La historia del último «9» callejero de Inglaterra | Ecos del Balón

La historia del último «9» callejero de Inglaterra


El 19 de octubre de 2002, el Arsenal FC visitó Goodison Park para disputar un partido que engrandeció la Premier League. Arsène Wenger y Thierry Henry lideraban un equipo que recibió el apelativo de «Los Invencibles» y que, en aquel instante concreto, acumulaba la friolera de 30 encuentros seguidos sin conocer la derrota. Fue en el minuto 81 cuando un joven David Moyes tomó la decisión de poner sobre el campo a la gran promesa de la cantera del Everton, un crío de 16 años sobre quien él mismo había sentenciado que se trataba del último exponente del fútbol callejero de Inglaterra. Al poco, el Everton pegó un pelotazo, hubo una prolongación y el balón quedó cerca del lugar del susodicho, como a 30 metros del arco. Venía alto, como descontrolado, pero él lo domó con su puntera, dio un raro aunque coordinado giro de 360º, desafió la marca del corpulento Sol Campbell y dirigió su descomunal disparo hacia la mismísima escuadra de Jens Lehmann. «Oh! What can they do? Remember this name! Wayne Rooney!», relató el profético narrador del momento. Así comenzó una historia que vale la pena recordar.

Eriksson dio la vez a Rooney con Inglaterra con 18 años y protagonizó una Eurocopa de 2004 tremendo.

Internacionalmente, el primer punto caliente de la vida de Rooney data de la Eurocopa de 2004. Apenas había cumplido la mayoría de edad cuando Sven-Goran Eriksson le obsequió con la titularidad en la selección inglesa. Nadie ha creído tanto en Rooney como Sven-Goran Eriksson. Se desvivía por él. Y Wayne respondía. Su debut contra Francia resultó impactante; se mostró ultra participativo en el mismo epicentro del juego, en una zona que la vigente campeona custodiaba con las anticipaciones de Thuram y las vigilancias de Makelele y Vieira. Por posición, con quien más coincidía era con el bestial box-to-box gunner, y en cada hombro con hombre, en cada cadera contra cadera, era el elefante quien sentía cómo tambaleaba la Tierra. Rooney se marchó del campo con 1-0. En el descuento, Zidane marcó dos tantos y remontó. Aquello comprometía la continuidad de Inglaterra en la fase final, pero en el segundo y tercer encuentro, un Rooney escandaloso anotó cuatro goles para llevar a los suyos al cruce de cuartos de final. Allí se mediría a la anfitriona, a Portugal, que conseguiría el pase a la semifinal en la tanda de penaltis. Pero que no se olvide un dato: Rooney cayó lesionado en el minuto 15 de aquella noche. ¿Habría caído eliminada Inglaterra si Rooney hubiera disputado el partido entero? ¿Qué se diría de Wayne si hubiera llevado a su selección a conquistar la Eurocopa con sólo 18 años? Nunca se sabrá.

Wayne Rooney llegó a un Manchester United que estaba a medio camino entre dos ciclos triunfales.

Entonces, el Manchester United atravesaba una fase de cambio de ciclo. Los Fergie Boys del Trébol de 1999 habían perdido la frescura y el impulso que Sir Alex había intentando dar con el delantero centro Ruud Van Nistelrooy no había satisfecho todas las necesidades surgidas. Tocaba empezar a construir un equipo nuevo. En realidad, el proceso había arrancado el verano anterior con la firma de Cristiano Ronaldo, pero se hizo oficial con la llegada del chico de oro. Sólo Ronaldinho, que había regalado nueve meses mágicos tras su desembarco en el Camp Nou, quitaba foco a Wayne Rooney. Él era el destinado para liderar a Old Trafford hasta una nueva Champions League. ¿Dificultades? Que el Chelsea FC del auto-proclamado «Special One» iba a tomar la iniciativa con una plantilla de líderes más maduros y un estilo de juego que dejaría obsoletos los principios más iniciales de Ferguson. Había mucho trabajo por hacer para los Red Devils. Aquellas dos primeras campañas con Wayne allí fueron de dominio de Mou.

