documentos de pensamiento radical

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jueves, 28 de noviembre de 2024

UN SOLLOZO DEL FIN DEL MUNDO de MATÍAS ESCALERA CORDERO (fragmento V)



… Tu abuelo insistía mucho en ello, en nuestro final no hay, ni habrá, épica ninguna. Ni III Guerra Mundial a lo grande, ni pamplinas; las cosas dejaron de suceder así poco después de finalizar la segunda y última gran guerra mundial, primero en Corea, luego en Cuba, o en Hungría, en Vietnam, en Laos, en Camboya, en Rodesia, en Congo, en Angola, en el Canal de Suez, en Palestina, en Grecia, en Chile, en Argentina, en Nicaragua, en El Salvador, en Indonesia, en Líbano, en Yugoslavia, en Irak, en Siria, en Ucrania, en Yemen, en Irán, en Colombia, en Venezuela, en Brasil, en tantos y tantos lugares, en tantos etcéteras y etcéteras… Contadas y nombradas todas, todas juntas fueron la auténtica Tercera Guerra Mundial y seguimos en ella… La Tercera Guerra Mundial es nuestro estado natural, global y difuso, desde 1947…


Silencio.


… No, no habrá Apocalipsis Atómico, ni bacteriológico, ni visitas de alienígenas, ni espectaculares cataclismos de ningún tipo; solo realidad, una cruda, viscosa y decepcionante realidad… Esos finales apoteósicos y puntuales los seguiremos disfrutando en las pantallas, o entre la Niebla… O los disfrutarán quienes todavía sigan leyendo los clásicos del siglo veinte, muy dados a este tipo de finales… (y traza el inicio de una triste sonrisa) El de verdad, ya ves, es así, lento, prosaico, violento, desabrido, desesperanzado, cutre, cursi, sin encanto ninguno, entre la basura y el hedor de las muchedumbres acongojadas que ahogan nuestras ciudades, y entre el sudor y la sed y el hastío de medio planeta. No se nos concederá el honor siquiera de un final digno de un relato…


… ¡Ya veremos, abuela; ya veremos!…


Silencio.


…Ahora, descansa un poco y no digas nada más; respira así, despacio, profunda, lentamente. Descansa y dame la mano…




Y mientras ella descansa, él continúa hojeando sus papeles…


Lee.

Un estado especialmente afectado por esta estricta política de control y prevención fue el antiguo estado de Israel, que, a pesar de su alianza estratégica con Arabia Saudí y otros estados árabes de la zona, frente a los diversos enemigos comunes que iban presentándose, desde las viejas facciones palestinas, el Irán de los imanes chiitas, hasta las sucesivas oleadas yihadistas de la segunda y tercera década de este siglo, perdió su tradicional patente de corso en el Medio Oriente en cuanto dejó de tener el alto valor geoestratégico que, durante décadas, tuvo para América del Norte… Su profunda división interna, su larvada crisis social y de identidad, y su propia decadencia como estado, tras décadas de extenuante dominio político y cultural del extremismo religioso; la firma del Tercer Pacto Nuclear con Irán y la inclusión del estado chiita en la órbita de la Federación Euroasiática, un aliado táctico, por entonces, de Norteamérica, frente a lo que quedaba de la Unión Europea y China; junto con el final de las larguísimas guerras de Siria e Irak, con el tratado de paz firmado en 2029, aceleró el proceso de aislamiento y decadencia del estado judío… La posterior e inesperada alianza de Occidente con los antiguos enemigos, incluido el Nuevo Califato, y la definitiva neutralización de las élites saudíes, jugaron un papel decisivo en la pérdida del viejo estatus de estado protegido del que había gozado Israel desde su fundación…



Matías Escalera Cordero. Un sollozo del fin del mundo. Kaótica Ed. 2023

Obra gráfica de Amable Arias



miércoles, 27 de noviembre de 2024

UN SOLLOZO DEL FIN DEL MUNDO de MATÍAS ESCALERA CORDERO (fragmento IV)




