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viernes, 26 de noviembre de 2021

La histEria interminable: llueve sobre mojado

1) Los ríos se desbordan y ocupan las zonas de dominio fluvial, algo que lleva ocurriendo desde hace millones de años. Las crecidas son un fenómeno natural que ayuda a mantener el equilibrio ecológico y fertiliza las riberas de los ríos. El río no es sólo el cauce por el que discurre el agua en condiciones "normales", sino una zona mucho más ampia que incluye las zonas inundables.


2) Las confederaciones hidrográficas publican mapas de riesgo donde se señalan claramente aquellas zonas susceptibles de inundarse y donde no se puede edificar.


3) Los ayuntamientos se pasan esos mapas por el arco del triunfo, permiten edificar de todas formas. Incluso la propia administración construye hospitales y colegios en zonas de inundación. No pasa nada, no hay responsabilidades.


4) Tras varios días de lluvias intensas, los ríos se desbordan y el agua ocupa las zonas señaladas en los mapas de riesgo. Las inundaciones llenan la primera plana de los periódicos, los daños se tasan en millones de euros y desgraciadamente en muchas ocasiones se producen daños personales.

5) La población afectada pide explicaciones a la administración y critica a la confederación hidrográfica por no "limpiar" ni "dejar limpiar el río. Esa "limpieza" no consiste en eliminar las toneladas de basura que todos los años se tiran al río, es otro tipo de limpieza. 


6) La administración calla y otorga, encarga a varias empresas el dragado del cauce y la eliminación de árboles de las riberas y troncos caídos. De esta forma se cambia la morfología del río, se rompe su equilibrio hidromorfológico, se eliminan los sedimentos, una parte clave del ecosistema fluvial, se elimina la vegetación ribereña, que entre otras cosas regula la corriente y sostiene la estructura del río, se elimina madera muerta, que es clave en el ciclo de la materia y la energía y se matan millones de seres vivos. 


La "limpieza" destroza el río y paradójicamente incrementa exponencialmente el riesgo de futuras inundaciones. Además, esas actuaciones se hacen por el procedimiento de urgencia, sin estudios de impacto ambiental y sin trámite de información pública.

7) La gente se olvida durante unos meses, la administración respira, varios millones de euros se han ido por el desagüe con la riada, junto a miles de árboles y toneladas de sedimentos, que habrían fertilizado las vegas de los ríos tras los episodios de inundación.

8) Pasan unos meses y vuelve a llover con intensidad. Los ríos se vuelven a desbordar. La frecuencia de esos episodios aumenta debido a los efectos del cambio climático. 


9) La gente que vive en las riberas del río y a las que los ayuntamientos les dio permiso para edificar en zonas anegadizas protesta porque sus casas se han inundado. Los propios ayuntamientos también culpan a la Confederación hidrógráfica, a pesar de no hacer caso de sus informes. Tanto la gente como los ayuntamientos ya conocen al culpable: la falta de "limpieza" del río.

10) La administración calla y otorga, se vuelve a gastar millones de euros de dinero público en dragar los cauces, en encauzarlos y hacer escolleras, en eliminar árboles de ribera y madera muerta.

11) Los cauces empeoran por las "limpiezas anteriores", el agua cada vez baja con más fuerza, no hay árboles de ribera que sujeten los taludes, ni obstáculos que reduzcan su velocidad. (Os recomiendo leer este artículo del Dr. Alfredo Ollero, profesor de Geografía física y científico fluvial)

12) Vuelve a llover con fuerza, y los ríos se vuelven a desbordar, esta vez provocan más daños porque los cauces cada vez están peor tras las recurrentes "limpiezas", aún así se siguen haciendo porque "hay que hacer algo".

13) Con un poco de suerte, después de una campaña de dragado y limpieza habrá elecciones. La administración alardeará de sus actuaciones de limpieza y encauzamiento y del dinero invertido para sacar tajada electoral. La oposición en ese momento también intenta sacar tajada electoral y exige más limpiezas. No se quiere solucionar el problema, solo dejar pasar el tiempo. De paso, quién sabe si parte de ese dinero público despilfarrado en limpieza irá a parar a alguna empresa "amiga". 

14) y vuelta a empezar

(Ni políticos, ni gestores, ni alcaldes asumen la más mínima responsabilidad por ignorar los avisos recurrentes, por ignorar lo que dice la ciencia, por arriesgar vidas humanas, por destrozar el medio ambiente y por despilfarrar millones de euros de dinero público en actuaciones inútiles y contraproducentes)

martes, 13 de diciembre de 2016

Listas para el desove

A finales de noviembre las truchas (Salmo trutta) se desplazaron a las zonas poco profundas del río para reproducirse. Los machos acotarán las zonas más propicias, normalmente poco profundas y con el fondo cubierto de grava y allí esperarán pacientemente la llegada de las hembras, que una vez que hayan madurado se acercarán a ellos listas para desovar.


