estatuto de Autonomía, pues su artículo 5.2 prescribe su protección y su regulación. Hasta ahora las autoridades autonómicas no lo han aplicado, ni parece que tengan mucha intención de hacerlo, a diferencia de lo que hacen con el gallego en esa comunidad, e incluso con el euskera en Burgos. Es una actitud discriminatoria que no tiene encaje en un Estado democrático. 

¿Qué actividades están llevando a cabo desde la asociación? 
Faceira es una asociación cultural dedicada a la defensa, promoción y conservación del patrimonio cultural, histórico y lingüístico de León, y nuestro trabajo se desarrolla mediante publicaciones, jornadas divulgativas de tono más académico sobre ciertos elementos de la cultura leonesa que nos interesan (la lengua, los concejos leoneses, la música…) y “filandones”, reuniones más festivas dedicadas a la música y a la tradición oral leonesas. Pero también desarrollamos una actividad reivindicativa en relación con el leonés, y ahora mismo, entre otros proyectos, y en colaboración con otras entidades estamos trabajando en un documental titulado “La voz del concejo” dedicado a poner en valor el peculiar sistema de autoorganización de los pueblos leoneses. 

¿Por qué este certamen ahora y por qué en Astorga? 
No abundan en León los concursos literarios en leonés, así que la organización del I Certame Lliterariu Astúrica quiere ser una contribución y un estímulo para quienes escriben en leonés. Por otro lado, Astorga fue siempre un lugar clave en muchas actividades relacionadas con la promoción de esta lengua, y es una ciudad cercana a las zonas donde todavía se habla leonés, así que parecía un lugar idóneo para esta iniciativa, que además cuenta con la colaboración de su ayuntamiento. 

¿Quién puede participar? 
Todas aquellas personas mayores de 18 años que tengan un mínimo nivel de conocimiento del leonés e inquietudes literarias. 

¿Qué expectativas tienen puestas en él? 
Esperamos que sea un éxito de participación y de calidad, y que su continuidad y la publicación de las obras ganadoras puedan contribuir a desarrollar una literatura de expresión leonesa. 

¿Dónde se pueden encontrar tanto las bases como el resto de información del Certamen? 
En la página web de la asociación: http://faceira.org

 

Emulando al gran Kebran, ¡Otra entrevista de Abelius!

martes, 17 de diciembre de 2013

De ruta con Abelius a: Las minas del Wolfram II (Casaio - Ourense)

Cerramos el año tal y como lo abrimos, con una ruta histórica sobre el wolfram y la guerrilla antifranquista en los límites de León y Galicia, pero esta vez en el lado gallego. Las minas de Valborraz y el Teixedal, en Casaio. Un amiguete e historiador, Alejandro Rodríguez, me acompañó.

 







Empezamos a 4 kilómetros del límite entre León y Ourense, en uno de los muchos puntos que las pizarreras están destrozando sin que ningún gobierno haga nada por evitarlo. Transforman el paisaje y juegan a ser Dios. Por causa de esto, un desprendimiento de pizarra arrasa parte un poblado y un reclamoturístico Nuestros nietos y nietas nos lo echarán en cara, el ser humano es estúpido por naturaleza. La ruta, de 16 kilómetros, nos da la bienvenida con una fuerte bajada hasta las minas de Valborraz, cuyo poblado fue levantado por los belgas en 1913 y usado por los alemanes entre 1937 y 1945 para extraer el wólfram, utilizando para ello 463 presos políticos que el dictador fascista, Francisco Franco, enviaba a la zona para atender las peticiones de Hitler. Como en la Peña do Seo, también andaban por ahí los aliados. El objetivo era que no lo tuvieran los alemanes, por eso lo tiraban ¡A la ría de Vigo! Os recomiendo el documental Lobos sucios, habla de todo aquello.











Una vez visto esto, nos dirigimos al teixedal de Casaio, pero antes debemos superar una fuerte subida, una parte llana y luego una bajada. En la parte más llana podemos disfrutar de unas vistas como las siguientes, donde se observa una orografía espectacular, merecedora de un descanso de cinco minutos mientras bebemos agua y tomamos algo de fruta.