El crecimiento de la población mundial, el consumo de bienes y de mercancías y la urbanización del planeta produjeron, durante un tiempo, el incremento más o menos regular del viejo trabajo asalariado, aunque este fuese de muy baja calidad; con el colapso del modelo de crecimiento y los efectos perversos de la globalización, el aumento exponencial del trabajo precario y esclavo –reducido a la mera subsistencia– y la arrolladora victoria del capital financiero más agresivo y depredador, las desigualdades se hicieron hirientes y abismales, incluso donde antes se habían logrado ciertas cotas de equilibrio entre las clases, especialmente en Europa… Y se produjo una paradoja irresoluble, el aumento general en la esperanza de vida y la caída de la mortalidad infantil, así como el acceso masivo a la educación, habían dado en una precariedad generalizada y estructural, y en un insufrible desempleo masivo, especialmente entre los jóvenes. Lo que inevitablemente llevó a migraciones masivas, a profundas dislocaciones sociales y culturales, y al aumento imparable del nivel de violencia en las megalópolis, cuyas primeras víctimas fueron los propios agentes de esa violencia sin meta ni objetivo, esto es, los relegados, las masas empobrecidas, los diferentes por alguna razón, por su religión, por el color de su piel, por su peso, por su edad… Como siempre, los eslabones más débiles de la cadena social fueron las víctimas y los verdugos de sí mismos.


¿Cuál era la capacidad real de maniobra de un movimiento obrero desarbolado en relación con aquellas enormes transformaciones que se estaban dando? A pesar de las experiencias de empoderamiento obrero en la periferia del mundo y dentro de algunas de las potencias emergentes, como en India, donde había zonas enormes gestionadas por el Partido Comunista y, paradójicamente, en China, donde una parte de los trabajadores se había levantado contra el Partido Comunista; o de casos particulares como el de la Argentina de principios de siglo, con la toma de centros de trabajo y de centros fabriles abandonados por el capital; la vinculación de los trabajadores a organizaciones de defensa inmediata de sus intereses era ya, por esas mismas fechas, muy irregular y solo se mantenía en niveles aceptables en aquellas zonas del globo en las que había habido una temprana industrialización; aunque la vinculación de esos mismos trabajadores a organizaciones con un programa ideológico y de acción claramente anticapitalistas era puramente testimonial.


El movimiento altermundialista, por un momento, pareció aportar algo de energía y aire fresco a esa agotada decadencia de la clase obrera occidental, pero resultó una ilusión efímera. La cuestión de la deuda ilegítima de los estados más pobres y la resistencia instintiva a las consecuencias inmediatas del proceso de globalización iniciado tras la caída del bloque soviético eran causas comunes para la movilización y permitían la confluencia de los últimos restos de las organizaciones sindicales, de los movimientos sociales autónomos y de algunas fuerzas políticas.


… La desconfianza de tu abuelo hacia ese tipo de fenómenos no era del todo descabellada; a menudo, esa arrogancia con la que exponía sus argumentos, tan propia de él, le costó muchos sinsabores y enfrentamientos con sus compañeros, igual que con el tema de los nacionalismos en Europa…


… No sé si llamarla arrogancia; yo no lo recuerdo así. Era apasionado, eso sí lo recuerdo, y terminante…


… Tú eras un niño o no habías nacido siquiera… Además de que, de mayor, esa vehemencia se le fue atemperando y él mismo se fue distanciando de todo y de todos…


Ambos guardan silencio.


… Aunque, bien mirado –dice ella, de pronto, volviendo al principio–, acaso no lo fueran del todo…


… ¿No fueran qué…? No te entiendo…


… Pues una mera ilusión…


… ¿Quiénes…?


… Los movimientos masivos de protesta de principios de siglo…


… ¡Aaah!...