De esta guisa se arribó al Mundial de Alemania 2006, una cita que ilusionó sobremanera a Inglaterra porque disfrutaba de una base de futbolistas con experiencia y calidad contrastada en la Champions League que le presentaba como una de las favoritas. Ferdinand, Terry, Ashley Cole, Scholes, Gerrard, Lampard, Beckham, Owen. Aquello no era hype injustificado. Pero como para la selección británica nunca hay felicidad plena, su máximo estandarte ofensivo, el propio Rooney, había caído lesionado a menos de un mes del inicio de la Copa del Mundo. Eriksson, como siempre, se la jugó con él alegando que era demasiado superior a las alternativas, pero en esta ocasión, el crack no pudo responder a la confianza. No tenía ritmo para esa exigencia. Lo intentaba, pero no le alcanzaba. En consecuencia, su mente fue entrando en cortocircuito hasta que en el cruce de Cuartos, en una disputa, Rooney pisó a Carvalho en la entrepierna y vio la tarjeta roja. ¿Habría tocado la desesperación de Rooney ese techo de haber estado en su mejor forma durante aquel Mundial tan señalado? Nunca se sabrá. Sí se sabe que aquel incidente fue el último detonante de lo que cambiaría su carrera para siempre: la explosión total de Cristiano Ronaldo.

Cuando el Manchester United estaba preparado para que un líder lo llevase al triunfo, explotó Cristiano.

Cristiano Ronaldo asistió a la agresión de Rooney en un lugar de preferencia, a escasos metros de él y Carvalho, y se fue derecho a por el colegiado a protestar por lo sucedido. En una primera instancia, Wayne pareció culparle de la expulsión que sufriría, y quien desde luego sí lo hizo fue el público inglés, que ya de por sí no sentía especial simpatía hacia el extremo luso. De repente, el «7» del Manchester United se convirtió en el enemigo público número uno de la Premier League, hasta el punto de que su salida de Inglaterra aparentaba ser inevitable. Pero según confesó Ferguson años después, fue el propio Rooney quien telefoneó a Cristiano para convencerle de que, juntos, revertirían la situación. Cristiano se quedó y aguantó ser pitado en cada envite que los Red Devils afrontaban como visitantes, convirtiendo los abucheos en un extra de motivación que llevaron a madurar y pasar a tiranizar la liga con puño de hierro. Ronaldo y Rooney, coetáneos, iban a atrapar sus años de exuberancia a la misma par. Y sólo uno podría ser el líder de aquel proyecto. Van der Sar, Ferdinand, Vidic, Evra, Carrick, Fletcher, Park, Tévez… Más los últimos Scholes y Giggs. Aquello era un caramelo. El caramelo que se comió Cristiano.

El trienio virtuoso de Cristiano Ronaldo en Old Trafford, en el que Rooney tuvo un peso enorme como diferencial segunda espada y compensador de un sistema ofensivo que se basaba en potenciar al portugués, se saldó con tres Premier Leagues y una Champions. En las otras dos, el Manchester United cayó en semis contra el AC Milan y en la Final frente al FC Barcelona. A la postre, los dos campeones.

El ciclo triunfal del Manchester United se apagó con las salidas de Cristiano Ronaldo y Carlos Tévez.

Tras perder la Final de Roma, Ronaldo hizo las maletas y se marchó a España. De modo inesperado, Tévez hizo lo propio con destino al otro club de la ciudad, el Manchester City. Ferguson había perdido a su número uno y a su número tres, viéndose forzado a ascender a Rooney al primer escalón del pódium y, en teoría, a rodearlo de talento de élite. Según cuenta la leyenda, el objetivo radicaba en invertir la suma recaudada en un trío de futbolistas referenciales que ayudarían a gestionar el golpe. De la misma manera que la Juventus pagó a Buffon, Thuram y Nedved con el dinero de Zidane, el Manchester United aspiraba a reclutar a De Rossi, Sneijder y Ribéry. Imagínase qué no hubiera podido liar Rooney con eso por detrás de él. Sin embargo, cada una de las tres operaciones se abortó por razones distintas y a Old Trafford sólo inmigró Antonio Valencia. El ecuatoriano por Tévez y Cristiano. En eso consistió el verano de 2009 de los Red Devils; aquel con el que se daría origen al reinado de tres años de Wayne Rooney.

