Estamos ante lo que, comúnmente, denomino -de forma muy apropiada- una reseña muerta. Inútil. ¿Por qué? Porque a estas alturas no voy a descubrir a nadie "La zona muerta". Y mucho menos convencer de algo que todos sabemos de sobras: lo cojonuda que es. Entonces, ¿por qué escribir? Por darme el gusto. Para disfrutar durante el proceso, recreándome en las muchísimas virtudes de un título -de 1983- que se ha ganado a pulso la etiqueta de clásico.
"La zona muerta" está basada en una novela de Stephen King. Produjo ejecutivamente Dino de Laurentiis, en la época que el novelista era materia recurrente porque siempre funcionaba en la taquilla a la hora de recaudar dineritos. Cosa que no sorprende considerando que, por entonces, vivía en continuo estado de gracia, chorreando ideas brillantes hasta por las orejas. Para rematarlo, De Laurentiis y su equipo terminaron de reunir a una serie de talentos en torno al proyecto, todos con la inspiración en un momento álgido, comenzando por el director, David Cronenberg (que venía de parir cosas más modestas en cuanto a presupuesto. Podría decirse que este fue su primer film netamente mainstream), el guionista / adaptador Jeffrey Boam (autor posteriormente de los libretos de "Jóvenes ocultos", "El chip prodigioso", "Indiana Jones y la última cruzada" o "Arma Letal 2 y 3"), la productora Debra Hill (fresca de sus colaboraciones con John Carpenter), y, por supuesto, los actores. O los actorazos. Menudo plantel: Christopher Walken, Brooke Adams, Tom Skerritt, Herbet Lom, Anthony Zerbe, Martin Sheen, Nicholas Campbell y dos habituales de Cronenberg, Peter Dvorsky + Leslie Carlson. Yo me quedo con Walken y Lom. Ambos sensacionales. El primero llevando todo el peso de la peli con una interpretación redonda, repleta de emociones. Según vi hace poco en un documental, Cronenberg le indicó a su dire de fotografía que se centrara en el rostro del actor, ya que iba a ser este el que narraría la historia. Una muy muy trágica.
Johnny es un pizpireto profesor enamorado hasta las trancas de su prometida. Una mala noche lluviosa se estrella con el coche y queda en coma. Pasan cinco años, despierta y se encuentra que, obviamente, la vida se le ha ido a pique, especialmente su pareja, que se ha casado con otro y ha tenido un hijo. Encima, para agravarlo más, Johnny ha regresado con un poder. Si agarra la mano de una persona, puede ver su futuro o pasado. El hombre, triste y desolado, se encierra en casa. Pero no paran de molestarle para pedir ayuda. También se reencuentra con su ex, lo que añade más leña al fuego. El momento álgido vendrá cuando, casi accidentalmente (¡pobre gafe!), descubra que un fanático e histriónico aspirante a presidente logrará su cargo e iniciará la guerra nuclear. Así las cosas, decide pararle los pies, aunque sea a lo bruto.
Sensacional y rico argumento, conducido por David Cronenberg con maestría, elegancia, sobriedad, centrado en los personajes, reduciendo los efectos especiales al mínimo. No perdemos el hilo porque todo lo que vemos nos gusta. Que maravilla y que trágica. "La zona muerta" no puede evitar ser tremendamente triste, pero en el buen sentido. No quiero ni pensar cómo se vería hoy con sus excesos infográficos y demás mandangas.
Tantas posibilidades tenía el personaje de Johnny (apellidado Smith, el nombre más común pegado al apellido más común) que en 2002 se parió una serie de televisión (precedida por un piloto). Aguantó hasta 2007, así que supongo no le fue demasiado mal. La verdad es que no me llama nada. Prefiero quedarme con la película... totalmente imprescindible.
Como regalito, les cedo completa la caratula del VHS que en su día pillé a cincuenta céntimos en el sucio suelo de un mercadillo (nótese el extraño detalle de situar a Martin Sheen por encima de Christopher Walken en cuanto a protagonismo se refiere)
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sábado, 19 de noviembre de 2022
lunes, 29 de octubre de 2012
EXISTENZ
La primera vez que vi "Existenz" fue en el Fetival de Sitges. Llevaba años siguiendo a su director, David Cronenberg, ya que, a fin de cuentas, era uno de los nombres ilustres del cine de terror moderno -es decir, el que rompió moldes y esquemas en los 70- junto a los Landis, Carpenters y Cravens habituales. También es cierto que era uno de los que menos me gustaba, porque siempre había intentado alejarse del género (cosa que a la larga consiguió), a pesar de que reconocía, y reconozco, que tenía grandes títulos como "La zona muerta", "Videodrome" o el remake de "La mosca".
Cuando terminó el visionado de "Existenz" a todos nos quedó la sensación de que Cronenberg había hecho un mejunje con sus obsesiones habituales, y sus títulos estandarte, pero al que le había dado una pátina de "normalidad"... como si quisiera rodar una versión de "Videodrome" pensada para plateas "standard", público masivo no acostumbrado a sus delirios. Vamos, que la peli me dejó algo frío. Ayer noche volví a verla (en formato VHS). Era la segunda vez que lo hacía desde el primer intento... y mis impresiones no variaron demasiado. Cuando se rodó "Existenz" era 1999, y supongo que para entonces los video-juegos y las consolas comenzaban a pegar fuerte. Era normal, pues, que a Mr.Cronenberg le diera por sermonearnos un poco al respecto. Así, la cosa se sitúa en un futuro cercano pero indeterminado, en el que se han inventado una consolas orgánicas y vivas que te enchufas en la espalda, gracias a un bujero que te han hecho previamente, y puedes ser partícipe de los respectivos juegos de un modo escalofriantemente realista. Sin embargo, y por motivos que no conocemos, alguien intenta atentar contra la diseñadora número uno de dichos juegos, por lo que se ve obligada a escapar en compañía de un novatillo segurata. Juntos huirán sin rumbo y terminarán viciados por el revolucionario juego que ha inventado la chorba, hasta el punto de no saber qué es realidad y qué es ficción... para ellos, y para nosotros.
