Paradoja del ahorro

Revisión del 13:58 18 ene 2025 de Daniel idict (discusión | contribuciones) (Página creada con «{{Definición |nombre=Paradoja del ahorro |imagen= Sosteniendo una alcancía.png |tamaño= |concepto=Teoría keynesiana que establece que, en recesión económica, si los i…»)
(dif) ← Revisión anterior | Revisión actual (dif) | Revisión siguiente → (dif)
Paradoja del ahorro
Información sobre la plantilla
Sosteniendo una alcancía.png
Concepto:Teoría keynesiana que establece que, en recesión económica, si los individuos deciden ahorrar más acabarán ahorrando menos debido a una disminución en la demanda agregada, lo cual reduce los ingresos de las empresas y aumenta el desempleo, creando así un ciclo de menor consumo y menores ingresos, que impide la acumulación efectiva de ahorros a nivel individual y colectivo.

La paradoja del ahorro, también conocida como paradoja de austeridad o paradoja de frugalidad, es una teoría propuesta por el economista británico John Maynard Keynes en su obra "La teoría general del empleo, el interés y el dinero" publicada en 1936.

Sugiere que, durante una recesión económica, si las personas optan por aumentar sus ahorros, terminarán ahorrando menos. Esto se debe a que la disminución en el gasto reduce la demanda de bienes y servicios, lo que a su vez reduce los ingresos de las empresas y eleva el desempleo, generando un ciclo económico negativo.

Keynes describió las razones detrás de su ocurrencia basándose en su modelo de demanda agregada. Explicó que durante una recesión económica, cuando las personas intentan ahorrar más, la reducción del gasto disminuye la demanda de bienes y servicios. Esto, a su vez, reduce los ingresos de las empresas, lo que lleva a un mayor desempleo y una contracción económica, provocando que los individuos, paradójicamente, terminen ahorrando menos de lo que intentaban.

Según Keynes, la reducción del consumo (C) lleva a una disminución en la actividad económica (PIB). ¿Por qué ocurre esto?

Cuando las familias y empresas consumen menos, los ingresos de los empresarios se reducen. Como resultado, deben despedir a parte de su personal, lo que aumenta el desempleo. Al subir el desempleo, las familias ahorran más por miedo a perder su trabajo. La pérdida de empleos disminuye la renta de las familias porque, sin trabajo, generalmente ganan menos dinero. Debido al miedo, las familias continúan ahorrando más, lo que provoca que la renta se reduzca aún más y, como consecuencia, el ahorro agregado también disminuye.

Keynes explica esta paradoja del ahorro en situaciones de recesión económica, asumiendo que la renta de los agentes económicos se mantiene constante, lo que se denomina en economía como ceteris paribus (locución latina que significa literalmente "Siendo el resto de las cosas iguales"). Si la inversión (I), el consumo (C) u otros factores están en aumento, la paradoja no se cumple.

Fórmula de la demanda agregada

Para entender en mayor profundidad por qué ocurre este fenómeno, según Keynes, es fundamental conocer la fórmula de la demanda agregada (DA). El modelo keynesiano plantea lo siguiente:

DA = Consumo total de los agentes económicos + Inversiones que realizan las empresas + Gasto del público + Exportaciones - Importaciones

La esencia de esta paradoja radica en el consumo (C). ¿Por qué? Porque si ahorramos, no gastamos. Dicho de otra manera, el dinero que destinamos al ahorro no se utiliza para consumo.

Para hacer más sencilla la explicación, podemos decir que la demanda agregada (DA) representa el ingreso total de la economía. En este contexto, el producto interior bruto (PIB) y la demanda agregada (DA) son equivalentes.

Críticas

Es crucial comprender que, aunque Keynes, un destacado economista, estableciera esta paradoja, no significa que deba ocurrir necesariamente. Vale recordar que está hablando de una situación hipotética, conocida como ceteris paribus.

La teoría de la paradoja del ahorro de Keynes explica que una reducción en el consumo puede llevar a una disminución en la actividad económica. Sin embargo, hay otros factores que pueden influir en la economía y evitar que esta paradoja se materialice. Por ejemplo, si los empresarios encuentran nuevos mercados para sus productos en el extranjero, el impacto negativo de la reducción del consumo interno puede ser compensado.

Si las exportaciones netas aumentan, la economía puede mantenerse estable y, en términos generales, esta paradoja no se produciría.

Otra de las objeciones a la teoría keynesiana proviene de quienes sostienen que el ahorro no es perjudicial. Argumentan que, aunque el ahorro puede reducir la actividad económica en el corto plazo, a largo plazo esos fondos ahorrados pueden ser utilizados para consumo o inversión, lo que eventualmente impulsaría un crecimiento económico mayor. En este sentido, el ahorro se ve como una semilla para el futuro crecimiento económico, aunque tenga efectos negativos en el presente.

Ahorro versus inversión

Es importante señalar que Keynes no veía el ahorro como algo intrínsecamente negativo. La paradoja del ahorro se manifiesta principalmente durante periodos de recesión económica, y solo cuando el ahorro supera al gasto. Además del consumo, el sistema capitalista también depende de la inversión para funcionar y expandirse. Sin ahorro, no es posible financiar inversiones, lo cual es esencial para la producción y el crecimiento económico a largo plazo.

Fuentes