Y lo que prueba que el fenómeno de Inglaterra estaba a la altura fue lo que hizo en aquella temporada condenada a la desesperanza que era la 2009/10. Rooney, jugando como ariete en el esquema de Sir Alex, se fue a los 31 goles en 38 partidos consagrándose como un hombre capacitado para sostener, inspirar e justificar un sistema ofensivo. Era una máquina de crear ocasiones -promedió 5,7 disparos por noche- y desarrolló una versatilidad que hasta le convirtió en un cabeceador de élite, lo que dio la oportunidad al Manchester United de mantener vigente aquella parte del playbook que finalizaba con centros hacia Cristiano Ronaldo. Además, Wayne apareció en cada noche grande, como sucediera en aquel doble enfrentamiento contra el AC Milan de Leonardo y Ronaldinho en Octavos de Champions donde hizo cuatro tantos y masacró al triángulo Nesta-Thiago Silva-Pirlo sometiéndoles a un ritmo que no podían seguir. Y así se clasificó para la ronda de cuartos, en la que esperaría el FC Bayern Múnich de Louis Van Gaal. Momento trascendental en su vida profesional. Rooney, excepcional, adelanta a los Red Devils en el minuto de la ida en Alemania, pero de nuevo, en el instante menos indicado, cae lesionado. Los bávaros logran remontar y poner el 2-1 en el tiempo de descuento, pero la peor noticia para la afición inglesa reside en la confesión de Ferguson en la sala de prensa: se estimaban entre cuatro y seis semanas de baja para su gran estrella. Se perdía la vuelta, la hipotética semifinal y cinco partidos de Premier, en la que se estaba manteniendo un duelo a cara de perro contra el Chelsea de Carlo Ancelotti.

Rooney cogió al Manchester Unite de la pechera y le llevó a rendir de nuevo como uno de los mejores.

Una semana después, en Old Trafford, ante la visita de Robben y Ribéry, Wayne Rooney saltó a la cancha para éxtasis de la afición y del fútbol europeo. El milagro acaecido resultaba inexplicable, pero se confirmó como realidad cuando antes de sobrepasar las 21:30 de la noche, el Manchester United dominaba el marcador por 3-0. Era su hora, la que había esperado durante el resto de su carrera, la que Cristiano Ronaldo le había arrebatado para gloria del club entero… menos él. Pero en el enésimo giro de la mala suerte, el delantero centro recayó de la lesión y hubo de abandonar el campo. Sin él sobre el verde, el zurdo holandés del FC Bayern dibujó su arquetípica diagonal y puso el definitivo 3-2 en una de las acciones más mitológicas de su trayectoria. ¿Habría ganado el Inter de Milan de Mourinho aquella Copa de Europa si Wayne Rooney no hubiese sufrido estos infortunios? Nunca se sabrá. Sí se sabe que el Chelsea FC terminó alzándose con aquella Premier League 2009/10 por un punto de diferencia sobre el Manchester United, y que nuestro protagonista se perdió por esta lesión tres choques del rush final. El United, sin él, sólo ganó uno. El resto, un empate contra el Blackpool FC y una derrota… lo frente al Chelsea campeón.

Rooney empezó a ponerse nervioso al notar que Ferguson no le estaba construyendo un equipo ganador.

Rooney, que había protagonizado una temporada que, con una pizca de suerte, se habría podido saldar, tanto por fútbol como por determinación, con el Balón de Oro, no estuvo ni entre los 23 más votados de la gala. Y quizá, el siguiente sería el pasaje en el que Ferguson se equivocaría con él. El principio del fin.