Aunque la peli se apoya mucho en los diálogos y, en el fondo, no deja de ser bastante sencillita, hay que reconocer que "Existenz" va a piñón desde buen principio, tiene un ritmo notable y no aburre en exceso. La historia se sigue más o menos con interés y a lo largo de la misma nos intentan sorprender con algunas ideas y conceptos más o menos bizarros, muy Cronenberg, como esas consolas vivas hechas de tejido orgánico, el indudable tirón sexual en el modo de conectarlas a tu cuerpo, la pistola hecha de huesos y que dispara dientes... incluso hay un poco de gore, con ese pobre camarero chino que recibe un par de balazos en la cara. Sin embargo, carece del rollo enfermizo y mal sano de las pelis previas del Canadiense. Todo es como muy limpio... incluso la pretendida suciedad es higiénica. En realidad "Existenz" tiene bastantes puntos en común con "Videodrome", pero sin llegarle a la suela de los mocasines.
Visto lo que siguió en la carrera de Cronenberg, es evidente que "Existenz" era algo así como su despedida del género puramente fantástico, porque luego no volvió a tocarlo. Y es evidente también que el muchacho estaba algo cansado de sus delirios carnosos, de ahí la sensación de rutina que destila toda la peli. A pesar de ello, el resultado se deja ver. No te impresionará, no te cambiará, no te ofenderá... pero tampoco te dormirás.
Algo es algo.
Cuando terminó el visionado de "Existenz" a todos nos quedó la sensación de que Cronenberg había hecho un mejunje con sus obsesiones habituales, y sus títulos estandarte, pero al que le había dado una pátina de "normalidad"... como si quisiera rodar una versión de "Videodrome" pensada para plateas "standard", público masivo no acostumbrado a sus delirios. Vamos, que la peli me dejó algo frío. Ayer noche volví a verla (en formato VHS). Era la segunda vez que lo hacía desde el primer intento... y mis impresiones no variaron demasiado. Cuando se rodó "Existenz" era 1999, y supongo que para entonces los video-juegos y las consolas comenzaban a pegar fuerte. Era normal, pues, que a Mr.Cronenberg le diera por sermonearnos un poco al respecto. Así, la cosa se sitúa en un futuro cercano pero indeterminado, en el que se han inventado una consolas orgánicas y vivas que te enchufas en la espalda, gracias a un bujero que te han hecho previamente, y puedes ser partícipe de los respectivos juegos de un modo escalofriantemente realista. Sin embargo, y por motivos que no conocemos, alguien intenta atentar contra la diseñadora número uno de dichos juegos, por lo que se ve obligada a escapar en compañía de un novatillo segurata. Juntos huirán sin rumbo y terminarán viciados por el revolucionario juego que ha inventado la chorba, hasta el punto de no saber qué es realidad y qué es ficción... para ellos, y para nosotros.
Aunque la peli se apoya mucho en los diálogos y, en el fondo, no deja de ser bastante sencillita, hay que reconocer que "Existenz" va a piñón desde buen principio, tiene un ritmo notable y no aburre en exceso. La historia se sigue más o menos con interés y a lo largo de la misma nos intentan sorprender con algunas ideas y conceptos más o menos bizarros, muy Cronenberg, como esas consolas vivas hechas de tejido orgánico, el indudable tirón sexual en el modo de conectarlas a tu cuerpo, la pistola hecha de huesos y que dispara dientes... incluso hay un poco de gore, con ese pobre camarero chino que recibe un par de balazos en la cara. Sin embargo, carece del rollo enfermizo y mal sano de las pelis previas del Canadiense. Todo es como muy limpio... incluso la pretendida suciedad es higiénica. En realidad "Existenz" tiene bastantes puntos en común con "Videodrome", pero sin llegarle a la suela de los mocasines.
Visto lo que siguió en la carrera de Cronenberg, es evidente que "Existenz" era algo así como su despedida del género puramente fantástico, porque luego no volvió a tocarlo. Y es evidente también que el muchacho estaba algo cansado de sus delirios carnosos, de ahí la sensación de rutina que destila toda la peli. A pesar de ello, el resultado se deja ver. No te impresionará, no te cambiará, no te ofenderá... pero tampoco te dormirás.
Algo es algo.
miércoles, 2 de febrero de 2011
LA MOSCA 2

En esta ocasión nuestro protagonista es el hijo del prota/mosca de la primera. En pleno crecimiento, comienza a sentir los síntomas de que algo extraño está despertando en su interior. Cabreado con la corporación que quiere sacarle jugo, el muchacho-monstruo aprovechará su condición para tomarse la revancha.
A ver. Como decía, "La Mosca 1" se apartaba un poco de las convenciones del género, apostando por un tono más serio (y deprimente). "La Mosca 2" es género puro. Terror de palomitas. Obviamente, y como ha pasado con muchas otras secuelas, esta intenta repetir los aciertos de la primera, la historia de amor, el mega-drama, la angustia de la mutación... pero no lo consigue. O no consiguen hacerlo del modo tan punzante como lo pariera Cronenberg en su momento. Aquí todo es menos, menos tragedia, menos asco, menos sufrimiento... vamos, joder, ¡si hasta hay un happy end!. Pero claro, dejando de lado las inevitables comparaciones, ¡¡¿funciona o no "La Mosca 2"?!!. Pues sí. Como peli de género, funciona muy bien. Es entretenida y tiene sus momentos tiernos y de impacto (hay dos efectos gore realmente potentes).