Un enorme macho de más de 40 cm de longitud, más pálido que el resto y con una mandíbula inferior retorcida que lo hace inconfundible, regenta una de estas zonas. Es el más fuerte de este tramo del río y mantiene a raya al resto de machos que se acercan. El agua es tan somera que muchas veces asoma su lomo por la superficie.

lunes, 21 de julio de 2014

Las hadas del río


Durante los cálidos días de verano, unos pequeños animales de color azul intenso aparecen y desaparecen entre los claroscuros del bosque de ribera. Son los caballitos del diablo de la especie Calopteryx virgo. Tienen un vuelo pausado y tranquilo, muy distinto al de sus parientes las libélulas, y entre vuelo y vuelo se posan en las ramas de los árboles y que caen directamente sobre el arroyo. Su color es de un azul intenso como el de algunas aves tropicales y se exhiben para llamar la atención de las hembras, que con unas tonalidades pardas son mucho más discretas que ellos.

A pesar de su aspecto delicado, se trata de animales muy territoriales, que defienden intensamente su pequeña parcela de río ante la presencia de los machos rivales. Una buena zona es la mejor garantía para poder reproducirse con éxito. Por una parte, la combinación de luces y sombras resalta aún más el colorido de sus alas, y por otra parte, los pequeños remansos ofrecen un buen lugar para la puesta de las hembras.


Si nos acercamos un poco mas, podremos ver bajo sus ojos azul oscuro, las mandíbulas con las que comen a sus presas, normalmente pequeños mosquitos y otros insectos, y casi como una prolongación de la cabeza, el primer par de patas, provisto de pequeñas púas que le ayudarán a sujetar a sus víctimas firmemente cuando las capturan en vuelo.


Las hembras elegirán al macho más atractivo y que tenga el mejor territorio para que sea el padre de sus hijos. Una vez fecundada, y bajo la atenta mirada del macho, se sumergirá en las tranquilas aguas del remanso del río para ir depositando pequeños huevecillos en el interior de los tallos de la vegetación acuática. Allí se desarrollarán hasta su nacimiento, cuando emergerá una larva acuática que pasará aún muchos meses bajo el agua antes de que, una vez que haya alcanzado el tamaño necesario, salga del agua para metamorfosearse en un adulto tan llamativo como sus padres.

NOTA: haced click en las fotos para verlas a mayor tamaño

miércoles, 18 de diciembre de 2013

La dura vida del macho dominante


Ha empezado la temporada de reproducción de las truchas comunes (Salmo trutta) en los ríos del Cantábrico y antes de que las hembras estén listas para la puesta, los grandes machos han acotado los mejores tramos del río, aquellos que normalmente se sitúan aguas abajo de algún pozo, en tabladas poco profundas con fondos de grava.


A pesar de lo que pueda parecer, los machos dominantes no lo tienen nada fácil y defender su territorio de los machos rivales, y de los pequeños machos precoces que aprovecharán cualquier despiste para fecundar unos cuantos huevos, es una tarea muy dura. Durante estos días, las luchas y las persecuciones son continuas, y no se pueden permitir ni un momento de relax. Cualquier síntoma de flaqueza será aprovechado por los otros machos para desplazarlo y ocupar su lugar.


Por fin todo este esfuerzo ha tenido su recompensa, y una hembra madura acude al territorio del macho. Una vez inspeccionado el lugar, y si lo encuentra de su agrado, comenzará a cavar un hoyo en la grava mediante potentes golpes de su cola y allí será donde deposite los huevos. El macho no se separará de ella en ningún momento, de esta forma intentará minimizar el riesgo de que otros machos se apareen con ella. Este comportamiento se conoce en etología como "mate guarding" y no sólo se produce en las truchas, sino también en muchas otras especies de animales, desde insectos a mamíferos.

Desde que llega la hembra hasta que se produce la puesta pueden pasar varias horas e incluso días. Solo cuando la hembra esté lista y la pareja haya sincronizado sus movimientos, se producirá la liberación simultánea de los huevos y el esperma. Esta sincronización es muy importante, ya que al tratarse de animales de fecundación externa, si se produjera un desajuste en la liberación de los gametos la tasa de fecundación descendería drásticamente. Para estimular a la hembra y prepararse para el momento crucial de la reproducción, el macho hace vibrar su cuerpo frecuentemente junto al de la hembra.


