No se puede decir que la cosa venga de ahora. El debate está en los corrillos y no tiene pinta de acabar, visto lo visto. El Barcelona ha ido desarrollando estos últimos años una especie de pánico a fichar. Ni siquiera en piezas de máximo nivel siente seguro el rendimiento. Con los centrales está ocurriendo algo de esto. Tras una cuantiosa apuesta fallida, invertir en defensas suena feo. Además, la dirección técnica pareció no reparar en que el Barça ya no achica como en sus mejores días. Hoy no sobrevive cualquiera. Anoche, los zagueros culés definieron gran parte de un choque dividido en tres fases muy marcadas, la mayoría favorables a un Sevilla que nos hace soñar con su vuelta. Ojalá.
Curiosamente, los primeros 15-20 minutos fueron, por mucho, los más destacables de la era Tito. El planteamiento fue muy acertado.Los primeros 15 minutos fueron lo mejor del Barça este año El Barcelona sorprendió con una velocidad en la circulación que no había asomado esta temporada. Su inicio de jugada era tan ágil que no demandaba a Xavi influir atrás. A Medel le contaron que debía repetir el plan de las últimas semanas; encimar cada giro del cerebro culé en la medular. Pero Xavi no estaba ahí, sino que recibía siempre por delante. En esos lugares, el chileno es limitado. Lo suyo es actuar, no tapar líneas de pase. El Barcelona llegaba a la frontal, sus extremos fijaban y retrasaban con facilidad y Cesc-Messi-Xavi conectaban. Pudieron marcar. Sin balón también le salían las cosas a los visitantes. Trochowski, obligado por la posición alta de Alves y todo lo que sucedía por dentro, quedaba peor ubicado para el cambio de orientación. Cuando el Sevilla lograba ejecutarlo, Jordi Alba anulaba con una exhibición de concentración y poderío físico ante el imparable Navas. Los de Nervión no accedían a su crack.
Míchel transmitió a sus chicos que tantos riesgos cerca de Palop no merecían la pena. Si no había manera de sacarla por bajo, se tenía que aprovechar a Negredo.Negredo pasó por encima a Song y Masche Claro que aprovechar está muy lejos de hacer justicia a lo que aconteció en el Pizjuán. Cada pelota directa, sin excepción, suponía el drama absoluto para el Barcelona. El delantero internacional abusaba sin piedad de Song y Mascherano. Algo de mental se ha instalado en el argentino, que ha perdido toda la convicción que le hacía aparentar ser élite en el 85% de los partidos del calendario. Míchel intuyó bien esa superioridad puntual, porque el trabajo de segunda jugada fue soberbio. Rakitic halló la vía para participar de cara y lanzar la transición y, por fin, habilitar a Navas. Activar al extremo es ganar, porque Jesús no tiene antídoto. Es inmenso. El Sevilla volteó las constantes del encuentro. El robo de Medel en el 2-0 (en otro repaso técnico de Álvaro Negredo a Song) y la presencia reiterada de Xavi en la base, las pruebas más fiables. La película ya era otra completamente distinta.
El trabajo de Negredo cambió radicalmente el signo del encuentro
El tercer acto de la función vino condicionado por las circunstancias. Los sevillistas se veían con diez y sin el jugador que obligaba a Xavi a tocarla menos en tres cuartos. Las medidas de Tito fueron correctas: Tello para abrir, Thiago para trasladar sin exigir a Xavi y Villa para liberar a Messi de Botía y Spahic. El argentino, que medio confirmó su momento futbolístico más bajo desde 2008, pudo encarar un par de veces en el balcón del área, con dos asistencias como saldo. El genio vive del detalle, migajas para lo que nos tiene acostumbrado. Quien sí se justifica en el detalle es Villa, cuyo remate a la red es obvio que el Barça ha echado en falta. Él, los puntos y el buen tono de Xavi son las noticias salvables de una noche que deja señalada a su zaga. Para el Sevilla, el único contratiempo fue el marcador, que no es poco. Esperemos que consigan olvidarlo pronto.
@DavidLeonRon 30 septiembre, 2012
Algunos comentarios individuales:
El nivel de ciertos futbolistas del Barcelona deja mucho que desear, y no siempre es motivo del mal funcionamiento colectivo.
-Alves no está. No sé si es que sigue afectado por los rumores de verano o qué pero no está. No aporta nada, no marca ninguna diferencia, ni defensiva ni ofensiva. Es un futbolista al que me cuesta catalogar ahora mismo. No tira.
-Busquets está haciendo un comienzo de temporada flojísimo, aunque su cuarto de hora inicial fue bueno. Luego flojo, Rakitic le ganó la segunda jugada. Aunque era normal.
-Mascherano no es esto. Tampoco el de los 6 primeros meses de la 2011-2012, pero esto no. Es un futbolista que juega asustado y eso no se lo puede permitir. Ahora mismo es una debilidad irreal para su equipo. No es tan débil.
-Song si es malito de central, no pasa nada por decirlo, pero este al menos no le ha dado tiempo a evidenciarlo y todavía juega con algo de confianza. Pero no da, sus 10 primeros metros en arrancada son pesadísimos. No llega.
-La improductividad de Alexis asusta. Podemos volver al "no es extremo" y tal, cierto es, pero es que su falta de sensibilidad asociativa y, ojo, su nula capacidad de intimidación están resultando muy decepcionantes. Villa y Pedro sufren, se ahogan, pero tienen detalles en el área que te hace pensar que con que tengan una en 90 minutos puede valer. Alexis no, Alexis no es crack ahí. Y cuidado, como 9 tampoco cambia mucho la cosa en términos de definición.
-Botía-Spahic llevan dos actuaciones destacadas ante Madrid y Barcelona, con exigencias muy distintas. Pintan bien.
-Negredo es bestial. Puede que no sea TOP, TOP, pero es un delanterazo, completísimo. Pedazo de futbolista.
-Jesús Navas. Mientras el Barça encimó, Alba lo pudo atar sensacionalmente (todo eran pugnas físicas al espacio). Después es imposible. Al pie ya no se puede. A Navas o lo paras antes de que reciba o adiós.