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jueves, 5 de agosto de 2010

PACTAR CON EL DIABLO

Últimamente, me ha entrado una especie de fiebre con Al Pacino. No hago más que ver películas de Al Pacino, degustar su filmografía, disfrutar de sus buenas películas y también de las malas, de sus buenas interpretaciones y también de las malas… incluso estoy disfrutando más de las malas películas/ malas interpretaciones que de las buenas.
Llevo ya un tiempo comentando sus pelis en “la hora de Ving Rhames, si son oyentes ya saben a que me refiero. Y para que en AVT, quede constancia de esta fiebre mía, que mejor que dedicarle una reseñita a la infamia protagonizada por Al Pacino mas cercana al terror (¿O al cine de juicios?).
Un abogado provinciano (Keanu Reeves), sin ningún escrúpulo y tras ganar un juicio en el que un pederasta culpable sale inocente, es contratado por un extraño bufete de Nueva York, así que allí se va con su esposa (Charlize Theron) a comenzar lo que será una prospera vida. El jefe de ese bufete (Pacino), pronto le hará saber las cosas buenas de la vida… no en vano es el diablo.
Dentro de la extensa filmografía de Al Pacino, hay tres partes muy diferenciables. Sus inicios en los setenta, gracias a los cuales hoy es una leyenda y permite que una película de tercera categoría sea un reclamo solo porque sale el, su asentamiento desde 1982 hasta 1997 donde los buenos papeles conviven con otros no tan buenos, siendo DONNIE BRASCO el final de esta etapa, y el declive, que comenzó también en 1997 con esta película y continúa hoy en día, en el que vamos viéndole envejecer, vamos siendo conscientes de sus dolencias ( la película RELACIONES CONFIDENCIALES es una muestra palpable y directa de lo mayor que es este hombre),de sus babeos, de sus sobreactuaciones, de sus infra-actuaciones, de la caricatura de si mismo en la que se está convirtiendo película tras película, y de cómo un actor espantoso, ha hecho creer a todo un planeta que es un actor cojonudo. El Al Pacino del declive es el que yo reivindico (¡¡¡que se jodan EL PADRINO o SERPICO!!!), del que me río y del que disfruto como un enano desde hace un par de meses, y PACTAR CON EL DIABLO, es la culpable de todo esto.
La peli, que va de peliculón moderno y agresivo, que tontea con el terror y con el erotismo, e incluso con la escatología, es inevitablemente un tostón que adolece de todos los elementos de los que presume, y que reduce con cuentagotas las intervenciones de Pacino, precisamente por tener en filas a un “grande” y hacer de esos momentos algo historico. También pasaba eso con Marlon Brando. Pacino en la época en la que hacía esta película también se creía “el más grande” y eso se nota a cada arqueamiento de ceja y no-parpadeo de los muchos que hay en la película . Y efectivamente, si quitas a Pacino de la película, la cosa se va a la mierda porque es muy mala, pero hay que verla, solo por verle a el, pareciendo ciego, poniendo cara diabólica, comprobar el postizo dental que luce solo para parecer mas joven, gritando como loco y, lo mejor de la película, verle hablando en español (en la versión original).
Es pionera en el sub-género del “Pacinismo” y eso lo comprobé anoche viéndola. En ello, una obra maestra. Vean, vean el video y descojonense… es una de las escenas cómicas mas graciosas de todos los tiempos.

domingo, 4 de abril de 2010

CONVERSACIONES CON AL PACINO

Lawrence Grobel, considerado por los que entienden “el Mozart de los entrevistadores” y conocido por sus prestigiosas entrevistas a entre otros Marlon Brando, recopila en un libro lo que han sido todas las entrevistas que hizo a Al Pacino desde 1979 hasta 2006, con lo que consigue lo más parecido a una biografía, y en “Aquí vale todo” somos muy cotillas y nos gusta mucho leer biografías.
Pacino, solo pretende no parecer idiota a la hora de responder, y aunque al final llegamos a la conclusión de que estamos ante un “intelectual de barrio”, salvo cuando habla con entusiasmo de Shakespeare, no resulta un tipo muy pedante.
Con estas entrevistas, nos enteramos de episodios de su infancia en el Bronx, de cómo le sientan las críticas, que opinión le merecen ciertos directores y ciertos actores, las pelis que le gustan, los papeles que rechazó… Altamente recomendable y de fácil lectura, engancha de tal manera, que las trescientas y pico páginas que tiene el libro, nos las pulimos en tres sesiones de dos horas de lectura. Y es que la cosa no tiene desperdicio.
Muy interesante es descubrir, que a parte del Pacino actor que todos conocemos, el del cheque, el del cine comercial, también existe el Pacino director, underground y de vanguardia con películas inéditas (hasta que en los USA sacaron un jugoso pack con estas pelis) financiadas con su propio dinero y al margen de la industria. Una trilogía que, salvo la conocida BUSCANDO A RICHARD que incluso se estrenó en nuestro país, se vio abocada a limitadas proyecciones en museos y otros antros de publico más artístico. THE LOCAL STICMATIC de 1982, en la que no se atrevió a dirigir y se contenta con interpretar el rol protagonista y producirla y que trata sobre dos extraños tipos que se dedican a acercarse a los actores famosos para luego darles una paliza y CHINESE COFFY, una obra de teatro adaptada al cine, en la que si se lanza de cabeza a la dirección. La verdad es que estaría bien descubrir estos Films.
Por otro lado, si hay que ponerle un pero al libro, y se trata de gusto personal, cuando Pacino se pone a parlotear de teatro o de Shakespeare, aburre a los muertos. Pero eso no es óbice para leer el libro completito.