Cada vez que parece que el desove se va a producir y los dos miembros de la pareja están pegados el uno al otro, varios machos acuden para aprovechar el momento e intentar fecundar unos pocos huevos. No solo los otros grandes machos de las proximidades, sino también pequeños machos de poco más de 10 cm que aun no son capaces de delimitar sus propios territorios y que maduran precozmente para aprovechar esta oportunidad. A estos peces se les conoce por varios nombres, entre ellos xirones o vironeros.

No hace falta decir que las irrupciones de estos pequeños piratas no son bien vistas por ninguno de los dos miembros de la pareja. La hembra que ha elegido al mejor macho no quiere que sus huevos sean fecundados por machos de peor calidad, y el macho dominante tampoco quiere que todo su esfuerzo sea en vano y que no sea él el que fecunde los huevos. Por eso, tanto la hembra como el macho, que es mucho más beligerante, los atacarán y echarán nada más que los vean.


Pero ser un pirata tiene sus riesgos, y aunque la mayoría de las veces los pequeños vironeros escapan de las embestidas del dueño del territorio, a muchos de ellos su osadía les cuesta la vida y acaban muriendo entre las mandíbulas del viejo macho.


Todas estas escaramuzas pueden durar varias semanas, en las que las persecuciones y las luchas serán casi continuas. En todo este tiempo, el macho apenas se alimentará y perderá una gran cantidad de las reservas acumuladas en los meses anteriores. Las heridas producidas durante las luchas se acabarán infectando y cubriéndose de hongos, lo que en ocasiones les acarreará la muerte si están demasiado débiles. En otros casos, cuando pase la época de reproducción y el macho se empiece a alimentar, se puede recuperar completamente pudiendo comenzar el ciclo de nuevo al año siguiente.

jueves, 12 de diciembre de 2013

Dragando el Narcea en plena época de freza del salmón

Maquinaria pesada dragando el Narcea. Foto: Carlos del Valle

A mediados de diciembre, los salmones (Salmo salar) y las truchas (Salmo trutta) llegan a las zonas de puesta para realizar el desove. Se trata de la fase más importante en la vida de muchos ellos, ya que una gran parte de estos salmones solo dispondrán de una oportunidad para reproducirse y luego morirán. Durante toda su vida, desde que nacieron hace unos años en el mismo río en el que se encuentran ahora, han esperado este momento. Han tenido que superar muchas pruebas antes de llegar: han escapado de los depredadores naturales, tanto en el río como en la mar, y en su viaje de retorno han tenido que esquivar a los pescadores que los esperaban con sus cañas, han pasado por aguas contaminadas, han superado barreras naturales y artificiales y al final, después de varios meses de ascenso han llegado hasta aquí.

jueves, 13 de junio de 2013

El Pico Picapinos


Los pájaros carpinteros son unas de las aves más adaptadas a los medios forestales. Los músculos del cuello están muy desarrollados y su cráneo tiene unas bolsas de aire y unos huesos esponjosos que les permiten amortiguar los golpes cuando taladra el tronco de los árboles a un ritmo de unos 20 golpes por segundo. De esta forma pueden agujerear los árboles en busca de larvas de insectos y construir sus nidos sin que su cerebro sufra ningún daño

La familia de los Pícidos esta formada por 218 especies repartidas por todos los continentes, salvo Australia y las regiones polares. En la Península Ibérica se reproducen seis de ellas, siendo el Pico Picapinos (Dendrocopus major)  la especie más abundante y con una distribución más amplia. A pesar de su nombre común, los picapinos no sólo habitan los bosques de coníferas, sino que también se encuentran en bosques caducifolios, bosques mixtos y bosques de ribera, incluso pueden llegar a hacer sus nidos en parques y jardines urbanos.


El picapinos de las fotos anteriores decidió construir su nido en un arce a la orilla del Río Nora (Llanera) y hace un par de días estaba muy atareado cebando a los pollos que aun no son los suficientemente grandes para asomarse por el agujero, pero tienen el tamaño suficiente para que se les escuche pedir la comida desde varios metros de distancia cuando sienten que uno de sus padres está cerca.

El ejemplar de la foto es el macho, que se distingue fácilmente por el penacho de plumas rojas que tiene en la nuca, que en la hembra es de color negro.