Y es que, claro, ¿cómo pretenden sustituir a todo un auteur como es Cronenberg con Chris Walas y esperar que ambas pelis estén a la misma altura en cuanto a calidades e intenciones?. Walas es un reputado y respetado atífice de maquillajes y trucos de látex que aquí dirigía por primera vez (luego no se prodigó mucho más en el tema). También es notable a quién encontramos en tareas de guión, Mick Garris (dire de "Critters 2", "Sonámbulos" y padre fundador de la serie "Masters of Horror") y Frank Darabont (actualmente triunfando con la serie de "The Walking Dead" y con un currículum bien lustroso, destacando "Sepultado Vivo" y "Cadena Perpetua"). Actuando están Eric Stolz (siempre que le veo, pienso en lo cabreado que debe estar porque le echaron del plató de "Regreso al futuro"!!) y Daphne Zuniga (más conocida como la Princesa Vespa de "Spaceballs". También en el slasher "La iniciación"). John Getz repite de la primera parte, así como Jeff Goldblum, aunque únicamente en formato "imágenes de archivo". El personaje de Geena Davies muere al principio de "La Mosca 2" (la interpreta otra actriz), dato este que da pie a recordar que la muchacha estuvo un tiempo anunciando -cuando aún tenía algo de poder en Hollywood- que ella misma iba a producir una tercera parte centrada en las trifulcas de la madre del monstruo y que iba a ignorar por completo la segunda, intentando recuperar un poco el tono de la uno. Pero nunca jamás llegó a realizarse. Pos me da igual.
domingo, 23 de octubre de 2016
LOS FOTOCROMOS DE "SCANNERS"
"¿Que estás haciendo?".
"Pues mira que gracioso, estoy escaneando los fotocromos de una película que se llama... ¡"Scanners"!".
"Ah (silencio incómodo), la he visto, es la del tipo que le explota la cabeza".
Esa es la conversación que tuve con mi adorable pareja hace unos días mientras, pues eso, valga el chiste malo, estaba escaneando los fotocromos de "Scanners" con el fin de continuar el mini-ciclo fotocromil dedicado a las hazañas fílmicas de -los buenos tiempos de- David Cronenberg. Y ya que hablamos de continuaciones, no olvidemos que esta peli tuvo las suyas propias (de la dos hablamos en nuestro podcast y la tres anda por estos contornos), luego esputó una sub-franquicia llamada "Scanner Cop" y hasta hace poco fue objeto de un especie de remake no oficial pero descarado en su condición titulado "Poder Mental".
Y sí, "Scanners" es la peli del tío al que le estalla el perolo, muy espectacularmente. Imagen icónica donde las haya, no solo pal film en cuestión, también para la historia del cine fantástico en general (y los seguidores del legendario programa "Noche de lobos" en particular).
David Cronenberg dice que "Scanners" era su película de acción. Pero claro, ¿qué clase de acción podemos esperar de un caballero con semejante bagaje intelectual?, pues una tirando a tranquilita y que, por lo menos a mi, me costó muchos visionados pillarle el truco. De hecho, ahora mismo no recuerdo si al final lo conseguí... yo diría que sí... pero vamos, tendría que revisarla para estar seguro.
Hasta que ese día llegue, les invito a disfrutar de los fotocromos de "Scanners" que tienen toda la pinta de estar bien completitos.
Y la semana que viene, la última Cronenbergiada.
"Pues mira que gracioso, estoy escaneando los fotocromos de una película que se llama... ¡"Scanners"!".
"Ah (silencio incómodo), la he visto, es la del tipo que le explota la cabeza".
Esa es la conversación que tuve con mi adorable pareja hace unos días mientras, pues eso, valga el chiste malo, estaba escaneando los fotocromos de "Scanners" con el fin de continuar el mini-ciclo fotocromil dedicado a las hazañas fílmicas de -los buenos tiempos de- David Cronenberg. Y ya que hablamos de continuaciones, no olvidemos que esta peli tuvo las suyas propias (de la dos hablamos en nuestro podcast y la tres anda por estos contornos), luego esputó una sub-franquicia llamada "Scanner Cop" y hasta hace poco fue objeto de un especie de remake no oficial pero descarado en su condición titulado "Poder Mental".
Y sí, "Scanners" es la peli del tío al que le estalla el perolo, muy espectacularmente. Imagen icónica donde las haya, no solo pal film en cuestión, también para la historia del cine fantástico en general (y los seguidores del legendario programa "Noche de lobos" en particular).
David Cronenberg dice que "Scanners" era su película de acción. Pero claro, ¿qué clase de acción podemos esperar de un caballero con semejante bagaje intelectual?, pues una tirando a tranquilita y que, por lo menos a mi, me costó muchos visionados pillarle el truco. De hecho, ahora mismo no recuerdo si al final lo conseguí... yo diría que sí... pero vamos, tendría que revisarla para estar seguro.
Hasta que ese día llegue, les invito a disfrutar de los fotocromos de "Scanners" que tienen toda la pinta de estar bien completitos.
Y la semana que viene, la última Cronenbergiada.
jueves, 28 de febrero de 2013
SCANNERS 3, EL PODER DE LA MENTE
El canadiense Pierre David fue el productor del primer "Scanners", el clásico de David Cronenberg (peli a la que tardé bastante en pillar el punto). Y, ya puestos, también de "Videodrome". Justo diez años después de la peli original, decidió producir una segunda parte sin que Cronenberg tuviera más crédito que el ser responsable de la historia de todo lo empezó. Aquí llegó directamente en vídeo, y se movió bastante, yo mismo la alquilé pero, vamos, creo recordar que no pude ni terminarla. Mala cosa. No debió ir tan mal el negocio cuando, un año después, el producer se sacó de la manga esta tercera parte que a continuación comentaremos. ¿"Scanners 4"?, nunca la hubo... pero sediento de explotar la franquicia de algún modo, David produjo un spin-off titulado "Scanner Cop" que tendría su propia segunda parte. ¡Toma cha!.A esta siguieron títulos como "El Dentista", "Wishmaster", "Steel Trap", la horrenda "Smash Cut" y un montón de telefilms del calibre de "Tornado magnético". Pero ningún "Scanners" más. ¡Mi tipo de productor!.