miércoles, 9 de septiembre de 2015

LOS FOTOCROMOS DE "RELACIONES CONFIDENCIALES"

Siempre es un placer para mí ver a Al Pacino (por aquí le llamamos Al Pa) en acción. Y en la eterna discusión en si es mejor Pacino que De Niro, al final gana Al Pa porque, si bien es cierto que durante la década pasada, al igual que su rival, hizo mucha mierda ("88 Minutos", "Asesinato Justo" que al fin y al cabo están entretenidas) también es cierto que cercano a los 80 años, se las ha ingeniado para hacer unas películas de corte independiente, o producciones funcionales de "Milleniun Films" -Vamos, "Nu image" para el cine...-  en las que al menos su presencia no sea muy ridícula, que él quede representado con dignidad, como un actor mayor todavía con carisma. Valga como prueba sus telefilmes para la HBO o las recientes  y bonitas (¡tres en un año!) "La sombra del actor", "Danny Collins" o "Mr. Manglehorn". Quiere morir sin ser un caricato. De Niro, sin embargo sigue en la linea de hace 10 años, aunque parece que quiere enmendarlo también.
Pero antes de esta nueva etapa, Al Pa,  hizo bastante el ridículo. Lo hizo aquí y allá, en especial junto a Adam Sandler en "Jack y su Gemela", y en su película más decadente, "Relaciones Confidenciales" que es a la que pertenecen estos fotocromos de hoy.
No es en absoluto una mala película, pero si que es una en la que Al Pacino está especialmente ridiculo. De 2003, es de esas películas en las que a Al ya le pesan los años, e inconsciente de que ya no puede hacer papeles de cuarentón como hasta ahora, se empeña en hacer de señor de su edad, interpretándolo como si fuera un señor de cuarenta haciendo de uno de cuarenta (¿hein?). Todo muy forzado y patético. Así que babea, tiembla, balbucéa... un espanto. Pero ¡ojo! que la peli está entretenida.
No obstante, Al Pacino está acabando su carrera con más dignidad, y esto solo sería un pequeño tachón en su filmografía como actor.
Les dejo con los fotocromos.









martes, 8 de junio de 2010

RATS

La “Nu Image”, en la actualidad cuenta en su nómina con Robert De Niro, Al Pacino, Bruce Willis o Antonio Banderas, se forra con las nuevas pelis de Stallone y va a Cannes a presentar sus películas, sin ningún tipo de vergüenza. Se han hecho grandes… ¿Quién se lo iba a decir al Israelí ”Boaz Davidson”? De hecho, algunos de sus nuevos lanzamientos, son películas muy esperadas como THE EXPENDABLES, la nueva mega-machada con (y de) Stallone a la cabeza, STONE, con nada menos que De Niro y Edward Norton o THE SON OF NO ONE, dirigida por el prestigioso Dito Montiel y con Juliette Binoche, Ray Liotta y con el ahora- todo-un-clasico “nuimaginista” Al Pacino en el reparto. Además, se lo montan con el 3-D con el estreno de SPIDER 3-D, sobre una araña gigante, fieles al género que les ha dado el éxito y ¿prestigio? del que hoy goza la compañía. Y es que hay que recordar, que si hoy “Nu image” son los responsables de que Pacino Y De Niro sigan comiendo, si eso ha sido posible, ha sido al éxito que en videoclubes les reportó, no hace ni diez años, todas aquellas peliculitas entrañables protagonizadas por violentos animales terrestres, marítimos y/o extraterrestres.
Pensando en ello (y cautivado, fascinado y alegre por los derroteros que se marca una compañía que ya desde sus inicios me cayó simpática), anoche decidí ver una de sus películas estandarte, la más entrañable y también una gran “explotation”. RATS.
El título del que se beneficia más, mas, que menos, es WILLARD, aquél peliculón en el que Crispin Glover, completamente chiflado, controla a las ratas del viejo caserón en el que habita.
En Rats, no tenemos a Crispin Glover, pero en su lugar contamos con un chalado de un hospital psiquiátrico, que dice tener telepatía con tan repugnantes roedores y lleva años alimentándolos con carne humana. De hecho, esa carne mas los experimentos científicos a los que fue sometida una de ellas, han hecho de esta un ser asqueroso, repulsivo y enorme, del tamaño de un perro, que dará cuenta en ese hospital, junto con otras ratas mas pequeñitas, pero igual de voraces (y con ojos rojos) de todo aquel que se cruce en su extraño camino, mientras una periodista se infiltra en el hospital haciéndose pasar por loca, con unos fines, de los cuales no acabo de enterarme muy bien cuales son.
Seamos serios, la peli es un porquería, es mas mala que el mismo demonio; una infografía de pena con la que detectamos, sin ningún tipo de problema, cuales son las ratas reales y cuales las falsas, un trama confusa y poco interesante, un descuido general de todo el material dramático… sin embargo, los señores de “Nu Image, saben muy bien que aquél que osa ponerse delante de la tele a ver una película de ratas asesinas, quiere ver eso, ratas comiéndose a toda esa panda de hijos de puta… Y de eso RATS, tiene a raudales, gore brusco, sangre a borbotones, cacas gigantes, descargas eléctricas, una rata gorda y grande de lo más chanante y un Ron Perlman pre-hellboy dándoselas de listo y recibiendo su justo castigo.
A ratos, es tremendamente aburrida, pero al final, cuando acaba, cuando ves que no has dado al avance rápido ni una sola vez, cuando descubres que en los momentos con chica has disfrutado como un enano, le das al stop, y te vas a la cama con un buen sabor de boca, y con mil ojos, no sea que debajo de la cama ande alguno de esos asquerosos roedores.
Y me encanta el rollito mainstream que lleva ahora “Nu image”, y todo por hacer tropecientas malas/buenas películas como esta.
Dirige Tibor Takacs el de LA PUERTA y LECTURAS DIABOLICAS, que a día de hoy sigue a este mismo rollito animalístico y/o catastrofístico y se hace cargo de bodrietes simpáticos como MEGA SNAKE, ARAÑAS DEVORADORAS o N.Y.C.: TORNADO TERROR. Todo un señor director, desde luego.