En el teixedal (tejo en castellano/teixo en galego) podemos disfrutar de una de las maravillas de la naturaleza y más, en otoño. Arroyos, líquenes, misterio… Pues bien, aquí se encontraba la ciudad de la selva, donde la Federación de Guerrillas León-Galicia tenía su sede. Un lugar muy recóndito y de muy difícil localización que empezaron a habitar sobre 1937. Piensen como sería acceder hasta allí en aquellos años. Esta federación fue la primera organización de resistencia en la España Franquista y que, en parte por la intromisión del PCE (S.Carrillo y D.Ibárruri) a la cabeza, en parte por el marcaje de  la Guarda Civil dando varios golpes muy efectivos, acabaron con esta federación. La ciudad de la Selva cayó el 27 de julio de 1946. Como la anterior entrada sobre el wólfram, os recomiendo el libro War Zone (Ed. Eneida 2012).Desde aquí fuerte subida hasta los 1.836 m. de altitud, suave descenso y fin de trayecto. 
 


















Buena compañía, buena ruta. ¡Nos vemos en la siguiente!

viernes, 8 de noviembre de 2013

De ruta con Abelius a: Restos arqueológicos guerra del 36 (II)

Nuevo artículo para el Fanzine Creatura de Illescas (Toledo). En esta ocasión vamos a visitar en la provincia de León algunos de los restos arqueológicos del Frente del Norte de la Guerra de 1936. Dicen, que junto a la batalla del Ebro, fueron los dos puntos claves en los que el ejército republicano perdió la guerra. Nos acompañará un libro muy interesante, La Maginot Cantábrica (Ed. Desnivel). Vamos allá:

Entorno de las Ubiñas (Peña Cerreos): En esta ruta se encuentra mi pico favorito en la provincia de León, Peña Ubiña. Peña Cerredo está al lado, allí encontramos una casamata en perfecto estado de conservación. Todo el entorno estaba en manos del ejército que siguió fiel al Consejo Soberano de Asturias y León (llegó a emitir moneda propia) menos esta zona. En mayo de 1937 apoyados con la nazi Legión Condor se hacen con el control de todo el entorno. En junio el ejército republicano recupera la zona y construye una gran parte de estas fortificaciones. En septiembre, cae el Frente del Norte.
Punto de interés: 30T 260716E / 4766405N (Casamata)



Alto de Aralla (Cerro Pedroso): Salimos del puerto de Aralla, donde se encuentra la trinchera del Capitán Lozano. Su nieto, J.L.R Zapatero, años más tarde, sería el Presidente del Gobierno del Estado Español, el cual dejó en las cunetas a 130.000 personas que, como su abuelo, lucharon por un gobierno legítimo y en contra de una dictadura militar. Esta ruta es sencilla y con unas vistas espectaculares, tanto durante la ruta como en la cima de Cerro Pedroso. En ésta, tenemos dos trincheras. El 9 de septiembre, con el general Múgica a la cabeza, el ejército que dio el Golpe de Estado, pasó al ataque y se hizo con la zona.
Punto de interés: 30T 269521 E / 4752268 N (Trincheras)




Zona de Gordón (Fontañán): Partiendo de la localizad cercana a La Robla de Olleros de Alba, llegamos a la cima del Fontañán, donde nos podemos encontrar con galerías, trincheras y fortificaciones. Como el resto de los puntos de esta zona, sufrieron la ofensiva fascista el 9 de septiembre, pero no sería hasta la tarde del 11cuando caería en sus manos.
Punto de interés: 30T 280376 E / 4744990 N (Fortificación)




Puerto San Isidro (Fortín Alboleya): Partiendo del lago Isoba hacia el sur llegamos al Fortín más grande que ví, el fortín de Alboleya. La imagen lo ilustra perfectamente. En mayo una fuerte ofensiva del ejército republicano contra Puebla de Lillo. Pero el bombardeo fascista los hizo retroceder. El 1 de octubre una columna del ejército franquista toma el fortín.
Punto de interés: 30T 310875 E / 4768387 N (Fortín)
 


Puerto San Isidro (Cueto Castiltejón): Entre Puebla de Lillo y el puerto de San Isidro hay una antigua explotación de una mina de talco a la derecha, cogemos ese desvío. Ya andando pasamos por un puente y en las laderas encontramos diversas trincheras por la falda del cueto. A través de las trincheras y un sendero llegamos al búnker-galería. Estas posiciones fueron tomadas el 29 de septiembre gracias al apoyo de la aviación franquista.
Punto de interés: 30T 312067 E / 4766797 N  (Búnker-galería)
 

Espero que estas dos entregas de Restos arqueológicos de la guerra de 1936 os sean interesantes, tanto desde el punto de vista de la montaña y la aventura como el histórico.