…Al fin y al cabo, fueron los herederos de esos movimientos los que lograron dar carta de naturaleza a muchas de las zonas autogestionadas…




Matías Escalera Cordero. Un sollozo del fin del mundo. Kaótica Ed. 2023

Obra gráfica de Amable Arias

martes, 26 de noviembre de 2024

UN SOLLOZO DEL FIN DEL MUNDO de MATÍAS ESCALERA CORDERO (fragmento III)


  

 

… Si lo consideramos bien… Dijo, mirando a la obispa Marie Claire… Veremos que es algo que no tiene vuelta de hoja: cuando no hay fe, queda la religión; cuando no hay lazos de vida, está el matrimonio; cuando llega el aburrimiento y no hay acción en nuestras vidas, el turismo y el deporte nos dan la ilusión del riesgo y el movimiento; cuando no hay vida, cuando no somos nada, nos lanzamos al consumo y al efímero disfrute del tengo más que los otros; cuando no hay inteligencia ni creatividad, la burocracia académica y escolar nos compensa de esa falta; cuando la revolución ha fracasado o la hemos olvidado, nos aferramos a la Organización; cuando la democracia ha fracasado o la hemos olvidado, nos aferramos a la fantasía del sufragio universal, cada cuatro o cinco años…


… Está claro, sin el ritus, no hay vida posible… Asiente, Ximenes…


… Nuestros ritos cotidianos nos salvan; sin los ritos culturales, religiosos, políticos y sociales que nos componen, no resistiríamos ni dos minutos cuerdos. Si la mayoría de hormigas humanas no tuvieran rituales, obligaciones autoimpuestas, contra el vacío, se morirían de pena o aterrorizadas…


… ¿No es un poco cínica y desoladora esa manera de expresarlo, señor comisario…? Se atreve a intervenir la joven archidiácona…


… Puede ser, por eso mismo los rituales de la muerte en común o del suicidio colectivo tienen tanto sentido y tanta fuerza, siempre han existido; y por eso también a las iglesias y a los estados nos costó tan poco justificar… Respondió Ximenes, antes de que la obispa, que hacía ademanes de querer intervenir, pudiese terminar de procesar la información y el punto de vista de Klein; aunque, al final desistió…


Los levantadores de muros, según el cardenal sudamericano, lo sabían y se estaban despidiendo del sinsentido a su manera digna y melancólica; aislada y solitaria, eso sí, pero intensamente ritualizada.


… Tal vez, son los únicos que están dialogando, en estos momentos de tanta confusión y tan aciagos, directamente con Dios… Sentenció, mientras pasaba su espectrómetro por la botella de agua, como si tal cosa, como si no hubiese revocado, en un segundo, una buena parte de los dogmas y creencias sobre las que se cimentaba su poder eclesiástico… La joven archidiácona lo miraba boquiabierta, se sentía fascinada…


Aunque, en opinión del cardenal, había un rito que representaba substancialmente a la postmodernidad y, de alguna manera, también a su fin, al fin de la propia postmodernidad, el deporte espectáculo, uno de los mecanismos de canalización, ocultamiento y control de masas más efectivo de la historia, y el único engrudo que mantenía una cierta ilusión de realidad global y planetaria.


Por eso, rituales tan potentes e infinitamente más reconfortantes que las ceremonias del Tránsito eran, a su modo de ver, los grandes eventos deportivos de masa y las innumerables competiciones a lo largo y ancho del globo que, como las olimpiadas y los campeonatos continentales y del mundo, mantenían esa ilusión y ayudaban a olvidar su rabia y malestar a las masas.


Los deportes espectáculos más difundidos, sobre todo, el fútbol, se habían convertido, desde finales del siglo pasado, en los rituales preferidos de la especie… Si las guerras habían perdido ya su legendario poder litúrgico y concitador de voluntades, los deportes espectáculos, no… La creación de las grandes ligas territoriales y de los campeonatos zonales y mundiales abiertos; la emancipación química, esto es el libre uso de estupefacientes de desarrollo e implementación técnico/muscular, la participación de cientos de equipos y de selecciones de todo ámbito y naturaleza, la mayoría financiadas y patrocinadas por las grandes marcas comerciales y corporativas; y el extraordinario uso mediático de esos eventos por los gobiernos y por esas mismas corporaciones y marcas han logrado el milagro de mantener la ilusión de los viejos vínculos universales, y miles de millones de seres –también Klein– se apasionaban, se olvidaban y se emocionaban, cada día, con las idas y venidas de sus equipos preferidos, que amaban sobre cualquier otra cosa… Los de Klein eran aquellos que jugaban bajo la denominación de una de las primeras franquicias intercontinentales en constituirse, el Liverpool-Zhen-Zen, último campeón euroasiático, que se disputaba el cetro supercontinental con otra de las franquicias más potentes, la recientemente refundada, Bayern-Galaxy.