lunes, 18 de diciembre de 2017

INTERIOR. LEATHER BAR.

Me hace gracia la carrera que lleva James Franco, primera estrella Hollywoodiense, que no hace ascos a un drama desgarrador, como tampoco a protagonizar —y guionizar— la comedia más gamberra que se le ponga a tiro, siendo incluso nominado al Oscar por papeles como el que interpretó en “127 horas”.
Todo esto no es óbice para que en su tiempo libre, dirija películas que van desde el cine casero más extraño, al arte y ensayo más pedante, pasando por la vanguardia más feroz, en films que muchas veces solo se estrenan en festivales, si es que llegan a hacerlo. De esta vertiente en Internet ya se habla de que una de sus últimas películas “The Disaster Artist”, inspirada en el libro del mismo título de Greg Sestero del mismo nombre, que narra los avatares del rodaje de “The Room”, y que muchos dicen que es cercana a la obra maestra. Habrá que verlo eso.
El caso es que James Franco es un hombre de cine (de TODO el cine) y solo por eso me cae bien, y siempre que puedo, o me entero de su existencia, suelo ver las películas de corte independiente que suele realizar, aunque a sabiendas de que la mayoría de las veces me voy a encontrar con un mojón encorsetado. No es el caso de “Interior. Leather Bar”.
Esta pieza absolutamente vanguardista que deambula entre el documental y el vídeo diario, sin llegar a ser una cosa del otro mundo, si que resulta de lo más interesante.
El planteamiento es el siguiente: Como a la película “A La Caza”, se le cercenaron 40 minutos de metraje para que pasara censura —metraje este que se perdió después— y no le encalomaran una X, Franco y el co-director Travis Mathews, deciden recrear (imaginar más bien) esos 40 minutos que faltan a la película teniendo en cuenta que en ellos solo había escenas de sexo explícito homosexual en los que se sugería que el personaje de Al Pacino, participaba en esas prácticas sexuales. Bien, pues “Interior. Leather Bar”, no es el resultado de esa recreación, si no una película que nos muestra el proceso de creación de esa recreación (¿me entienden?), sin duda mucho más interesante.
En él, vemos como Franco y Mathews planean el film, y sobretodo, vemos cómo un amigo actor de Franco, el contratado para hacer el rol de Al Pacino, se plantea si seguir adelante con aquello cuando ve que donde tiene que participar es un festival explícito de pornografía gay, que es en lo que se convierte el set de este experimento, al dejarse llevar los actores con el tema sexual como les indica Franco. Ante esos maricas chupandose las pollas, tragando semen y acariciándose los huevos, el actor no se siente cómodo y se cuestiona si su aparición en este film no truncará su carrera,  por lo que comienza el conflicto ante un James Franco sin miedo a las represalias con tal de llevar a cabo su discurso. “Por el amor de Dios, que vas a rodar una película para Disney”,  le dice el actor a James Franco en un momento de la cinta, para advertirle de que se le está pirando la pinza y que eso puede repercutir en su estatus de estrella mainstream.
Como solo dura una hora, y el tema —y sobretodo, el resultado del corte final, casi un making off— la película se deja ver estupendamente, a pesar de las muchas mamadas masculinas que en ella se suceden, con el reparo que nos da eso a los heterosexuales reprimidos.
No es más que un caprichito de millonario excéntrico que es lo que es James Franco, pero está muy bien que sus caprichos sean de corte creativo, y, por supuesto, sensacionalistas.

