4 meses antes del maratón
Inicia el entrenamiento, vienen cientos de kilómetros por entrenar, muchos días de dolor y presión. En medio de las horas de trabajo y de sueño se debe crear un espacio para ejercitarse, una hora diaria cuando menos.
Los días de entrenamiento no son nada sencillos, se mantienen bajo la lluvia, pisando el lodo, en la noche bajo las estrellas, por la tarde con la puesta del sol o justo al medio día quemandote la cabeza, en la mañana con la brisa fresca o la neblina fría...La preparación se realiza bajo cualquier inclemencia del tiempo o prueba de la naturaleza.
Empieza la oposición familiar y de amigos, críticas porque por causa del deporte no se va a todos los eventos a los que se solía ir, murmuran porque se ve uno más delgado aun cuando la manera de comer les parece anormal por las cantidades. No entienden que el entrenamiento quema miles de calorías por día.
La comprensión viene de los corredores con los que se cruza en la calle a quienes saluda con una inclinación de cabeza y una leve sonrisa. Mientras examina si le puede ganar, analizando su paso y su tipo de tenis, se reconoce mejor y sigue orgulloso su camino.
Circuito AGA
Nombrado así por su servidor, Circuito Alamedas Galerías Atizapán (AGA), comprende 10km constituidos por una altura máxima de 2600 mts. y una mínima de 2400, así como pendientes de 30 grados y 2km de longitud. Esto sería el pan de cada día a lo largo de los 4 meses de entrenamiento.
Así como formaría las pantorrillas de acero necesarias para cualquier pendiente de cualquier pista del MUNDO, también este circuito sería la sede de varias lesiones, sufrimiento por el que deben pasar las piernas de todo atleta, preparadas para la prueba máxima.
El díaMaratón internacional de la ciudad de México. En su 28va entrega la prueba inicia desde la hora CERO, desde que estoy en la cama dormido, estoy concentrado, descansando relajando los músculos.
Son las 5:30 am, despierto para ponerme short, playera y calcetas especiales, todo encima de las áreas protegidas para no generar ampollas. Gafas y dispositivo mp3 listos. Vamos rumbo a la línea de salida
Llego a la calle 20 de Nov, el ambiente huele a ungüentos y sudor…huele a corredor. ¡¡Huele a Maratón!!
Se acerca la hora 7:15 am suena el disparo de salida para los corredores que esperamos 15 min para la arrancada femenina.
Salgo disparado piso el cronómetro de salida a las 7:18 am. Comienza la carrera final.
Pasan los primeros 2 km cruza el pensamiento “solo faltan 40” continua la carrera y seguimos en el grupo mayoritario de corredores, aun esta obscuro y nublado afuera… no hay porque ponerse los lentes de sol, pero el aire frio mitiga mis ojos, al km 5 decido ponerme las gafas.
Pasan los primeros 10km comparo el tiempo… veo un paso rápido, una velocidad superior a la de los entrenamientos, pasa una hora y continua la misma tendencia. Llegamos a los 15km el ambiente se llena de aroma a jabón… Al pasar este punto la meta eran los 21k alcanzada poco después de Chapultepec, comparo contra reloj el paso es constante al igual que la velocidad.
Increíble la carrera sostenida al mismo paso ni yo mismo lo podía creer, pero eso no se compara con la sorpresa máxima… los kilómetros pasaban y no dejaba de haber porra, gente, gritos, cada esquina era punto clave para apoyar a los corredores, cada puente era motivo para brindar apoyo, desde las ventanas de edificios y balcones se escuchaban gritos de ánimo para los maratonistas.
En el km 21 se voltea hacia atrás mientras pienso los kilómetros corridos solo son “wannabe’s” miro al frente y digo “estos son los que debo vencer”
Llegamos a Revolución, la energía comenzó a disminuir en el cuerpo, la pérdida de fuerza física se compensó con la vista de toda la porra y con las corredoras quienes cabe mencionar salieron antes. Fue bello alcanzar a estas dichosas musas gacelas fuente de inspiración para correr más.
Km 32, después de consumir 2 geles de energía, recupero mi paso, continuamos a toda velocidad comiendo kilómetros a mi paso. Insurgentes nos vio pasar en línea recta hasta topar con Reforma y vuelta hacia el Zócalo.
El caballito nos indica que estamos cada vez más cerca, los corredores se animan más y más, la velocidad aumenta, la Alameda central, el Hilton, hemiciclo a Juárez, Bellas Artes… ya estoy ahí!! Oh oh, no es así, vuelta a la derecha y sigue corriendo… ¿Cuánto más? ¿Qué pasó? ¿A dónde vamos? ¿Viana? Vuelta a la izquierda y seguimos!! Ohhh ahhh, 40km solo faltan 2, ya no es nada. La gente sigue apoyando, gritando.
Km 42… a solo 195 metros de distancia se ve la meta, regresan los pensamientos de competencia, “acelera” dice mi mente, “con ganas” dice mi corazón, “con cuidado” dicen mis piernas, quitando corredores me abro paso hacia la meta, con el último suspiro de energía abro los brazos sintiendo el aire pasar como si hubiera llegado ahí volando, cruzo la meta, ubico la cámara saludo y detengo el reloj.
Tiempo oficial del chip de competencia: 3:45:05 seg. Tres lágrimas salen de mis ojos: emoción, dolor, adrenalina.
Al recibir la medalla todo terminó, se culminó aquel inicio de entrenamiento 4 meses atrás. Medalla del bicentenario orgullo de México y de los corredores.
Por Christian Yasfani