"Scanners 3" narra la historia de dos hermanos, ambos con poderes mentales, adoptados por el mismo padre, científico para más señas. Una noche, el hermano mata accidentalmente a su mejor amigo en plena demostración de capacidad cerebral y, atormentado por la culpa, se larga al Tíbet, a vivir con los monjes y aprender a controlar el tema. Por otro lado, la hermana sufre terribles jaquecas causadas por su condición de scanner. Papá le cuenta que está trabajando en una dronga cuyo fin es librar a los de su especie de dolores y molestias, pero que aún está en fase experimental. Una noche de insomnio la churri localiza la droga, se la mete y... ¡zas!, se vuelve mala. A partir de aquí le entran delirios de grandeza y comienza a usar sus poderes para hacer el mal y liberar a otro puñado de scanners con el fin de que se conviertan en algo así como su ejército personal. El plan de la chavala es dominar el mundo, pero su hermano, que se entera del pifostio, decide regresar a la civilización y pararle los pies, o las neuronas, o lo que cojones sea.
"Scanners 3, el poder de la mente" es, hablando claro, un absoluto despropósito. ¿Por dónde empiezo?, no lo sé, va tan repleta de cutreces e idas de perola absolutamente risibles que, vamos, uno puede marcarse un auténtico festival si tiene la paciencia de merendarse los 101 minutos que dura. Por otro lado, tarea esta no excesivamente sufriente. vamos, que como la mayor de las golfas con pedigree, me la he comido enterita y sin bostezar demasiado... tal vez tenía la tarde voluntariosa, quien sabe. Pero, como decía, no será porque toda ella vaya escasa de absurdeces sin fin.
La chica mala es, sin dudarlo, el punto más flojo de todos. Por lo mal que lo hace la actriz y, básicamente, porque nos la convierten en una villana de opereta con risa siniestra y todo. Otro punto descojonciable, el equipo de scanners que la siguen a todas partes, caracterizados de tal manera que parecen grotescas cariacturas vivientes, por sus pintas, sus chorri-trajes de gangster, su comportamiento histriónico y patoso... muy horrible. Y el prota, con esa carita de cromo a lo David Hasselhoff y que se torna hilarante cuando utiliza sus poderes mentales a base de lustrosas muecas. No se equivoquen, la peli tiene la poca vergüenza -y el poco acierto- de incluir elementos de comedia voluntaria... pero maldita la gracia que tienen, resultan incluso algo vergonzantes ajenamente hablando, como la secuencia en la que la mala obliga mentalmente a su jefe a darse un inoportuno bailoteo en medio de una importante reunión de negocios.
Pero, vamos a ver, ¿hay o no cabezas estallando?, pues sí... en realidad, asi en plan gráfico, solo hay una... pero es lo suficientemente exagerada y salpicosa para que nos mole. La condimenta algún estallido gore de más, pero no demasiados.
Lo realmente curioso es encontrarle a "Scanners 3" aspectos comunes con algunas de las posteriores películas de superhéroes, especialmente la saga "X-Men", ya saben, mutantes malos uniendo fuerzas para castigar a la raza humana y los mutantes buenos luchando contra ellos, incluido vínculo afectivo entre los dos cabecillas (¿leerían comics de la "Marvel" los guionistas?) o el desenlace de "Chronicle", aquí situado al inicio de la película.
En fin, que es bastante ñorda... sí, pero para pasar un cacho de tarde o noche, de aquellos en los que no tienes nada que hacer, pues mira, podría funcionar. Todo es probarlo.
Por cierto, que la copia VHS que tenía, sacada de un famoso video-club barcelonés, no era original a pesar de su aspecto. La caratula era una fotocopia a color y la cinta... pues ha sido toda una sorpresa... una de tan bonita, que me la pienso quedar de recuerdo (pero no por la peli, lo juro). Les paso foto....
"Scanners 3" narra la historia de dos hermanos, ambos con poderes mentales, adoptados por el mismo padre, científico para más señas. Una noche, el hermano mata accidentalmente a su mejor amigo en plena demostración de capacidad cerebral y, atormentado por la culpa, se larga al Tíbet, a vivir con los monjes y aprender a controlar el tema. Por otro lado, la hermana sufre terribles jaquecas causadas por su condición de scanner. Papá le cuenta que está trabajando en una dronga cuyo fin es librar a los de su especie de dolores y molestias, pero que aún está en fase experimental. Una noche de insomnio la churri localiza la droga, se la mete y... ¡zas!, se vuelve mala. A partir de aquí le entran delirios de grandeza y comienza a usar sus poderes para hacer el mal y liberar a otro puñado de scanners con el fin de que se conviertan en algo así como su ejército personal. El plan de la chavala es dominar el mundo, pero su hermano, que se entera del pifostio, decide regresar a la civilización y pararle los pies, o las neuronas, o lo que cojones sea.
"Scanners 3, el poder de la mente" es, hablando claro, un absoluto despropósito. ¿Por dónde empiezo?, no lo sé, va tan repleta de cutreces e idas de perola absolutamente risibles que, vamos, uno puede marcarse un auténtico festival si tiene la paciencia de merendarse los 101 minutos que dura. Por otro lado, tarea esta no excesivamente sufriente. vamos, que como la mayor de las golfas con pedigree, me la he comido enterita y sin bostezar demasiado... tal vez tenía la tarde voluntariosa, quien sabe. Pero, como decía, no será porque toda ella vaya escasa de absurdeces sin fin.