viernes, 1 de febrero de 2013

TIPOS DUROS

En mi pubertad y adolescencia, y desde que vi la película “El Rector”, sentí una gran admiración por James Belushi. Era mi actor favorito. Devoraba sus películas, iba al cine a verlas aunque el tuviera un papel secundario. Ya, según iba creciendo, fui descubriendo a su hermano John, y a medida que la fama de James iba descendiendo, lo hacía también mi fanatismo hacia el. Ya hacía películas muy malas, telefilmes en su mayoría.
Sin embargo,  como cuanto más mayor me hago, más desaparecen mis prejuicios cinematográficos, y como inevitablemente, la nostalgia se apodera de uno, estoy viviendo, junto con mi amigo Chema, que más o menos vivió el mismo fanatismo por el actor, una segunda etapa Jim Belushi. La misión es recuperar en dvd toda su filmografía, cosa esta, que estoy consiguiendo poco a poco. Chema anda más interesado en sus películas más clásicas y populares (“El rector”, “Súper Agente K-9”, “Millonario al instante”), y yo ando más interesado en su etapa más video clubera y oscura, de la que hay bastantes títulos y de los que, prácticamente, no he visto ni uno. Así pues,  ya saben que irán leyendo  sobre Belushi de vez en cuando por aquí.
Lo malo es que no todos sus títulos son lo suficientemente interesantes como para reseñarlos, este es un completismo un tanto absurdo, pero los que me llamen la atención, si que irán apareciendo por aquí.
Este “Tipos duros” del año 1999, cuenta la historia de un antiguo mafioso que en un momento dado, traiciona al capo robándole 12 millones de dólares y largándose con ellos a un pueblecito de la America profunda. El capo se entera de que ha sido el, y le manda a dos matones para que se lo carguen.
En plena contienda, entre huidas, tiros y peleas, aparece en el camino de los mafiosos el Sheriff del condado, que desestabilizará los planes de todos.
Se trata de un telefilm para la televisión por cable. Pero no es un telefilm cualquiera, este es de los buenos, producido nada menos que por Richard Donner y Joel Silver, con lo que no se escatima en medios.
Lo mejor de la película es que es una película de acción dura y pura, y no da nada más que eso, acción pura y dura, montada toda ella con una soltura y un ritmo acojonante. El bombardeo de imágenes al que se nos somete, no da lugar al aburrimiento, y eso que el argumento brilla por su ausencia. Aquí se trata de pegar tiros y pegar tiros.
Belushi, en su peor momento profesional (recordemos que hace no mucho lo rescató Roman Polanski dándole un papelito en “El Escritor”, y que vive una segunda juventud en televisión gracias a series como “El mundo a través de Jim” y “Los defensores”), y físico, está tan gordo que casi parece Bud Spencer, y se tiene que dejar perilla para disimular su purulenta papada. Verle correr en la película, que lo hace y mucho, da bastante pena.
Lo bueno es que James Belushi, hace muchos años que dejó de ser actor para pasar a ser tan solo James Belushi, con lo que en una película como esta, en la que el argumento es duro y serio, este no puede parar de soltar chascarrillos de dudosa gracia a lo James Belushi. Y eso siempre mola. Al igual que Al Pacino, desde que hizo “Esencia de mujer” parece que está siempre haciendo de ciego, Belushi desde que hizo “Súper Agente K-9” hace siempre, y sin excepción, del agente Dooley. Y es porque ya por aquél entonces estaba haciendo de James Belushi.
Por lo demás, un telefilm de lujo, que para pasar un ratillo frente al televisor, ya nos vale.
Junto a Belushi, un menos envejecido Timothy Dalton y la tetuda Vanessa Angel, cuyas operaciones estéticas ya empezaban a deformar el rostro de una de las más bellas secundarias del Hollywood de tercera.
En la dirección Louis Morneau, director de “Bats”, y especialista en telefilmes y secuelas video cluberas como “Carretera al infierno 2” o “Nunca juegues con extraños 2”.