NOTA: haced click en las fotos para verlas a mayor tamaño

miércoles, 17 de abril de 2013

Los habitantes más discretos (y más numerosos) del río

Si nos piden que nombremos a los habitantes más característicos de un río, la mayoría de nosotros pensará en los peces, puede que otros citen a algunas aves como los martines pescadores, las garzas o los mirlos acuáticos e incluso a mamíferos como la nutria. Pero lo cierto es que estos animales, numéricamente forman tan sólo una pequeña fracción de la enorme biodiversidad de los cauces fluviales. Por cada uno de estos animales miles de pequeños seres pasan gran parte de su vida en el río, formando una comunidad muy compleja que incluye herbívoros  detritívoros y depredadores. Se trata de los macroinvertebrados. El nombre de macroinvertebrados no es un concepto taxonómico ya que se trata de una clasificación artificial para agrupar a un amplio grupo de invertebrados que incluye insectos, gusanos, moluscos o sanguijuelas con un tamaño superior a 0,5 mm, aunque los insectos representan casi el 80% de ellos.

Larva de efemeróptero Heptagénido

Los macroinvertebrados representan el eslabón intermedio entre los productores primarios y los consumidores, y además transforman la materia orgánica alóctona (hojas, semillas, ramas, etc.), que constituye la principal entrada de energía a los sistemas fluviales, y la integran en los mismos.

Larva de efemeróptero, probablemente un Ecdyonorus

Los efemerópteros son probablemente los macroinvertebrados más representativos y abundantes. En el río se encuentran en su fase larvaria, que puede durar hasta tres años en algunas especies, después de los cuales sufren una metamorfosis que los transforma en insectos adultos. La vida adulta es muy corta y en algunas especies no pasa de unas pocas horas, en las cuales su único objetivo es aparearse, poner huevos y luego morir.

Larva de Tricóptero

Otros de los componentes del grupo de los macroinvertebrados son los Tricópteros, también llamados popularmente friganeas. La fase adulta es voladora y muy conocida por los pescadores ya que se suelen usar como cebo, tanto el propio insecto como las imitaciones artificiales del mismo. Las fases larvarias son acuáticas y se caracterizan por construir una casa con la que protegen su blando abdomen. Algunas especies usan como material de construcción fragmentos vegetales, mientras que otras usan piedrecillas que fijan mediante una seda pegajosa.



Pero aparte de su importante papel en el ecosistema fluvial, los macroinvertebrados son usados como bioindicadores, ya que la presencia de unas u otras especies depende de la calidad del agua, la concentración de oxígeno o los contaminantes disueltos. Por ejemplo, algunas especies de dípteros son muy tolerantes a la contaminación, mientras que otras como algunas especies de efemerópteros desaparecen rápidamente si la calidad del agua se deteriora.

NOTA: haced click en las fotos para verlas a mayor tamaño.

miércoles, 3 de abril de 2013

Bosques de ribera y aguas lentas


Poco antes de llegar a la mar, los ríos de la cornisa cantábrica se calman y las aguas que unos kilómetros más arriba bajaban rápidas y ruidosas, disminuyen su velocidad y se vuelven silenciosas a medida que el terreno se va allanando. Al calmarse, los sedimentos arrastrados desde las montañas se van depositando en el fondo y los márgenes del río, enriqueciendo y fertilizando las vegas por las que discurre.

Muchas especies de árboles, como los alisos (Alnus glutinosa) y los sauces (Salix sp.) crecen en las orillas, aprovechándose de la humedad constante y del terreno blando y nutritivo, y de esta forma, sin proponérselo ayudan a sujetar el terreno. Estos bosques de ribera o sotos, han dado lugar a muchos topónimos en nuestra geografía. Localidades como Soto del Barco, Soto de Luiña o Soto de los Infantes, por citar sólo tres de los más de treinta que hay en Asturies, nos dan una idea de la importancia que tenían estos bosques para las poblaciones locales.


En los últimos años, la fiebre urbanística ha llegado a las vegas de los ríos y hemos construido polígonos industriales y urbanizaciones en los dominios del río. Talamos los árboles y los sustituimos por escolleras de rocas y bloques de hormigón, pensando que nosotros éramos capaces de hacer mejor el trabajo que la propia naturaleza. Y nos hemos vuelto a equivocar. Privados de los árboles que con sus raíces fijaban el suelo, somos testigos a diario de cómo los ríos se desbocan y se llevan por delante todas nuestras obras mientras el terreno de las orillas se viene abajo con las primeras lluvias fuertes. Y en vez de aprender de nuestros errores exigimos a las administraciones que "limpien" las orillas de ramas y árboles en una huida hacia adelante que para lo único que sirve es para agravar nuestros problemas.