La chica mala es, sin dudarlo, el punto más flojo de todos. Por lo mal que lo hace la actriz y, básicamente, porque nos la convierten en una villana de opereta con risa siniestra y todo. Otro punto descojonciable, el equipo de scanners que la siguen a todas partes, caracterizados de tal manera que parecen grotescas cariacturas vivientes, por sus pintas, sus chorri-trajes de gangster, su comportamiento histriónico y patoso... muy horrible. Y el prota, con esa carita de cromo a lo David Hasselhoff y que se torna hilarante cuando utiliza sus poderes mentales a base de lustrosas muecas. No se equivoquen, la peli tiene la poca vergüenza -y el poco acierto- de incluir elementos de comedia voluntaria... pero maldita la gracia que tienen, resultan incluso algo vergonzantes ajenamente hablando, como la secuencia en la que la mala obliga mentalmente a su jefe a darse un inoportuno bailoteo en medio de una importante reunión de negocios.
Pero, vamos a ver, ¿hay o no cabezas estallando?, pues sí... en realidad, asi en plan gráfico, solo hay una... pero es lo suficientemente exagerada y salpicosa para que nos mole. La condimenta algún estallido gore de más, pero no demasiados.
Lo realmente curioso es encontrarle a "Scanners 3" aspectos comunes con algunas de las posteriores películas de superhéroes, especialmente la saga "X-Men", ya saben, mutantes malos uniendo fuerzas para castigar a la raza humana y los mutantes buenos luchando contra ellos, incluido vínculo afectivo entre los dos cabecillas (¿leerían comics de la "Marvel" los guionistas?) o el desenlace de "Chronicle", aquí situado al inicio de la película.
En fin, que es bastante ñorda... sí, pero para pasar un cacho de tarde o noche, de aquellos en los que no tienes nada que hacer, pues mira, podría funcionar. Todo es probarlo.
Por cierto, que la copia VHS que tenía, sacada de un famoso video-club barcelonés, no era original a pesar de su aspecto. La caratula era una fotocopia a color y la cinta... pues ha sido toda una sorpresa... una de tan bonita, que me la pienso quedar de recuerdo (pero no por la peli, lo juro). Les paso foto....
domingo, 9 de octubre de 2016
LOS FOTOCROMOS DE "LA MOSCA"
Hubo un tiempo en el que se hacían pocos remakes afines al género fantástico. Y encima, además de chorrear calidad, aportaban mucha creatividad. Es decir, que no se limitaban a fotocopiar el original (o la posible novela que inspiró a aquel), aportaban sus propias ideas novedosas y refrescantes. Posiblemente el que más puede presumir de ello es esa ya clásica versión de "La Mosca" cortesía de David Cronenberg. De cuando Cronenberg molaba, claro.
Yo fui a verla al cine con mi tia. Creo que al "Waldorf" de Barcelona. Y lo que más recuerdo es que la mujer se partía de risa, pero partirse, en las escenas más escabrosas. Creo que pasé algo de vergüenza. En cualquier caso, llevaba mucho tiempo leyendo sobre la película en las páginas de mi querida prensa franchute. Incluso inspiró mi propia versión formato comic, en la que el prota se convertía en una araña. Así que inevitablemente me gustó, la encontré muy angustiosa, dura y desagradable.
Años después la compré en dvd, y por lo menos llevaba casi una década sin revisarla. Hace un par de noches me la comí con motivo de los fotocromos que les dejo hoy aquí. ¿Y qué opino?, pues que es una buena película, un muy decente remake (la antigua me mola, y eso no es habitual en mi) y sí, sorprende su tono trágico y tremendo, adulto, especialmente en una época de terrores juveniles, tontos y humorísticos (lo que no deja de ser curioso si tenemos en cuenta que el productor es Mel Brooks!), pero eso ya era algo de esperar viniendo de Cronenberg. En cualquier caso no me impactó tanto, ni me hizo sufrir demasiado (salvo el triste desenlace), incluso me reí un poco en algunos de los pasajes más duros y dramáticos... como le ocurrió a mi tia... ya ven, la edad no perdona compañeros. Pero vamos, que "La Mosca" mola y molan también sus fotocromos (aunque sean incompletos!).
Yo fui a verla al cine con mi tia. Creo que al "Waldorf" de Barcelona. Y lo que más recuerdo es que la mujer se partía de risa, pero partirse, en las escenas más escabrosas. Creo que pasé algo de vergüenza. En cualquier caso, llevaba mucho tiempo leyendo sobre la película en las páginas de mi querida prensa franchute. Incluso inspiró mi propia versión formato comic, en la que el prota se convertía en una araña. Así que inevitablemente me gustó, la encontré muy angustiosa, dura y desagradable.
Años después la compré en dvd, y por lo menos llevaba casi una década sin revisarla. Hace un par de noches me la comí con motivo de los fotocromos que les dejo hoy aquí. ¿Y qué opino?, pues que es una buena película, un muy decente remake (la antigua me mola, y eso no es habitual en mi) y sí, sorprende su tono trágico y tremendo, adulto, especialmente en una época de terrores juveniles, tontos y humorísticos (lo que no deja de ser curioso si tenemos en cuenta que el productor es Mel Brooks!), pero eso ya era algo de esperar viniendo de Cronenberg. En cualquier caso no me impactó tanto, ni me hizo sufrir demasiado (salvo el triste desenlace), incluso me reí un poco en algunos de los pasajes más duros y dramáticos... como le ocurrió a mi tia... ya ven, la edad no perdona compañeros. Pero vamos, que "La Mosca" mola y molan también sus fotocromos (aunque sean incompletos!).
viernes, 6 de mayo de 2011
CUANDO LLEGA LA NOCHE

El prota de nuestra historia es un tio que lleva una vida gris. Su mujer le pone los cuernos, se aburre mortalmente en su curro... y tiene insomnio. En un paseo nocturno improvisado, se cruzará en la vida de la chica de turno, centro de una compleja trama policiaca. El muchacho decide ayudarla y, como suele pasar en estas cosas, termina implicado en todo el marrón, algo que devuelve a su vida la emoción por la aventura.
