LA LISTA (FREDERICK FORSYTH)

El Rastreador




FICHA TÉCNICA

Título: La lista

Autor: Frederick Forsyth

Editorial: Plaza & Janés

Encuadernación: Tapa dura

Páginas: 333

PVP: 20,90 €

FREDERICK FORSYTH

Más escueta no puede ser la nota de la editorial con respecto al autor que nos pone en la solapa interior:

Frederick Forsyth, ex piloto de la RAF periodista de investigación, modernizó el género del thriller cuando publicó “Chacal”, una novela que combina perfectamente la documentación periodística con un estilo narrativo ágil y rápido. Hasta la fecha ha publicado catorce novelas, todas de gran éxito internacional, Vive en Hertfordshire, Inglaterra.

Otras novelas de este autor son:

-El cuarto protocolo

-Los perros de la guerra

-Odessa

-El puño de Dios

-El manifiesto negro

-El veterano

-El afgano

ARGUMENTO

En el oscuro y desconocido corazón de Washington hay una lista breve y secreta. En ella constan los terroristas considerados tan peligrosos para Estados Unidos, sus ciudadanos y sus intereses, que han sido condenados a muerte sin mediar intento alguno de detenerlos o juzgarlos o procesarlos como se debe. La llaman “la lista de asesinables”.

(…)

Una fría mañana de 2014 un nuevo nombre fue añadido a la lista de la muerte. Se trataba de un hombre tan escurridizo que ni siquiera se conocía su verdadera identidad, y la enorme maquinaria antiterrorista estadounidense no disponía de ninguna fotografía.

(…)

Predicaba el odio a través de Internet. Sus sermones eran tan convincentes que muchos jóvenes musulmanes de la diáspora estaban convirtiéndose al islam ultrarradical y asesinando en su nombre.

La orden de destruirlo se la da a un teniente coronel de cuarenta y cinco años perteneciente al Cuerpo de marines de Estados Unidos, conocido por un nombre en clave: el Rastreador.

LA LISTA

Todos los libros que he leído de Frederick Forsyth (no han sido todos, pero sí casi todos) me han llevado al convencimiento de que es uno de los maestros del thriler, y como tal, esperaba mucho de esta novela que de entrada promete mucha acción.

Mi duda estribaba en si habría derivado como otro grande del género como Tom Clancy a una posición claramente fascista en su literatura. El punto de partida de la novela en cierto modo lo es: “Todo queda justificado en la lucha contra el terrorismo”.

Justo el punto de vista contrario de otro gran maestro del género como John Le Carré que precisamente denuncia los abusos de las grandes agencias de inteligencia mundiales al amparo de dicho principio.

Afortunadamente el libro no va mucho más allá de ese principio, que por otra parte no es fruto de la imaginación del autor, por el que las autoridades de Estados Unidos se apropian del derecho de saltarse el derecho y ejecutar sin juicio previo a aquellos terroristas que presupongan un peligro para su nación. Fruto de esa política fue la “ejecución” (no puede llamarse de otra manera) de Bin Laden. Pero junto a ese nombre muy conocido, hay muchos más casos.

La lista entronca directamente con una de las últimas novelas de Frederick Forsyth: El afgano. En ella se hacía un lúcido análisis del por qué del auge del terrorismo islámico y del mundo islámico en general. Porque Forsyth dejaba muy claro que no puede identificarse islam con terrorismo. Algo que en España por nuestra experiencia con el terrorismo deberíamos tener muy claro (aunque no todos lo tengan). Ser vasco no es equivalente a ser terrorista. Ser musulmán no equivale tampoco a ser terrorista.

Con el terrorismo, sea Al-Fath o Septiembre Negro o la nueva ola supuestamente religiosa, lo primero es la rabia y el odio. Luego viene la justificación. Para el IRA el patriotismo; para las Brigdas Rojas, la política; para el yihadismo salafista, la piedad. O una presunta piedad. (Página 25)

Un tema del odio en el que profundiza más adelante:

-¿Por qué odian?
-Porque ustedes no son ellos. Todo cuanto les es ajeno les produce una profunda ira: judíos, cristianos, aquellos a quienes llamamos kuffar, los infieles aque no quieren convertirse a la única religión verdadera. Pero también odian a aquellos que no son lo bastante musulmanes. (…) No lo olvide nunca: primero la rabia y el odio; después la justificación, la pose de una gran piedad, pura farsa. (Página 27)

La lista no es en absoluto una continuación de El afgano, por más que la temática sea semejante. Es un paso adelante, es una actualización de lo que hoy día es el terrorismo islámico, que lejos de aquellos grandes atentados montados por células numerosas ha optado por algo mucho más difícil de combatir: lo que aquí conocemos como lobos solitarios. Elementos aislados sin conexión con una cédula, que utilizando sus propios recursos, sin necesidad de recurrir al uso de explosivos comete atentados suicidas de un modo indiscriminado. Con materiales tan sencillos y al alcance de cualquiera como un cuchillo de cocina.

El creyente verdadero debía convertirse al islam verdadero en la intimidad de su propia conciencia y no confiar en nadie. Debía rezar a solas y no escuchar a nadie más que al Predicador: este le mostraría el camino verdadero. Y ese camino pasaba por que cada converso asestara un duro golpe contra el infiel.

(…)

El mensaje del Predicador era tan simple como letal. Todo creyente verdadero debía identificar a un destacado kaffir de la sociedad en la que se encontrara viviendo y mandarlo al infierno, mientras que él mismo, bendecido por Alá, debería morir con la certeza de alcanzar el paraíso para toda la eternidad. (Página 50)

¿Imaginación del autor? En absoluto. Recordad los atentados a militares ingleses en su propio país, por terroristas armados con un simple cuchillo.

IMPRESIÓN PERSONAL

Mucho esperaba de esta novela, de ahí que haya quedado un tanto decepcionado. Es cierto que es una novela que se lee con creciente interés, que tiene un gran ritmo, que se lee en un suspiro. Pero al mismo tiempo me ha dejado un tanto frío.

A pesar de tener mucho ritmo, me dejan indiferentes las descripciones del material utilizado en las misiones, o parte de la jerga informática. Al final queda todo demasiado técnico y muy poco humano.

La lista me ha recordado a ese anuncio radiofónico en el que a las personas se las llama no por su nombre sino por detalles del currículum. Eso son los personajes de esta novela, como tal se nos describen.

Sin ir más lejos, así se nos presenta al protagonista de la novela:

El hombre que contemplaba fijamente la orden era un enigmático teniente coronel de cuarenta y cinco años perteneciente al Cuerpo de Marines de Estados Unidos.

No es la excepción. Es la norma a la hora de presentarnos los personajes de la novela. Quedan pues casi como meras máquinas, como aquellas que van a utilizar en sus misiones. Demasiado frío. Difícil empatizar con los personajes del libro.

Y si el interés se mantiene, no es gracias a los personajes, sino a la vertiginosa acción en que se ven envueltos.

Muy interesante la actualización del problema terrorista, una puesta al día que explica muchas de las cosas que están pasando. Eso es lo que salva a esta novela, que pese a leerse muy rápido, no deja de ser un entretenimiento en el que ninguno de sus personajes tuvo la capacidad de calar en mi corazón.

Lectura facilitada por la Biblioteca Municipal de Móstoles.

VALORACIÓN: 6/10

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