viernes, 11 de agosto de 2017

OFICIAL Y CABALLERO

No había visto yo nunca – y desconozco el motivo real, puesto que a mí las pasteladas románticas suelen gustarme- este “Oficial y Caballero” considerado ya un clásico con 36 años de edad, y la verdad es que el estatus de clásico del que goza se lo tiene de sobra merecido. Se trata de una película cojonuda y de una vigencia absoluta, que se mantiene como si hubiera sido rodada ayer. Y puedo decir esto pues llegué a ella virgen, no hay condicionante por mi parte a la hora de evaluarla, y  E.T´s”, “Goonies”, “Indianas Jones” y “Star Warses” aparte, “Oficial y Caballero” es una de las mejores muestras para comprender por qué el cine de los ochenta era tan cojonudo, al margen del cine espectáculo nacido en aquella década, tan popular hoy entre el populacho. Si hablamos de “Oficial y Caballero”, tan alejada -y tan cercana en cierto modo- de todo aquello, hablamos de gran cine, del que perdura, del que se disfruta dando igual la década en que nos veamos la película y del que se ha ganado a pulso el estatus de clásico del cual disfruta.
Protagonizada por Richar Gere y Debra Winger (aunque nombres como el de Travolta, que rechazo el papel, Geena Davis, Jennifer Jason Leigh,Jeff  Bridges o Christopher Reeve, se barajaron para protagonizar la película), cuenta la historia de un par de cadetes aspirantes a pilotos de los Marines de los USA que, aún advertidos de la presencia por la zona de “Caza-oficiales” (mujeres casaderas que buscan cazar a un oficial en busca de una vida mejor), se encoñan con un par de ellas, y mientras que uno acaba tomándose la relación más en serio –motivo este que le inducirá al suicidio- el otro ofrece sexo honesto desde el principio. Entre tanto, tendrán que lidiar con el vehemente del Sargento instructor, que se las hará pasar putas en su camino hacia la graduación.
Resulta muy curioso, que esta película que costó tan solo 6 millones de dólares y que recaudó más de 200 (en nuestro país la vieron más de dos millones y medio de personas), haya llegado a convertirse en lo que es hoy, puesto que durante su concepción no las tenía todas consigo; Don Simpson, el productor, ávido de cocaína y pastillotes, odiaba el guion, no le gustaba la película en general, ni le gustaba Debra Winger. Los continuos días de lluvia ponían en peligro los rodajes diarios y cuando escampaba, se quedaba una luz natural muy chunga, que por otro lado y pese a todo, favoreció el look de la película. Para más inri, la pareja protagonista se llevaba a matar, Winger decía que Gere era un desaborío y Gere le tenía envidia a la Winger, acusándola de, cuando ambos estaban en escena, robarle los planos, de ser más carismática que él.
Por otro lado, ese maravilloso final en el que Richard Gere, ya licenciado, entra en la fábrica de papel en la que trabaja Debra Winger, y a pesar de todo lo anteriormente vivido, se la lleva en brazos para darle la vida que ella buscaba –huelga decir que su amor se intuye verdadero-, un final tan icónico como la propia película, un final que madres de la época y jovencitas adolescentes recuerdan con especial excitación, y un final que posiblemente sea el verdadero motor del éxito de la película, a punto estuvo de no ser rodado; Tanto Don Simpson, como el director Taylor Hackford, como el propio Richard Gere, coincidian en que el final era una moñada  y que los derroteros de la cinta iban por otros senderos más duros. No se iba a rodar ese final. Pero ante la insistencia del guionista Douglas Day Stewart, que si que defendía el guion, como para que se callara, Hackford decidió rodarlo en una sola toma con la idea de desecharlo. Sin embargo, cuando lo rodaba, en las instalaciones reales de una fábrica de papel, dos de las trabajadoras que hacían de extra para la escena, al ver a Gere saliendo de allí con Winger en brazos, se emocionaron y se pusieron a llorar como dos benditas. Supo entonces Hackford, que ese final iba a funcionar. Cuando finalmente montaron la escena, con la música de Joe Cocker, y lo vieron juntos Gere, Simpson y el director, decidieron incluirlo porque, aunque en un principio eso no les gustaba, comprendieron que le daría un sentido distinto a la película, y que eso les iba a proporcionar un éxito mayor. Y así fue. De hecho, lo más recordado de la película, es su final.
La película fue un éxito mundial sin precedentes.
Por otro lado, le valió el Oscar como actor secundario a Louis Gosset Jr. que interpreta al hijoputa del sargento, y que como le pasó a todos los actores negros que ganan Oscars como secundarios –caso mismo de Cuba Gooding Jr.- después del premio, pocos papeles relevantes protagonizaría después, encasillandose Gosset en papeles de militar con mala hostia.
Debra Winger por el contrario, despegaría en su carrera, aunque poco después acabaría hasta el coño de Hollywood reduciendo así su intervención según avanzaba el tiempo, Richard Gere se convertiría en galán y Súper-Estrella en una carrera que se prolongó hasta, prácticamente, nuestros días, y el director, Taylor Hackford, rodaría unos cuantos films de éxito, si bien, ninguno llegaría a las cotas de popularidad y calidad que el que nos ocupa. Como muestra de su trabajo, citaré, “Noches de Sol”, al servicio de Gregory Hines y “Pactar con el diablo”con Al Pacino.
Qué gran película.

miércoles, 1 de febrero de 2017

LOS FOTOCROMOS DE "ESENCIA DE MUJER"

Remake de la película Italiana "Perfume de mujer" de Dino Risi, dónde se cambia la sordidez de Italia por el glamour de Estados Unidos, y a Vittorio Gassman por Al Pacino. Obviamente, muy distintas,  aunque muy parecidas, las dos están muy bien.
Pero aquí lo que les dejo son los fotocormos de la Americana.













lunes, 7 de noviembre de 2011

GOODIES (1)



Las maravillosas figuritas de resina. Aquí, imágenes de Al pacino como Tony Montana en EL PRECIO DEL PODER. ¿A que es una cucada?

