A debate | Lecturas Conjuntas

Las Lecturas Conjuntas son una forma de quitarte pendientes o leer libros que te llaman especialmente compartiendo tus impresiones con más lectores. La gracia es ir comentando conforme vas leyendo y ver la opinión de los demás, ya sea en twitter o whatsapp. Claro que también puede ser por medio de una reseña al finalizar el plazo de lectura.

Personalmente, las Lecturas Conjuntas, si se hacen bien, me parece que pueden ser muy divertidas y entretenidas. Además, tienes la oportunidad de debatir y ver distintos puntos de vista, reírte de lo absurdo de algunas situaciones o desesperarte con los personajes y planear su desaparición. Sin olvidarme de fangirlear y shippear sintiendo que no estás solo. En resumidas cuentas, es una forma fantástica para compartir lecturas y risas de una manera más cercana que por medio de un blog o un canal de Youtube. Pero eso si se hacen bien.

Si se hacen mal, el resultado puede llegar a ser todo lo contrario. Hay veces que el libro de la Lectura Conjunta, contra todo pronóstico, no termina de engancharte y se deja de lado sin pensarlo dos veces, sobre todo si no se comenta entre los participantes. Para mí eso último es uno de los problemas más grandes de las Lecturas Conjuntas, la falta de participación y la falta de comentarios que, a fin de cuentas, es la gracia de estas lecturas. Porque, por muy malo que sea el libro, si se lee en compañía, no se hace tan tedioso. No hay ni punto de comparación entre Lecturas Conjuntas bien hechas y las que meh.

Es por eso que para mí las mejores Lecturas Conjuntas son las que se va comentando a medida que se va leyendo el libro (spoilers incluídos) y en las que la gente quiere y puede (todos sabemos que no siempre es posible) participar y comentar. Aunque el libro no te termine de gustar, eso hace que poco a poco vayas avanzando y te empuja a no dejarlo cerrado en tu mesilla por los siglos de los siglos.

Y vosotros, ¿qué opináis? ¿Os gustan las Lecturas Conjuntas? ¿Cuál ha sido vuestra experiencia?

A debate | Libros gratis... ¡pues me hago un blog!

Hoy vengo a hablaros de un tema que me toca mucho las narices, las ansias que hay entre algunos blogueros (más de los que creemos) por conseguir libros "gratis".

Como sabréis, las editoriales ofrecen libros a blogueros con cierto número de seguidores a cambio de un poco de publicidad. O mejor dicho, los blogueros piden libros a las editoriales y ellas, muy amablemente, ceden x ejemplares a x blogueros.

No me voy a meter en "cuando creé el blog no sabía que se podía colaborar con editoriales..." como forma de ¿justificación? (no sé, da la impresión de que recibir o, mejor dicho, pedir libros "gratis" está mal visto y por decir eso te llevas una palmadita en la espalda) porque me parece totalmente innecesario para lo que os vengo a hablar. 

*Es una imagen real de un blog que de verdad existe. 

Y sí, el número de seguidores es el título del gadget, 

más creíble no podía ser.*

El próposito de esta entrada es opinar (más bien quejarme) sobre esos blogs que hacen cualquier cosa por colaborar con editoriales y conseguir ejemplares gratuitos (ni que las librerías o bibliotecas no existiesen). Iniciativas para subir seguidores, SPAM masivo y copia pega, mentir sobre tu número de seguidores, plagiar entradas de otros blogs para tener algo bien escrito y razonado en el tuyo, ser un pesado de cuidado con las editoriales para que colaboren contigo (incluso teniendo un blog de no más de una semana)... Considero que hay líneas, como el plagio, que no hay que cruzar.

Así que, si quieres colaborar con editoriales, perfecto pero CÚRRATELO, lee libros que te gusten y reseñalos (y escribe TU opinión personal, no hay nada de malo en ella), esfuérzate por hacer tu blog mejor cada día, consigue que la gente se quede en él por la calidad de tus entradas y no porque te sigue de vuelta. Y disfruta. Porque, a pesar de no ser críticos literarios (ni de lejos), esto es algo que requiere ganas y esfuerzo, más de lo que parece visto desde fuera. Porque si eres de los que piensan "libros gratis... ¡pues me hago un blog!", no vas a durar ni un mes.

Y tú, ¿qué opinas sobre este tema?

A debate | Lecturas obligatorias y exámenes

Para muchos, ya sean lectores asiduos o no, lectura obligatoria es sinónimo de aburrimiento, de tostón, de descripciones eternas, narraciones rebuscadas, autores muertos y clásicos. Algo que debería valer para fomentar la lectura entre los más jóvenes, para enseñarles a amar la literatura, se convierte en una de las razones principales por las que no les gusta leer.

