Es bueno recordar que el Tribunal de las
Aguas de Valencia data del año 960 y que desde entonces sus fallos
se vienen cumpliendo escrupulosamente. Eso y no otra cosa es la
civilización.
En los tiempos actuales, unos bárbaros
procedentes del nordeste de España intentan subvertir el orden y
confundir a las gentes sirviéndose de toda clase de patrañas,
mentiras y falsedades. Incluso adoptan un tono solemne, aunque se
nota a la legua que es impostado, para decir estupideces del estilo
«la democracia ha de estar por encima de la política». Para
creérselas hay que estar aquejado de una enfermedad mental grave,
pero ya se ve que abundan las gentes en las que se da esta
circunstancia. Y es peligroso estar entre ellas si no se ha perdido
la razón, porque pueden abrirle a uno la cabeza. Para poder
deambular tranquilamente entre ellas hay que simular locura extrema y
aceptar que Calderón de la Barca fue catalán, como Cristóbal
Colón, Cervantes y Santa Teresa.
Se da la circunstancia, además, que con
el gobierno actual, que más que ninguno de los anteriores, es una
banda, la gente cuerda lo va a tener muy mal. Los fascistas acuden a
prometer el cargo ante el Rey luciendo símbolos antifascistas en la
solapa, lo que significa que pronto, y de manera oficial, quien sea
demócrata será considerado fascista y la intención, seguramente,
es la de ilegalizarlo lo antes posible.
Estamos a un paso de que, de modo
oficial, los etarras sean considerados demócratas y sus víctimas
representantes del Estado opresor. De que se institucionalice la
idea de que los etarras «hicieron más daño del que tenían derecho
a hacer».
Todo ese tiempo de civilización
transcurrido desde el año 960 hasta hoy puede estar a punto de
acabar, y los responsables no pueden ser solo el Felón y su banda,
sino también todos los que les antecedieron y abrieron camino para
que esto fuera posible.
'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'Tránsito en la mirada'
'Te doy mi palabra'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'Tránsito en la mirada'
'Te doy mi palabra'