Las emociones parecen absurdas, pero son extremadamente lógicas. Los aficionados al fútbol parecen enloquecer en el supremo momento de la competición, sus reacciones nos parecen absurdas, el estado de euforia, a menudo, de verdadera ebriedad emocional, los aleja de toda consideración lógica del mundo y de sí mismos, pero, si contemplásemos los motivos particulares de cada uno de los aficionados que parece enloquecer, veríamos una indudable lógica entre ese estado de olvido extático y la causa íntima, digamos dolor, trauma, frustración, cansancio, rechazo, fracaso, pero también un lúcido conocimiento o el fatal encuentro con el sinsentido, que lo provoca. 

 



Matías Escalera Cordero. Un sollozo del fin del mundo. Kaótica Ed. 2023



lunes, 25 de noviembre de 2024

UN SOLLOZO DEL FIN DEL MUNDO de MATÍAS ESCALERA CORDERO (fragmento II)

 





Donde la desintegración y el desmoronamiento del antiguo orden industrial fueron más visibles, traumáticos y agudos, pero por motivos diferentes a los de la convulsa caída del arco escandinavo, fue en la Gran Bretaña, que, tras casi un siglo de coquetear con la absoluta decadencia imperial, cayó en un abismo de dimensiones imprevista. Aunque, como siempre sucede en estos casos, los especialistas, una vez concluido el fenómeno, lo explicaron todo de un modo sumario y carente de contradicciones… Según ellos, todo ese proceso de desmoronamiento social había comenzado durante el oscuro periodo del gobierno conservador de Margaret Thatcher, simbolizado por aquel tremendo grito fundacional del neoliberalismo postmoderno, el famoso ¡No existe eso que se llama sociedad!...


Si solo existían individuos que buscan su propio interés egoísta y si así es como se levantan y se mantienen los imperios, no había nada más que esperar a que la decadencia azotase a la propia metrópolis para ver cómo se lanzaban a disputarse los últimos despojos, cual fieras hambrientas, los hijos y nietos del Thatcherismo… Aquí había una anotación en uno de los márgenes: «¡¡¡Y vaya si lo hicieron!!!» La letra de su abuela, fina y elegante, se había hecho contundente y rabiosa, como el subrayado…


Los estallidos cíclicos de violencia que han arrasado, en estas últimas décadas, parte de la principales ciudades inglesas tuvieron su prolegómeno más conocido en Londres, un par de generaciones después de aquellas rotundas afirmaciones de la Dama de Hierro acerca de la inexistencia de la sociedad y de lo colectivo, como si los jóvenes y los desesperados que las calcinaban quisiesen dar la razón, por vía de los hechos y de la acción, a la líder conservadora, mostrándole a ella y a sus herederos cómo el desarme de los valores sociales les había despertado ese ansia desbocada de autosatisfacción primaria de los instintitos individuales, que, sin sujeción ni contrapeso social alguno, acabaron por invalidar la idea misma de comunidad, que fue sustituida de nuevo por el de feudo y horda…


