Acabamos la colección de disfraces con el disfraz de Papá de Garbancito (como siempre las mamás nos apañamos con lo que tenemos).
Garbancito iba de fantasma y Lentejita también. Pues si mamá va de bruja, papá va de brujo. Y no se me ocurrió otra cosa mejor que algo tipo Mago Merlín.
Compré tela de rasete ¡Error! Es imposible coserla con la máquina sin que se arrugue. Se hizo lo que se pudo teniendo en cuenta que empecé a hacerlo el día anterior a la fiesta a las 12 de la noche (menos mal que no tengo vecinos). Para recortar el cuello utilicé una camiseta normal con cuello de pico y para lo demás se lo puse encima a Papá y fui cogiendo con alfileres.
Recorté un montón de estrellas de distintos tamaños en fieltro. La idea era coserlas pero no tenía tiempo. Intenté pegarlas con viledón pero se despegaban. Así que al final la silicona caliente fue la mejor opción.
Le puse un biés dorado en cuello, mangas y bajo. Eso fue más fácil de coser porque con esa tela no se arruga. Y menos mal, porque era mi primer biés, jajaja.
Para el gorro utilicé una cartulina grande. La forré con tela que me sobró del traje y le pequé con silicona las estrellas y el biés.
Estoy superorgullosa de cómo quedó, pues la gente me preguntaba si era comprado.
Mi disfraz no lo pongo porque no hice nada: falda negra larga, botas altas negras, camiseta negra y gorro de bruja del chino. Si al final nosotras nos apañamos con cualquier cosa.