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domingo, 30 de enero de 2011

Parecidos a Berlusconi

En los albores de esta que dicen que es democracia (y ya hemos caído en la cuenta de que nos dieron gato por liebre), quienes a través del Rey habían recibido el poder de Franco, para que se lo devolvieran al pueblo (cosa que no hicieron), temían, dada la proliferación de pequeños partidos, que la política española fuera a parecerse a la italiana, o eso dijeron.
Diríase que lo que se ha conseguido se parezca a la italiana, y no sólo porque los pequeños partidos son determinantes, con resultados catastróficos, en el quehacer político español, sino porque da la impresión de que proliferan las mafias: Flick y Flock, Filesa, Malesa, caso Millet, el tres por ciento, Gürtel, etc. Quizá haya muchos más por destapar o que han pasado desapercibidos. Y lo que cuesta desprenderse de los políticos nefastos.
Al quedarse el poder los partidos, en lugar de devolvérselo al pueblo, consagraron el culto al poder. Un diputado que vaya a la política con la intención de servir a los ciudadanos no tiene nada que hacer. Lo que se espera de él, por parte de quienes lo incluyen en las listas, es que sea asertivo con sus superiores políticos, y que haga todo lo que le manden. Es decir, lo mismo que en una dictadura. Las cúpulas de los partidos han ido perfeccionando sus métodos de control, de modo que ahora ya tienen sometidos a su disciplina al poder judicial, al que fue llamado cuarto poder, amén de al legislativo y ejecutivo.
Las maneras de Berlusconi son repugnantes, todo lo que tiene que ver con él ofende a un verdadero demócrata. Pero, ¿cuántos dirigentes tenemos en España cuyos métodos y objetivos tengan varios puntos en común con Berlusconi? Probablemente, hay muchos que puestos en su lugar, en esas mismas condiciones, harían cosas peores.

'En defensa de las vacunas'
'Les Xanes'
'Don Quijote de la Mancha para Estudiantes'
'Platero y yo contado a los niños'
'Mal consentido'
'Factor Emocional'
'Leyendas de Bécquer contadas a los niños'
'Guía de supervivencia de Amelia frente a matones'

lunes, 12 de octubre de 2009

Sin filtraciones en el caso Faisán

Las filtraciones se reservan para el caso Gürtel, ejemplo perfecto del funcionamiento de las instituciones españolas: unos se lo llevan crudo, otros hacen un sumario que a lo mejor acaba en la papelera, otros escuchan lo que no deben, otros filtran documentos que deberían ser secretos, etc. Se les podría preguntar a quienes diseñaron la democracia española si pensaban que las cosas podían ser de otro modo.
Si en el caso Gürtel a alguien le interesa que la información, que debía ser secreta, vaya dándose a conocer gota a gota, para que haga todo el daño que pueda allí en donde lo pueda hacer, en el caso Faisán lo que se pretende es que caiga en el olvido, que nadie piense en él. El caso Faisán, que es una gravedad extrema, también es un buen ejemplo del funcionamiento de las instituciones españolas.
El caso Gürtel se diferencia del caso Filesa, fundamentalmente, en que en el primer caso se refiere al partido de la oposición y en el segundo se trataba del partido que estaba en el gobierno. La pregunta que cabe hacerse es si sería posible en los tiempos actuales investigar al PSOE del mismo modo que se está haciendo con el PP. Quizá el caso Filesa sirvió de lección al PSOE. Falta saber en qué sentido. Zapatero muestra tener un control sobre el partido mucho mayor del que jamás tuvo Felipe González. Por su parte, la prensa y la justicia dependen más que nunca, en la reciente democracia, de los partidos políticos.
Y todo lo que es control de su partido en el caso de Zapatero, es descontrol en el de Rajoy. Ni manda en el partido, ni las ve venir, ni demuestra saber hacer otra cosa que agarrarse fuerte al sillón. ¿Agarrará con la misma fuerza al faisán? No conviene que se escape.

lunes, 4 de mayo de 2009

Las disculpas de Rosa Aguilar

Niega Rosa Aguilar haber dicho la frase que se le imputa, aunque admite que la frase que dijo fue un titular mediático, sin especificar cuál fue; y añade que pedirá disculpas y perdón a Felipe González. Las cosas son muy fáciles para algunos.
Pasado el tiempo, parece ser que nunca ha existido el GAL. Tampoco ha habido ninguna víctima ni nadie ha ido a la cárcel. Mister X se ha desvanecido, como el humo. No sé yo quién es el tal Mister X. Si no lo supo averiguar el juez, ¿por qué lo he de saber yo? Lo que es evidente es que, sea quien sea, es un tipo bastante siniestro.
Ahora, Rosa Aguilar quiere pedirle disculpas y perdón a Felipe González. Pero éste jamás se ha disculpado ante los españoles por nada. Podría haberse disculpado por ser uno de los artífices de esta dictadura de los partidos que padecemos, que nos ha llevado a la grotesca situación actual.
Ni se ha disculpado tampoco por haber enterrado a Montesquieu, ni por haber socavado al primer intento el prestigio del Tribunal Constitucional y de la justicia española entera.
Tampoco ha pedido disculpas Felipe González por Filesa, Malesa, ni Flick ni Flock; ni por haber expropiado Rumasa de aquel modo; ni por haber incluido a Garzón en las listas sin tener intención de hacerlo ministro; ni por la vergüenza que tuvo que pasar el juez Marino Barbero.
Dijo Felipe González, siendo presidente del gobierno, que Aznar y Anguita eran la misma mierda y luego explicó que no se le había escapado, sino que antes de hablar había meditado lo que iba a decir. Sean lo que sean Aznar y Anguita, un presidente del gobierno no debería hablar así.
Tampoco se ha arrepentido Felipe González de haber firmado la moratoria nuclear, aunque dice que es tiempo de replantear la cuestión.
Y Rosa Aguilar le va a pedir disculpas a él precisamente cuando acaba de aceptar un cargo en un gobierno socialista.