¡Nos vemos en la siguiente!
http://abelaparicio.blogspot.com

martes, 28 de mayo de 2013

Fanzine Creatura: De ruta con Abelius, Comarca de la Sagra (Toledo)


En esta ocasión vamos a viajar por la comarca que tan bien me acoge, la Comarca de la Sagra, la nuestra. Cuatro rutas en bici, partiendo en todas ellas desde la capital de la comarca, Illescas. Norte, Sur, Este y Oeste, aquí las tenéis:

Una ruta de unos 27 kilómetros, interesante sobre todo por la visita al parque Arqueológico de Carranque. Me sorprendió su aproximación, ya que este año estamos teniendo suerte con las lluvias y el arroyo que va a dar a rio Guadarrama venía bien cargado. Disfrutar de una visita al Parque Arqueológico  y vuelta a Illescas entre urbanizaciones (esto es lo peor del recorrido) y grandes tierras con Olivos


Ruta de 42 km, en su primera parte bastante aburrida ya que trascurre por polígonos industriales, luego se anima en el tramo de Numancia de la Sagra hasta Yeles. De Yeles a Torrejón de Velasco podemos ver varias urbanizaciones en las que la ruta se hace cuesta arriba. De Torrejón de Velasco a Casarrubuelos es bastante llano. De aquí a Illescas se hace bastante rápido. Entramos a Illescas cruzando la vía por la zona del Instituto Condestable Álvaro de Luna. Destacar la cantidad de parcelas en las que se empezó a construir y ahora no hay nada. Esto es un ¡Zas en toda la boca! Nos pasa por listos, ¿Nadie lo veía? ¿En serio?

Esta ruta es de unos 41 kilómetros y trascurre por el Este de Illescas, cruzando varias veces la vía del AVE Madrid – Sevilla, grandes tierras de Olivos, bajadas, como la de Borox y subidas como las de Seseña, en la que podemos disfrutar de su castillo, aunque sea propiedad privada. Antes de llegar a Seseña se atraviesa un coto privado de caza, en el que hay una laguna. Pasado Seseña subimos a un alto, desde el que podemos divisar casi la totalidad de la comarca. Fuerte bajada a Yeles y regreso a casa.


Ruta de unos 58 km. Los primeros 10 los vi lloviendo, hasta llegar a Borox. De Borox a Añover de Tajo pasas por un coto de caza en el que vi muchos conejos y ¡Un jabalí! Por suerte no tenía crías y se asustó más que yo, si llega tener crías, la cosa hubiera cambiado. De aquí paralelo por el rio Tajo hasta Añover, con una fuerte subida, luego Alameda de la Sagra y tras cruzar un la línea del AVE enfilamos dirección Illescas. Aquí lavé bien la bici ya que con lo húmedo que estaba el terreno, había mucho barro, al igual que en mi ropa y en mi cara.  Todas estas rutas las hice solo, ya que aunque hay afición a este deporte en la comarca, no los conozco. Aún así, disfruté como un niño. Es una buena forma de conocer esta comarca, sus caminos, sus ríos, arroyos, olivos, pueblos, etc. El turismo de coche no está mal, pero así conoces cosas diferentes.

Buenas rutas y… ¿Nos vemos en la siguiente?

Este artículo aparece en el fanzine Creatura (Illescas - Toledo)

lunes, 12 de marzo de 2012

De ruta con Abelius a: Ourense (Territorio Suave)


Creo que con 13 años empecé a escuchar a Los Suaves, la cinta doble del álbum “¿Hay alguien ahí?” en un radiocasete, que mientras trabajaba con mi padre, me acompañó muchas horas. Este mes junto a Alicia, Juan y Ana conocí la vecina provincia Gallega.

Llegamos el viernes por la noche después de un viaje con la compañía de lluvia y niebla mientras pasábamos por O Barco, A Rua, Monforte de Lemos y por la Ribeira Sacra. Al llegar a Ourense posamos las cosas y nos fuimos a cenar, a recorrer parte del casco viejo y a tomar algo.

Al día siguiente conocí el centro de Ourense. Lo que más me sorprendió fueron unas termas en el centro, en pleno Invierno gente dándose un baño, aunque sobre esto hablaré más adelante. La Catedral, la plaza del ayuntamiento, el puente romano sobre el rio Miño (dicen en León que el Sil lleva el agua y el Miño la fama) y la Praza os Suaves, donde me hice varias fotos en las placas que hay en la plaza, donde se puede leer “POEMAS DO AMOR, DO DESENCANTO E DA VIDA, QUE DENDE OURENSE COMPUXERON ROCK PARA TODO O MUNDO”. Despues de esto a comer entre otras cosas, un rico caldo gallego.