Afortunadamente, no todos los ríos han sido canalizados ni todos los bosques de ribera han sido talados. Aún podemos encontrar algunos de ellos, cada vez menos, en la desembocadura de algunos pequeños ríos costeros. Y si nos metemos bajo el agua, veremos a los árboles bebiendo directamente del cauce, y en el fondo, los restos de ramas y árboles muertos descansando entre el lodo como fantasmas.



El río Esqueiro, poco antes de mezclar sus aguas con la mar en la playa de San Pedro de la Ribera, baja turbio debido a los sedimentos arrastrados tras las últimas lluvias.Y entre las aguas verdosas, algunos peces como los piscardos (Phoxinus phoxinus) buscan refugio entre las raíces y otros como los muiles (Chelon labrosus), abandonan el mar para adentrarse en el bosque sumergido.

domingo, 17 de febrero de 2013

La fuerza del agua


Nos solemos acordar del río cuando suena, cuando las fuertes lluvias convierten los pequeños arroyos en ríos caudalosos que arrastran rocas, anegan prados y causan destrozos en las edificaciones humanas. El hombre durante siglos ha intentado domesticar los ríos, los ha canalizado, lo ha moldeado a su antojo y ha invadido sus orillas construyendo en ellas. Pero los ríos no se pueden domesticar y tarde o temprano recuperan el espacio que les han robado y se llevan por delante todas esas construcciones como si fueran casitas de papel.

Pero no aprendemos de nuestros errores, y en vez de retirarnos y dejarles sitio, seguimos insistiendo, y buscamos soluciones absurdas que normalmente ocasionan más problemas que los que quieres solucionar. Y nos seguimos empeñando en domesticar el río, en asearlo y en cortarle el pelo como si fuera un caniche.

Decimos que el río se desborda porque esta sucio y llamamos suciedad a las ramas, a los árboles de las riberas y a los sedimentos, que son los elementos naturales que convierten al río en un ecosistema vivo y no en una canalización. Y exigimos que se limpie y que se elimine toda esa "basura", cuando ya está más que demostrado que esas acciones, aparte de inútiles son contraproducentes.

Esto sí es basura y no las ramas de los árboles

Curiosamente, ese impulso higiénico se olvida cuando se trata de limpiar nuestra propia basura. Después de siglos de usar los ríos como vertederos ahora nos preocupa la madera muerta. Como ha explicado mucho mejor que yo el Dr. Alfredo Ollero en un estupendo artículo, la crecida es el mecanismo que tiene el río para limpiarse y por eso no deben considerarse como catástrofes sino como procesos naturales. Igual que las aves cambian sus viejas y gastadas plumas durante la muda, los ríos periódicamente eliminan sus desechos y se renuevan gracias a las riadas. No nos necesitan a nosotros.


A estas alturas ya deberíamos haber cambiado nuestra forma de pensar, deberíamos devolverle al río lo que es suyo antes de que nos lo quite y respetar las zonas anegables y no edificar en ellas. El agua tiene mucha paciencia, puede tardar siglos en abrir una cueva en la roca o segundos en arrastrar rocas de varias toneladas, pero al final siempre encuentra su camino.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Ríos de otoño


Falta menos de un mes para que se acabe el otoño, pero en muchos montes de la cordillera cantábrica y de los Picos de Europa todavía se puede disfrutar de la variedad de colores y sonidos de esta estación. Los pequeños arroyos que hace unos pocos meses estaban casi secos corren ahora ladera abajo alimentados con el agua de las últimas lluvias.


Las hojas de los robles, castaños y avellanos que llenaban de verde las orillas, se amontonan ahora en el suelo, atrapadas por las ramas y las rocas, mientras otras siguen el curso del río arrastradas por la corriente.


Aguas abajo, al suavizarse la pendiente, los ríos se ensanchan y las aguas se calman. Y las hojas que viajaban con la corriente ahora se mueven despacio, flotando ingrávidas sobre el fondo.


Video grabado en un afluente del Ríu Ponga (Asturies)

Pero en la Naturaleza nada se desperdicia. Millones de microorganismos y de insectos acuáticos, triturarán y descompondrán esas hojas, reintegrándo sus nutrientes a la cadena trófica. Y dentro de unos meses, las hojas verdes volverán a cubrir los árboles de las orillas. La vida no se detiene, solo cambia.

jueves, 11 de octubre de 2012

Mas datos sobre la ineficacia de las repoblaciones de salmón


Como ya he comentado varias veces en este blog, las repoblaciones de salmónidos con el objeto de reforzar las poblaciones salvajes han resultado un fracaso, ya que la mortalidad de los juveniles soltados es muy elevada debido sobre todo a las condiciones de domesticación a las que están sometidos durante la crianza, que dificultan su adaptación a las condiciones salvajes. Por otra parte, la captura de individuos salvajes para usarlos como reproductores tiene un efecto muy negativo sobre las poblaciones.

