Si creen que la investigación y la educación son caras, prueben con la ignorancia y la mediocridad
Hace solo unos años se apostaba por la inversión, pero ahora, a costa de la crisis mundial, se reducen las dotaciones presupuestarias destinadas a la investigación científica y se trata de disimularlo diciendo que se podrá acudir a créditos. Teniendo en cuenta que los créditos hay que devolverlos y que la ciencia no siempre produce resultados a corto plazo, parece complicado que se pueda obtener financiación por esa vía.
Decía Santiago Ramón y Cajal que investigar en España es llorar. Lo decía hace muchos años, y sabía de qué hablaba. España no ha sido nunca un país que se haya destacado por su apoyo a la actividad científica. Y lo peor es que pagaremos las consecuencias mucho después, cuando la crisis actual haya terminado España volverá a los últimos lugares de la investigación, de donde parecía que estábamos saliendo.
Y eso que se alaba y ensalza la calidad de los muchos científicos españoles en el extranjero, donde, no olvidemos, se les apoya con unos presupuestos acordes a su prestigio. Las palabras son bonitas, pero los presupuestos producen resultados.
La COSCE ha emitido un Manifiesto sobre la financiación de la ciencia en España en el que reclama que se mantengan las dotaciones presupuestarias destinadas a la investigación científica básica y, en particular, al Plan Nacional y a los programas de investigación en red. El manifiesto está firmado por el presidente y ex presidentes de la institución: Miguel Ángel de la Rosa Acosta, Federico Mayor Zaragoza, Margarita Salas Falgueras, Carlos Gancedo Rodríguez, Joan J. Guinovart Cirera, Jesús Ávila de Grado y Vicente Rubio Zamora.
Por su parte la Aldea Irreductible ha lanzado la iniciativa La ciencia española no necesita tijeras.
Levanten sus voces ahora para que ustedes no tengan que llorar después.
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