Blogs. Blogs. Blogs. ¡Cada vez somos más! Las editoriales sonríen y seleccionan los más seguidos para las reseñas que -por mala o buena crítica- van a dar una publicidad enorme a las novelas.
Novelas que nos encantan a TODOS NOSOTROS (sino, no sé qué hacemos aquí).
Y quiero que todo el mundo entienda que los administradores lo hacemos por amor al arte. ¿Pero eso todavía existe? Sí. Aunque haya muchos que les guste recibir y recibir libros "gratis" (aunque, en blogs pequeñetes como el mío, eso pasa pocas veces), hay mucho trabajo detrás de cada blog y eso no está remunerado. ¡Y tampoco queremos que lo esté, leñe!
¿Por qué bloggeamos, entonces? Mucha gente no lo entiende... ¿Por libros gratis? ¿Fama? Puede que algunos bloggeros piensen así, pero yo -y la gran mayoría de los que estamos detrás- tengo muy claro por qué comencé el blog, por qué lo retomé después de dejarlo y por qué no tengo la intención de dejarlo. La bloggosfera se está convirtiendo en una gran masa de gente con muchos gustos en común. ¿Que te llama la atención alguien? Tuitéale, coméntale, hazle una pregunta en ask o formspring, emailéate o cartéate a la antigua. ¿Que te ha encantado una novela y no puedes resistir hablar de ella (tanto que tus padres te han echado de casa y aun así tienes ganas de hablar más y más sobre lo que te ha parecido)? Pues haces una entrada, la reseñas, remarcas todo lo que te ha hecho sentir... Y puedes estar seguro de que va a haber mucha gente que gracias a ti hará un gran descubrimiento, gente que comparte el gusto y debate contigo algo sobre la novela digno de mención, gente que discrepa y te dice por qué, gente que te hace ver cosas que no habías entendido el todo... Gente que está ahí, que te comprende y se parece a ti. Esa gente que cuesta encontrar, aquí abunda.
¿Y todo esto a qué viene, Sedy? Para que se nos entienda. Porque no todo es tan bueno como parece siempre, y a veces se pasa mal siguiendo los principios de uno.
Pongámonos en situación: un autor te manda un libro. Te lo lees entusiasmado Esa alegría va decreciendo. Finalmente, cierras el libro y no te ha gustado. Nada de nada. Quizás, ni siquiera has podido acabarlo. El autor, con toda la buena fe del mundo, espera tu reseña impaciente. Tú la haces, diciendo la verdad, pero con respeto (porque se entiende que en una novela se emplea mucha ilusión y tiempo). Posibles reacciones del autor:
a) Te agradece tu sinceridad, te dice que sigas adelante y que le ha ayudado mucho que no alabaras al libro como hace todo el mundo. Te dice que eso te honra. *Me ha pasado; un amor de escritora
b) No te responde a los emails, no hace mención de tu reseña y no vas a volver a saber de él. *Me ha pasado: un no-tan-amor de escritor
c) No se va a poner en contacto contigo, pero no dudará en decir la suya por otros medios. Y no con buenas maneras, precisamente.
Y éste último es el que quiero recalcar. No es alguien en particular, pero tampoco es algo que pase generalmente. La opinión de algunos autores frente a la crítica es algo... Incomprendida por mi parte.
Tú escribes algo y sabes que tienes un público, y sabes que te expones a la crítica. Habrá gente a la que le gustarás y habrá gente a la que no (como la vida misma, vaya). Pero lo que nunca, nunca, nunca entenderé es ese desprecio que tienen algunos hacia gente que únicamente dice su opinión en Internet. ¿Hay libertad de expresión? Pues adelante, que cada uno diga lo que quiera (mientras no falte a nadie). Lo que no se puede hacer es decir que la crítica es la manera que tiene cierta gente de aprovecharse de los autores de fama, sin tener estudios ni tal ni tal ni pascual. Vaya, que se deja caer que somos unos criajos que no tenemos ni voz ni voto en nada y que no valemos para valorar. Pero, ojo, que les gusta la bloggosfera y apoyan a los bloggeros. ¿Entonces, sólo quieren que se les diga lo bien que lo hacen? Porque los que solo alaban bien que caen bien a todo el mundo, y saben muchas cosas, eh...
Es imposible que un libro le guste a todo el mundo. Imposible. Y si no te han desmerecido de ninguna manera, tampoco es cuestión que tú desmerezcas a la gente que ha criticado tu obra, porque no se ha hecho con mala intención (aunque tú sí que lo hagas).
Todo el mundo tiene una opinión y es libre de decirla, siempre y cuando no sea irrespetuosa. Y eso es algo que debería aceptar mucha gente.
No se le puede gustar a todo el mundo.
Y espero que, si te has leído todo esto y no eres bloggero, nos entiendas un poquito más.