Ya por la tarde fuimos a las termas, situadas a la orilla del rio Miño. Nosotros elegimos las de Outariz. Bañarse el 10 de Diciembre al lado del Miño mientras se pone el Sol es algo realmente peculiar. Un gran atractivo turístico para la zona. Destacar que gran parte de estas termas son totalmente gratuitas. La vuelta al hotel fue caminando, un buen paseo de unos 6 km.

Por la noche fuimos a tomar unos vinos – Mencias, ya que estábamos en la tierra de ese vino - por una ciudad desierta. La verdad es que el Real Madrid y el F.C. Barcelona se podían enfrentar todos los fines de semana, así no habría tanto agobio en los bares. Vinos y pinchos gallegos, una buena mezcla.
Una vez acabado el partido del circo, perdón, del siglo o como lo quieran llamar - Los romanos y Franco entre otros sembraron buena semilla y nosotros estamos mejorando el producto, que patético- la ciudad se llenó de gente y nosotros fuimos al FAR, bar de Los Suaves, donde pedí la canción Palabras para Julia – letra de un poema de Goytisolo- y una cerveza.

El domingo fuimos a Allariz, un pueblo interesante, con parte de muralla mandada construir por el rey leonés Alfonso VI, edificios antiguos y un rio, el Arnoia, con varios molinos. En uno de ellos comimos, empanada de Zorza y cordeiro o forno, ¡Que maravilla!


Y eso fue todo, una vez más, muy buena compañía, buena ciudad, buena comida, buenos vinos…

¡Nos vemos en la siguiente!




http://creaturafanzinedigital.blogspot.com

sábado, 14 de enero de 2012

De ruta con Abelius a: Sierra de Francia (Salamanca - Región leonesa)


Las cosas hay que contarlas desde el principio. Jesús Palmero me presentó a José Luis Puerto y este a su vez, me presentó la tierra donde nació. La Alberca y toda la sierra de Francia, un lugar desconocido por mí hasta el pasado mes de Septiembre y uno de los grandes tesoros de la Región leonesa (Hasta que no se demuestre lo contrario, sigue vigente la división territorial de Javier de Burgos - 1833).

En esta ocasión, como en tantas otras, me acompaño Silvia, mi hermana y la mejor senderista que conozco. Estuvimos cuatro días. El primero llegamos a La Alberca a la hora de comer, bocadillo en la plaza Mayor y a recorrer el Camino de las raíces. Una ruta que nace y muere en la Alberca recorriendo alguno de los lugares más emblemáticos de sus alrededores, como la ermita de Las majadas, La laguna y la ermita de San Marcos. Por la noche fuimos al bar El candil, donde nos encontramos con el hermano de José Luis Puerto y con su madre, una enciclopedia, que maravilla. Nos dio miles de datos y nos contó el modo de vida de los albercanos, ahora y antes. Me gustó escucharle palabras como pechar, la puente, la nogal, probe o asín, restos que sin duda, confirman la existencia de la lengua leonesa en estos lares.









Al día siguiente fuimos a la Peña de Francia, posiblemente el lugar más emblemático de la comarca. En lo alto de la peña, apareció una virgen, supongo que al estilo de todas las vírgenes que aparecieron en diferentes lugares, dentro de un árbol como La Encina en Ponferrada y El Rocio en Huelva (recomiendo el documental Rocio, de Fernando Ruiz Vergara), a pastores como en Fátima o en una gruta como la de Lourdes y Covadonga. Lástima que esas vírgenes ya no se aparezcan, me gustaría conocerlas. Esta peña cuenta con 1.724 metros de altitud y desde ella se divisan pueblos y ciudades como Bejar y Salamanca, aparte de unas vistas impagables sobre Extremadura y las montañas cercanas.








Esa tarde fuimos a pasarla a Ciudad Rodrigo, ciudad muy cercana a Portugal y cuyos edificios y calles guardan un gran parecido con la capital charra. Merece la pena darse un paseo al atardecer por su muralla. En todas las televisiones de los bares había corridas de toros, la gente hablaba de corridas de toros. Ni entiendo ni comparto esto, no sé cómo alguien puede disfrutar viendo como matan a un animal, que lamentable.