viernes, 25 de julio de 2014

THE LAST GODFATHER

Curioso proyecto, co-producción de Corea del Sur con USA, en la que el famoso cómico Sur Coreano Hyung-Rae Shim al que pudimos ver haciendo de maestro tortuga en “Dragon Ball Zero”, se pone delante y detrás de las cámaras para parir una película muy extraña, que aún tratando de ser lo más americana posible, indefectiblemente, tiene más ramalazos orientales que otra cosa.
Un capo mafioso decide retirarse y nombrar sucesor de la familia a un hijo que tuvo en Corea del Sur, en una canita al aire. Cuando este llega a Chicago, resulta ser retrasado mental y de aspecto avejentado, lo que no es óbice para que el capo decida mandar a sus esbirros adiestrar al chico, que como buen retrasado, no parará de hacer gracietas y meterse en líos de los que saldrá airoso, sin él proponérselo. De entre medias, un enamoramiento y una traición, para darle algo de consistencia a un producto para lucimiento de un cómico, que si en Corea del Sur es una súper estrella, en occidente no tiene ni puta gracia.
Lo gracioso de la película es que, si el retrasado en un principio es el chino, al final, resultan más retrasados el resto del reparto, Harvey Keitel, que interpreta al capo, más que ningún otro, con gesto todo el tiempo de saber que ha tirado su carrera al retrete, y que esta película le convierte en caricato mayor, superando con creces a sus partenaires generacionales, Pacino y De Niro, que también andan chocheando de producción en producción, nunca llegando a estos derroteros.
Por otro lado tenemos a Jason Mewes, que si le sacamos de su eterno rol de Jay (de las películas de Kevin Smith… no me hagan explicárselo) se encuentra más perdido que un hijo puta el día del padre. Pues imagínenselo vestido con traje de firma, haciendo de mafioso italiano, con esa voz de drogata que tiene. Vergüenza ajena provoca. El resto de secundarios, vistos en mil y una películas de mafias, no tienen la responsabilidad de dar la cara que conlleva la fama, pero aún así, son más dignos de Keitel o Mewes.
Y luego tenemos al señor director haciendo de retrasado mental. Hyung-Rae Shim es poco más que un clown, un comediante cuyo estilo es más que reconocible en su país, y por eso, sin saber apenas una palabra de Inglés, y calzando, sin disimularlo, zapatones de payaso durante todo el metraje, se centra en hacer una comedia más propia de Corea del Sur que de los USA, apostando por un estilo de humor infantil, trasnochado y meramente “Slapstick”. El resultado de ello, se tradujo en fracaso tanto en su país, como en los Estados Unidos, de hecho, comprendo el fracaso de la película, que no deja de ser una acumulación con todos los tópicos y servidos, no con especial talento, en un remedo de las películas de “Pez fuera de la pecera” como, sirvan de ejemplo, “Bean”, “Los Visitantes ¡No nacieron ayer!” y tantas otras.  O sea, un pedacito de mierda de la que todos sus implicados (en especial Harvey Keitel) se arrepienten. Ahora ¿Si me gusta? Tengo que reconocer que si, que me ha hecho mucha gracia, más que nada por el despropósito, por marciana, por bizarra, y porque parece mentira que nadie le dijera a Hyung-Rae, que salir en una película americana con esos zapatos era demasiado arriesgado.
Como ver un capítulo de Doraemon.
Shim, es también el director de “Dragon Wars”.