Recientemente, se han hecho públicos los datos de retorno de salmones al río Urumea (Guipuzkoa), un río en el que la especie prácticamente se había extinguido y en el que se han aplicado desde hace años intensivas campañas de repoblación. Y los datos no dejan lugar a dudas, de los 187 salmones adultos que se registraron en la estación de captura, el 82% eran salmones salvajes y sólo el 18% procedían de repoblaciones. Lo más curioso es que esos animales salvajes procedían de poblaciones cercanas, sobre todo de Galicia y de Cantabria, lo que indica claramente que los salmones, en ausencia de obstáculos que se lo impidan, son capaces de recolonizar los cauces sin ninguna ayuda del ser humano.

Este mismo hecho ocurríó en el río Trubia, un afluente del Río Nalón, en el que durante muchos años no hubo salmones debido a la contaminación y a la presencia de presas insalvables. Fue suficiente con limpiar el río y construir una escala en la presa del Furacón para que en el año 2002 se confirmaran los primeros desoves naturales en un río que nunca se había repoblado. Y esto no ocurre sólo en la Península Ibérica, en el río Támesis, donde también se realizaron importantes campañas de repoblación de salmones, la mayoría de los salmones que retornaron al río después de que este hubiera recuperado su calidad ecológica, no provenían de las repoblaciones, sino de ejemplares salvajes procedentes de ríos del sur de Inglaterra.

A pesar de todas estas evidencias, las repoblaciones de salmón siguen siendo para la Administración la piedra angular de sus políticas de recuperación, mientras que los verdaderos problemas para la especie, como el lamentable estado de la mayoría de los cauces, la presencia de obstáculos insalvables, la destrucción de los bosques de ribera y de los frezaderos, los vertidos incontrolados, el furtivismo y sobrepesca, siguen estando presentes y nadie se atreve a hacerles frente.

El año pasado, comentaba cómo se había instalado una reja en la escala del Furacón que tenía por objeto capturar a todos los salmones que remontaban el río Nalón para desovarlos artificialmente en la piscifactoría. Entonces atribuí ese despropósito a la política salvaje que había emprendido el anterior presidente del ejecutivo, el señor Álvarez-Cascos, con una ley que eliminaba todas las restricciones a la pesca y que prometía incrementar exponencialmente el número de repoblaciones.

Ya han pasado varios meses desde entonces y se ha producido un cambio en el gobierno regional y curiosamente, el partido que antes criticaba las decisiones del anterior ejecutivo en materia de pesca y que ahora está en el gobierno, sigue manteniendo las mismas políticas en cuanto a las repoblaciones. Y no sólo eso, sino que este año, la trampa de salmones de la escala del Furacón se ha instalado un mes antes que el año pasado, para de esta forma conseguir que ni un sólo salmón salvaje llegue a los tramos altos del Nalón.

Parece evidente que independientemente del partido que esté en el gobierno, nada cambia. No importan los informes científicos ni incluso los datos objetivos que confirman la ineficacia de estas políticas de gestión. Lo único que importa es soltar peces al río, aunque se mueran el 95% de ellos, aunque se incrementen los problemas de deriva génica, aunque sencillamente no sirvan para nada mas que para agravar los problemas existentes. Conviene tener en cuenta que sólo las asociaciones de pescadores que dispongan de una piscifactoria "con capacidad de producción anual de alevines de trucha y salmón superior a 75.000 ejemplares" pueden ser sociedades colaboradoras y de esa forma participar en los consejos de pesca y de esa forma presionar a la administración para que haga las leyes a su medida.

¿A quién le interesa mantener las repoblaciones aunque sean negativas para la especie? Cada uno que saque sus propias conclusiones

domingo, 4 de diciembre de 2011

El Ríu Espinareo


Una de las ventajas que tiene el trabajo de campo es poder ir a lugares de gran belleza que de otra forma apenas conoceríamos. En estos días de otoño, con las truchas y los salmones remontando los ríos para desovar y con las Ranas patilargas comenzando la época de apareamientos, nos toca visitar muchos ríos y regatos de montaña para muestrear, algunos muy frecuentados y otros escondidos y casi desconocidos.


Uno de los ríos a los que he tenido que ir en las últimas semanas es al Ríu Espinareo, un afluente del Río Piloña, que a su vez desemboca en el Sella a la altura de Arriondas. El Ríu Espinareo nace en los Montes del Infierno y discurre por una vega entre prados y bosques de robles, hayas, castaños y avellanos.