No se cuál habrá sido vuestra experiencia con este tipo de lecturas pero, en general, parece que vamos predispuestos a odiarlas, a rechazar cualquier libro que se asocie con la palabra "clásico", a alejarnos del teatro, de la poesía, de la novela negra, de la comedia...

Quizás penséis que la culpa es de los libros tan horribles que eligen los profesores, pero yo creo que la culpa está en la manera de plantear esas lecturas obligatorias. Me explico, cuando te mandan leer un libro para clase, todos sabemos que luego habrá un examen, un examen que será para nota y que supuestamente es la confirmación de que los alumnos hemos (o no) leído el libro. Y digo supuestamente porque esos exámenes se pueden aprobar sin ni siquiera haberlo abierto.

 

Mis exámenes, normalmente, tenían dos tipos de preguntas:
I- Las que cualquiera que sepa más o menos de qué va la historia puede responder.
II- Las que solo puede responder alguien que se haya estudiado el libro, como por ejemplo, cuáles son las palabras que dice el juglar al final del capítulo 13.
Y luego están los exámenes de a, b o c que casi que se pueden aprobar al tuntún.

Entonces, ¿qué es lo que pretenden esos exámenes? ¿cuál es su propósito? Fomentar la lectura desde luego no, comprobar que se ha leído el libro tampoco, entonces... ¿subir la nota? Pues no sé, pero si alguien lo sabe que me lo explique, porque yo al menos no les veo ningún sentido.

Personalmente opino que, si lo que se busca es fomentar la lectura entre los más jóvenes, los exámenes están de más. Un debate o una serie de actividades más dinámicas con relación a la historia podrían funcionar mucho mejor, podrían mostrar de manera más clara si se ha leído el libro o no, además de fomentar un espíritu crítico, hacer pensar a los alumnos y, con suerte, impulsarles a leer más cosas por su cuenta.

Luego ya, a partir de cierto curso, las cosas cambian y las lecturas empiezan a inclinarse hacia autores muertos siglos atrás y que no son más que una excusa para hacernos estudiar la generación del 27, la del 98 y la vida y obra de los grandes autores españoles e internacionales.

Para finalizar, os voy a contar mi experiencia con las lecturas obligatorias: hay libros que me han gustado, otros que no, otros que he abandonado por la mitad y otros que he releído varias veces. Y supongo que a la mayoría de vosotros os habrá pasado lo mismo. Pero a día de hoy, todavía no se para qué me ha servido haber hecho un examen sobre El príncipe de la niebla o sobre Finis mundi.



Y tú, ¿qué opinas sobre las lecturas obligatorias? ¿Y sobre los exámenes sobre esas lecturas? ¿Te parecen útiles? ¿Ha sido tu experiencia distinta a la mía?

A debate | Las portadas

La portada es lo primero que vemos de un libro y por eso tiene que ser atrayente, tiene que destacar y cautivar. Las hay de todos los gustos y colores; recargadas, simples, con hombres semi-desnudos, con ilustraciones, feas, bonitas... Pero, independientemente de que te guste o no, una buena portada tiene que reflejar la historia que encontraremos entre las páginas del libro ya que, a mi parecer, es un complemento importante de esa historia.

Muchas veces, las editoriales buscan atraer lectores con sus portadas y crean cosas preciosas pero se quedan en lo estético. Es una máscara bonita que le ponen al libro para venderlo y que no tiene ninguna relación con lo que ahí se narra; una que bien podría servir para esa o para cualquier otra historia.

 

Edición inglesa y española

Un ejemplo es la versión española de Dead Ends que, como ya comenté en la reseña, no llega a captar lo que Erin Lange nos cuenta (no como la inglesa) y se queda en nada más que una bonita portada (al igual que la inglesa).

 

Edición inglesa y española

En el otro lado tenemos las cubiertas del primer libro de la saga Desconexión, en las que podemos ver diferentes guiños y referencias a lo que encontramos en el interior. Personalmente me encantan, si me encontrase con estos libros en la librería los cogería para ver de qué van.

Sé que lo más importante es lo que está escrito en las páginas del libro pero hay que tener en cuenta que la portada no es algo prescindible, conlleva atraer a más o menos lectores porque todos tenemos nuestro punto superficial y, en las librerías, nuestros ojos van primero a los diseños cuidados y bonitos aunque una vez leída la sinopsis no nos llamen y terminemos comprando el libro más feo de toda la tienda.



Y tú, ¿qué opinas? ¿Las portadas te parecen importantes? ¿Te dejas llevar por ellas a la hora de comprar? ¿Qué es para ti una buena portada? ¿Prefieres que sea bonita? ¿Te gusta que tenga sentido?