El martes hicimos sin duda la ruta más complicada y con mejores paisajes. Unos 8 kilómetros separan La Alberca del monasterio de Las Batuecas, una bajada muy seria que luego hay que subir, pero como dije, es lo que nos gusta a mi hermana y a mí, superar esos retos. El monasterio se encuentra en un marco incomparable, junto al rio Batuecas y a unas pinturas rupestres, como por ejemplo, en el canchal de las Cabras Pintás. Una vez visto esto, subida hasta La Alberca y a descansar. Por la tarde fuimos de nuevo al Candil y la madre de José Luis nos regaló unas ricas manzanas. Cena y a tomar una infusión en la tetería Singular, donde fuimos muy bien atendidos.

El último día de nuestra estancia por aquellos lares, Camino del agua, ruta de senderismo que discurre entre las localidades de Mogarraz y Monforte de la Sierra. Una ruta muy fácil y muy digna de ver. En esta ruta, al igual que en la de Las raíces, nos encontramos con diferentes obras de arte contemporáneo. Yo no sé si es por falta de inteligencia o por falta de imaginación, pero no entiendo esta forma de arte.








A la vuelta, una vez finalizada la ruta compramos jamón y lomo, que buena compra hice. Ya en La Alberca, un plato típico, patatas meneas y una rica chuleta. Descanso en la plaza del pueblo y despedida

Buena ruta, buena compañía. ¡Nos vemos en la siguiente!

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miércoles, 11 de enero de 2012

De ruta con Abelius a: Gasteiz y Gorbeia (Araba - Euskadi)

Hay gente que no cree en la envidia sana, yo sí. En Vitoria la sentí. Carriles bici en toda la ciudad, jardines, muchos jardines, una ciudad muy limpia, un buen ambiente, un gran respeto por una de sus lenguas, el euskera y un montón de cosas que voy a contar.

Mi novia y yo decidimos ir a pasar el puente de todos los santos a Alava, teníamos dos objetivos, conocer bien la ciudad de Vitoria y subir el Gorbea, el segundo monte más alto de Euskadi. Llegamos el viernes por la noche y ya teníamos esperando a un buen anfitrión, Iñaki, un amigo de Astorga. Nos acompañó al hotel y de allí a la plaza de la Virgen Blanca, donde tomamos cañas y pintxos, mención especial a la tortilla de patata del bar Deportivo Alavés. Un pequeño recorrido por el centro de la ciudad, de origen medieval cuyas calles tienen nombres de profesiones, como cuchillería, herrería, pintorería, etc. Después de una mini visita turística, ¡copazo! y a la cama.












Al día siguiente v
isita por la ciudad, por la plaza mayor, por la catedral en la que se inspiró Kent Follet a la hora de escribir “Un mundo sin fin”, por la plaza de los fueros… Personalmente me llevé muy buena impresión. Llegó la hora de comer y en Euskadi eso es como una religión, que pasada. Alubias tolosanas y chuletón es algo muy recomendable.

Algo que quiero comentar es la inteligencia de los vascos a la hora de establecer su capital administrativa. Lo fácil hubiera sido ponerla en Bilbao, pero decidieron ponerla en Vitoria, la provincia que más tiempo estuvo unida a Castilla. Pues por el Parlamento Vasco y por Ajuria Enea pasé con Iñaki y sus amigos cuando fuimos a ver el partido entre el Alavés y el Sestao. Me gustó recordar aquella final de la UEFA frente al Liverpool. Finalizado el partido (empate a 1) al hotel a descansar un rato y a cenar. Para hacer la digestión tomamos otro copazo y a la cama, que al día siguiente nos esperaba el Gorbeia.









Una niebla densa cubría Vitoria pero a medida que íbamos subiendo dirección Zarate iba desapareciendo. Al llegar a este pueblo, no había ni una gota. Empezamos a caminar y había gente que ya estaba bajando. Creo que ya son
varias veces las que digo que el pueblo vasco es el pueblo con mayor cultura de montaña que conozco. El inicio es un poco durillo, con una pequeña pendiente, poco a poco empezamos a divisar Vitoria cubierta por la niebla, una estampa espectacular. Subidas, llanos, árboles y un paisaje digno de ver, acompañado por la magia del otoño. Y poco a poco, conseguimos llegar a la cima. Unas vistas increíbles, divisando Bilbao con su ría y su desembocadura, Vitoria, varios pueblos, dos pantanos, mucha montaña, mucha vida. Una vez hechas las fotos de rigor, sacamos un rico bocata y disfrutamos como niños. Debo decir que Alicia, mi novia, es una gran montañera, nunca deja de sorprenderme. Descenso y de vuelta a Vitoria. Ducha y a descansar.