Lástima que dicha emoción no termine de traspasarse a la peli en sí misma. Arranca muy bien, pero en cuanto las cosas comienzan a complicarse, se vuelve monótona y repetitiva. Le falta garra, le falta vibrar... es sosa. Yo bostecé unas cuantas veces, la verdad. Finalmente lo más divertido de todo es ir reconociendo la increíble e interminable galería de caretos más o menos famosos que van cruzando por la pantalla en diferentes roles, algunos más destacados, otros sin frase. Mirando en el Imdb, estos son los más notorios para mi: Dan Aykroyd, David Cronenberg, Richard Franklin, Dedee Pfeiffer, Rick Baker, Paul Mazursky, Paul Bartel, Carl Perkins, Don Siegel, Jim Henson, David Bowie, Jack Arnold, Roger Vadim, Amy Heckerling, Lawrence Kasdan, Vera Miles, Clu Gulager, Jonathan Demme (quien, curiosamente, al año siguiente haría un film de parecida trama, "Algo Salvaje"), Carl Gottlieb y el propio John Landis en un papel de asesino. ¿Impresionante, no?. Junto a todos ellos, Jeff Goldblum y una guapísima Michelle Pfeiffer como absolutos protas de la función.
Da la sensación que con esta peli, Landis pretendía alejarse un poco de su estilo de comedia generalmente desmadrada, apostando por algo un poco más "reposado" y mezclado con unas gotas de "cine negro", a lo que contribuyen no pocas escenas de asesinatos y violencia, especialmente en el notable clímax final. No le salió bien.
Después de verla, comprendo por qué "Cuando llega la noche" es una de las pelis menores de su realizador.
miércoles, 27 de julio de 2022
EL OTRO BAÚL DE TÍO VICENTE 14 - CRÍTICAS
En una revista de pretensiones tan intelectuales como era "Casablanca" ¿de qué manera se tomaban las películas abiertamente comerciales y/o populares? ¿Qué decían de ellas en su sección de críticas? Hablamos de los años ochenta, una década maravillosa para el cine popular desde la óptica del público, pero fatal desde la del crítico, que solían machacar todo lo que apestara a blockbuster o género. Entonces leerlo te cabreaba. Hoy resulta casi cómico, especialmente en algunos casos que veremos a continuación.
Para vivirlo en sus carnes, bastará que le den a la tecla Ctrl + botón izquierdo del ratón mientras canturrean felices aquello de: ¡Graaaaacias ooootra veeeez tío Vicenteeee!
Para vivirlo en sus carnes, bastará que le den a la tecla Ctrl + botón izquierdo del ratón mientras canturrean felices aquello de: ¡Graaaaacias ooootra veeeez tío Vicenteeee!
Para su escueta crítica de una película hoy tan bien considerada como es "Acorralado", Felipe Vega se desgañita acusándola de pasarse la novela original de David Morrell por el forro de los cojones y, cómo no, calificando a Sylvester Stallone de inculto por no leerla. Entonces era algo muy común, tratar de tonto al actor (luego, tras "Rambo", empeoraría) Y es algo que siempre me ha hecho mucha gracia, Stallone será tonto... pero fue nominado al Oscar por el guion de "Rocky" (también por su interpretación), triunfó como la cocacola y hoy es el mito viviente que es.
¿Tu, Felipito, qué has hecho?
¿Tu, Felipito, qué has hecho?
La siguiente tenía que ser la bomba: "Casablanca" haciendo una crítica a
la última comedia de... ¡¡Cheech y Chong!! Maaaaadre! Veamos.
la última comedia de... ¡¡Cheech y Chong!! Maaaaadre! Veamos.
Bueno, como pasa con muchas parrafadas de la revista, no está claro si es positiva o negativa. Se toman el tema demasiado en serio y desvarían mediante intelectualismos. Aunque la frase final sí lo sentencia con cierta claridad.
En fin, pensaba que de un crítico llamado Pachín Marinero Viña obtendría algo más de frescura. Y, sin embargo, me ofusca comprobar que acusa a "La vida de Brian" de "cine cómico fácil" y llama gordo a Cheech -aunque lo confunda con el otro- ¿En serio Pachín? ¿Tu te has fijado en los musculazos que gastaba?
Ya tenemos de nuevo al bueno y viejo Miguel Marías. Y, una vez más, se encuentra ante la incómoda tesitura de decir algo negativo de una película ultra-comercial (encima con el sello Spielberg, el demonio de la crítica sesuda de la época) que, en realidad, ha disfrutado como un enano. Así, recurre a su habitual prosa retorcida. Aunque al final pierde uno poco los papeles, sale del armario y reconoce abiertamente las virtudes de "Poltergeist". Película que, curiosamente, a mi nunca me ha acabado de gustar.
Posiblemente, a Marías le pegaba más David Cronenberg. Es cierto que en aquella época todavía no acarreaba el respeto intelectual que tiene hoy, pero ya habían tímidas muestras. Sin ir más lejos, por esos años Martin Scorsese se había declarado admirador suyo. Y lo prueba esta crítica bastante positiva de "Cromosoma 3" -con referencia también alegre a Carpenter y De Palma- Lo que no acabo de comprender es ese comentario sobre el público aficionado al cine de terror. Tal vez ustedes sepan qué intenta decirnos Don Miguel.
Me escriben y meloplican, porfas.
Me escriben y meloplican, porfas.
domingo, 23 de mayo de 2021
TRAILER DE "LA MOSCA (1986)"
No hay mucho que decir de este clásico -y remake o readaptación- de David Cronenberg porque ya di la brasa cuando publicamos sus fotocromos. Así que, raudo, les dejo con el trailer, donde destaca, por estridente y sobredramatizado, el vozarrón de la locución. Impagable.
Obviamente, extraído de un cochambroso VHS.