Rooney había cumplido con creces tras aquel verano en el que Sir Alex cambió a Cristiano Ronaldo y Carlos Tévez por Antonio Valencia. Doce meses más tarde, si algo había quedado diáfano era que él estaba capacitado para liderar un proyecto que opositase a la Liga de Campeones. Apenas necesitaba un poco de ayuda, algo equiparable a aquel pack compuesto por De Rossi, Sneijder y Ribéry que se había rumoreado no hacía mucho. Sin embargo, el principal refuerzo del Manchester United tras el curso en blanco fue Chicharito Hernández. O sea, un delantero centro que se unía a un Berbatov que también iba a adquirir mayor peso en la alineación. La traducción, que Rooney tendría que abandonar el puesto desde el que había ofrecido el mejor rendimiento de su vida, un rendimiento de TOP 5 mundial. Y ceder protagonismo y jerarquía en favor de Cristiano, vale, pero hacerlo en beneficio del mexicano o el búlgaro era algo que no podía, ni quería, aceptar. ¿Por qué, en lugar de rodearle y potenciarle, le quitaban de su sitio predilecto? Y entonces, se produjo el episodio que transformaría sin marcha atrás su relación con Ferguson y la opinión pública: a mediados de octubre de 2010, en plena temporada, declaró que quería marcharse del Manchester United. Entrenador, estrella y afición harían las paces y alcanzarían una nueva Final de la Champions, pero de aquello quedarían heridas que nunca acabarían de cicatrizar. Con otra particularidad: el curso contiguo, el 2011/12, iba a ser el décimo de su carrera. Su efervescencia física se agotaba. Y de hecho, nunca más volvería a exhibir su máxima explosividad.

Da la sensación de que a Rooney le faltó suerte en varios momentos claves para poder pasar a la historia.

El tramo final queda reciente y resulta fácil de recordar. Después de que el Manchester City de Roberto Mancini arrebatase una nueva Premier a Rooney con aquel golazo histórico del Kun Agüero, Ferguson terminó de cavar la tumba del liderazgo de Rooney con el fichaje de Robin Van Persie. En la que sería al última campaña de Sir Alex como entrenador, construyó un sistema más basado en el juego directo hacia el holandés que relegó a Wayne a una escala tan secundaria que incluso fue sacrificado por Danny Welbeck en el partido de Champions decisivo contra el Real Madrid. Así empezaron los tiempos en los que Rooney empezó a reciclarse como centrocampista aprovechando su dominio del juego y capacidad de sacrificio, pero aquella era una realidad que no hacía más que esconder que ya nadie, salvo posiblemente él, confiaba en que Rooney marcase la diferencia. No sé sabe qué habría sucedido si se le hubiese dado otra oportunidad. Igual, sin aquella potencia de sus inicios, ya no valía un gran sistema. Dicho lo cual, sí se sabe que, tomando la decisión adversa, el Manchester United, hasta el día de hoy, no ha vuelto a ser un equipo a la altura del potencial del club. También que a Wayne Rooney, al menos fuera de Inglaterra, no se le recordará como el mejor fútbol que practicó… mereció dejar escrito en los libros.

 
 

Foto: DAMIEN MEYER/AFP/Getty Images


35 comentarios

  • SantiagoAlfonso 2 agosto, 2017

    Excelente artículo. Se habla mucho de como el United no ha vuelto a ser el mismo sin Ferguson pero poco del jugador que daba el mínimo competitivo al equipo.

    Aceptando que el mejor Rooney fue el delantero centro, soy fan del Rooney centrocampista que compensaba a su equipo.

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  • @Kapo_Tillo 2 agosto, 2017

    Da para un buen episodio de La Aventura Original

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  • Soprano_23 2 agosto, 2017

    El Rooney móvil por todo el frente que llegaba a muchas zonas diferentes por físicos cuya técnica le permitía influir de formas distintas en la jugada ha sido siempre mi favorito. Y qué comprensión del juego. El Boom de Cristiano Ronaldo llegando siempre a zonas de remates desde mil sitios distintos no se entiende sin el Rooney que movía marcas y allanaba el camino por lectura y movimientos.

    Un crack de esta era que a medida que fue perdiendo rango de acción, a mi gusto, fue perdiendo intimidación e impacto, pese a la coincidencia en el tiempo del aumento de la necesidad del equipo de él para mantenerse élite. Lástima que esta versión durase menos de lo que debería ya que el cuidado de su físico no pareció ser su gran prioridad.

