Fotos Tanci
sábado, 18 de septiembre de 2021
sábado, 11 de septiembre de 2021
Una postal de verano de felicidad
" Cuesta mucho tiempo aprender a sonar como uno mismo" ( Miles Davis)
Esta pudo haber sido la penúltima foto de mi abuelo. Con su sempiterno sombrero, a la derecha de la foto, es una de las pocas en las que sale. Bondadoso y discreto, no solía querer fotografiarse. Siempre tenía algo que hacer.
A la derecha mi abuela, que pasó de tener el pelo blanco (de rubia) a blanco (de canas), con los ojos más azules que jamás he visto. La inglesita, la llamaban. Es una de las pocas fotos en que viste de color, tantos lutos guardó: por padre, por madre, por hija, por marido, por sobrino, por hermano, hacía con frecuencia el recuento.
Mi madre al lado, moderna y estilosa, con mi hermano, aún un bebé, en brazos. A su lado Pedro Vargas, que fue como un hijo supliendo a los hijos embarcados.
Casi con entera seguridad era verano, porque los restos de paja de trigo o legumbres que quedan en la era no engañan, ni las caras de felicidad mía y de mi hermana tampoco. El verano era época de correrías, frutas, libertad, excursiones al montito del Lomo Blanco, juegos de agua en la cercana atarjea y ayuda al trabajo adulto, que asumimos con el placer del juego y del aprendizaje.
Mi tía Amalia aún no se ha ido a Venezuela, lo que hizo recién casada por poderes con mi tío Juan, boda en la que mi abuelo hizo de novio, y esa sería su última foto. A ambos lados de ella, mi hermana Tanci y yo. A mi lado, mi amiga Carmen Nieves Reyes y delante, mi amiga Susa. Debía ser un día laborable porque tiene una maleta de clase delante. Es un poco extraño, porque entonces mi madre debía estar en su negocio del Barrio de la Salud.
Detrás, la fronda de los perales, la hierba luisa y el romero. Los perales aún debían tener alguna fruta. Enredando, el Moro, aún cachorrillo, un perro trasplantado al Lomo Blanco desde el Barrio de la Salud.
(Texto Fidela Velázquez)
#honorygloria a esas generaciones gracias a quienes hoy somos lo que somos.
#graciasinfinitas