Al día siguiente me compré un libro de poesía en edición bilingüe, “Siete poetas vascos”. Este es otro punto por el que envidio Euskadi, porque saben apreciar su lengua, difundirla y promoverla, igual que con el leonés vamos, que pena.









Lo dicho, un gran fin de semana, buena ciudad, buena montaña, un buen anfitrión y la compañía de mi novia, ¿Se puede pedir algo más? Nos vemos en la siguiente

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jueves, 22 de septiembre de 2011

De ruta con Abelius a: Babia (Región leonesa)

Nueva entrada en el fanzine Creatura de Illescas, esa "segunda patria" toledana:

Ahí es donde estoy yo la mitad del tiempo, o eso siempre decían mis profesores y mis padres. Como allí estaba tan agusto, pues dije, vamos allá y, me plante en Babia, una preciosa comarca leonesa junto a 9 amigos y amigas.









Lo de estar en Babia tiene su origen en el Reino de León, ya que es el lugar donde pasaban las vacaciones los reyes y, cuando estaban allí, no se enteraban de lo que pasaba en la corte.
Babia es una comarca leonesa, con unos paisajes impresionantes, famosa por la trashumancia, ya que es donde pasaban los rebaños el verano, antes de partir a Extremadura cuando llegaba el Otoño. Estos viajes se están perdiendo, aunque esperemos que no lleguen a desaparecer.
En esta ocasión escogimos el pico Montigüeiro (2.197 metros), no Montihuero como se empeñan en decir, eso me confirmo una mujer de La Riera de Babia, pueblo del que parte la ruta. Esto es un ejemplo más de la fuerte castellanización que está sufriendo la zona, alguna palabra más en leones me dijo la mujer, como fierro, furaco, ugüecha, etc. Espero que las instituciones respeten la forma tradicional en la toponimia, no creo que sea algo muy difícil.




La ruta empieza muy suave, con una aproximación hacia el pico muy digna de conocer, a través de diversas majadas para las ovejas, aunque ahora estos pastos estén ocupados por vacas y caballos.
Una vez finalizada la aproximación y ya metidos en faena, nos encontramos con una fuerte subida por una ladera que nos avisó de lo que venía después. Una vez superada esa subida, ya empezamos a subir por roca, no se me asusten con esto, en ningún momento hay que escalar, como mucho agarrarse con las manos a las rocas, pero nada serio. Pasado este escollo, breve descanso para superar lo que fue lo más difícil, pasar por unas piedras algo verticales, pero como dije, nada importante. Superado esto, sólo quedaba subir y subir, hasta que por fin, se puede divisar el pico, el eje geodésico y la cruz que lo acompaña, breva bajada para subir otra vez y Voila… Montigüeiro.










Desde aquí se pueden observar unos paisajes realmente alucinantes, con la señora de las montañas, Doña Ubiña al fondo, Laciana a un lado, Omaña y Luna al otro, toda la comarca de Babia, algo espectacular. Fotos de rigor y descendimos un poco para comer un bocadillo, que con el esfuerzo que habíamos hecho y las vistas que teníamos, nos supo muy rico.

El descenso lo hicimos por otro camino, ya que la ruta es circular. Pasamos al lado de vacas y caballos que estaban cerca de los arroyos, ¡No saben nada!
Al llegar al pueblo, nos refrescamos en la fuente, que si no recuerdo mal se construyó en el año 1940 y directos al pueblo de Cabrillanes a tomar una rica cerveza.

Una comarca que recomiendo a todo el mundo, que aunque no se suba a ninguno de sus picos, merece y mucho la pena.
Buena ruta, buena compañía. ¡Nos vemos en la siguiente!


jueves, 11 de agosto de 2011

De ruta con Abelius a: Rumanía

Viajar para aprender, esta es la idea con la que me quedé después de pasar una semana en România. La imagen que quizás tenía de ese país es lo más distante a la realidad de lo que me encontré. Sólo un detalle, a los autobuses se entraba por la puerta de atrás y todo el mundo pagaba el billete, aquí no pagaría ni el Tato.