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  • Soprano_23 2 agosto, 2017

    Lo de Neymar al PSG es semioficial. Qué ganas de comentarlo. Cambia el escalafón de favoritos para la UCL, en mi opinión, al menos potencialmente.

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  • MigQuintana 2 agosto, 2017

    @SantiagoAlfonso & @ Soprano_23

    La versión delantero centro de 2010 es potentísima.

    En todo caso, a mí sus años con Carlos Tévez y Cristiano Ronaldo me encantaron en general. Esa movilidad, ese dinamismo, esa voracidad. Fueron la MSN/BBC antes de que estas se concibieran. Y, además, en medio se inició ese proceso espacial por el que Cristiano Ronaldo abandonaba una banda para ocupar todos los carriles… La verdad es que era una pasada verles. Si no se llega a cruzar con ellos ese bicho llamado Fútbol Club Barcelona de Pep Guardiola, Xavi Hernández y Leo Messi lo mismo veíamos en ese ciclo a un Manchester United con 2 Champions más.

    @Soprando_23

    P.D: Ya sabes que hasta que no sea oficial… no abrimos la veda. ^^

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  • Marcos 2 agosto, 2017

    @MigQuintana
    Es que ese Manchester United es para mi uno de los 4 mejores equipos de la decada pasada.

    Y como comenta @SantiagoAlfonso, se habla mucho de la marcha de Ferguson, pero falta hablar también de que el ManU 2007-2012 es un equipo repleto de futbolistas de Élite A y hoy es un conjunto que necesita que su entrenador recorte distancias a partir de la pizarra

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  • Iosu Elorza Arribas 2 agosto, 2017

    dio un raro aunque coordinado giro de 360º, desafió la marca del corpulento Joel Campbell y dirigió su descomunal disparo hacia la mismísima escuadra de Jens Lehmann.
    Joel Campbell? Sera Sol Campbell no?

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  • H.. 2 agosto, 2017

    Recuerdo que siempre me sorprendió que Ferguson sacara a Rooney de la posición de centro delantero, para mí era muy top, me sorprendió mucho en esa temporada de Chicharito, porque había logrado actuaciones imponentes como "9", siempre me pareció así, dejarlo atrás parecía dejar algo que aportar al equipo pero nunca lo potenció a él.

    Por cierto, creo que te refieres a Sol Campbell, Joel Campbell es el costarricense.

    ¡Saludos!

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  • MigQuintana 2 agosto, 2017

    @Iosu Elorza Arribas & @H..

    Claro, claro, Sol Campbell. Le bailó el nombre a Abel.

    Respecto a sacar de la posición de 9 a Rooney… fue algo muy aplaudido, era muy fetiche, era bastante emocionante, ¿pero se puede decir que al final le haya rentado al Manchester United? Yo creo sinceramente que no.

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  • H.. 2 agosto, 2017

    @MigQuintana

    No sólo no dio frutos sino que se notaba que le quitó mucha motivación al propio jugador, al final ya no sabía a qué lugar del campo pertenecía y dejó de importarle. Es el problema de ir en contra de lo que siente mejor el jugador, es probable que ese desgano quedara como la última mala impresión que define el recuerdo del futbolista.