lunes, 12 de agosto de 2013

PIMP BULLIES, VICTIMAS DE UN PROSTÍBULO

Esta película si que es una marcianada de tomo y lomo, solo a tener en cuenta porque, si hay algo del todo exótico, es esto.
Desde que el cine se democratizó con lo del vídeo digital y  la informática, en República Dominicana están que no paran, filmando películas como locos y creando una industria, que aún pobre en recursos, va subiendo como la espuma.
Como nueva industria que es, y por el carácter de los Dominicanos, estos no tienen mayores pretensiones en su cine que la de entretener, por ello, se han especializado en comedias. Comedia que estrenan, comedia que es un mega-éxito en aquél país. Aunque actualmente están intentando meter gente en las salas con otros géneros, parece ser que les sigue el drama, el cine de acción en tercer termino, y lo que no acaba de cuajar del todo es el cine de terror, aunque han tenido algún que otro éxito como “Andrea”, y otras que ya iré comentando por aquí más adelante.
El tema es que quieren ir lo más deprisa posible, y aunque la comedia Dominicana se impone como el género predilecto, y es dónde ese país ha desarrollado un estilo propio, en otros géneros el modelo a seguir es, como no, el cine americano. Sobretodo cuando de acción se trata. Como muestra, “La Soga”.
Ahora cambiemos de tema.
Ving Rhames ha desarrollado una carrera en la que se siente la mar de a gusto, combinando sus interpretaciones en productos meramente “mainstream” con otros de corte video clubero –últimamente, se prodiga exageradamente más  en estos últimos- y así con la tontería, entre lo que actúa y las películas que produce, se ha convertido en uno de los actores más peculiares y prolíficos, hasta tal punto que, bien por edad y la necesidad de estar activo que en los actores, ya mayores, eso conlleva, o bien por adicción al trabajo, se le ha visto asomar la cabeza , incluso, en ponzoñosas producciones de “The Asylum”, como pueda ser “Zombie Apocalipse”.
Por otro lado, el actor de origen Cubano Steven Bauer, que tuvo en los ochenta el cenit de su popularidad con títulos como “El precio del poder” o, ya como protagonista absoluto, “Ladrón de Pasiones”,  lleva muchos años haciendo papeles secundarios en Hollywood, que cada vez se suceden menos, por lo que no es extraño verle asomar el hocico en el cine latino.
En cualquier caso, ambos son estrellas de Hollywood reconocibles.
En otro orden de cosas,  tenemos el cine de acción Dominicano, que intenta parecerse al yankie lo más posible, y al veterano director Alfonso Rodríguez, con ocho películas dirigidas (eso en Republica Dominicana, es una barbaridad… tengan en cuenta que la producción cinematográfica de este país era inexistente prácticamente, hasta la llegada del video en la pasada década), contando con los éxitos que supusieron “Macho de mujer” y “Yuniol”.
Bien, pues hace una película sobre prostitutas, proxenetas y disparos, y no duda un segundo en contar con los servicios, en papeles muy destacados, tanto de Ving Rhames como de Steven Bauer. Y a Bauer menos, pero a Ving Rhames, verle en una película Dominicana, me parece la cosa más genial y marciana del mundo (imagínense…. debo ser el único puto fan del cine Dominicano que hay en este puto país y que lo sigue más o menos de cerca. De hecho, tengo amigos Dominicanos que me ponen más o menos al día. Empiezo a aficionarme con según que películas y de golpe y porrazo, me topo una de ellas con uno de mis actores favoritos U.S.A. Pues para fliparlo…). Recibiría el guión, le gustaría, aceptaría, y bajaría considerablemente su caché. O eso, o es que es incapaz de decir no a un proyecto.
A lo que voy es: El cine Dominicano es un cine que se rueda bajo mínimos. No es como “Bollywood”, dónde hemos podido ver a Stallone o dónde Brandon Routh se ha instalado cómodamente, que es una cinematografía que supera en ganancias y costes de producción incluso a la Hollywoodiense. La cinematografía Dominicana, aún con sus estrellas, sus taquillazas en salas y su ascendente producción, no deja de ser una cinematografía prácticamente amateur (de ser cercana a alguna, lo sería, salvando un poco las distancias, al “Nollywood”), dónde, a parte de los actores, la cámara y el programa de edición, no hay nada más. Y aunque este “Pimp Bullies, víctimas de un prostíbulo” es estéticamente muy bonita, con mucho filtro y mucho colorido, se notan las carencias por todas partes. De hecho, la acción se desarrolla en Nueva York, y ni por un segundo se pone en duda que están en Santo Domingo (donde por otro lado, está rodada íntegramente toda ella). Entonces, la gracia de todo esto, está en ver a Ving Rhames y Steven Bauer en una película prácticamente casera.
Y al estar la película ambientada en Nueva York y, supongo, tener algunas aspiraciones hacia el mercado Americano, está rodada en Inglés casi en su totalidad, menos cuando trasladan la acción a Santo Domingo, donde el idioma es el español. Bien, pues el último actor que tiene el 90 por ciento de su diálogo en español, es el único Americano puro de la película, y el único que no tiene ni pajolera idea de hablar otro idioma que no sea el Inglés ¡Ving Rhames! que tuvo que aprender sus diálogos en nuestro idioma. El caso es que, al muy cabrito, se le da bastante bien, y aún con acentazo, se le entiende perfectamente, actúa en español intentando entonar como un Dominicano y está todo el tiempo diciendo tacos como “Puta” o “Coño”. Vamos, que una gozada, y solo por eso, merece  la pena, penita, pena, ver la película. Inevitablemente, te descojonas.
Bauer,  por su lado, tiene un papel menos relevante, y al ser el español su idioma oficial, no resulta tan raro verle ahí, si tenemos en cuenta que ya le había visto en una horrorosa comedia chilena de Súper Héroes junto a Jordi Mollá. Ni el título recuerdo. Eso si, está viejo y gordo el hijo de la gran puta, lejos quedaron sus tiempos de galán, en los que, explicando a Al Pacino (en “Scarface”) cómo se hace con la lengua para comerse un coño, este le recrimina con el ya mítico “¡Qué asco!, pareces un lagarto!”.
Por lo demás, la película es bastante floja, no mantiene el ritmo que debe tener una de acción, la producción es tan pobre, que aunque hay acuchillamientos con machete (Rhames que es más bruto que un arado) la cámara nunca nos muestra la sangre, así como no nos muestra impactos de disparo en el cuerpo, simplemente, porque no hay dinero para mostrarlo. La historia es bastante poca cosa e intenta ser una película transgresora en cuanto a sexo, y en las escenas de folleteo, se nota cierto pudor ante el tema de mostrar la carne y el como mostrarla, precisamente, porque al ser una industria tan nueva, no saben cómo afrontar una cosa tan delicada.
En general, no podemos decir que estemos ante una buena película. Es un poco ful.
La sinopsis, porcierto:
Dos chicas Dominicanas se lamentan en la calle, una de ellas lo hace porque tiene un hijo gravemente enfermo y no tiene dinero con qué pagar el tratamiento. Un proxeneta que está por ahí fumándose un puro (Rhames) las escucha y se aprovecha de la situación para prostituir a la muchacha en su burdel de Nueva York, dónde ella, casta y puritana de origen, conocerá la droga y la mala vida, hasta que acaba muerta. Muchos años después un individuo con pinta de tipo duro anda investigando la muerte de esa puta. Y no cuento más porque si no, espoiléo.
Muy mala, pero para saciar curiosidades de cine exótico esto es una delicatessen.

miércoles, 28 de septiembre de 2016

LOS FOTOCROMOS DE "MILLONARIO AL INSTANTE"

Una de las comedias pertenecientes al mejor momento de la carrera de mi admirado James Belushi, que no funcionó excesivamente bien en taquilla (yo fui a verla como un bendito, el día de su estreno, al extinto cine Palacio de la Música) con sus 260.000 espectadores, y que contó con una carrera videografica breve, apareciendo en VHS en su momento, pero no existiendo una edición en DVD o blu ray por el momento en nuestro país.
Dirigida por el prestigioso Arthur Hiller  (que por cierto, murió el pasado 16 de Agosto y en las redes sociales, los usuarios, no le han dedicado ni un pensamiento) director de "Torbruk" pero también de "No me chilles que no te veo", de "Autor, Autor" con Al Pacino, pero también de "Arde Hollywood", y sobretodo, director de "Love Story" , "Millonrio al instante" es conocida en los USA con dos títulos, uno "Taking Care of Bussines"y  "Filofax" el otro, se trata de una de las películas más divertidas de Belushi, y una de mis favoritas de su filmografía.
Junto a él, tenemos a un enorme Charles Grodin.
Disfruten de los fotocromos.