Aunque esto mismo pasó en muchos territorios y estados de la Europa continental, en las islas británicas se vivió este proceso de disolución del viejo orden de una forma especialmente cruda y demostrativa… Los dispositivos de represión y control funcionaron un tiempo, hasta que fueron completamente desbordados… El paro masivo, la precarización extrema, los salarios miserables, la limitación del derecho de huelga en 2016, con el apoyo del aparato sindical y político del Partido Laborista, y la prohibición definitiva de la misma, unos años después; el control paulatino y la destrucción definitiva de la BBC y, en general, de todos los medios de comunicación críticos, o que mantuviesen aún, por entonces, una moderada independencia, la desprotección general de los nuevos esclavos, junto con la pérdida de continuidad en la memoria de lucha de los trabajadores organizados, tras la ruina y vencimiento de sus sindicatos –sustituida, en una buena parte de la población, por un rancio nacionalismo aislacionista, agravado durante el contencioso que rodeó al Brexit–; todo ello, de una u otra forma, permitió el paulatino y estrepitoso resurgimiento de los viejos usos anteriores a la modernidad, mitad espasmos, mitad actos reflejos de los siervos, tendentes al sabotaje, al motín y a los levantamientos sangrientos, que rebasaron con el tiempo todas las medidas de coerción y de control arbitradas, incluidas las referentes a los vigilantes y el permiso para matar… «¡Hacemos el trabajo que la policía no puede hacer!», decían… «England, England, our pride!», era su lema preferido…


Qué claro estaba todo ahora, leyendo estas notas desperdigadas de su abuela. Le hubiese encantado ser uno de sus alumnos. Cuando dejó la Universidad, muchos de ellos, en un gesto desconocido en aquella institución obsoleta y decadente, se reunieron para rendirle un agradecido homenaje a su dedicación en todos esos años y el esfuerzo para explicarles el mundo en que vivían.


Cierra los ojos él también, reclina su nuca contra el cabecero y se los imagina alrededor de ella, de pie, como una gigante diminuta, hablándoles de su marido, un viejo loco que se lleva a los pobres y desheredados a la ópera o que habla a unas jóvenes cajeras del Che; les está recitando su última lección, antes de los AI/Masters, de los estándares de aprendizaje dirigidos, de la evaluación algorítmica variable. Y compara aquella escena imaginada de su abuela y los antiguos alumnos que le rinden homenaje con su propia educación, la fría relación con sus tutores humanos, las innumerables pantallas, las innumerables evaluaciones objetivas y los programas dinámicos AI/Masters superados.


Al cabo de unos minutos, abre los ojos y continúa leyendo.

Como sabemos, debajo de la fina capa de civilización, se esconde agazapada la barbarie más salvaje; y la avidez y el afán de rapiña del Capital rasgó y arañó esa fina capa social hasta que dejó en carne viva los deseos egoístas y exasperados de millones de personas. Al final, una especie de desconcierto utilitario se estableció como norma por doquier, porque ya nadie pudo soñar en un mundo mejor, pero sí en un par de zapatillas mejor, en un televisor mejor, en una tablet mejor, en un i-watch mejor, en un hybrid mejor, en un A.406/coupé mejor, etcétera, etcétera. Era el nuevo fascismo, tan semejante en todo al viejo régimen de terror añorado, en secreto, por una parte de las élites británicas y europeas, casi un siglo…



Matías Escalera Cordero. Un sollozo del fin del mundo. Kaótica Ed. 2023

Obra gráfica de Amable Arias

domingo, 24 de noviembre de 2024

UN SOLLOZO DEL FIN DEL MUNDO de MATÍAS ESCALERA CORDERO (fragmento I)

 




… Tiene más que ver de lo que parece, querido Saúl; mucho más. Es verdad, quedó viejo en seguida todo, pero les funcionó; justo cuando parecía que habíamos detectado sus trampas y que los habíamos pillado con las manos en la masa, cuando los de abajo parecía que habíamos reaccionado por fin, agitaron las banderas y las fronteras, una vez más, y les funcionó; lo viejo les funcionó…


Silencio.


Lee.