A debate | Este libro no me gusta... ¿sigo leyendo?

No todos los libros que leemos son de nuestro agrado; muchas veces nos topamos con historias que, por la razón que sea, no nos gustan o nos parecen insufribles, aburridas o predecibles. 

Algunos lectores siguen leyendo con la esperanza de que la cosa mejore, de que el autor encuentre esa inspiración que tenía perdida durante los primeros capítulos o de que ese personaje tan molesto muera de una vez (y si es de una manera dolorosa pero rápida mejor). Otros, en cambio, dejan de leer, abandonan el libro en la estantería y se olvidan de él.

Yo soy del segundo grupo. No veo sentido a leer por simplemente terminar el libro, sobre todo si sé que la historia ni me gusta ni me gustará. 

Y es que leemos para disfrutar; es un poco absurdo quedarse atascado en una lectura cuando hay tantas ahí fuera esperando a que les des una oportunidad, lecturas que te harán soñar en vez de sufrir y te descubrirán nuevos mundos.

Y tú, ¿qué opinas? ¿Sigues leyendo un libro aunque no te guste o lo abandonas?

A debate #5: Releer o no releer

Todos tenemos ese libro especial que nos enamoró, ese con el que empezó nuestro amor por la literatura o aquel que nos descubrió un nuevo género. Lo recordamos sin recordarlo, pensando en él con cariño y, al mismo tiempo, sin acordarnos de las aventuras que se escondían (que se esconden) entre sus páginas. Siempre podremos releerlo pero no será lo mismo.

Por un lado, al leer un libro por segunda, tercera o cuarta vez, te fijas más en los pequeños detalles que pasan desapercibidos a primera vista y hacen tan especial y única una historia; y revives esos momentos que te hicieron soñar, reír o llorar.

Por otro lado, al releer, un libro que una vez fue tu favorito puede convertirse en uno más de tu estantería y uno que te hizo sentir miles de emociones puede dejarte indiferente. Porque los libros cambian con el tiempo. O mejor dicho, nosotros cambiamos, nuestros gustos cambian, nuestra percepción cambia.

Cuando releemos un libro lo volvemos a leer, sí, pero no volvemos a leer el mismo libro. La historia, los personajes, las palabras, los puntos y las comas serán los mismos pero nosotros habremos cambiado. En el mejor de los casos, te seguirá pareciendo igual de maravilloso y, en el peor, empezarás a preguntarte qué fue lo que te maravilló tanto. 

Al final terminas preguntándote si es mejor recordar ese libro sin recordarlo o probar suerte y volverlo a leer.

Y tú, ¿qué opinas? ¿Releer o no releer?

A debate #4: ¿Leemos todo lo que comentamos?

Un blog se alimenta de comentarios. Hay lectores que siempre comentan, otros que lo hacen de vez en cuando, otros que comentan cuando tú les comentas y unos últimos que leen las entradas desde las sombras. Yo creo que, en un blog, cada visita, seguidor y comentario es bienvenido e incluso celebrado pero, seamos sinceros, ¿leemos todo lo que comentamos?

Cuando escribimos una entrada nuestra intención es que la gente la lea y la comente, si no, ¿para qué tomarnos el tiempo de pensarla, escribirla, revisarla y publicarla? Cada entrada, cada reseña y sección, tiene un trabajo increíble detrás, horas o días de trabajo que, muchas veces, se ve "recompensado" por diez comentarios de este tipo: "No me llama. Lo dejo pasar. Gracias por la reseña. ¡Nos leemos!".

A todos nos hace especial ilusión (sí, a ti también) cuando nos encontramos con un comentario algo más trabajado, en el que se da a entender que ha leído, y no solo ojeado, la entrada, en el que se ha invertido tiempo, que te saca una sonrisa, te ofrece una nueva perspectiva o empieza un debate de lo más interesante.

Pero seguimos tantos blogs que nos es imposible leer y comentar todas las entradas de modo que, en muchos casos (el mío inclusive), solo leemos lo que nos interesa. Pero queremos comentarios, queremos que se pasen por nuestro blog, de modo que comentamos entradas que ni siquiera leemos de la misma forma que aquellas que sí, en aproximadamente tres lineas y media, porque no podemos estar todo el día delante de la pantalla del ordenador, porque es la forma rápida y sencilla y no hace falta comerse la cabeza.

Estoy generalizando un poco porque sé que todos los blogger o no-bloggers no son así, hay personitas maravillosas que leen las entradas y no comentan porque prefieren mantenerse en el anonimato, otras que solo leen y comentan lo que les interesa y otras más que leen y comentan la mayoría de las entradas. ¿Por qué he subrayado comentan? Porque los comentarios de los que hablo son esos que merecen la pena de verdad. Eso no quiere decir que los demás comentarios no valgan la pena, todos lo hacen, todos y cada uno de ellos, pero ya me entendéis.