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  • roumagg 2 agosto, 2017

    Pues se va la segunda gran pieza del equipo con el que muchos nos enganchamos a la Premier League en aquellas sobremesas en La2. La última gran Premier, con el United de Ronaldo y Rooney, el Arsenal del mejor Fábregas, de Henry, el Pool de Gerrard, Alonso y Torres o el Chelsea de esa columna Cech-Terry-Lamps-Drogba. De todos esos jugadores, habiéndose marchado también Terry este verano, y con Cech en el Arsenal, nadie se mantiene en su equipo, y la Premier lleva casi una década atravesando un bajón del que ni el hecho de ser la liga con el mayor poder económico les hace salir.
    Personalmente, a mí Rooney me parece un candidato clarísimo, pero clarísimo, a ser el número 3 de la década de CR y Messi. Me llegó a emoionar esa final de Champions en 2011 compitiendo "solo" contra un equipo tan superior, recordando algo a a que su ex compañero protagonizó 2 años antes. Y esa sociedad con Cristiano era más de igual a igual que la que ha formado luego el portugués con Benzema. Rooney le daba también muchas cosas a nivel de juego, y a nivel de ddeterminación estaba por encima de Karim. A Benzema le hemos visto "desperdiciar" muchos últimos pases de Cristiano, Ozil, etc. por falta de instinto, pero Rooney, sin ser tampoco Falcao, cumplía mucho mejor ahí y le liberaba de más responsabilidad goleadora. El rol de Tévez sí me parecía bastante más secundario.
    Por cierto, ahora que está tan a la orden del día el tema del reparto o traspaso de jerarquías entre los miembros de la BBC y la MSN (sobre todo en esta última, a falta de confirmación oficial), la carrera de Rooney es tremendamente representativa de todo esto, como recogisteis aquí y en su día en LAO, desde que las dos promesas llegaran a lo que era el equipo de Ruud.
    Por si a aguien le interesa, dejo esto por aquí: https://youtu.be/bpKYR-rr4ck . Nostalgia y belleza a partes iguales.

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  • elfutbolero 2 agosto, 2017

    Gran artículo. A veces es necesario repasar con perspectiva la carrera de un futbolista para ser conscientes de su importancia, máxime si a nivel de galardones individuales ha sido eclipsado por otros futbolistas.

    Rooney es una leyenda del United, lo cuál es mucho decir. Quizá jamás pudo llegar a ser lo que se podría haber intuido tras su rendimiento en la EURO 04, pero nadie puede discutir su importancia en los títulos obtenidos en los últimos años de Sir Alex, ya sea como segunda espada (si Cristiano está tan lejos de Messi es porque peca de una notable falta de autosuficiencia) o como protagonista primero del sistema, de "9 total". También me han gustado, a pesar de la falta de minutls, sus últimos años jugando más atrás. Lo maravilloso de Rooney es haber sido un jugador inglés contracultural, pero al mismo tiempo dotado del genuino carácter competitivo de la Premier.

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  • @esejulioeduardo 2 agosto, 2017

    No me queda claro a que se refieren con 9 "callejero".

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  • elfutbolero 2 agosto, 2017

    @esejulioeduardo

    No es fácil definir esa etiqueta jajaja, pero vendrían a ser aquellos jugadores con tendencia a tomar actitudes técnicas (regate, descaro con el balón) y mentales (poca corrección en las formas) que son características del fútbol de barrio. Como antónimo tendrías al futbolista académico, claramente nacido desde la base de, valga la redundancia, el fútbol base.

    Neymar, por ejemplo, desprende en cada una de sus acciones dosis de fútbol callejero. Bale, por el contrario, es un futbolista con el que no se tiene esa sensación.

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  • MigQuintana 2 agosto, 2017

    @esejulioeduardo & @elfutbolero

    De hecho, en España tenemos dos ejemplos claros: Iago Aspas y Lucas Pérez.

    Es difícil de describir, pero bastante fácil de identificar a los que han nacido en la misma idea.

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  • @esejulioeduardo 2 agosto, 2017

    @elfutbolero y @MigQuintana

    Muchas gracias por la explicación chicos.

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  • elfutbolero 2 agosto, 2017

    @MigQuintana

    Muy cierto, el caso de Aspas es paradigmático.

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  • Maxi 2 agosto, 2017

    "pero él lo domó con su puntera, dio un raro aunque coordinado giro de 360º, desafió la marca del corpulento Sol Campbell y dirigió su descomunal disparo hacia la mismísima escuadra de Jens Lehmann"

    Y en su partido de regreso al Everton metio un gol casi identico. Creer o reventar: https://www.youtube.com/watch?v=Co1rv90IxdE

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  • JJLP 2 agosto, 2017

    @elfutbolero

    ¿Damos por sentado que Cristiano está "tan lejos" de Messi?

    Quizás no sea un debate para esta tribuna, en todo caso.

    En cuanto a Rooney, me quedo con dos cosas: su temporada como delantero centro antes del mundial de 2010 y la forma como la recibe en el centro del campo, control para adelante y cambio de orientación con la parte interna del pie. Siempre con la comba justa de afuera hacía adentro.

