Crítica de "Norita": La vida de Nora Cortiñas y su lucha incansable

Norita (2024) es mucho más que un documental; es un tributo a la vida de Nora Cortiñas, una de las madres de Plaza de Mayo, y su incansable lucha por los derechos humanos. Este largometraje, dirigido por Jayson McNamara y Andrea Tortonese y ganador en el Festival Internacional de Cine de la Provincia de Buenos Aires (FICPBA), captura la esencia de una mujer que convirtió una tragedia personal en una bandera de memoria y justicia.

El contexto en el que se presenta Norita no es casual. El FICPBA se ha consolidado como un espacio de resistencia cultural frente a las políticas del Gobierno Nacional que amenazan la memoria histórica y los derechos humanos en Argentina. Nora Cortiñas se erige como un símbolo de esa resistencia, tanto en el documental como en la vida real.

El documental narra la vida de Nora desde su juventud, llena de sueños, hasta el punto de quiebre que marcó su vida: la desaparición forzada de su hijo, Gustavo Cortiñas. Este dolor inenarrable fue representado con animaciones que logran transmitir la angustia y la desesperación de una madre en busca de respuestas. Sin embargo, más allá del sufrimiento, el documental destaca cómo Nora canalizó ese dolor en la búsqueda de justicia.

"Me fui dando cuenta...", comenta Nora en uno de los momentos más íntimos del documental, reflejando el proceso de concientización que no solo cambió su vida, sino que la empujó a convertirse en una de las activistas más prominentes de Argentina.

La banda sonora, compuesta por Gustavo Santaolalla, acompaña magistralmente cada momento del documental, fusionando los sentimientos de tristeza, resistencia y esperanza que caracterizan la vida de Nora. Santaolalla, conocido por su compromiso con las causas sociales en América Latina, aporta una capa emocional que enriquece el relato audiovisual.

El documental no solo retrata la lucha de una madre, sino también su rol como activista en diversas causas sociales. En los últimos años, Nora se sumó a la lucha por el derecho a la interrupción legal del embarazo, lo que la ha consolidado como una figura clave en la defensa de los derechos de las mujeres. Este aspecto del documental subraya su capacidad de acompañar nuevas causas y su compromiso en la búsqueda de memoria, verdad y justicia.

La historia de Nora Cortiñas es, en definitiva, una enseñanza para las generaciones futuras. A través de su perseverancia y coraje, junto a las demás Madres de Plaza de Mayo, Nora ha dejado un legado inquebrantable que sigue siendo relevante en un país donde la memoria es esencial para construir un futuro más justo.