Puede que mi entrada os haya parecido algo hipócrita, ya que admito que soy la primera que no lee todo lo que comenta y, aún así, os doy la lata con lo importantes que son y la ilusión que hacen los comentarios más trabajados. Es por eso que me he propuesto, desde hace unas semanas, leer todas las entradas antes de comentar y dejar algo más del típico "¡Interesante debate! Un beso." y, desde aquí, os animo a hacer lo mismo.


Y tú, ¿qué opinas? ¿Lees todo lo que comentas?

A debate #3: ¡Seguidores, venid a mí!

¿Quién no quiere que el número de seguidores de su blog, las visitas y los comentarios aumenten? Todos sabemos que los seguidores no caen del cielo, los seguidores se ganan, con tiempo y esfuerzo. Si a alguien le gusta tu blog se quedará, si no le gusta se irá.

Pero el tiempo y el esfuerzo no son las únicas maneras de conseguir seguidores. Para empezar tenemos el spam, conocido por todos los bloggers y odiado por muchos. Sí, es molesto, lo admito; nadie quiere que la mayoría de los comentarios que recibe tengan como propósito publicitar otro blog. Aunque os voy a contar un pequeño secreto, pero sshhh, no se lo digáis a nadie; en mis inicios... hice spam (lo se, merezco la muerte).

También tenemos ciertas iniciativas (seguramente conozcáis alguna) en las cuales el objetivo principal es conseguir seguidores. "Yo te sigo y tu me sigues" o "yo te sigo si tu me sigues". Ojo: no estoy en contra de esa clase de iniciativas, es más, me parecen estupendas para dar a conocer tu blog, sobre todo en los comienzos, que todos sabemos que son duros.

Peeero, sinceramente, ¿valen la pena esa clase de seguidores? ¿de la clase que solo te sigue para que tú le sigas de vuelta? ¿de la clase que ni comenta ni lee tus entradas? Y esto me lleva a la siguiente preguta: ¿son tan importantes para nosotros los seguidores?

A debate #2: Nena, princesa... y demás apodos cariñosos

En la literatura romántica es habitual encontrar apodos "cariñosos" con los que el protagonista demuestra su aprecio y cariño por la protagonista, y viceversa. Los dos son jóvenes, están enamorados, se aman con locura... es comprensible que quieran demostrar su afecto el uno por el otro con palabras de complicidad, cariñosas y dulces, ¿no? 

Puede ser, pero llega un momento en el que una acaba saturada de tanto "nena", "princesa", "muñeca" y "corazón". No, no me gustan los apodos, y mucho menos en los libros. Y es que una vez que el personaje masculino llama "nena" al personaje femenino parece que se le olvida (al igual que al autor o autora) el nombre de nuestra protagonista. Que si "nena" esto, que si "nena" lo otro... Yo me pregunto, ¿es necesario meter la palabrita en cada conversación? ¿Incluso si es con calzador?

Y tú, ¿qué opinas?

A debate #1: De trilogías a sagas sin fin

Todos hemos deseado alguna vez poder leer más de nuestros libros y sagas preferidos. Y últimamente parece que los autores han decidido "escuchar" a los lectores y publicar más y más historias de sus best sellers; diferente libro misma trama. Y los fans corren como locos a las librerías para tener en sus manos el quinto libro de su trilogía más querida.

Por ejemplo, hace unos días conocimos la sinopsis y portada de La Heredera, cuarto libro de la antes trilogía La Selección (y no va a ser el último). Pero esta no es la primera vez que se decide alargar una trilogía; ahí tenemos la saga Cazadores de sombras; seis libros, una trilogía -Los orígenes- y diez historias cortas (un recurso muy recurrente para alargar trilogías y sagas) sobre uno de los personajes secundarios -The Bane Chronicles- y, por si fuera poco, parece que la autora tiene en mente una nueva trilogía -The Dark Artifices.

A veces da la sensación de que el autor o autora tiene miedo de crear algo nuevo y que prefiere alargar indefinidamente una trilogía por el simple hecho de que es su gallina de los huevos de oro. Me parece innecesario convertir lo que era una trilogía en una saga de seis libros. Si dicen que es una trilogía, si con el último libro la historia queda cerrada, ¿para qué escribir más?. Entiendo que muchos fans quieren más, que el éxito ha sido rotundo y que cuantos más libros más dinero pero, como lectora, preferiría que parasen donde iban a parar (si es una trilogía, en el tercer libro) antes de que aburran y/o decepcionen. Personalmente, no me gusta que alarguen las sagas.

Y tú, ¿qué opinas?