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  • DavidM_SVQ 2 agosto, 2017

    Que pedazo de artículo Abel. Me ha encantado tanto que ya lo he leído tres veces. ¡Ojalá una Aventura Original de Wayne Rooney!

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  • Juantelar 2 agosto, 2017

    Gran artículo para poner un poco en perspectiva lo que ha sido Rooney en el United, en la Premier y en Inglaterra. Y ver cómo pequeños hechos o detalles, quizás, le evitaron una gloria aún mayor.
    Y aun así el tío creo que es el máximo goleador histórico tanto del Manchester como de la selección inglesa.

    A mí siempre me ganó por su carácter y personalidad. Sé que es mucho más que eso, pero a mí me ganó con esa mala hostia y esa competitividad y sacrificio que siempre mostró.

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  • Emilio 2 agosto, 2017

    Excelente artículo, pero me queda una duda; Ferguson nunca llegó a potenciar a Wayne Rooney, pero porque ? sustituyó a Ronaldo y Tévez con Antonio Valencia y al año siguiente compra a Berbatov y Chicharito, quitando a Rooney el papel estelar de 9 y lo entierra totalmente cuando compra a Van Persie la temporada siguiente, pero porque ? acaso Sir Alex vio que Rooney tenía cualidades más aptas de un armador que de un finalizador, pero si la rompía totalmente de 9 porque alejarlo de esta posición?

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  • Gravesen 3 agosto, 2017

    Pregunta, no llegó también Owen al Manchester United en aquel verano de 2009?

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  • Hagen 3 agosto, 2017

    Es coincidencia que jugadores como Rooney y Raul hayan dado su pico de rendimiento hasta los 26 años? yo pensaba que la razòn era porque comenzaban muy jovenes sus carreras deportivas, pero viendo el caso de Messi, ya no encuentro la razòn.
    Sobre Rooney hay que decir que sus temporadas posteriores a la salida de Cristiano fueron muy buenas ( recordar la temporada 2010-2011 del golazo que le hace en el clàsico al City y de la disputa por el triplete de la temporada con el Barca de Pep), pero lo que acabò de enterrar la carrera futbolistica de Rooney fue la llegada de Van Persie, con la consecuencia de que la estrella principal del equipo sea el Holandes y no el ariete ingles.

    @Gravesen

    Si, Owen llegò en el verano del 2009, pero siempre arrancaba los partidos de suplente y no tuvo muchos minutos en esa temporada. Ademas ya venia en declive como figura del futbol ingles debido a esa lesiòn que el tuvo durante el mundial de Alemania y que mermò en forma considerable su rendimiento desde aquel desafortunado accidente.

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  • @Kapo_Tillo 3 agosto, 2017

    @Gambitero jajajaja! muy cierto. Lo que tiene delito es que encima lo esuché. Menuda empanada gasto 😉

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  • EAMVR 3 agosto, 2017

    @Kapo_Tillo y @DavidM_SVQ

    Creo que lo que pedís ya está disponible 😉 –> http://www.ecosdelbalon.com/2015/09/archivo-progr…. El episodio 2×01 de La Aventura Original fue sobre Rooney. De hecho, hablo de memoria porque lo oí hace tiempo, pero creo que el artículo sigue bastante el esquema de la narración del episodio (el audio es más completo, perfecto para un miniviaje en coche de 45 minutos!)

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  • Gravesen 3 agosto, 2017

    Hagen

    De su paso por el United solo recuerdo que marcó varios goles valiosos en Liga, y que (junto con Rooney) dió la Copa de la Liga 2010 al United. Si mal no recuerdo su gol fue el del empate de la final y el United empezó perdiendo.

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  • Calas 3 agosto, 2017

    Llego a esto ahora. Carrera rara la de Rooney, para mí un jugador grandioso en su zénit que ha quedado injustamente enterrado en la historia por cuestiones ajenas a su control. Sobre todo lo de Messi y el Barça en Champions.