Los grandes estados europeos y una Unión Europea fuerte y con todas sus atribuciones de poder político y legislativo intactas eran un engorro y una molestia para las actividades de los poderes financieros transnacionales… Sin embargo, pequeños estados y territorios necesitados de una rápida legitimación y financiación, sin capacidad de influir en los acontecimientos generales ni de fiscalizar sus actividades de rapiña, sin poder ejecutivo ninguno, eran presas fáciles y más dóciles…


… El caso es que esos procesos desencadenaron otros muchos que habían estado larvados siglos o decenios, que se creían ya superados o desaparecidos. Por eso les funcionó. Ya había sucedido otras veces…


Continuó leyendo.

En los Países Bajos, Frisia, territorio con lengua propia y que gozaba de una relativa autonomía respecto de Ámsterdam, dominada por el Partido Nacionalista Frisón, cuyo auge vino determinado por el auge del populismo xenófobo de extrema derecha en toda Holanda, consiguió primero una amplísima autonomía y luego su estatus de protectorado… Mientras, en el Báltico, entre Suecia y Finlandia, el archipiélago de Aland, de no más de 25.000 habitantes de origen sueco, que gozaba de una total autonomía de Finlandia, decidió convertirse en otro paraíso fiscal y solicitó su anexión a Suecia, tras la toma del poder en el antiguo paraíso de la socialdemocracia mundial del partido de extrema derecha Los Demócratas de Suecia; lo que provocó un periodo de extraordinaria tensión entre los dos estados nórdicos, con algunos altercados de especial gravedad, hasta lograr su completa independencia pactada con ambos contendientes y la mediación de la entonces Unión Euroasiática y de Dinamarca, que, como una ficha más de dominó empujada por las anteriores en el tablero de las identidades nacionales, se vio también afectada, pues las Islas Feroes y el archipiélago de Groenlandia, bajo soberanía danesa desencadenaron una inesperada y aguerrida lucha independentista, sobre todo cuando con el deshielo se liberaron extensos territorios a la explotación de los recursos mineros y petrolíferos...


La proximidad de la gran isla groenlandesa y su pertenencia geoestratégica, de facto, a América del Norte envenenaron las relaciones noratlánticas y el Tratado del Atlántico Norte, cuyo emblema durante decenios fueron las fuerzas armadas de la NATO, quedó en suspensión técnica, según decían, con un eufemismo típico de los burócratas…


A todo ello se unieron conflictos menores, como el desencadenado por los húngaros de Eslovaquia y Rumanía. El Partido de la Minoría Húngara de Eslovaquia reclamaba desde finales del siglo veinte la unión a Hungría de los territorios del sur de Eslovaquia, y en Rumania la Unión Democrática Magiar siguió los pasos de los nacionalistas vascos y catalanes en España. Transilvania aportaba el 35% del GPD de Rumanía…


Por su parte, los eslovenos de Carintia, separada en la práctica de la vieja Austria y vinculada al Reich en la Sombra alemán por un tratado de amistad y especial colaboración, fueron expulsados al sur de los Alpes por las autoridades ultraderechistas de esta provincia, ya solo formalmente incluida en una república austriaca casi desaparecida, cuya capital, Viena, había perdido, como tantas otras antiguallas de la vieja Europa su tradicional prestigio…


Silesia era otra nacionalidad histórica que había pertenecido al Imperio Austrohúngaro hasta su desmembración en 1918, que desde entonces quedó divida entre Polonia, la República Checa y una pequeña parte en Eslovaquia, y aunque, al principio, solo los silesianos polacos reclamaban sus derechos nacionales, con la convulsión provocada por la caída de las instituciones comunes y los procesos generalizados de reordenación territorial en todo el occidente europeo, el Movimiento de la Independencia de Silesia se constituyó en la voz común de los silesianos checos y eslovacos también…


En el noroeste de Italia, en los Alpes, los tiroleses de Italia, favorables a la anexión con el IV Reich, siguiendo el ejemplo de Carintia, decidieron separarse de la naciente república de Padania, separada, a su vez, del Sur italiano. Y en las repúblicas bálticas, el conflicto no resuelto entre las minorías rusas y las mayorías letona y estonia terminó con la inclusión de un pedazo de Estonia en la Federación Euroasiática, y con el mantenimiento de un conflicto enconado e irresoluble en Letonia, azotada por la crisis de la Unión Europea y el fin de los fondos provenientes de la misma…


