Por supuesto que la indignidad del citado
fantoche, un prófugo gallináceo, émulo de Dencás, que se
autoproclama presidente de Cataluña en el exilio, alcanza a todos
los que de una manera u otra hacen posible que pueda seguir montando
sus numeritos.
Él y quienes le mantienen a cuerpo de
rey deberían saber que jamás podrá ser eurodiputado, motivo por el
que no debió figurar jamás en las listas, hecho que solo ha podido
servir para que los sinvergüenzas que le han votado demuestren su
condición.
La naturaleza de quienes han hecho
posible el purssès (disculpen si no atino con la grafía de esta
variante dialectal que, por otra parte, se nos quiere imponer, de
modo ilegítimo y ridículo, a muchos) catalán queda perfectamente
definida en el chiste que transcribo a continuación, cuya autoría
desconozco:
«Estaba
un catalán en la playa mirando como su hijito jugaba con una palita
en la arena, cuando de pronto viene una ola gigante y brrrroooouuuuum
se lleva al niño.
El catalán levanta los al cielo y clama, indignado:
– ¡¡Señooor, no pots haserme eso a mí!! ¡¡Yo voto al partido de Jordi Puchol, pago las cuotas de Convergensia y Unión, voy a misa y pongo dinero al sepillo!!
¡¡Señoooor, brama furioso, devuélveme a mi niño!!
Y brrrroooouuuuum, llega otra ola gigante y aparece el niño en la arena.
El catalán se queda mirando al niño, vuelve los ojos al cielo: y pregunta a voz en grito:
-¡¡Señooor!!, ¿y la palita?».
El catalán levanta los al cielo y clama, indignado:
– ¡¡Señooor, no pots haserme eso a mí!! ¡¡Yo voto al partido de Jordi Puchol, pago las cuotas de Convergensia y Unión, voy a misa y pongo dinero al sepillo!!
¡¡Señoooor, brama furioso, devuélveme a mi niño!!
Y brrrroooouuuuum, llega otra ola gigante y aparece el niño en la arena.
El catalán se queda mirando al niño, vuelve los ojos al cielo: y pregunta a voz en grito:
-¡¡Señooor!!, ¿y la palita?».
Lo
de menos es la tacañería final que justifica la historieta, lo
significativo es la caricatura del catalán independentista que
esgrime como mérito, nada menos que ante Dios, su fidelidad al Muy
Honorable, ese que dijo ¿qué coño es la UDEF?, y de Ferrusola, la
de «no tinim ni sinc». Un personaje de ese calibre no surge de la
noche a la mañana, su degeneración solo es posible a través de
muchos decenios. El despertar no puede ser más que brusco. A
Puigdemont hay que ponerle una nariz roja.
'2016.Año bisiesto'
'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'Tránsito en la mirada'
'Te doy mi palabra'
'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'Tránsito en la mirada'
'Te doy mi palabra'
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