miércoles, 10 de junio de 2015

LOS FOTOCROMOS DE "EL TIEMPO DE LOS INTRUSOS"

Esto si que es una verdadera película de culto. En primer lugar, por tratarse de una película de Walter Hill de la que nadie parece acordarse, con un guión de Robert Zemeckis y Bob Gale que no solo no les pega nada, sino que les salió para la ocasión un tanto macarra, y en segundo lugar porque siendo como fue un pequeño fracaso, al menos en los circulos de raperos más cinéfilos, se la considera una película a tener en cuenta, en parte por su soundtrack, el cual fue un hit en los 90, en parte porque juntaba por primera vez en la pantalla a dos astros raperos como son Ice-T e Ice Cube. Lo más parecido para un rapeoride a lo que pasó con De Niro y Pacino en "Heat". A estos les acompañan Bill Paxton y William Sadler.
Cuenta la atípica historia de unos bomberos que reciben el mapa de un tesoro escondido en un edificio ruinoso, y el como se matan entre ellos para conseguirlo. Una cosa muy curiosa que asistí el día de su estreno a verla al cine dónde luego me tiraría años trabajando y que recuerdo que me hizo cierta gracia, pero que debería volver a revisar de nuevo por la lejanía en la que se almacena en mi cerebro.
No obstante, sus fotocromos son de lo más sugestivos.
Esto si que es "noventero"... Ya están aquí.







lunes, 11 de marzo de 2019

PRETTY WOMAN

Comenzaba la década de los 90 con este bombazo de taquilla que dejó a todas las chonis y marujas de la época completamente engatusadas con esta historia; casi les entraban ganas de meterse todas a putas. Una revisión del cuento de “La Cenicienta” en clave moderna, en la que cambiamos a una fregona por una meretriz, en un alarde de incorrección política noventero maravilloso.
La historia es sencilla; Un estresado hombre de negocios se da un pasero por Sunset Boulevard y al ir a preguntar por una calle se topa con una furcia barata y arrastrada que le cobra por la información. Le acompaña hasta el lugar, y una vez allí, el hombre de negocios decide que no es mala idea subirse a la golfa al hotel, y eso es lo que hace. Una vez allí, la contrata como escort durante toda la semana, y mientras la ramera se compra ropa y disfruta de la vida potentada, el putero se enamorará de ella, y finalmente será retirada de las calles.
Una chorrada como un templo que consiguió congregar en los cines de nuestro país nada menos que 5 millones de espectadores del año 90. Ahí es nada. Además, es un seguro de vida en cuanto a los shares de nuestro país, ya que se trata de la película con mayor número de espectadores por cada vez que se ha emitido desde que lo hiciera por primera vez en televisión en 1994, cuando TVE-1 consiguió 10 millones de espectadores de audiencia. Rara vez, su emisión, posteriormente, ha bajado de los 5 millones de espectadores y jamás ha tenido menos de 1 millón, en las casi 30 veces que se ha programado la película.
Al margen de esto, me parece una de las comedias románticas menos imaginativas de la historia, con un discurrir soso e insustancial, el guion más incompetente que ha tenido a bien ejecutar una producción mainstream y unas interpretaciones de juzgado de guardia, sobretodo por parte de Julia Roberts que a partir de ese momento se convirtió en una mega estrella a la que, con el paso de los años, se le ha ido deformando la cara hasta convertirse a sus 50 tacos — aún estando follable— en una caricatura de la veinteañera que era en esta película. Por otro lado a Julia, le vino que ni pintado el papel. No le costaría en exceso conseguirlo ya que la gran mayoría de las actrices convocadas para la prueba lo rechazaron alegando que se trataba de un papel denigrante para la mujer.
Asimismo, Richar Gere, que no transmite ningún tipo de emoción en su interpretación, fue la consecuencia de que Al Pacino, el más firme candidato a interpretar su papel tras un par de lecturas del mismo, consideró que esa película era una estupidez y se fue a hacer “Esencia de mujer” con la que, por fin,  se alzó con el Oscar a mejor actor, por lo que Richard Gere hizo la película, cobró el cheque y, eso sí, se convirtió en uno de los sex symbols masculinos mayores de 40 más importantes de la década.
Por lo demás, la película es un ñordo de tamaño considerable. Se ve con agrado, porque es insípida, se pasa rápido porque es como para tontos. Y punto pelota. Sin embargo, es un hecho, que se trata de una de las películas más importantes de la década de los 90, y un claro ejemplo de los derroteros por los que iría el mainstream de la época.
Lo mejor de todo al final, es que se trata de una sórdida historia, la de un putero que se enamora de la puta que frecuenta y la acaba retirando. Como cualquier historia del puticlub de al lado de la casa de tus padres, vaya.
Garry Marshall, solvente artesano hollywoodiense, dirige con el automático puesto. Suyas son también “Los locos del bisturí”, “Princesa por sorpresa” o “Un mar de líos”. Así que ya saben como va la cosa, si es que no lo sabían ya antes de leer esta review.
Asimismo deberían saber, que las patas que luce la Roberts en el poster, pertenecen en realidad a una doble de cuerpo.