En esta ocasión disfruté de la compañía de mi novia, de Inma y de Marta. La primera ciudad que visitamos fue Bucureşti. Destacar el descomunal palacio del parlamento, mandado construir por Nicolae Ceauşescu – del que no ví ni un resto en todo el páis, igual que en España con los restos franquistas vamos, eso sin contar los 113.000 cadáveres que quedan en las cunetas- y los edificios situados por ese barrio, queriendo dar un aspecto de ciudad imperial o algo similar. Pero sobre todo vi perros, muchos perros, creo que no vi tanto junto en mi vida.
La segunda fue Constanţa, que por problemas de logística, casi no pudimos disfrutar. Autobús y a Tulcea, ciudad situada en el Delta del Danubio, que después de 2.888 km desemboca en el Mar Negro. Barco turístico y a recorrer el Delta, declarado Patrimonio de la Humanidad por la diversidad de plantas y animales.









El tercer día vimos Ploieşti. Ciudad principalmente industrial y con un centro que merece la pena visitar. Aquí comimos comida típica rumana, es decir, carne de cerdo, queso y patatas. Nada más acabar de comer, taxi – es la forma más recomendable de recorrer el país, son muy baratos – y a Sinaia, cuyo castillo es Patrimonio de la Humanidad. Visita y al campamento base, es decir, Braşov. Una ciudad con un encanto especial y la quinta en importancia de páis. Me sorprendió ver maceteros con lúpulo en su plaza mayor para promocionar este cultivo, a ver si aprendemos los leones a hacer cosas de estas, que falta nos hace.

Al día siguiente Brant, a ver el “Castillo de Vlad Dracul”. No fue este su castillo, ni era un vampiro, pero el señor Bram Stoker lo hizo muy bien y esta ciudad es conocida en todo el mundo. De vuelta a Braşov paramos a ver la ciudadela de Râşnov, desde la que tenemos una vista de los Cárpatos espectacular. Ya en el campamento base, a disfrutar de unas buenas Ursus, que gran cerveza madre mía. Cenamos en un italiano – România está plagado de restaurantes italianos – y a dormir.













El viernes – día de mi cumpleaños, 31 me cayeron - visitamos Sighişoara, ciudad en la que nació Vlad Dracul. La verdad, me esperaba más de esta ciudad. El pueblo siguiente fue Biertan, cuyo monasterio fue declarado Patrimonio de la Humanidad. Siguiente destino Sibiu. Gran ciudad, con unas buhardillas en forma de ojo muy curiosas, catedral, plazas muy bonitas… A media tarde vuelta a Braşov, en un viaje en taxi que es lo más parecido a un rally que viví en mi vida. Cena en un restaurante de comida rumana, muy elegante, con una comida abundante y de calidad y no pagamos más de 12 € (50 Lei, moneda rumana) por persona.











El último día subimos al teleférico de Braşov, comida en un italiano y al aeropuerto, previo paso por Sinia, ciudad que nos quedaba de camino y merecía la pena ver por segunda vez.

En definitiva, un páis espectacular, con grandes ciudades, mar, montaña, monasterios, gente muy educada y amable, eso sí, siempre dejaban claro que lo típico de România no eran los gitanos, es más, me pareció ver cierto rechazo hacía esta etnia. Lo dicho, no hay como viajar para conocer y ver, que quizás las ideas preconcebidas, distan mucho de la realidad.

http://issuu.com/fanzinecreatura

Un saludo y nos vemos en la siguiente.

miércoles, 30 de marzo de 2011

De ruta con Abelius a: Valdemanco (La Cabrera - Madrid)


Madrid tiene muchas cosas, entre las cuales destacan un gran número de rutas y senderos. La Sierra de la Cabrera es un buen ejemplo, concretamente la ruta que vamos a describir, con inicio y fin en Valdemanco.
Esta ruta tiene su encanto tanto en invierno con todo nevado - como bien pudieron comprobar Begoña y Alberto, compañeros del primer viaje – o en primavera u otoño, en verano hace demasiado calor.










La ruta es sencilla y con buenas vistas. A Valdemanco podemos llegar en coche por la A-I o en un bonito autobús verde que sale de la madrileña Plaza de Castilla. Una vez que estamos en el pueblo partimos de la plaza y giramos por una calle a la derecha, pasamos por delante de un campo de fútbol y de un merendero. Al llegar al cementerio giramos a la izquierda y seguimos las marcas PR con colores blanco y amarillo. Subiendo empezamos a divisar La Cabrera, pueblo típico de la sierra madrileña. En este punto observamos el Cancho Gordo (1.563), el Cancho de la Cruz (1.561 m), las Ventanas, Peña del Águila y las Agujas. Nosotros seguimos las marcas PR. Al llegar a la base del Pico de la Miel, nos dirigimos a coronar su cima, desde donde obtendremos unas vistas preciosas, tanto de la ciudad de Madrid, cómo de la Sierra y sus pueblos, cómo del punto más alto de la Comunidad de Madrid, esto es Peñalara, con 2.428 metros. Aquí la naturaleza quiso jugar con las rocas y dejo unas figuras muy curiosas, cómo la cara que se puede observar en la foto.