En el Espinareo hay una buena población de truchas, que mas tempraneras que los salmones ya han comenzado los desoves hace casi un mes. Algunos salmones, no muchos, suben por este pequeño río hasta que algunos saltos infranqueables les impiden el paso.

NOTA: como siempre, pinchad en las fotos para verlas mejor

sábado, 12 de noviembre de 2011

El otoño en el Ríu Dobra


El Dobra nace en el collado Dobres, en los montes de Valdeón (León) y tiene una longitud de tan sólo 22 km hasta su desembocadura en el Sella. A lo largo de su recorrido pasa por uno de los lugares mas espectaculares de los Picos de Europa, atravesando valles, desfiladeros y bosques de fayas y carbayos.


La ausencia de poblaciones importantes lo convierten en un río de aguas puras y limpias en las que los únicos residuos que aparecen son las hojas y las ramas de los árboles de sus márgenes. En las tabladas de grava desovan las truchas y los salmones y no es difícil encontrarse con nutrias y mirlos acuáticos alimentándose en pozos y remansos.


El otoño de este año está siendo atípico y aun quedan algunos árboles con hojas verdes, aunque poco se van tiñendo de rojo y ocre. Muchas hojas ya se han caído y son arrastradas por el río. Al descomponerse servirán de alimento a numerosas larvas de insectos acuáticos, que a su vez alimentarán a peces y mirlos acuáticos, dando continuidad al ciclo de materia y energía en el ecosistema.

martes, 1 de noviembre de 2011

La cascada del Aguasaliu


A la altura del puente Vidosa, en pleno desfiladero de los Beyos, en el el concejo de Ponga, encontramos una cascada de unos 270 metros de desnivel que vierte sus aguas en el ríu Sella. La cascada nace en la cueva de To los Santos y recoge agua de lluvia y deshielo de los montes de Rubriellos, situados justo encima.


Aunque en algunas ocasiones, sobre todo después de fuertes lluvias o durante el deshielo primaveral, puede llevar mucha agua, otras veces llega a secarse o a llevar sólo un hilillo de agua, que se descuelga en varios tramos, algunos de mas de 50 metros, formando pequeños saltos y pozas.



Debido a la elevada humedad, las paredes se encuentran completamente cubiertas de musgos y epífitas, dando un aspecto casi tropical, como si estuviéramos en el monteverde de Costa Rica. Después de unas pequeñas pozas, el agua se encauza en un estrecho canal y va ganando velocidad hasta precipitarse en el Sella.

NOTA: pinchad en las fotos para verlas mas grandes y luego haced click en cada una para pasar a la siguiente. Cuando queráis regresar al texto pinchad en la X de la esquina superior izquierda.

jueves, 23 de diciembre de 2010

El desove del salmón

Dos machos de salmón Atlántico luchando por el lugar de puesta

Hace mas de un mes que que ha comenzado la temporada de desove del salmón Atlántico (Salmo salar). Para llegar a las zonas de puesta han tenido que remontar el río atravesando todo tipo de obstáculos naturales y artificiales. Las numerosas presas que interrumpen prácticamente todos los ríos salmoneros de Asturies se lo ponen muy difícil para alcanzar los lugares óptimos en la cabecera de los ríos, por lo que muchas veces se tienen que resignar a desovar en los tramos mas bajos que tienen un mayor riesgo de sufrir riadas que malogren la cría.

Macho de salmón

Los machos a medida que llegan a las zonas elegidas van acotando ciertas partes del río, normalmente situadas bajo los pozos, donde no hay mucha profundidad y el fondo está cubierto de grava. Allí esperarán a las hembras defendiendo el sitio contra otros machos rivales. Desde que entraron en el río unos cuantos meses atrás ha cambiado completamente su aspecto físico, el color plateado que tenían al principio se ha transformado en una librea amarillenta o anaranjada cubierta de puntos rojizos; asimismo la mandíbula inferior se ha alargado y curvado adquiriendo la forma de un gancho, que usaran en sus peleas.

Macho de salmón y macho de trucha peleando

En ocasiones los salmones y las truchas coinciden en las zonas de puesta y no son raras las peleas entre los machos de ambas especies. Aunque normalmente los salmones son de mayor tamaño, algunos machos de trucha, sobre todo reos, pueden igualarlos en talla y superarlos en agresividad. Como ya veremos otro día, los casos de hibridación entre estas especies son más frecuentes de lo que se cree, y en algunos ríos el número de híbridos puede llegar al 15% del número total de individuos de las dos especies. En el año 2008, bajo la presa del Machón en Trubia y debido al bajo nivel del agua, fue posible observar perfectamente desde la orilla el desove de varias parejas de salmones.