Obviamente, extraído de un cochambroso VHS.
domingo, 30 de octubre de 2016
ALGUNOS FOTOCROMOS (Y EL POSTER) DE "CROMOSOMA-3"
El chiste es obvio, pero muy real. ¿¿"Cromosoma-3"??, ¡i si no he visto las dos primeras!!. Parece una tontería, pero ese era un pensamiento presente en las cabezas de muchos de los mortales que en el momento de su lanzamiento (en salas y añorados video-clubs) se plantaban ante el anuncio de este pequeño clásico del señor David Cronenberg con el que ponemos fin al mini-ciclo fotocromil que le hemos dedicado las últimas semanas.
Efectivamente nunca hubo un "Cromosoma-1", ni un "Cromosoma-2", porque semejante e inexplicable título (¿por qué tres?) es el que se le dio en España (¿donde, si no?) a "The Brood".
El otro día la revisé, por aquello de aportar material ingenioso a este texto. Y, bueno, desde luego no es una peli deslumbrante, en realidad se trata de un producto sencillo, correcto y medianamente entretenido con algunos pequeños destellos de genialidad, destacando entre ellos la misma idea del odio manifestado físicamente como un especie de tumor (la escena en la que Samantha Eggar libera una de sus criaturas sigue siendo genuinamente repulsiva), algunos crímenes, la música de Howard Shore... y, en definitiva, el agradable ritmo de las imágenes, sin las estridencias, el aluvión de CGI, ni los ataques de epilepsia propios del cine moderno.
Ya, los fotocromos son pocos... pero vienen compensados por el bonito poster.
En cualquier caso, disfruten y díganle adiós al Canadiense cuatro ojos.
Efectivamente nunca hubo un "Cromosoma-1", ni un "Cromosoma-2", porque semejante e inexplicable título (¿por qué tres?) es el que se le dio en España (¿donde, si no?) a "The Brood".
El otro día la revisé, por aquello de aportar material ingenioso a este texto. Y, bueno, desde luego no es una peli deslumbrante, en realidad se trata de un producto sencillo, correcto y medianamente entretenido con algunos pequeños destellos de genialidad, destacando entre ellos la misma idea del odio manifestado físicamente como un especie de tumor (la escena en la que Samantha Eggar libera una de sus criaturas sigue siendo genuinamente repulsiva), algunos crímenes, la música de Howard Shore... y, en definitiva, el agradable ritmo de las imágenes, sin las estridencias, el aluvión de CGI, ni los ataques de epilepsia propios del cine moderno.
Ya, los fotocromos son pocos... pero vienen compensados por el bonito poster.
En cualquier caso, disfruten y díganle adiós al Canadiense cuatro ojos.
martes, 11 de marzo de 2025
THE NOSTRIL PICKER
Por supuesto, cuando uno se enfrenta a una película cuyo título se traduce, más o menos, como “El que se hurga la nariz”, tiende a pensar en el típico producto postmoderno e irritable deudor de la Troma más loca y gamberra, o en su defecto, uno de esos ñordos noventeros, entre tercermundistas y cachondos, directos a vídeo, en la línea de la infame “F.A.R.T”. Sin embargo, nada que ver con eso.
En realidad, “The Nostril Picker” es una película independiente rodada a finales de los 80 que nace bajo el título de “The Changer” (“El cambiador”), tan oscura y pequeña que tiene problemas para ser distribuida.
La cosa gira en torno a un perturbado mental que disfruta acosando a las mujeres y al que, un buen día, se le presenta un veterano del Vietnam que le otorga un don psíquico consistente en tomar la apariencia de cualquier cosa a voluntad. Con ese don, nuestro protagonista decidirá transformarse en una adolescente, apariencia con la que aprovechará para colarse en un instituto y, así, obtener la confianza de las chicas jovencitas a las que, una vez en el sitio idóneo, y tomando su forma original, asesinará llegando incluso a devorarlas.
Lo curioso de todo este asunto es que, aunque el criminal se tira más de media película adoptando forma femenina, esta solo la perciben los otros personajes, nunca el espectador, que le ve todo el rato con su forma original, es decir, como la de un tipo de mediana edad, medio calvo y aspecto de pervertido. Quizás por una cuestión presupuestaria, quizás por una cuestión estilística, pero, el hecho de que no veamos nunca transformarse al asesino me parece un acierto y es lo que convierte a esta película, malsana por otro lado, en una cosa medianamente interesante. Al margen de esto, y con unas ideas un poco tontas, contiene gore explícito y artesanal que resulta muy efectivo y, en definitiva, no está tan mal como cabía esperar en un principio. Pintaba horrorosamente.
“The Changer” es un film oscuro y de atmósfera decadente que, sí, deambula hacia la comedia, pero no de manera tan explícita como se nos propone en el póster que acompaña a esta reseña (el original era muy extraño y con ecos de David Cronenberg). Es tan rara y peculiar que no encontró distribución formal hasta 1993. Y como lo que proponía en un principio no resultaba muy atractivo para los distribuidores, estos se agarraron a un clavo ardiendo y decidieron lanzarla bajo el título de “The Nostril Picker” y hacerla pasar por lo que podíamos llamar una “tromada”. Ahora, resulta muy curioso que se decida vender la película como la de un asesino que se hace pelotillas porque, en realidad, durante todo el metraje apenas se hurga la nariz una vez… y lo hace de pasada, ni tan siquiera recreándose en el acto.
Tras su lanzamiento, la película no apareció en formato doméstico alguno hasta que, en 2014, fue recuperada por el sello especializado "Massacre Video", que la relanzó en esta tesitura de asesino pelotillero.
El director, Mark Nowicki, provenía del Hollywood de los 80, donde se encargaba de etalonar películas mainstream (“Yentel” de Barbra Streisand o “Arizona Baby”) y, después de su aventura en la dirección, volvió al Hollywood más convencional en funciones de montador, metiendo mano en “El otro lado de la vida” o “Copland”. Ahí es nada.