Suecia y Noruega saltaron por los aires e implosionaron como sociedades avanzadas cuando sus respectivas extremas derechas, de larga tradición y raíces nazis, se hicieron con el poder en casi todo el arco escandinavo… El cambio climático, que estaba transformando radicalmente el ecosistema nórdico de un modo catastrófico y no como se esperaba, con las nuevas enfermedades asociadas a esta cadena de transformaciones, así como la estabilización de los agujeros en la capa de ozono sobre grandes áreas subpolares, también sobre Escandinavia y Canadá, contribuyeron a embrollar aún más la situación de esta zona del globo… En 2048, el principal boquete ocupaba una superficie equivalente a más de veintiocho millones de kilómetros cuadrados y la Antártida era ya, por esa fecha, e incluso antes, prácticamente inhabitable, ni siquiera para los equipos científicos y de extracción minera. El colapso de la capa de ozono que comenzó en latitudes altas de la atmósfera, justamente en la Antártida, debido a las nuevas condiciones meteorológicas globales se trasladó a capas cada vez más bajas, con la destrucción del ozono estratosférico a una escala incalculable, dejando cortos los cálculos previstos por los especialistas, desde hacía décadas, para ambos hemisferios… El ciclo que, durante un tiempo, permitió la estabilización de los agujeros estratosféricos de la Antártida y de fuera de ella se rompió con el cambio climático…


Matías Escalera Cordero. Un sollozo del fin del mundo. Kaótica Ed. 2023

Obra gráfica de Amable Arias

sábado, 23 de noviembre de 2024

2 poemas de Christian Mingorance Gijón


 

 

DERECHO CONSTITUCIONAL

 

A Antonio Orihuela, porque la revolución comienza entre las palabras.

 

Lo políticos de mi país

debaten a diario sobre

temas de gran importancia.

 

Los políticos de mi país

hablan de comunismo,

de libertad, de fascismo,

de bulos, del cristianismo,

del islam, de la izquierda,

de la derecha, de la extrema,

de la ultra, de ETA,

del catalán.

 

Los políticos de mi país

no hablan del comer.

 

No tenemos derecho.

 

 

 

 

 

¿QUIÉN LEYÓ MIS DERECHOS?

 

Estamos presos en el consumo

con el salario de verdugo 

en la guillotina del sistema.

 



Christian Mingorance Gijón


 

jueves, 21 de noviembre de 2024

ITINERARIO DE FRANQUEZA



 

Y digo yo…

 

Si los políticos nos tratan como a idiotas

y los banqueros y sus secuaces

Cuando los empresarios,

los inquisidores y sus religiones,

los publicistas, gestores, funcionarios del estado,

los ayuntamientos, la policía, los camellos

y los que manejan el cotarro

nos tratan como a idiotas

Si los mismísimos jueces, los deportistas de élite,

los masterchefs y los aristócratas del Medievo,

los de la movida madrileña, los porteros de discoteca,

los tiburones de la bolsa y del petróleo,

los mafiosos, los de la alimentación ecológica

que le ponen a todo el “bio” por delante

y los influencer del “tengo una filosofía para ti”

nos tratan como a idiotas

Cuando los jueces de los “talent shows”, la unión europea,

los escritores del best seller embasado al vacío,

los cárteles del entramado farmacéutico,

la señora y el señor del “con Franco se vivía mejor”,

los periodistas de las “bombas informativas”,

si Carlos Lesmes, Abascal, Toni Cantó,

Pedro Sánchez, el chalecito en Galapagar 

y los cracks del “¿explicaciones de qué?”

nos tratan como a idiotas

Si los que escribimos poemas de mentirijilla,

los racistas de guante blanco,

el machismo en copa de balón,

los ex presidentes que entran por los que salen,

los corruptos devora-placentas del bienestar social

y hasta Dios mismo

nos trata como a idiotas…

 

Al final,

a ver si va a resultar

que en realidad…

 


Cristian Esteban Martín