    @Hagen
    Bueno, para mí la razón está en que los jugadores tienen un periodo limitado de esplendor, desde que explotan hasta que empiezan a apagarse. Y tanto Rooney como Raúl explotaron pronto. Ahora bien, diría que el español empezó su declive no más tarde de los 23/24 años, aunque luego tuvo su pequeño repunte pasados los 30 en el Schalke, cuando hacía 7 años que nadie esperaba nada de él. Rooney, en mi opinión, se mantuvo en la élite bastante más tiempo.
    No uses a Messi como ejemplo de nada, es injusto para los demás jugadores xD.

    @Gravesen

    Sí, tuvo una o dos temporadas donde daba la sensación de que el guión era siempre el mismo: el United pinchando, Owen entra en el 80 y resuelve acabando el partido. Fue su nuevo Solskjaer. Eso y los descuentos interminables, que pasaron a ser míticos en internet con aquel meme del cuarto árbitro levantando el cartelón para el descuento con un "hasta que Ferguson quiera", o algo similar.
    Pobre Owen, en realidad, en el Madrid también fue bastante suplente pese a rendir de escándalo. Aunque para su etapa en el United el rol que le dieron era adecuado a su fútbol.

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  • Gravesen 3 agosto, 2017

    Calas

    Al final Owen acabó siendo titular casi desde Navidades en el Madrid. Acabó con 45 partidos jugados de 52, 26 como titular (justo la mitad). Y fue el 11º jugador con más minutos (2427). La cosa es que la primera vuelta solo salía casi como revulsivo.

    Aun me acuerdo cuando Luxemburgo propuso ese 442 en rombo y al contragolpe con Ronaldo y Owen de delanteros. La grandísima pena fue que el mediapunta fue siempre Figo o Raúl cuando estaban lanzadores como Zidane o Guti haciendo las veces de mediocentro o interior. Una pena, cada balón al espacio para esos dos bichos…

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  • Juan Plaza 3 agosto, 2017

    Lo mejor de Rooney en aquel partido contra Francia en la Euro dd Portugal fue el tremendo codazo que, con 18 añitos (o eran 17?), le cascó al irascible bisonte Thuram, al que nadie tosía. Eso demostraba carácter. Yo también creo que de no lesionarse Rooney Inglaterra habría ganado esa Eurocopa. Y también creo que de no autoexpulsarse en Alemania 2006 los ingleses se hubieran metido en la final.

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  • CarlosViloria10 3 agosto, 2017

    ¡Grandioso artículo!

    Uno de mis jugadores favoritos. Determinación, potencia, clase, y esa garra… Pfff es que a mí Rooney me enamoró; y eso que esa Euro en Portugal me cogió algo joven aún, con más flashes que otra cosa.

    Y que bueno que muchos compartan estos halagos hacia el "malo" de Wayne. En twitter aveces sentía que los únicos fans de Rooney eramos Abel y yo xD

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  • modrick95 4 agosto, 2017

    Me suena que el 3-2 de la eliminatoria contra el Bayern lo marcó Robben de bolea a un saque de córner de Ribery, no con su típica diagonal, y el campo pasó a inclinarse a favor del Bayern con la expulsión de Raffael. Aquel Bayern era bastante menos equipo que el ManU, solo la suerte en momentos puntuales y la eliminatoria de la vida de Olic los eliminaron.

    Respond
  • Geminiani 4 agosto, 2017

    @modrick95

    En efecto, la diagonal de Robben fue contra la Fiore, no contra el ManU.

    Respond
  • modrick95 4 agosto, 2017

    @Germiniani

    Correcto, otro 3-2 con doblete de un conocido: Jovetic

    Respond
  • GiacomoGiuralarocca 11 febrero, 2018

    Maravilloso articulo, de verdad. Que grande es Abel escribiendo.
    Estoy bastante detrás de los artículos del día, pero no quiero perderme ninguna publicación jaja.

    Dos pequeños apuntes: Era el Milan de Leonardo y no de Allegri en los Octavos de Champions contra el United.
    Y el empate en el tramo final de la Premier 2009-2010 (en aquellos partidos sin Wayne) era el Blackburn y no el Blackpool que de hecho ascendió en la temporada 2010-2011 en Premier League.

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