Una vez que hayamos disfrutado de las vistas y tomado un pe-queño descanso, comenzamos un fuerte descenso hasta llegar a una pista de hormigón, donde encontraremos monolitos simbo-lizando el Via Crucis hasta la puerta del convento de San Julian y San Antonio. Este convento, según la tradición fue promovido en el siglo XI por el rey leonés Alfonso VI, en su campaña de conquistar Toledo.

Una vez en la puerta del convento, cogemos un camino que sale a nuestra izquierda. Este se bifurca, cogemos el que asciende ligeramente, es decir, el de nuestra derecha. Seguimos caminando y llegamos al cementerio del pueblo, donde ya nos suena el camino, pasamos por el área de recreo que tiene un abrevadero y grandes mesas de granito.









Cómo era la hora de comer, me dirigí al techado de la iglesia, donde me cobijé del sol, descansé y disfrute de un gran bocadi-llo que llevaba en la mochila.

Antes de coger el autobús, di un paseo por el pueblo, donde se puede contemplar un monumento dedicado a los que trabaja-ron el granito.

Una buena ruta y, en este caso como fui solo, no diré lo de bue-na compañía, aunque mejor solo… ¡Nos vemos en la siguiente!

domingo, 13 de marzo de 2011

De senderismo con Abelius a: Los pilones (Valle del Jerte - Cáceres)


Esta vez, con un poco de retraso, llega la ruta del Fanzine Creatura correspondiente al mes de Febrero:

Un buen lugar para pasar un fin de semana del mes de Marzo es Extremadura, en concreto el valle del Jerte, en la provincia de Cáceres. Entre el
segundo y el tercer fin de semana, siempre dependiendo de tiempo de los días anteriores, se puede disfrutar de un regalo que nos brinda la naturaleza, el cerezo en flor.








En esta ocasión el viaje lo realicé con mi novia. El campamento base lo teníamos en una casa rural, en El Torno. Durante el primer día conocimos la zona, los pueblos de Jerte, Caucos de Yuste, Tornavacas y la ciudad de Plasencia. El segundo día bajamos a Mérida, ciudad donde comienza la Ruta de la Plata, la cual unía esta ciudad con Astorga, en León. El tercer día hicimos la ruta de Los pilones, dentro de la reserva natural “Garganta de los infiernos”, concretamente entre los pueblos de Jerte y Cabezuela del Valle.









Esta es una ruta sencilla, de unos 7 kilómetros ida y vuelta. La ruta comienza en el centro de interpretación del la reserva natural, donde nos darán toda la información posible sobre la zona. Una vez informados comenzamos subiendo una pequeña cuesta, escoltados por castaños y robles. Superado este pequeño repecho, nos encontraremos varios indicadores de la ruta, caracterizados por la bandera de Extremadura que lucen. Tras un pequeño sube y baja, el sendero pasa a ser llano. Un poco más adelante podemos observar el Chorreo de la Virgen. Una vez que hemos disfrutado de estas vistas, continuamos con nuestro camino, ahora por una pista con el suelo de piedra. Aquí encontramos un cartel que nos indica “Ruta de los pilones”.

En este punto empezamos a disfrutar de las formas que la erosión del agua ha realizado sobre el granito, dando lugar a numerosas pozas. Una vez llegados al llamado Gran pilón, nos sentamos a la sombra a disfrutar de un rico bocata, a refrescarnos los pies y a echarnos una pequeña siest
a. Como la ruta no es circular, volvemos sobre nuestros pasos al lugar de origen. 







Al día siguiente, antes de regresar a Illescas, nos detuvimos unas tres horas en el Parque Nacional de Monfragüe, donde pudimos observar, como bien nos informa Extremoduro, un gran número de buitres negros, entre otras muchas aves.


Una vez comido el bocata en una de las casetas de observación, emprendimos el camino a casa, con la sensación de que esta tierra, Extremadura, es una zona que merece mucho la pena visitar, como bien hacían los pastores llegados de la montaña leonesa, recorriendo más de media España con la trashumancia.

Buena ruta y buena compañía, nos vemos en la siguiente.