Pareja de salmones sobre el frezadero

Las hembras elegirán a aquellos machos que tengan los mejores territorios y se aproximarán a ellos cuando sus huevos hayan madurado y estén listos para la puesta. Desde que la hembra llega al frezadero hasta que se produce el desove pueden pasar varias horas e incluso días. Durante ese tiempo el macho estará junto a ella ahuyentando a otros machos rivales y dándole pequeños golpecitos que tienen como misión estimular la puesta y sincronizar a la pareja para el desove.


Cuando se aproxima la hora del desove, la hembra escava un nido en la grava mediante movimientos enérgicos de su cola. El macho no se separará de ella porque en ese momento los machos vecinos se empezarán a acercar para intentar fecundar la puesta.Una vez que el nido esté listo, la pareja desovará sincronizando la salida de los huevos y el esperma para que se produzca la fecundación. Al terminar la puesta, que dura unos pocos segundos, la hembra tapará los huevos y abandonará el nido, mientras el macho seguirá allí esperando a que aparezca otra hembra.

Actualmente estamos preparando un pequeño documental sobre el ciclo de vida del salmón atántico y ya hemos conseguido unas primeras imágenes subacuáticas muy prometedoras. Mientras tanto y hasta que salga a la luz, os dejo aquí este video realizado en el Río Nansa (Cantabria) en 1997 por Pep Gener, Manu Esteve y Felipe Melero.



En el vídeo se puede ver perfectamente la secuencia de desove y como después de que el macho dominante haya desovado aparecen dos machos satélites que también fecundan la puesta. Pero lo mas curioso del vídeo y que pasa casi desapercibido por la rapidez del momento, es la aparición de un pequeño macho parásito de salmón (sneaker según la terminología anglosajona) que aprovecha para fertilizar la puesta. Estos pequeños peces son machos de menos de un año de edad que maduran en el río antes de salir al mar. Al llegar la época de puesta, debido a su pequeño tamaño, son capaces de pasar desapercibidos a la pareja de salmones adultos y se cuelan durante el desove fecundando parte de los huevos. Si no lo visteis a la primera, poned de nuevo el vídeo y fijaron entre los segundos 5 y 7 como aparece un pequeño pez por la derecha y se mete debajo de la pareja, ese es el sneaker. Luego, cuando la primera pareja se separa (mas o menos en el segundo 14) se ve al pececillo muy bien antes de que se marche.

Los desoves aun durararán unos días hasta que a principios de enero los peces adultos, agotados tras la reproducción y muy delgados tras varios meses sin ingerir ningún alimento, desciendan el río como zancaos para retornar al mar.

NOTA: al igual que en otros artículos del blog podéis clicar en las fotos para verlas a mayor tamaño.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Remontando el río

Río Dobra

El nivel de los ríos ha descendido desde de la semana pasada pero aun así sigue bajando mucha agua y en algunos sitios la corriente es muy fuerte. Falta poco para que comience la reproducción de los salmones (Salmo salar) y reos (Salmo trutta), y estos días es relativamente fácil verlos saltando en los rápidos y cascadas mientras se desplazan hacia las zonas de puesta.


Antes de llegar a las tabladas poco profundas donde se reproducirán, los peces tendrán que superar numerosos obstáculos, tanto naturales como artificiales. Al entrar al río pasarán unos días en el estuario, habituándose al agua dulce después de haber pasado uno o dos años alimentándose y creciendo en la mar.


Pasado ese tiempo los peces remontarán el río hasta las cabeceras donde suelen econtrarse las zonas poco profundas y más propicias para la puesta. Desgraciadamente para ellos, la mayoría de los cauces en el norte de la Península Ibérica se encuentran interrumpidos por presas y banzaos que en muchos casos son imposibles de superar por los reos y salmones. A pesar de las dificultades, los peces seguirán intentando superarlos saltando incansablemente durante días, mucas veces en vano, por lo que muchos de ellos acabarán desovando en lugares poco propicios bajo las presas ante la imposibilidad de llegar a las cabeceras.

Los machos que consiguen remontar esos obstáculos, una vez que lleguen a los lugares de puesta irán delimitando sus territorios, defendiéndolos frente a otros machos. Mientras tanto, las hembras cuando hayan madurando se acercarán a esos territorios, aunque como veremos otro día serán ellas las encargadas de escavar el nido y tapar los huevos después de que sean fecundados por el macho.