El elenco lo componen desconocidos, supongo que amistades de Nowicki, aspirante a actores o gentes de mal vivir. Muchos con muy pocos o, como es el caso del curioso protagonista Carl Zschering, un solo título en sus respectivas filmografías.
En realidad, “The Nostril Picker” es una película independiente rodada a finales de los 80 que nace bajo el título de “The Changer” (“El cambiador”), tan oscura y pequeña que tiene problemas para ser distribuida.
La cosa gira en torno a un perturbado mental que disfruta acosando a las mujeres y al que, un buen día, se le presenta un veterano del Vietnam que le otorga un don psíquico consistente en tomar la apariencia de cualquier cosa a voluntad. Con ese don, nuestro protagonista decidirá transformarse en una adolescente, apariencia con la que aprovechará para colarse en un instituto y, así, obtener la confianza de las chicas jovencitas a las que, una vez en el sitio idóneo, y tomando su forma original, asesinará llegando incluso a devorarlas.
Lo curioso de todo este asunto es que, aunque el criminal se tira más de media película adoptando forma femenina, esta solo la perciben los otros personajes, nunca el espectador, que le ve todo el rato con su forma original, es decir, como la de un tipo de mediana edad, medio calvo y aspecto de pervertido. Quizás por una cuestión presupuestaria, quizás por una cuestión estilística, pero, el hecho de que no veamos nunca transformarse al asesino me parece un acierto y es lo que convierte a esta película, malsana por otro lado, en una cosa medianamente interesante. Al margen de esto, y con unas ideas un poco tontas, contiene gore explícito y artesanal que resulta muy efectivo y, en definitiva, no está tan mal como cabía esperar en un principio. Pintaba horrorosamente.
“The Changer” es un film oscuro y de atmósfera decadente que, sí, deambula hacia la comedia, pero no de manera tan explícita como se nos propone en el póster que acompaña a esta reseña (el original era muy extraño y con ecos de David Cronenberg). Es tan rara y peculiar que no encontró distribución formal hasta 1993. Y como lo que proponía en un principio no resultaba muy atractivo para los distribuidores, estos se agarraron a un clavo ardiendo y decidieron lanzarla bajo el título de “The Nostril Picker” y hacerla pasar por lo que podíamos llamar una “tromada”. Ahora, resulta muy curioso que se decida vender la película como la de un asesino que se hace pelotillas porque, en realidad, durante todo el metraje apenas se hurga la nariz una vez… y lo hace de pasada, ni tan siquiera recreándose en el acto.
Tras su lanzamiento, la película no apareció en formato doméstico alguno hasta que, en 2014, fue recuperada por el sello especializado "Massacre Video", que la relanzó en esta tesitura de asesino pelotillero.
El director, Mark Nowicki, provenía del Hollywood de los 80, donde se encargaba de etalonar películas mainstream (“Yentel” de Barbra Streisand o “Arizona Baby”) y, después de su aventura en la dirección, volvió al Hollywood más convencional en funciones de montador, metiendo mano en “El otro lado de la vida” o “Copland”. Ahí es nada.
El elenco lo componen desconocidos, supongo que amistades de Nowicki, aspirante a actores o gentes de mal vivir. Muchos con muy pocos o, como es el caso del curioso protagonista Carl Zschering, un solo título en sus respectivas filmografías.
domingo, 16 de octubre de 2016
LOS FOTOCROMOS (Y TODO LO DEMÁS) DE "VIDEODROME"
Seguimos con el ciclo fotocromil dedicado a David Cronenberg (aún faltan un par más de títulos) con la que, para mí, es probablemente su mejor obra: "Videodrome". Una odisea extraña y aberrante llena de momentos de alucine ya icónicos (los labios de la tele, la ranura en el estómago, la pistola adherida a la mano...) y con un reparto encabezado por el siempre efectivo James Woods y una estupenda y preciosa Deborah Harry. Encima, la trama es un delirio absoluto sobre televisiones clandestinas, snuff movies y tumores cerebrales. Sí, un poco liante, pero da igual, lo compensa su aurea enfermiza.
Los fotocromos están a la altura de las circunstancias, destacando la imagen del momento más -absurdamente- gore del film, con el tipo al que se le abre la cabeza y la sale el cerebro. Ya les conté la historia cuando hablamos del quinto "Viernes 13" (y sus fotocromos), lo de mi amigo cuyo hermano curraba en "Trebol Films" y le cedía todo ese material que él me mostraba y yo deglutía con fascinante fervor. Es el caso de estos fotocromos de "Videodrome", que para algo llevan el sello "Trebol Films", y concretamente de esa truculenta imagen.
Completan el generoso cuadro la afiche, el poster y la cascada carátula del VHS que tengo el placer de poseer.
Ahora tocaría ir de guays soltando como colofón aquello de "Larga vida a la nueva carne" pero no lo haré... ay, joder... si lo acabo de hacer. Yo me maldigo el ombligo.
Los fotocromos están a la altura de las circunstancias, destacando la imagen del momento más -absurdamente- gore del film, con el tipo al que se le abre la cabeza y la sale el cerebro. Ya les conté la historia cuando hablamos del quinto "Viernes 13" (y sus fotocromos), lo de mi amigo cuyo hermano curraba en "Trebol Films" y le cedía todo ese material que él me mostraba y yo deglutía con fascinante fervor. Es el caso de estos fotocromos de "Videodrome", que para algo llevan el sello "Trebol Films", y concretamente de esa truculenta imagen.
Completan el generoso cuadro la afiche, el poster y la cascada carátula del VHS que tengo el placer de poseer.
Ahora tocaría ir de guays soltando como colofón aquello de "Larga vida a la nueva carne" pero no lo haré... ay, joder... si lo acabo de hacer. Yo me maldigo el ombligo.
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